David Bowie – The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders From Mars (Especial 50º Aniversario)

Ficha técnica

Publicado el 16 de junio de 1972
Discográfica: RCA Victor Records
 
Componentes:
David Bowie - Voz, guitarra, saxofón
Mick Ronson - Guitarra, piano, coros, arreglos de cuerdas
Trevor Bolder - Bajo
Mick Woodmansey - Batería
Rick Wakeman - Clavicordio
Dana Gillespie - Coros

Temas

1. Five Years (4:42)
2. Soul Love (3:34)
3. Moonage Daydream (4:40)
4. Starman (4:10)
5. It Ain't Easy (2:58)
6. Lady Stardust (3:22)
7. Star (2:47)
8. Hang On to Yourself (2:40)
9. Ziggy Stardust (3:13)
10. Suffragette City (3:25)
11. Rock 'n' Roll Suicide (2:58)

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A lo largo de mi fastidiosa existencia en este mundo, he conocido a muy diversos consumidores del legado musical de David Bowie: a los que adoran la trilogía de Berlín (juntamente con los dos trabajos, Station to Station (1976) y Scary Monsters (1980), lanzados respectivamente justo antes y después de este experimental periodo), a aquellos que defienden a capa y espada su controvertido material de los ochenta (un recuerdo afectuoso al colega del instituto que solo escuchaba en bucle una cinta de «Let’s Dance»), a algunos que exclusivamente coleccionaban sus participaciones en soundtracks de películas (Labyrinth (1986), la fábula fantástica dirigida por Jim Henson, era la más emblemática), a los pocos que vitorearon el efímero proyecto de proto-grunge llamado Tin Machine, a los muchos que todavía no han desprecintado su penetrante epitafio Blackstar (2016), a los que bailan al son de sus hits de plastic soul, a los que le fueron fieles durante su etapa de electrónica noventera (en especial a quien se dejó seducir por el subestimado 1. Outside (1995)), a esos que siempre mencionan «Heroes» como su única mejor pieza, a los puristas que reivindican sus inicios y, por supuesto, a los numerosos fans del elepé que nos ocupa con motivo del 50º Aniversario de su publicación. En cuanto a mí, asevero que estoy en un punto intermedio entre esta variedad de característicos gustos. Me atrae en exceso el personaje y siento notable fascinación por un buen puñado de sus composiciones (las menos típicas, en la mayoría de los casos) pero ninguno de sus álbumes reside en mi top de favoritos. Aún y así, considero que The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders From Mars es el disco idóneo para que cualquier inexperto en el tema pueda decidir si le interesa introducirse y permanecer en el transcendental universo creativo de este artista camaleónico.

Por otra parte, mientras estos días releía en Internet los entresijos que provocaron el alumbramiento de esta crucial obra, sus influencias directas (Iggy Pop, Lou Reed, Andy Warhol, Marc Bolan, Lindsay Kemp, Vince Taylor, Legendary Stardust Cowboy, Little Richard, Jacques Brel o The Who), su acertada o forzada trama (a grandes rasgos, un relato sobre un extraterrestre bisexual de imagen andrógina que con el pretexto de salvar el planeta Tierra de su propia autodestrucción se convierte en una mesiánica y ególatra estrella del rock) y las múltiples valoraciones superlativas que se le otorgan, he vuelto a revisitar reiteradamente los 38 minutos de su edición original (las posteriores ampliaciones, en 1990 y 2002, desvirtúan el concepto global), quedando nuevamente sorprendido con el perfecto encaje de los once cortes incluidos, sobresaliendo “Five Years” como la envolvente y melodramática apertura, el glam hipnótico de “Moonage Daydream”, el soberbio folk pop de “Starman”, la irresistible “Ziggy Stardust”, la frenética “Suffragette City” y “Rock ‘n’ Roll Suicide” como el teatral y emotivo final.

Podría extenderme describiendo los impecables tejidos sonoros que aportan al citado cancionero Las arañas de Marte (aunque es de justicia destacar la espléndida labor del guitarrista Mick Ronson) o la icónica portada que preside este redondo (mi compañero Jaime Arjona se ha encargado de ello en otro imprescindible artículo conmemorativo que saldrá un poco más tarde…) pero creo que es el momento de volver a darle al play o poner la aguja en el surco.

Por cierto, a veces dudo si David Bowie realmente está muerto ya que recibo asiduamente emails de su página web promocionando todo tipo de merchandising (vinilos, carteles, camisetas, bolsas, gorras, tazas, llaveros, colgantes, broches, chapas, parches, hebillas, calcetines, fundas de móvil, puzzles y hasta un Monopoly).