Pocas formas mejores hay de empezar una semana como yendo de concierto. El lunes pasado recibimos a los británicos Demob Happy en La Nau barcelonesa, y el centenar de espectadores que consiguieron juntar en su primera visita a nuestro país no salimos defraudados.
La sala restaba casi desierta al llegar, pero durante la actuación del grupo invitado la gente iría llegando.
Al Costelloe
Empezaba la cosa tranquila con el pop-rock de Alice Costelloe. Una elección interesante para abrir este concierto, ya que su estilo contrasta bastante con el de Demob Happy. Aún así y junto a dos músicos al bajo y a la batería, la compositora londinense consiguió ganarse al creciente público a base de tonadas elegantes, algunas más lentas e intimistas y otras con algo más de marcha.
Y como sabemos, lo bueno, si breve, dos veces bueno. Su repertorio duró algo más de media hora, que al menos a mí, se pasó bastante rápido. Empezando con «Shrink’s Couch» y cerrando con su último single, «So Neurotic», nos hizo pasar un buen rato antes del plato principal de la noche.
Demob Happy
Estas giras internacionales cada vez aplican más los horarios europeos, y a eso de las nueve menos cuarto, ya aparecían Demob Happy. Matthew Marcantonio daba un paso en falso nada más salir y caía al foso, aunque por suerte aterrizó de pie y no se llevó más que un susto (y nosotros unas buenas risas). Enseguida estaban en sus posiciones y el trío empezaba la actuación.
Aunque bueno, lo de trío a lo mejor es en el estudio, porque en directo sorprendieron con un multi-instrumentista, que resultaba ser el mismo bajista de Al Costelloe. El tío fue cambiando entre diferentes percusiones, teclado, bajo y guitarra durante el concierto, mientras se lo pasaba en grande.
Además, tuvieron el detalle de llevar con ellos a dos coristas que entrarían en «Token Appreciation Society» para ya quedarse el resto de la actuación. En su nuevo disco Divine Machines (2023) se oyes estas voces femeninas, y está genial que en directo también las interprete alguien de carne y hueso en vez de llevarlas pregrabadas.
Desde la primera «Voodoo Science» ya quedó claro que disfrutaríamos de un gran concierto, con un sonido muy claro y unas frecuencias graves potentes. Adam Godfrey conseguía sonidos muy stoner de su guitarra y el batería Thomas Armstrong le daba a los parches con energía mientras hacía algunos coros.
Marcantonio se pasaba momentáneamente al teclado en «She’s As Happy As a Man Can Be», y encaraban la recta final con «Succubus», «Less is More» y la fiestera «Autoportrait», que acabó de poner a saltar al público. Volvían tras la petición popular con «Sweet & Sour America», single que acaban de lanzar y con el que se despedían por hoy.
Aunque aún les faltó bastante para llenar La Nau, tuvieron una gran acogida para ser su primera gira como cabezas de cartel. Muchos de los que estuvimos ahí no pondremos pegas en repetir algún día, y con lo pegadizas que son sus canciones, seguro que no les va a costar hacerse con un buen grupo de fans por los países que visiten.
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Me metí en esto del metal a los 14 años, y de concierto en concierto he ido descubriendo las bandas nacionales e internacionales que forman parte de este mundillo. Ahora aporto mi grano de arena a Science of Noise contando lo que pasa en los eventos de la zona y algunas novedades discográficas.
También toco la guitarra y el bajo en algunos grupos de la escena local. Tengo los huevos pelaos de tocar en el Ceferino.