Depeche Mode – Memento Mori

Tras seis largos años de silencio discográfico y la inesperada muerte de Andy Flecther, teclista y posiblemente líder de Depeche Mode, soñar con un regreso era tan utópico como necesario. Los padrinos del synthpop perdían una pieza imprescindible e irremplazable el pasado 26 de mayo a causa de una disección aórtica a los 60 años.

Memento Mori es el décimo quinto disco de los británicos. Un disco compuesto durante la pandemia por el aún trio capital. Un disco duro y crudo que personalmente me ha transportado a Songs of Faith and Devotion (1993), disco que por cierto cumple 30 añazos esta semana. Memento Mori es un título no escogido al azar, es el recordatorio que en esta vida tenemos fecha de caducidad y, tras la muerte de Andy y con los restantes pasados de los 60 años, la vida empieza a tener otro sabor.

También es un recordatorio de lo que ha causado en la sociedad la pandemia, ver la muerte de cerca. El disco habla no solamente de esta muerte, también habla de sexo, del exceso de información y sobre adicciones. Temas recurrentes en la carrera de Depeche Mode pero actualizados a medida que avanza su dilatada carrera. Todas las canciones estaban escritas antes de la muerte de Andy y, curiosamente, su título también.

En cuanto al estilo, el disco tiene unas melodías luminosas con mucha influencia al tecno de los ochenta. También podemos escuchar la faceta más industrial de la banda en varios pasajes. El disco tiene ese sonido clásico que ansiamos y adoramos, pero también luce su estilo vanguardista habitual.

Ya los dos avances dejaron clara la tendencia contrastada del nuevo disco. El primer single, “Ghosts Again”, nos mostró la faceta más Violator (1990) de la banda, de estilo melancólico con fuertes sintetizadores y con un mensaje claro, vivir la vida hasta el último instante. Personalmente, un temazo marca de la casa y una de las mejores canciones de la banda en tres lustros. Por otro lado, “My Cosmos Is Mine” que sirve también como abridor del disco, es más opresiva, oscura y pausada.

Los sintetizadores toman el control en “Wagging Tongue”, una de las piezas fundamentales de Memento Mori. La segunda canción nos vuelve a evocar a los ochenta con esa electrónica sutil bajo una dosis de oscuridad muy lograda. “Don’t Say You Love Me” y “My Favorite Stranger” son otras dos canciones de corte oscuro y con melodías orgánicas. Para contrastar, nos topamos con la preciosa “Soul With Me” que, como su nombre indica, es una versión soul del sonido de la banda.

En la segunda mitad seguimos con esta sensación de que la muerte nos rodea pero de forma delicada y bella pero con algo menos de calidad global. Podemos destacar la enérgica “Before We Drown” o “People Are Good”, más luminosa y vibrante que la media. “Never Let Me Go” es más rockera y para cierre nos topamos con la delicada y pausada “Speak to Me”.

Gran regreso de Depeche Mode tras más de un lustro sin material nuevo. Un disco especial, un disco sabroso, un disco que nos recuerda la pérdida y nos brinda la oportunidad de cerrar heridas comunes tras el fallecimiento de Fletcher. No logran llegar al nivel de los discos de las décadas de los 80 y 90, pero si superan con creces todo lo que han creado tras Ultra (1997).

Beto Lagarda

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