Cuando una de esas bandas a las que llamamos “clásicas” sacan un nuevo disco, mucha gente corre a buscar su microscopio musical para examinar hasta el tuétano el nuevo trabajo. “Son unos traidores, se han vuelto comerciales”, dirán unos. “Siempre sacan el mismo disco, ya podrían variar un poco”, dirán otros. Este humilde texto no se va a posicionar con ninguno de los dos bandos.
El decimotercer trabajo de Dark Tranquillity, banda que fue pionera del llamado death metal melódico o sonido de Getemburgo hace ya tres décadas, se publicó el pasado 16 de agosto bajo su habitual sello de Century Media Records y con el título Endtime Signals (2024).
Este título, al igual que la portada diseñada por el también habitual Niklas Sundin, evocan un cierto (y más que justificado, a tenor de las circunstancias) pesimismo que también se ve reflejado en el contenido del disco. A grandes rasgos, Endtime Signals sigue la línea iniciada en 2017 por Atoma y continuada en 2020 por Moment. Lejos de la velocidad death metalera que caracterizó el sonido de los suecos durante años, este Endtime Signals se asienta (quitando alguna excepción) sobre una base de medios tiempos con mucha presencia de teclados y con mucho protagonismo de la harmonía en detrimento de otros elementos. Como punto en contra, no podemos dejar de notar que Endtime Signals es el primer disco en la larguísima trayectoria de la banda que no cuenta con la participación de Anders Jivarp, último miembro de la formación clásica que abandonó el proyecto, y quien no solo daba su toque personal en la batería, sino también en la composición. Además de esta diferencia, que puede resultar más o menos sutil, sí que hay una mayor presencia de guitarras y un mayor eclecticismo que en Moment.
El disco empieza con un arpegio muy melancólico que se desarrolla en una sucesión de cambios de ritmo, de atmósferas melancólicas y de transiciones muy al estilo de los últimos trabajos de sus paisanos de In Flames, a los que le han puesto el nombre de “Shivers and Voids”. Buena forma para empezar un disco y un hipotético futuro concierto.
A continuación, la gran mayoría de los temas sigue un cierto patrón, es decir, una base de medio tiempo con cambios, unos riffs bastante bien articulados sobre esta base y unos teclados que dan el toque atmosférico al disco. Esto es especialmente evidente en temas como “Neuronal Fire”, “Our Disconnect” y especialmente en “The Last Imagination”, que podría ser considerado incluso “la balada” del disco. También “Wayward Eyes” entraría en esta tipología.
No obstante, tenemos el contrapunto a lo anterior en temas rápidos como “Unforgivable”, “Drowned Out Voices” y el especialmente agresivo “Enforced Perspective”.
Finalmente, hay un par de temas a los que les podríamos colocar la etiqueta de “temas singulares”. El primero sería el ya mencionado “Neuronal Fire”, que es especialmente melancólico, “A Bleaker Sun”, que ofrece un notorio contraste entre la oscuridad de su estrofa y la luminosidad de su estribillo, y la nada metalera “False Reflection”, que hará escupir sapos y culebras a los seguidores más puristas de la banda.
Como dijimos al inicio de este artículo, Endtime Signals es la continuación lógica de Atoma y de Moment. No obstante, no se puede decir en absoluto que sea un calco de los dos anteriores. Si bien los cimientos son los mismos, Endtime Signals es un trabajo mucho más variado en cuanto a tipología de temas y a influencias. El disco posee atmósferas, tralla, una cierta oscuridad y tiene además la pegada que le faltó a los dos trabajos anteriores de la banda. Este nuevo disco de Dark Tranquillity te puede gustar más o menos, pero para nada es un disco mediocre. Ellos ni están, ni han estado nunca, a ese nivel.
Soñador en tiempos de hierro, solitario corredor de larga distancia, disfruto tanto de leer un libro en el más absoluto silencio como de la música más salvaje imaginable. Y a veces escribo algo.