Crónica y fotos del Escola de Rock Festival - La [2] de Apolo (Barcelona), 25 de febrero de 2018

Divertida matinal familiar en la Escola de Rock Festival

Datos del Concierto

Escola de Rock Festival

Bandas:
Blaze Out
 
Fecha: 25 de febrero de 2018
Lugar: La [2] de Apolo (Barcelona)
Promotora: Escola de Rock
Asistencia aproximada: personas

Fotos

Fotos por Escola de Rock

Nuestra Previa

Entrevista a Sergio Pozo de Escola de Rock Festival: ‘A mí de pequeño me llevan a algo así y no se me olvida en la vida’

Para alegría de esos padres abnegados en su propósito de transmitir su amor por el rock y la música en directo a sus vástagos, cada día proliferan más iniciativas enfocadas a acercar nuestro estilo a los más pequeños. Una de

Las actividades infantiles relacionadas con el rock adulto están proliferando como setas en los últimos tiempos. Me imagino que el motivo de ello es la triste constatación de que el rock está viviendo sus tiempos más difíciles a nivel de mainstream, con lo que es prácticamente imposible que nadie en las nuevas generaciones tenga el acceso que nosotros tuvimos en los medios habituales. Por eso, aquellos que crecimos media generación atrás nos sentimos ahora con la responsabilidad de transmitir a nuestros pequeños la importancia del rock y de la música hecha con las manos encima de un escenario. Una importancia que es difícil de explicar a los que no lo sientan así, claro, pero que estoy convencido que todos los que leéis estas líneas estais tan seguros como yo de que existe y de que es necesario intentar perpetuarla.

Bien, lo dicho: habiendo tantas actividades en familia era interesante ver qué ofrecía de nuevo esta Escola de Rock, un festival que tiene lugar una vez al mes alrededor de la renovada [2] de Apolo, pero que también usa otros espacios dentro del complejo, desde el vestíbulo de la entrada hasta la interesante zona externa bautizada como La [3], con una barra que ofrece vermutillos, palomitas y consumiciones de todo tipo a precios sorprendentemente populares. En primer lugar, lo que me parece interesante es que en cada edición el festival tiene una temática musical diferente, centrada en promocionar el amor por la música en vivo, pero no siempre necesariamente rockera: hoy el protagonista era Metallica, pero en futuras ediciones serán el soul o el pop ochentero. Así que lejos de ser un ghetto de jebis (que también mola, eh) este proyecto apunta a un público mucho más transversal.

En segundo lugar, por lo que pude comprobar las actividades varían un poco de fecha en fecha. Aunque el acto principal siempre es un concierto en el escenario del Apolo 2, cada temática viene acompañada de sus actividades relacionadas. Hoy, por ejemplo, podíamos empezar en un photocall en el que los niños podían practicar sus poses más heroicas con una guitarra y un micro de pega, algo que tuvo mucho éxito durante toda la mañana y que registró unas colas considerables a primera hora. También había una guitarra de verdad en que aquellos que se atrevieran podían rasgar riffs (y alguno que otro ya se vió que venía bien preparado de casa), y ganarse la oportunidad de subir al escenario con Blaze Out minutos después a demostrar su valía ante toda la sala.

En mi caso particular, vine acompañado de mi encantadora retoña de cuatro años y casi medio. Y llegué con el total convencimiento de dejarla hacer exactamente lo que quisiera durante toda la mañana, aunque esto me costara perderme el concierto o lo que fuera que me habría gustado hacer a mí. Todo un contraste con algunos padres que (puya inevitable a un parenting style que no comparto para nada) hasta les metían bronca a sus hijos si los pobres se salían de la raya al pintar. En nuestro caso, las actividades que tuvieron más éxito fueron la fabricación de chapas con el logo metalliquizado del festival (una chapa que, desde ese dia, ha ido cambiando orgullosa de chaqueta en chaqueta) y la construcción de magnetos para la nevera, un proceso que consistía en pintar un logo de la banda californiana (a escoger entre old school o new school – en nuestro caso hicimos ambos -) y luego recortarlo, plastificarlo y pegarle un pequeño imán.

Otra actividad que triunfó, y mucho, entre los pequeños (pero en la que ella se negó en redondo a participar) fue la de los tatuajes, y durante toda la mañana hubo una cola permanente delante del chico que iba dibujabando motivos de Metallica a varios centenares de niños. Unas actividades bien sencillas pero muy resultonas de cara a los más pequeños, que estuvieron entretenidos durante tres horas que se les hicieron hasta cortas. Y es que hay ocasiones en que los padres llegamos muy ilusionados a este tipo de eventos porque va a tocar tal o cual banda pero, ah amigo, a nuestros hijos se la suda totalmente y luego no sabes qué hacer para contentarlos. En el caso de la Escola de Rock, en cambio, había mil opciones para entretener todas las inquietudes.

La actividad central, de todas maneras, tuvo lugar encima del escenario. En primer lugar, un simpático David Moreno, que por lo que parece quedó quinto en un Campeonato Mundial de Air Guitar, nos explicó los secretos de este arte, animando a un montón de niños a subir a acompañarle. Después, los chicos de Blaze Out (que ya sabemos que se apuntan a un bombardeo) desgranaron un pequeño set de versiones de clásicos del metal a bajo volumen centrado en Metallica pero con presencia de bandas como Megadeth, Motörhead, Iron Maiden o un final «Highway to Hell» que acabó con todos los niños, de nuevo, saltando junto a la banda encima del escenario. Y aunque Gerard Rigau y los suyos son muy jóvenes y aún les veo lejos de multiplicarse, se mostraron encantadores con los pequeños en todo momento, incluso llegándoles a dejar aporrear la batería al acabar (cosa que no todo el mundo haría, ya os lo digo). En el caso de Lydia (que así se llama mi hija), el momento más triunfante e implicado llegó con el «Symphony of Destruction» de Megadeth, pero también hay que decir que decidió aprovechar gran parte del momento para abusar de un photocall que tuvo a su entera disposición durante un buen rato.

Poco después de acabar el concierto y de pasarnos unos cuantos minutos lanzando papelitos de colores al aire como una actividad más, se abrieron las luces de la sala y la gente empezó a desfilar arrastrando niños felices con cara de cansados. En nuestro caso, no será ni mucho menos la última vez que vengamos a la Escola del Rock, un lugar muy cómodo y con un montón de espacio donde podemos encontrar de todo para pasar una mañana divertida entorno a la música en vivo con actividades realmente pensadas para los niños.

Toda la gente involucrada en la organización, además, y parecía haber un montón, se mostró super amable, paciente y simpática en todo momento, tanto con los niños como con los adultos. Cabe recordar que este evento surge de una iniciativa que se desarrolla en la Escola San Pedro de Gavà (y que ahora se está empezando a aplicar a otras escuelas) en la que se pretende acercar el rock y la música en directo a las nuevas generaciones. Aquí, intentan dar un paso más allá y abrir esta propuesta a la ciudad. Como uno de los organizadores, Sergio Pozo, ya nos comentó en la entrevista que le hicimos hace poco, si él hubiera vivido esto de pequeño, no se le hubiera olvidado en la vida. En eso estamos pues. La próxima fecha, el día 18 de marzo.

 

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Sobre Albert Vila 954 Artículos
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día. Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.