Desmontando al monstruo: Iron Maiden – Virtual XI

Ficha técnica

Publicado el 23 de mazo de 1998
Discográfica: EMI Records
 
Componentes:
Blaze Bayley - Voz
Dave Murray - Guitarra
Janick Gers - Guitarra
Steve Harris - Bajo
Nicko McBrain - Batería

Temas

1. Futureal (3:00)
2. The Angel and the Gambler (9:51)
3. Lightning Strikes Twice (4:49)
4. The Clansman (9:06)
5. When Two Worlds Collide (6:13)
6. The Educated Fool (6:46)
7. Don't Look to the Eyes of a Stranger (8:04)
8. Como estais amigos (5:26)

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Estrenamos sección. En Desmontando al Monstruo intentaremos defender aquellos álbumes que, por lo general, la prensa y el público (incluso nosotros mismos) detestan y desearían que nunca hubiesen salido a la luz. Y, de nuevo, me toca pegar el tiro de salida, y lo hago nada más y nada menos que con el que, para muchos, es el peor disco de Iron Maiden, Virtual XI (1998).

Recuerdo que estaba en primer año de universidad cuando lo compré. Estudiaba lejos de casa, así que tras salir de la tienda, acudí rápidamente al piso de unos colegas a escucharlo. La primera sensación fue la de “han tirado demasiado por los sonidos del X Factor (1995)”, y fue algo agridulce. Con el paso de los años, creo que el primero con Bailey a la voz es tremendamente superior al segundo y último, pero que se ha echado demasiada mierda sobre este. ¿Por qué? Quién sabe. Quizá porque no era lo que la gente esperaba. Quizá porque Dickinson no era el cantante, o quizá porque la gente se aburre y la naturaleza humana es la de destruir, en vez de construir. La verdad es que, aunque evidentemente está a años luz de los grandes álbumes de la doncella, este Virtual XI no solo no es un mal disco, sino que lo prefiero a auténticas bazofias que han hecho los ingleses con la vuelta a casa del hijo pródigo (léase, por ejemplo, The Final Frontier (2010) o A Matter of Life and Death (2006)).

No es un disco largo en cuanto a número de canciones. Ocho temas no está mal. El problema puede venir cuando medimos el disco, en vez de en pistas, en duración, dando el resultado de la ecuación algunas canciones demasiado largas. El ejemplo claro y obvio es el single, “The Angel and the Gambler”. Si tuviera que definirla diría algo similar a que es un puñado de buenas ideas asesinadas por los casi 10 minutos que dura. El riff principal, así como la melodía vocal, no me parecen nada despreciables, pero ese interludio es muy cansino, así como las 66 veces de la frase:

“Don’t you think I am a savior?
Don’t you think I could save you?
Don’t you think I could save your life?”

Todo esto se puede decir de otra forma: si en vez de esta versión escuchas la del videoclip, gana muchos enteros.

Más allá de la mencionada, el álbum cuenta con otras dos o tres canciones muy potentes y otro pack que no está tan mal. “The Clansman” es lo mejor de la época Bailey junto a “The Sign of the Cross”, y eso es decir mucho. La mantuvieron en el setlist en vivo, si es que la han quitado, que no lo sé, durante mucho tiempo, con Dickinson dándole otro aire (ni mejor ni peor, en mi opinión). “Ligthing Strikes Twice” fue mi primer tema preferido del disco (aunque rápidamente dejó paso a la anterior mencionada), y “Futureal”, muy en la onda “Be Quick or Be Dead”, no me parece tan mal. Sí, no le llega a la suela de la del Fear of the Dark o, incluso a “Man on the Edge”, del X Factor (1995), pero es más que escuchable y disfrutable.

“The Educated Fool” es otra de las destacadas del disco, y si nos adentramos en su letra, gana enteros. Puede competir con muchas otras de la doncella, aunque no tenga fama. “When Two World Collide” está bien, pero no pasa de ahí. Creo que las ideas que manejaban podrían haber dado un mejor resultado, pero no es un tema para eliminar directamente, como sí lo son “Don’t Look at the Eyes of a Stranger” y “Como estáis amigos”, en las que no estuvieron nada inspirados.

En total, de ocho temas, tenemos tres buenos, dos malos y tres que pueden competir con la clase media de, yo que sé, el propio Fear of the Dark ya mencionado o No Prayer for the Dying (1990). No tiraremos cohetes, evidentemente, pero es un disco cuya mala fama no tiene los fundamentos que cree tener.

¡Aquí os espero preparado para recibir y repartir hostias!

Xavi Prat
Sobre Xavi Prat 399 Artículos
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios. Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo. Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.