“Pero realmente el primero comprado con mi dinero fue el Who Do We Think We Are. Allí está “Woman From Tokyo” y “Rat Bat Blue”. Es un discazo, me encanta. Es un disco muy poco valorado. Puede que esté muy influenciado por el hecho de que fuera mi primer disco comprado con mi dinero, pero es que el “Rat Bat Blue” me parece una canción bestial. Me encantaría hacer una versión de ella, especialmente por ese riff de guitarra… Y el “Woman From Tokyo” fue un gran single. Sí, está muy minusvalorado…” (Kee Marcello de Out of this World y ex Europe)
El problema de Who Do We Think We Are es sencillamente que Ian Gillan y Ritchie Blackmore no se soportaban y que el grupo ya estaba absolutamente roto por mucho que Deep Purple en 1973 eran absolutas estrellas mundiales y estaban en su mejor momento. El directo Made in Japan salió en diciembre de 1972 y fue una gira japonesa que cayó en medio de la grabación de Who Do We Think We Are. El grupo se estableció en Roma en una primera ronda de sesiones de grabación, aunque no es que fueran muy fructíferas.
Ritchie Blackmore vivía al revés de todo el grupo y apenas coincidían todos en el estudio de grabación. Los chicos jugaban a juegos de mesa hasta altas horas de la noche mientras que el hombre de negro iba a dormir pronto, se levantaba temprano y se ponía a trabajar. Cuando el grupo aparecía por el estudio él se iba a almorzar y cuando llegaba los Purple se iban a comer. ¿Cómo podía funcionar un disco en estas condiciones?
Afortunadamente esa tónica se rompió con la oferta de tocar en Japón, pues de allí surgió el Made in Japan. De las sesiones de grabación anteriores crearon un temazo como fue el “Woman From Tokyo” y “Painted Horse”, tema que Blackmore terminaría vetando para el disco. Tras el viaje a Oriente volvieron instalándose en Frankfurt y con un equipo móvil se pusieron manos a la obra y en un par de semanas finiquitaron un disco de sólo siete temas.
El disco
A pesar de no ser un disco clásico y ser conocido más como el último grabado por la formación clásica estaríamos hablando de una obra inspirada y de gran calidad por mucho de que el grupo estuviera al borde de desintegrarse. “Woman from Tokyo” es de largo el gran temazo del disco y la encargada de abrir. La relación con el Imperio del sol naciente continuaba en forma de título de una canción de sonido clásico con mucho gancho. Se mantienen todos los ingredientes del sonido clásico del grupo y el quinteto está al nivel de In Rock o Machine Head. A destacar ese pasaje onírico que le da otro aire a la composición.
“Rat Bat Blue” es la canción rompedora, la más técnica y la que más impresionado te deja a nivel de solos integrados. Riff marcadísimo cadencias sinuosas, juegos con la percusión de Ian Paice y un solo tremendo de Jon Lord a hiper-velocidad con sonido de clavicordio y Moog. Muchas bandas de power metal tomaron ideas de cómo realizar solos neoclásicos a sus temas de espada y brujería.
De “Mary Long” decir que lo tiene todo para ser un clásico absoluto de Deep Purple pero nunca llegó a serlo. El grupo suena potente y “casi metálico” a pesar del carácter “amable” y desenfadado de la canción. Un poco puedes ver que había una fórmula y un sonido que quedaban instalados. Impresiona el cometido de Roger Glover y el puente y estribillo conseguidos.
Destaquemos también la gran canción que es “Smooth Dancer” con otro estribillo que la hace sonar clásica. Un gran tema del que sorprende que nunca se le diera la importancia y presencia que bien merecería. “Place in Line” es un blues de raíces endurecido y en el que Gillan canta en tonos bajos de inicio. El feeling va creciendo y los agudos van apareciendo, así como un gran solo de guitarra por parte de un Blackmore que hace diabluras como siempre.
Completa el disco “Our Lady” sin demasiada trascendencia siendo un tema largo, suave, con la imponente voz de Gillan acompañada por melosos coros y las teclas blancas y negras de Lord. Completa el álbum el “Super Trouper”, corte breve que queda a medias sin llegar a despegar a pesar de tener otro riff marca de la casa. Se abusa aquí otra vez de esos pasajes que flotan etéreos, pero en los solos convencen ampliamente.
Veredicto
Los managers de Deep Purple de esa época veían maravillados como el grupo era una máquina de facturar millones conseguidos a base de conciertos y discos, y sometieron al grupo a un ritmo infernal que les quemó hasta niveles inconcebibles. A ello se sumó la animadversión que sentían Blackmore y Gillian tanto en lo personal como en lo musical. Unas vacaciones de varios meses hubieran podido ser una solución que nunca se planteó y todo terminó con una nota del vocalista despidiéndose de sus managers.
Who Do We Think We Are no es un disco que el grupo tenga especialmente en su top. Más allá del “Woman From Tokyo”, “Mary Long” en su época y poquísimas ocasiones el “Rat Bat Blue”, el resto no ha ni probado un escenario. Han tocado más del disco Bananas que de esta obra que mantenía toda la alineación estelar. Who Do We Think We Are sigue siendo ese disco de Deep Purple a descubrir para el gran público.