Deafheaven – Ordinary Corrupt Human Love

Casi tres años se han tomado los californianos Deafheaven para gestar el sucesor de New Bermuda (2015), un tiempo en el que no han dejado de girar por todo el planeta agigantado aún más su leyenda, estatus al que se accede tras una carrera impecable dentro de un estilo, pues no se podría entender el Blackgaze sin Deafheaven y sus álbumes Sunbather (2013) y New Bermuda (2015). Con solo tres álbumes en su haber, y una carrera de tan solo ocho años, los de San Francisco tenían el reto de demostrar que el estancamiento no va con ellos y Ordinary Corrupt Human Love (2018) nos golpea des de el primer instante hasta descolocarnos totalmente.

Si alguien va perdido, vamos a enfatizar: el sonido blackgaze es una mezcla de estética black metal con las más suaves texturas, parecidas al dreampop/shoegaze de bandas como Slowdive o My Bloody Valentine, a esto le sumamos unos ritmos de explosión rápidos y las voces chillonas / guturales que a menudo se intercambian con secciones más lentas, cantos limpios y saltos instrumentales acústicos parecidos al post-rock.

Dicho esto, entrar en un disco de Deafheaven puede resultar complicado incluso para un amante de la banda, la conexión espectador – banda o, en nuestro caso, oyente – disco es la clave para dejarse llevar al viaje que la banda nos tiene preparado, un viaje en el que pasas sin darte de cuenta de la oscuridad a la luz, de la violencia a la belleza. Curiosamente la luz y la belleza son mucho más comunes en Ordinary Corrupt Human Love que en los tres anteriores trabajos, tras unas primeras escuchas vemos que las lineas melódicas han ganado la partida, hay más piano, más voces limpias y hasta el dato que un tema totalmente post-rock abre el disco, pues «You Without End» con sus más de 7 minutos nos desencaja con su belleza y pausa.

Un post-rock que cobra vida en muchos más pasajes de lo que nos tienen acostumbrados, momentos fascinantes que se resquebrajan con los chillidos siempre afilados de un George Clarke que llega a 2018 en el mejor momento de su carrera a nivel vocal añadiendo voces limpias incluidas con gusto en cada pasaje en el que se usa. La cohesión y conexión de la nueva formación tras la salida del bajista Stephen Clark y la incorporación de Chris Johnson se intuye clave en el resultado de este nuevo trabajo, las guitarras Kerry McCoy y Shiv Mehra siguen afiladas y la violencia estilística de Daniel Tracy tras los bombos nos destroza las entrañas.

«Honeycomb» y «Glint» quizás son los temas con el sonido más clásico que podemos encontrar en el disco, temas que bien podrían haber sido gestados para Sunbather, ambos temas superan la friolera marca de los once minutos plagados de riffs afilados, gruñidos desbocados y lineas melódicas que equilibran perfectamente todas las texturas aquí reunidas. Pero no todo es una oda a la perfección, en algún momento el disco flaquea, como en el cierre «Worthless Animal», un tema ligeramente estancado que no llega a explosionar en los diez minutos de duración.

Con Ordinary Corrupt Human Love, Deafheaven marcan un nuevo camino sin alejarse ni un ápice de su modelo, pese a ello nutren de nuevos elementos que permiten a la banda evolucionar a toda velocidad hacia un incierto futuro en el que, pase lo pase, siempre serán la banda a estudiar dentro del blackgaze.

Beto Lagarda

Rock en todas sus extensiones