Puedes aborrecer el soft rock, el AOR y el almíbar en exceso de grupos como Styx, pero si esta banda del Sur de Chicago conquistó el mundo, con todo merecimiento, es por algo. La calidad musical era abrumadora y luego estaba un genio como Dennis DeYoung, auténtico puntal de la agrupación melódica. Este multi-instrumentista y excepcional vocalista dejó a su grupo de siempre y ha ido haciendo su propia carrera sin excesivas concesiones discográficas. Hacía 10 años que no hacía una excursión al estudio para grabar. Y lo que más impone de todo es que el tipo, a sus 73 años suene tan bien como hace 50. Hay ecos del que es para muchos la gran obra de Styx Paradise Theater, y eso ya es decir mucho. Yo quizá no diría tanto, pero lo que logra DeYoung aquí es formidable. El título es un homenaje a sus inicios, a los chicos de Styx, que eran sus vecinos de calle, a su Chicago natal, y obviamente suena todo a gloria: obtienes lo que andas buscando.
“East of Midnight” está a la altura de los más grandes clásicos de Styx. Orquestaciones a teclado, complejidad compositiva, todo con extra de caramelo, sí, pero tan ampuloso como convincente. Con este tema ya cumple expediente de forma sobrada… ¡pero hay más! “Damn that River”, con un riff muy al Gary Moore más irlandés, te atrapa para no dejarte. Arreglos con palmaditas, teclado en primera línea de frente y fraseos de guitarra y coros muy Queen para desembocar en un estribillo exquisito. ¡Menudo crack, lo ha vuelto a hacer! El homenaje a los Beatles es importante pues aquí colabora Julian Lennon cantando a dueto con Dennis. El exceso de almíbar es un poco enervante, pero si te relajas y escuchas ves que hay un trabajo importante. Preciosa orquestación con esa base positiva y evocadora. Tocaría destacar que los músicos que ha sumado este genio a esta obra son rutilantes, siendo Jim Peterik (Survivor) su mano derecha, amigo y vecino de su barrio.
Original intro vocal en “With All Due Respect” para inflamar músculo con la guitarra y ser políticamente incorrecto y directo. No lo situaría entre lo mejor de la obra, pero hay calidad sobrada. La intro tecnológica con presencia de voces de infantes y esos coros tan de metal sinfónico sorprenden para bien en “A Kingdom Ablaze”. Permeabilidad en las nuevas corrientes musicales y algo de oscuridad entre tanta luz. En esta pieza hay una especie de tributo a grandes obras conceptuales del rock progresivo. Hay momentos muy Pink Floyd y pasajes muy Queensrÿche del Operation: Mindcrime. Incluso te podría decir los temas de los que bebe: “Comfortably Numb” y «Suite Sister Mary». ¡Menudos referentes que gasta Dennis! Más puramente Styx nos resulta “You My Love” con todas esas capas de coros y ese poso romanticón que bebe de las grandes baladas que siempre han destacado en su ex banda. Todo lo que esperas que te dé queda sintetizado en la brutal “Run for the Roses”. Si conoces a alguna estrella del rock que pueda componer y cantar algo como esto a sus 73, dímelo, yo no. DeYoung es el Dio del rock melódico.
Peterik juega ser Brian May en la bonita “Unbroken” para luego tirar de todos los postulados más Styx. Esa mezcla de musical de Broadway con balada ñoña, super-producida y con mil guirnaldas de teclado y coros para adornarla siempre les funciona. Incluso hay esos guiños prog tan característicos de su anterior banda. La segunda parte de la composición es mucho más interesante que la primera, salpicada con coros góspel. “A.D. 2020” es una coda preciosa al más puro estilo Styx de sus tiempos dorados y con un inequívoco guiño al “Best of Times” con Dennis armado con su habitual acordeón.
Si el título es Vol. 1 es que va a venir un Vol. 2, algo que nos alegra enormemente. Una década de silencio discográfico puede darte mucho tiempo para crear así que supongo que Frontiers ha preferido hacer dos entregas y no un disco doble. Una obra de Styx o DeYoung es como ir a la feria de niño: todo es bonito, todo impresiona, aunque ya sabes un poco lo que te vas a encontrar: La bruja no asusta, los premios están trucados, pero… lo pasas en grande con atracciones de toda la vida. Que a sus 73 primaveras este hombre sigue sentando cátedra es alucinante. En esta página no hay muchos fans de Styx, y es una lástima, pues son uno de los más grandes gigantes del rock melódico de corte progresivo.…