En Science of Noise siempre adornamos el título del disco que celebra el aniversario con una frase resumen, a veces acertada, a veces somos un poco cutres. Pero, ¿qué frase puede adornar el aniversario de Green Mind? Le he dado muchas vueltas y no doy con ella. He pensado varias:
- 30 años del último gran disco de una banda infravalorada
- 30 años del inicio de la dictadura de J Mascis
- 30 años de la icónica fumeta adolescente
- 30 años de su marca internacional
Todas son una castaña de frases. Con lo que finalmente he decidido no poner ninguna. A tomar por culo.
30 años del último gran disco de una banda infravalorada
Si, Dinosaur Jr es una banda algo gafe. Siempre lo ha sido. Si tiramos de historia, Dinosaur que era su primer nombre, iniciaba la corriente grunge – alternativa junto a otras bandas que quizás os suenen tales como Nirvana, Pearl Jam o Sonic Youth. Su debut fue en 1985, algo pronto. La gente no acabó de comprender esa estridencia de guitarras, esas estructuras rotas y poco comunes, esas voces tan amigables y a la vez tan distantes.
Un par de años más tarde nos regalaban You’re Living All Over Me (1987) y al poco tiempo Bug (1988). Ambos discos imprescindibles para comprender la evolución del rock alternativo, del grunge y del noise rock. Pero eran demasiado evolucionados en su tiempo para ganar los adeptos que unos años más tarde ganaron bandas de la competencia.
En resumen, Dinosaur Jr no estaba en el lugar ni en el momento adecuado. Deberían haber sido gigantescos, lo merecían como nadie. Por calidad, por actitud, por himnos. Pero no cuadró, se quedaron en las puertas. Y mucha gente ni tan siquiera ha oído hablar de ellos.
Espero que tú, lector, sí.
30 años del inicio de la dictadura de J Mascis
Vale, me explico. Dictadura tampoco. Pero fue en Green Mind cuando J Mascis se enfundó el traje de jefe totalitario, él tocó todos los instrumentos, él lo hizo todo. Los demás eran simples músicos sin aporte “aparente”. Por ejemplo, el batería de la banda, Murph, sólo toca en tres de las diez canciones.
La necesidad de Mascis de tener una banda de estilo más underground le alejó de las radiofórmulas justo en el año que nuevos titanes del grunge copaban las listas de éxitos en todo el mundo. Pero lo curioso de todo esto es que Dinosaur Jr soltó las amarras del sonido más estridente, sigue sonando a ellos, pero este disco es más calmado, menos agresivo. Incluso podemos decir que es un poco más mainstream pese a que la voluntad de Mascis era la de alejarse del mainstream… lo dicho, no estaban en el sitio ni en el momento adecuado.
30 años de la icónica fumeta adolescente
Siempre me he mostrado mi fascinación por la portada de disco. Me parece una obra brutal. Si, ya sé que no tiene nada de especial, pero la potencia visual de esa niña de estilo desaliñado y con el pitillo en la boca… me seduce. Ella no, la portada. Malpensados.
Es el claro ejemplo de que un artwork logrado provoca al desconocido las ganas necesarias para escuchar el disco. Recuerdo perfectamente que mi primera toma de contacto con Dinosaur Jr fue con Green Mind y posiblemente fuese tras ver esta portada.
30 años de su marca internacional
Llegaron los años 90, un período de limpieza para las grandes discográficas. Sonic Youth y Nirvana se dirigieron a DGC,Firehose fue a Columbia, Meat Puppets firmó con London Records, mientras que Dinosaur Jr firmó con Sire / Blanco y Negro, una subsidiaria de Warner Music. Casi todas las grandes discográficas estadounidenses tenían su proyecto alternativo favorito.
El resultado fue una gran cantidad de productos de rock alternativo que empezaron a funcionar en 1991 provenientes de oídos de grandes sellos discográficos que nunca habían escuchado nada más allá de que Guns ‘n’ Roses o Metallica. Screaming Trees, Firehose, Meat Puppets, Pearl Jam, R.E.M. lanzaron discos en 1991. Era solo cuestión de tiempo, calidad y valores de producción convencionales, antes de que alguien lo hiciera a lo grande.
Muchas de esas bandas lograron comerse el mundo. Pero Dinosaur Jr no supieron aprovechar la oportunidad brindada. Su experiencia les dice a otros músicos cómo mantenerse fieles a las virtudes y no dejar que la fama los devore. Sufrieron la ingenuidad e inocencia que experimentan la mayoría de los músicos que ingresan a la industria musical profesional.
Y ahora si, 30 años de Green Mind
Green Mind no es su mejor disco pero se queda cerca. Solamente por contener un himno tan brutal como “The Wagon” éste disco ya es inmenso. Éste corte que funciona como abridor del disco es una de las composiciones más excelsas de Mascis. La canción sale disparada sin limites sonoros, y cuando parece que todo esta repartido, un estruendoso golpe de bombos te quita el aliento y la canción se precipita de cabeza a una carrera sobrecargada de gritos hacia la línea de meta.
Es asombroso, vuelvo a repetirme, escuchar Green Mind y pensar de que el núcleo de nueve canciones fue interpretado, casi en su totalidad, solo por Mascis. El guitarrista tenía en aquel momento solo 25 años. Talento innegable.
El eje principal de Green Mind es un vaivén entre el rock duro y los sonidos más indies. Más allá del rock más duro, Mascis vio posibilidades imaginativas que crean algunos de los momentos más hermosos del álbum.
«Puke + Cry», «Blowing It» y «I Live For That Look» suenan geniales y poderosas. «Flying Cloud» presenta algunas voces en falso falsete y una guitarra acústica muy bonita. «Water» es una pista más suave y reflexiva con connotaciones de un amor que salió mal. «Thumb» se abre con un solo de flauta.
Todo el disco funciona porque las canciones tienen mucha melodía y Mascis logra ofrecer momentos sublimes y virtuosos de guitarra. En general, este es un gran disco, divertido y conmovedor, de un cantante / compositor / guitarrista en su apogeo.