Unos neerlandeses jovenzuelos en formato trío, pintas setenteras y voces agudas que recuerdan a los Bee Gees están empeñados en alegrarnos estos aciagos días. Ellos llevan ya varios discos excelentes, aunque destacaría especialmente Roux-Ga-Roux y Thurst como sus grandes obras. Su último trabajo Tascam Tapes era un experimento sumamente original, aunque resultó algo raro para la mayoría de sus seguidores.
Ese punto y seguido continua con una obra muy definitoria llamada Wolffpack con la que puede que lleguen a lo alto de las listas de sus tierras (bajas) y que experimenten un nuevo salto de popularidad. Si escuchas el tema y ves el vídeo de “Yes You Do” es imposible que no caigas rendido ante la evidencia: DeWolff son enormes. He podido verles tres veces en directo y esas jams de espíritu añejo con retazos funk, soul y hard rock les hacen únicos. Grabado en pleno confinamiento cuenta con diferentes invitados de renombre… y sí: estamos ante algo muy grande…
El inicio con “Yes You Do” es portentoso y os puedo asegurar que es una de las tres mejores canciones que nunca ha grabado este trío holandés. Puro hard rock con tintes Purple y con toda su personalidad propia. Incluye un estribillo imbatible, unos versos en los que Pablo Van de Poel se dobla la voz y un teclado puramente Jon Lord en el que por momentos parece que una avioneta va a despegar. La producción premia el sonido totalmente analógico y la batería de Luka Van de Poel suena maravillosamente real.
En “Treasure City Moonchid” hay ese deje tan característico del grupo que se impregna de funk quedando festivo e hímnico. Excelente groove que te hará danzar sin pausa recordando otra vez a los Deep Purple del Burn. Grandes detalles de guitarra y coros envolventes en agudo en otro clásico más en su haber. Hay un momento pensado para jugar con el público y hacerlo cantar. ¡Menudo inicio! A todo ello el gran Robin Piso disfruta con las múltiples sonoridades y efectos de su mar de teclas blancas y negras.
En “Do Me” hay templanza y elegancia con la ya clásica voz aguda de Pablo que navega sobre las teclas de su hermano. Suave estribillo pegadizo con órgano retro de fondo y un Luka que acompaña con la bordonera de la caja y la campanita del ride en el inicio. En “Sweet Loretta” hay una incursión en el southern rock evocador y de raíces, si bien mantienen todas las credenciales más reconocibles del combo de los Países Bajos. La gran sorpresa la pone esa voz femenina invitada de Judy Blank que hace brillar mucho más la composición dotándola de feeling.
Impresionantes momentos soul y dejes disco en la cadenciosa “Half of Your Love”, todo un single en potencia capaz de hacerte despegar con esos coros agudísimos y atómicos. En “Lady J.” hay un inicio puramente Deep Purple para derivar luego en un potente ejercicio repleto de coros y alma funk si bien la base sigue siendo totalmente hard rockera. Sorprenden esos coros funcionales de aire hooligan que destacan en “Roll Up the Rise”, otra vez con influencias southern muy logradas.
La base de “Bona Fide” te va a recordar a lo expuesto en el Tascam Tapes. Base programada y un poco la sensación de que la canción podría estar en su anterior obra. Los teclados de Piso tienen arreglos de vientos en “R U My Saviour” en otro bonito medio tiempo que entronca perfectamente con sus cuatro últimos discos. Muy optimista, con ese sonido deliciosamente retro y con un tramo instrumental que puede servir para sus viajes jam habituales.
La gran sorpresa la pone la final “Hope Train” con cuerdas de acero en la intro que dan paso a un eléctrico tema que termina siendo de lo más lucido del disco. Épica, extensa y con ese riff de base gentileza de Pablo. Es un disco que en su inspiración mezcla a Bukowski con la Biblia y cuenta con participaciones de The Dawn Brothers, The Grand East, la ya mencionada Judy Blank, Theo Lawrence o el ex de Wolfmother Ian Peres… No te vas a aburrir en ningún momento.
Con 14 y 16 años esta gente ya grababa discos, así que ahora no tienen intención alguna de detenerse en su escalada ni de dejar de experimentar y hacer marcianadas varias, algo que siempre les ha definido. Tras algunas de ellas han parido un disco destinado a demostrar quienes son y que muy posiblemente les va a servir para subir de nivel. Aquí los temas son muy directos dejando un poco las jams y los experimentos totalmente de lado y retoman el rock, el soul y lo sureño, sonando mucho más potentes y directos. Hay bastantes momentos hard rockeros, algo que muchos agradeceremos, y me temo que con el tiempo se va a convertir en nuestro disco favorito de DeWolff. Es pronto, pero será uno de los discos del año 2021.