Qué día más bonito para hablar de brutal death metal, ¿no os parece? Y es que a lo mejor no es el día más objetivamente bonito del mundo, pero en un momento se os alegrará porque ya está aquí uno de los discos candidatos a convertirse en mejor álbum de 2020, el Ersetu de Devangelic.
La banda se formó en el año 2012 y no ha parado de regalar tralla desde entonces, esta gente sabe lo que hace y se nota en cada tema. Los cuatro músicos ya venían de otras bandas extremas como Endaemona, Dismemberment, Corpsefucking Art, Catastrophic Evolution, Putrid, Vulvectomy, Fixation on Suffering, Antropofagus, etc. y tanto su experiencia como su técnica son más que innegables. Supongo que a más de un@ os sonaran los italianos Devangelic por su muy aclamado disco de 2017, Phlegethon, y es que después de tres años, al fin han sacado su tercer álbum de larga duración… y que pedazo de disco ¡madre mía!
La verdad es que la primera vez que leí el título Ersetu, me quedé en plan: ¿esto qué carajos significa? Y ostras, la verdad es que la historia es más que interesante, os pongo en situación. Estamos delante de un álbum conceptual sobre el mito mesopotámico de Annunaki; Ersetu es el nombre que se le dio al inframundo y a la tierra -incluyendo también al reino de los muertos- en la lengua acadia, hablada en la antigua Mesopotamia. Resulta que los Anunnaki eran una civilización conocida por “los que descendieron del cielo” y que provenían de un planeta llamado Nibiru, algo que nombraríamos actualmente como alienígenas. El mito en particular habla, a grandes rasgos, de cómo estos extraterrestres viajaron a la Tierra y fueron tratados como esclavos hasta que se hartaron, se revelaron contra sus supervisores y crearon una nueva especie; sí exactamente, mezclaron su ADN con el humano. Se dice que de ahí nació lo que conocemos como el Australopitecos, el más evolucionado de los neandertales.
Entonces, está claro que los nueve temas del disco serán fruto de las atrocidades de otro mundo. Nos adentraremos en el reflejo de una religión sumeria de lo más mortífera, que se pondrá de manifiesto en la crueldad, la dureza, la oscuridad y sobre todo, la brutalidad de cada una de las canciones.
Así que, sin más dilación, vamos al análisis de los temas, empezando por “Swarm of Serpents” y “Upon the Wrath of Divinities”, dos de esas canciones que no relajan ni un segundo, vibrantes de inicio a fin. Nada más poner el disco ya se nota la influencia de Disgorge, que se hará presente durante todo el álbum. Y es que los Devangelic son de lo más brutal death, no puedo evitar relacionarlos con bandas como Gorgasm, Disentomb, Applaud the Impaler o Immolation, tan salvajes como técnicos en cada uno de sus movimientos.
Pasamos a “Eyes of Abzu”, uno de mis temas favoritos del álbum, sin duda. Consiguen que te metas en su bestial y feroz humanidad hasta el punto en que ya no sabes en que mundo estás, y encima vas acompañad@ de los pedazo de blast beats que se marca Marco Coghe; es impresionante como se desenvuelve en la batería, ojalá poder verlo en directo próximamente. A continuación, tenemos “Subterranean Revelations”, “Embalmed In Visceral Fluids” y “Throne of Larvae”, que empiezan de lo más enérgicas e impetuosas. Son temas directos, concisos y de una extremada precisión por los cambios en el tempo, el conjunto de la tecnicidad de los instrumentos y la voz intensamente gutural de Paolo Chiti, que me recuerda un poco al estilo vocal de Unfathomable Ruination o Indecent Excision.
Finalmente, para acabar de rematar se vienen con “Vomiting The Infected” y “Sigils of Fallen Abominations” dos temas a cada cual más bárbaro, inhumano y perfecto que el anterior. El conjunto de dureza, éxtasis compositiva y golpes de precisión hacen de estos títulos el culmen del Ersetu. Álbum que acaba dejándonos en la cima de la brutalidad con su última canción, “Cryptic Resurrection”, densa y eficaz, con un final que te deja con ganas de más. Definitivamente, muy bien escogida para cerrar su tenaz obra maestra.
Y hasta aquí la reseña de Ersetu, discazo disponible a partir del 15 de mayo. El mejor álbum de Devangelic hasta la fecha, con más concepto, un sonido mejoradísimo y completamente ensordecedor, que no os dejará indiferentes. ¡A disfrutarlo!