Me gustaría compartir una pequeña experiencia que, la verdad, no tenía intención pero visto lo visto creo que vale la pena. Principalmente por lo que dice de la gente que hay detrás, esas bandas que quedan fuera de los grandes circuitos y festivales que ahora todos tenemos en boca con el periodo estival, porque si esto no es pasión por lo que uno hace, que me lo expliquen.
Desde el principio. Resulta que una entidad de tantas que promueven la música y los directos fuera de las grandes ciudades con diferentes iniciativas como el Directori de Músiques del Cardener se propusieron hacer una radiografía de las propuestas musicales de su área de influencia a través de diferentes bandas y artistas. Eso se circunscribe a los territorios de influencia del río Cardener que incluye comarcas como el Solsonès y el Bages. Pues bien, la cosa es que se lo propusieron a la gente de Siroll!.
A la banda le pareció bien, pero que si se hacía, sería a su manera. ¿Cuál ha sido su manera? Pues justo enfrente de su local de ensayo. Si se trata, que también, de tomar unas imágenes, algunas entrevistas y un pequeño reportaje, pues se entiende que se escoja donde más horas pasan con sus instrumentos. La cosa es que también se proponía un concierto. ¿Y dónde se tenía que celebrar? ¡Pues donde ensaya el grupo!
Puede que tampoco se le vea al tema nada de particular hasta el momento, pero si somos conscientes de que el grupo ensaya en el que es el lugar de trabajo habitual de alguno de sus miembros, la cosa empieza a cambiar. Si ese lugar de trabajo es en una granja de cerdos, con las tierras colindantes de cultivo, cobertizos con tractores y todo tipo de aperos y utensilios para la agricultura y ganadería, pues ya veis que va cambiando. La propuesta era de tres bandas, Metalfetamina (thrash), Niu de Corbs (black) y Siroll! (crossover).
Sin saber muy bien qué me encontraría, decido acercarme ya que la verdad que este verano ando perezoso con los grandes festivales. He asistido —y seguramente seguiré asistiendo— a grandes citas, pero cada vez es más la pereza por esas largas y cansadas jornadas con tanta gente que provoca largas colas por todo y, en muchas ocasiones, toca ver a las bandas desde lejos para estar un poco cómodo. Por no hablar de los precios y todo en lo que se están convirtiendo los macrofestivales (entendido como evento donde asisten más de 10.000 personas). Cada vez menos relacionado con la música y sí con el «estuve allí».
Pocos kilómetros antes de Solsona veo una pequeña entrada en la carretera que la intuición hace que me meta y, nada más entrar, se divisa un cartel hecho a mano que rezaba «Concert Siroll!» con una flecha. A la vieja usanza. Pues no voy mal. Avanzo 500 metros y me planto en una granja de cerdos y unos 400 metros más allá se escucha música y se divisan coches aparcados con cierta anarquía. Aparco justo enfrente de la granja, quedando los bichos como guardianes del vehículo. Cuando uno se acerca se empieza a dar cuenta del tema. Pasas al lado de una especie de desguace, a la derecha aperos agrícolas y un cobertizo con más maquinaria… ¡y una mesa con merchandising en la puerta! En el frente, dos enormes tractores que no ocultaban otro cobertizo pero sí justo detrás estaba montado un escenario con todo lo necesario. ¡Tractores como guardianes del escenario! P.A., monitores, torres en la parte posterior con truss para colgar los telones de las bandas y una modesta pero suficiente iluminación. En el cobertizo al lado del escenario se servían bocatas y algo de bebida, dos lavabos químicos para vaciar el tema y, justo detrás del escenario, un pequeño local que es donde ensaya Siroll!. Todo enmarcado en la media montaña del Solsonès en un atardecer ligeramente nublado y fresco que lo hacía más… ¿idílico?
Metalfetamina
Al llegar habían iniciado su actuación Metalfetamina. La banda se presenta en forma de dúo con guitarra y batería con una propuesta de velocidad sin mucho pulimento instrumental y letras que van contra todo. El repaso fue a sus dos referencias de 2017 y 2018 El ritual y Poder vomitiu respectivamente. Seguramente gustarán a los más punkis y las risas fueron por los insultos en alguna de sus letras. Bien como calentamiento.
Niu de Corbs
Niu de Corbs ha mostrado una trayectoria irregular en directo ya que después de editar su único y notable trabajo en 2018, Foscúria, lo han presentado en directo en diversas etapas y formaciones, todo ello dependiendo de las circunstancias personales del creador del proyecto, Corb. En esta ocasión no ha sido una excepción ya que venían con nueva formación, a saber: Valt Tempesta a la guitarra (también en Siroll! y Icestorm, L.S. a la guitarra, Soterrat al bajo (cantante de Sota Terra) y Croma Lan Ro a la batería (también en Fogos) y la verdad que les faltaba un poco de rodaje. La misma banda lo confesó. Faltaban unos ensayos más. Esta vez, a diferencia de anteriores ocasiones, no les vimos con el corpse paint y un poco más rígidos en escena. Basaron el set en su único disco y seguro que en su próxima cita teloneando a Crypta ofrecerán mejores prestaciones. Temas como «De la venjança i la guerra», «De l’eternitat i el turment» o» De la lluna i la nit» lo valen.
Siroll!
Siroll! están en un momento pletórico. Su directo está más que rodado, su entrega no ha bajado un ápice en las ya numerosas veces que les he visto y los temas que acreditan invitan a liarla sin descanso. La banda está seleccionando mucho más sus conciertos en los últimos tiempos dejando atrás la etapa en donde tocaban simplemente donde les ofrecían, muchas veces en condiciones lamentables. Además, la reciente puesta en circulación de su disco en directo era un pretexto perfecto para la ocasión. De hecho, el set fue calcado al que encontramos en el disco. Lo tienen muy rodado y no fallan ni una.
Fueron cayendo «Tú mateix», «Cobord», «Pobre», «Hòsties», «Mitjans de manipulació» o «Doble o res» (tema este que dudan si mantener en el set en el futuro). Las denuncia del machismo, contra los poderes o los medios están bien presentes en las letras y en los parlamentos. El personal, desde el primer momento, monta moshpits y lo pasa en grande. Se nota que tienen fieles.
Uno de los temas más esperados es «Odi a l’amor», rescatado de su primer disco hace poco más de un año y rebozado al sonido actual. Me atrevería a decir que es y será uno de sus hits. El grito de «Odi!!!» durante la canción levanta a todo el mundo. El creciente auge de la ultra-derecha también tuvo su tema con «Fatxes de proximitat», a la integridad de los políticos con «País de merda», así como con la música imperante y mayoritariamente apoyada por los medios con «Poc rock». Pudieron tocar todo lo previsto pero justo en el último tema empezaron a caer algunas gotas del cielo. Con la última nota la intensidad de la lluvia fue en incremento y las prisas fueron para sacar todo el equipo del escenario para no sufrir daños.
Poco más de una hora tocaron todas las bandas con un gran compañerismo y vale destacar con un buen sonido. Siendo como tal una cita fuera de todo circuito y solo promocionada por las redes uno ha visto menos servicios y peores condiciones en lugares «profesionales». Uno de los comentarios que se oyeron durante la jornada fue… «Wacken empezó así… quién sabe». Citas como estas solo me reafirman como debemos dar valor al underground.