En algunas culturas, como el zoroastrismo, el número trece es considerado como algo siniestro y portador de infortunios. Es por esto que el decimotercer trabajo de los norteamericanos Deicide no podía sino anunciar casi un apocalipsis sonoro.
Banished by Sin es el primer trabajo de Deicide desde aquel Overtures of Blasphemy publicado en 2018, seis años en los que el puesto de guitarrista que Mark English dejó en 2019 ha sido ocupado primero por Chris Cannella y después por Taylor Nordberg, que es quien aparece en los créditos del presente trabajo.
Como banda pionera del death metal americano, Deicide nos ofrecen un sonido nada innovador, pero sí muy familiar y característico, basado en su sonido más noventero, con trazas de thrash metal, a veces progressive, a veces siniestro, pese a que solo uno de sus doce cortes supera los tres minutos y medio de duración. Para bien o para mal, Banished by Sin es un disco muy directo, que no se anda con rodeos, pero a la vez muy bien trabajado.
En cuanto a las letras, tampoco hay nada nuevo bajo el sol. Títulos como “Failures of Your Dying Lord”, “A Trinity of None” o la nada críptica “Bury the Cross… with Your Christ” pueden mostrar una ligera idea de por dónde van los tiros.
El tema con el que se inicia su metraje, “From Unknown Heights You Shall Fall”, tiene más, como dijimos unas líneas más arriba, de thrash americano que de death. Por suerte, tenemos los rugidos de Glenn Benton para sacarnos de tan terrible disyuntiva.
Una vez puesto en marcha el carro satánico podemos encontrar temas que fácilmente podrían encajar en cualquier otro trabajo de la banda, como puede ser “Ritual Defied”. De temas con ese marcado aire thrash tan característico de la banda, ya hemos nombrado la inicial “From Unknown Heights You Shall Fall”, pero también tendríamos ejemplos de ello en “I am I… a Curse of Death” o en el que fue primer single “Bury the Cross… with Your Christ”. El trabajo también cuenta con un tema algo más experimental y menos basado en riffs como “Faithless” e incluso podemos encontrar ciertas partes melódicas en “Woke From God”. Finalmente, la tríada final del disco, compuesta por “A Trinity of None”, “I Am I… a Curse of Death” y “The Light Defeated”, supone una absoluta oda a la velocidad.
No se puede negar el magnífico trabajo realizado con este Banished by Sin. Desde la vertiente de composición realizada por Steve Asheim, que además se ha encargado de forma muy notable, tal y como nos tiene acostumbrados desde hace décadas, de la percusión. El recién estrenado Taylor Nordberg pone su experiencia en bandas como Inhuman Condition al servicio del maligno y el veterano Kevin Quirion nos regala su acostumbrada sobriedad. En cuanto al amigo Benton, da una cierta alegría comprobar que su voz no ha perdido ni un ápice de su furia y su potencia con el paso de los años. En líneas generales, el trabajo tiene un sonido muy bien cuidado y da una cierta sensación de unidad, pese a constar de partes muy bien diferenciadas. El único punto en contra es que, aun siendo un trabajo de escasos cuarenta minutos y con temas de alrededor de tres, la última parte ha sido algo difícil de digerir. No obstante, tenemos un disco del que los miembros y el equipo de Deicide pueden sentirse orgullosos y que sin duda los fans van a disfrutar escuchándolo.
Soñador en tiempos de hierro, solitario corredor de larga distancia, disfruto tanto de leer un libro en el más absoluto silencio como de la música más salvaje imaginable. Y a veces escribo algo.