Gran noche de retro rock a pesar de que a estos grupos que tanto aman la música de los 70 y la practican en la actualidad no tienen mucha afinidad por la etiqueta. Me sigue pareciendo uno de los grandes movimientos surgidos en los últimos 10 años y amo especialmente todas estas bandas surgidas de la fría Suecia que apuntan directamente a los años 60 y 70.
No se llenó hasta los topes la tercera de las Razz, pero vivimos una de esas noches en las que bandas y grupo convergen en perfecta comunión. Creo sinceramente que tras esta gira Dead Lord experimentarán una subida importante de popularidad puesto que en directo son mejores que en disco… Y de The Riven decir que tienen toda la madera y la ilusión para hacerse un hueco.
The Riven: bigotes, técnica y riffs setenteros
Me hacía ilusión el que fueran los suecos The Riven los teloneros puesto que me puedo afirmar como fan desde que escuché dos de sus temas en un single: “Movin’ On” y “Windmaker”. Y además, con el añadido de que en sus filas a un catalán como Arnau Díaz, que volvía a casa con su grupo, así que supongo que sería uno de esos sueños hechos realidad.
Pero más allá de su música la verdad es que en directo tienen muchas cosas que ofrecer, empezando por la maravillosa voz de Totta Ekebergh que sorprende y encandila desde “Moving On”. Impresiona también el impresionante dominio de las cuatro cuerdas de Max Ternebring. Mucho bigote y riffs setenteros a la vez que nos presentaban su nuevo single: “On Time” de su próximo disco que va a llevar por título Peace and Conflict.
La gente se lo pasaba bien y Totta llevaba una camiseta con el logo de Dead Lord, haciendo un homenaje a la banda que les apadrina. Quedó bastante patente que el grupo funciona mejor con temas más rápidos y fuertes que cuando se acercan a la balada atmosférica (“Finnish Woods”), a pesar de que termina rápida y eléctrica. Y cabe destacar también los juegos de muñeca de Olof a la batería. Sonaron cohesionados y tocaron material de su anterior y homónimo álbum.
“Sweet Child” y “Shadow Man” hicieron las delicias de los presentes e incluso dejaron asomar algún deje Maiden en algún tema. Arnau Díaz (gran guitarrista) se dirigió al público y muchos se quedaron alucinados cuando vieron que les estaba hablando en catalán. Luego arrasaron con ese single tremendo que es “Windbreaker”. Todo un himno del actual retro rock.
Gran concierto de un grupo que se la juega con el próximo trabajo y que parece que van a aprovechar su viaje por estas tierras ya que han confirmado una fecha el mes que viene en Torredembarra. Está claro que esta gente irá a más y el poder girar con Dead Lord ha supuesto una bendición para ellos. Se ganaron muchos fans…
Dead Lord nos hace revivir los 70 en todo su esplendor
No había podido ver hasta día de hoy a Dead Lord y me parecen una de las grandes bandas de las que enfocan sin rubor alguno los 70, y en especial, a Thin Lizzy. Hay alguna canción en la que realmente mucho público se preguntaba si era una versión de la banda de Lynott, pero es que conseguir esto no está al alcance de muchos… La movilidad del grupo es total y contrastó quedando The Riven como mucho más estáticos. Por cierto, devolviendo el homenaje a su vocalista estaba el bajista Tobias Lindkvist vistiendo una camiseta de los teloneros.
Obviamente es el frontman y guitarrista Hakim Krim el que acapara las miradas. Parece un Yosi de joven, por melena rizada y bigotes, pero este carismático personaje tira de poner caras y de saber entretener a la concurrencia ya desde la potente “Distance over Time”, que parece que va a quedar como uno de sus temas emblema. Recuperaron el “Too Late” y la sensación de estar ante un híbrido actual entre Hellacopters, los Kiss de los 70 y los Lizzy es total.
“Olé estar de vuelta… me parecéis todos muy sexis”. Bonitas palabras de presentación para un Hakim que iba engalanado con una camiseta de Escobar, y no de Manolo precisamente. La dupla formada por “Bridges” y “Evil Always Win” es directa y certera, con grandes detalles en los redobles de un Adam Lindmark que lucía su nombre en el bombo con las letras del logo de Dead Lord. Definitivamente su nuevo disco es una pasada, y la sala estaba ya ganada.
En los momentos de twin guitars se acercaban a la primera línea Krim y Olle para mostrar sus dotes instrumentales en “Outro” (sonó muy Kiss), pero también en “Heads Held High”. Pura electricidad, mucho feeling y grandes composiciones ideales para la fiesta de directo. Luego vino la sorpresiva “Onkalo”, de su primera obra y dejando a su bajista algunos momentos solistas realmente logrados. A todo esto Adam le daba en algún momento al cencerro.
Presentaron el “Darker Times” con Hakim diciendo eso de que “es muy cool cantar sobre cosas tristes”. Y el momento “Messin’ Up” fue gloria, porque es que imitan a los Lizzy, pero no los de las guitarras dobladas, sino a los de los medios tiempos, algo realmente impresionante. Y todo bajo esos dominantes focos rojos. Gran final con “Letter From Allen St.”, uno de esos singles definitivos, a la que le siguió “Ghost Town” para terminar el primer tramo de concierto. Dejaron el sonido del acople, pero no tardaron en salir.
Ya en los bises alargaron el guitarreo en “Ruins”, pero antes dieron cancha a un “Dystopia” que tiene posiciones de honor. Acertada elección pues da nombre a su nuevo EP. Luego llegó ese gran clásico amado por todos los fans: “Hammer to the Heart, con otro extra de momento jam. Y la gran inclusión fue el “Sleepeing My Day Away” de D.A.D., uno de esos temas que pone a toda la sala a cantar a pleno pulmón. Incluso nos regalaron otro tema para agradecer al público su entrega.
Gran noche de martes con unos Dead Lord que se van haciendo su hueco de forma merecida. Está claro que en su próxima visita vamos a necesitar una sala más grande, pues surfean la ola del éxito de los pequeños clubs. La sala no estaba a petar, pero es una banda muy bien posicionada con una discográfica potente y un directo arrollador. También agradecer a The Riven su simpatía y ese gran concierto.
PD: Agradecer a Mercè Carbonell sus fotos ya que nuestro fotógrafo no pudo asistir al concierto.