Deez Nuts es el punto de partida de una broma que implica hacerle a alguien una pregunta vagamente formulada para solicitar una pregunta como respuesta, generalmente en forma de una de las Five W’s (Who, What, When, Where, Why), antes de gritar dicha frase de una manera desagradable. Aunque originalmente se presentó como una canción a modo de parodia incluida en el álbum The Chronic (1992) del rapero Dr. Dre, la broma vio un gran resurgimiento después de que el YouTuber WelvenDaGreat lo presentara en un breve gag cómico a principios del año 2015. Desde entonces, la frase ha mutado a «deez nutz» y atrapar a las personas gritándoles «Deez nutz!!» se ha convertido en uno de los pasatiempos preferidos de los estadounidenses, justo detrás del «basket weaving», técnica a la hora de masturbarse que consiste en hacerlo con ambas manos a la vez y con los dedos entrelazados. Obviamente, toda esta mandanga funciona mejor cuando se hace en voz alta y en lugares públicos tranquilos, como en una sala de conferencias, es una iglesia, en la biblioteca o en un recital de José Luis Perales.
El ex batería de I Killed the Prom Queen, JJ Peters, fundó Deez Nuts en Melbourne, Australia en 2007, tomando el nombre de la ya mencionada canción de Dr. Dre. Igualmente influenciada por el hardcore punk y el hip-hop, las letras del grupo se centran en la fiesta y el jaleo. De hecho, en su álbum debut del año 2008, Stay True, incluyeron -muy acertadamente- una versión del clásico de los Beastie Boys «Fight for Your Right», que cierra el disco. Por cierto, también se incluye el que, en mi opinión, es uno de los mejores cortes hardcore de los últimos años, la colosal y adictiva «I Hustle Everyday». El grupo pasó gran parte de 2008 viajando por Australia y Europa, y su segundo álbum, This One’s for You, apareció en 2010. El tercer álbum, Bout It, fue lanzado en 2013, y cuenta con numerosos cameos especiales de artistas de la escena hardcore, incluyendo miembros de Architects, Madball y Suicide Silence. Su cuarto álbum, Word Is Bond, vio la luz en 2015, y cuenta con unas letras más introspectivas y menos centradas en la fiesta y el cachondeo. El quinto álbum de estudio, Binge & Purgatory, se publicó hace ahora un par de añitos. Deez Nuts regresó a los Estados Unidos en el verano de 2018, tocando en todos y cada uno de los bolos del Vans Warped Tour, junto a bandas como Phinehas, Unearth o Chelsea Grin.
Los fans de la música hardcore deberían saber qué esperar de los australianos Deez Nuts, y solo leyendo el título de su más reciente incursión discográfica, la banda promete mantenerse fiel a su modus vivendi: fiesta, pillarla y liarla, drogas y, en general, pasárselo bien. You Got Me Fucked Up comienza con un tema que parece destinado a convertirse en un himno más de la banda, «Singalong». Se trata de una pista sólida, que recorre las típicas sendas de todo himno hardcore a través de estridentes versos y coros pandilleros. Clásico en 3, 2, 1… Acto seguido suena la pista que da título genérico a este álbum, «You Got Me Fucked Up», con la que la cosa aumenta ligeramente de velocidad para poner el álbum, ahora sí, en marcha. Sigue la misma estructura que su predecesora. Lo que más destacaría de este corte en su final, con esa línea lírica tan novedosa para los de Melbourne.
Lo que queda claro tras solo dos temas es que la banda ha cuidado mucho más su propuesta con esta nueva entrega. la producción es correctísima, como también lo es la composición de las canciones que, aunque siguiendo los ABC’s del género, parece ir un pasito más allá. Al escuchar este trabajo, no hay duda de que es un álbum 100% hardcore, e incluye todo lo que uno esperaría de ello.
«Crooked Smile», single adelanto que vio la luz hace ya un mes y pico, es la tercera en sonar y, al igual que la inicial, cuenta con todos los elementos para convertirse en un nuevo clásico de la banda. Es un tema ultra pegadizo y con su riff principal casi rozo el orgasmo. Los tres minutos que dura se te pasan volando, lo que solo puede significar una cosa: la canción cumple con su cometido. Brillante también las líneas de bajo que, por cierto, no tengo ni puta idea de quién las ha grabado (ojo, que tampoco me he pegado ahí la chapa de investigarlo mucho…), pues el ex cuarteto ahora ha pasado a ser un power trio.
La cuarta, «You Gotta Feel Me», es una canción que destaca sobre el resto, por culpa de esas partes singulares casi acapella sincronizadas a la perfección con esos coros tan (insert drumroll here)… ¡antémicos! Aún no pareciéndolo, es un tema bastante agresivo.
«On Some Shit» tiene un explosivo inicio. Gran trabajo de rítmico. La introducción de «DTDFL4EVA» (Drunk To Death For Life Forever) te deja un poco descolocado. Se trata de una especie de tributo al clásico de la bada «Shot After Shot», incluido en su trabajo de 2013 ‘Bout It.
Por cierto, que no lo he dicho. El álbum dura escasos 30 minutos, y para cuando llega «Fools Gold», mi tema menos preferido, la cosa ya empieza a tomar la recta final. «Axe to Grind», que contiene algunos de los pasajes más rápidos de este trabajo, y «Get a Grip» son dos temas correctos sin más, pero prefiero centrar mis esfuerzos en el tema final, pues «Bitterest End» cuenta con uno de los inicios más memorables del álbum.
Y así llegamos al final. Diez canciones, y todas ellas rondan los tres minutos de duración, lo que te puede hacer pensar que una banda con esta trayectoria se podría haber esforzado quizá un poco más. Aún así, aunque este trabajo te sepa a poco, casi todas sus canciones son bastante correctas y agradables a los oídos y, lo que es más importante para una banda de esta índole: moshables.
La banda se ha tomado su tiempo para experimentar algo más con el género que les ha puesto ahí arriba. Los de JJ Peters han dado rienda suelta a su imaginación y han logrado hacer avanzar su música un poco más allá.
You Got Me Fucked Up son diez cortes directos, bien escritos y bien estructurados claramente arraigado en el hardcore. En palabras del propio Peters:
Algunas personas se suscriben a la filosofía del «si no está roto, no lo arregles», mientras que yo soy más de «si no evolucionas, mueres».
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.