Desmontando al monstruo: In Flames – A Sense of Purpose

Hoy voy a rescatar una de las secciones a las que más cariño tengo, Desmontando al Monstruo. Mi visión buenista, o más ancha de miras, me hace abordar discos que para la mayoría son desastres. Y hoy voy a tocar la moral a muchos de los fans más quisquillosos de la escena metalera extrema: los fans de In Flames.

Si eres de los que opinan que los primeros cuatro discos de los suecos son el santo grial del death metal, por favor, no intentéis comprender mi debilidad por la segunda etapa de la banda. Si por el contrario disfrutáis con la versión 2.0 de In Flames, sabréis de sobras que A Sense of Purpose (2008) es un disco genial.

Recapitulamos algo atrás en el tiempo y para contextualizar en que momento se encontraba la banda en el ya lejano 2008, podemos enfocarnos en Come Clarity (2006). El último disco de melodeath de In Flames ya filtreaba con el metal alternativo, las voces limpias e incluso algún filtre con el metalcore. En este disco, los suecos buscaban la manera de expandirse sin abandonar el melodeath. La banda seguía con el ímpetu de descargar su fuerza sin abandonar las melodías.

Come Clarity marcó un antes y un después en In Flames. Un disco que respaldaba su propuesta y abrazaba un futuro ilusionante. Pero, ¿estarían de acuerdo los fans? Come Clarity reunió disparidad de opiniones. Los puristas temían el aparente cambio, los más abiertos aplaudían los vientos de cambio.

Y entonces llegó A Sense of Purpose.

La ruptura de In Flames con la mayoría de fans se inició con la publicación de este disco. El death metal ya prácticamente pasó a un segundo (o tercer) plano. El nu metal y lo alternativo tomaron el control en esta nueva etapa. Los nuevos himnos azotarían los escenarios pero lo harían con muchas más voces limpias. El mainstream empezó a abrazar a unos In Flames que empezarían a sentirse más vivos y vigorosos que nunca.

El disco arranca con una delicia titulada “The Mirror’s Truth”, una de las mejores canciones de esta nueva banda. Una gran canción con un gran riff y unas guitarras que saltan al primer plano increíbles. El estribillo es uno de los más acertados de la banda hasta la fecha.

“Disconnected” nos ofrece una visión más hardcore de la banda. Una canción con una melodía muy buena y una interpretación vocal rasgada muy acorde a los nuevos tiempos. “Sleepless Again” sigue ofreciendo contrastes con las dualidades en las voces, velocidad y pausa… otra gran canción. Y entonces llega “Alias”, la mejor canción del disco.

“Alias” contiene el mejor riff de A Sense of Purpose. Estamos frente a su tercera canción más escuchada en Spotify con más de 40 millones de reproducciones. Si, odiáis el disco, pero bien que os ponéis “Alias”. 🙂

No decae el nivel con “I’m the Highway” y su maravilloso riff de entrada y un juego de guitarras gemelas entre Björn y Jesper. Una canción con un estribillo veloz que la convierte en una de las canciones favoritas de los fans. “Delight and Angers” es contundente en todos los aspectos, machacona y afilada, una canción muy inspirada. Y en la recta final podemos destacar “Condemned”, un resumen perfecto de todas las influencias, viejas y nuevas, de la banda. “March to the Shore” con una velocidad punta inicial vertiginosa cierra el disco de una forma inmejorable.

Entonces, ¿es A Sense of Purpose un monstruo?. Para un servidor, este disco es magnífico. Aunque llego a comprender a los que odiáis esta nueva etapa de In Flames. Los cambios tan significativos a veces no gustan, pero la calidad de la banda sueca nunca quedará en el entredicho.

Beto Lagarda

Rock en todas sus extensiones