“Secreto a voces” es lo que puedo decir a quien me pregunte sobre los alemanes Downfall of Gaia cuyo nombre evoca a la confusión; ¿serán metalcore? ¿serán punkarras? No, su propuesta dista de ello radicalmente, pues su música es como un temporal de sludge crust atmosférico de una brutalidad impagable.
El quinto álbum de la banda de Hannover se titula Ethic of Radical Finitude y llega tres años después de Atrophy, un trabajo ligeramente inferior a su predecesor. En él encontramos solo seis temas en poco más de 40 minutos, temas con melodías sumamente inquietantes, estructuras complejas que jugetean con varios géneros del metal extremo.
Cada tema individualmente es un viaje emocional, un tour de force en el que la luminosidad se funde con la oscuridad, la felicidad se convierte en tristeza, los growls más cavernosos derivan (por primera vez en su carrera) en delicadas voces limpias, como novedad también encontramos pasajes de spoken words y sonidos externos a la música.
La madurez ha llegado a unos músicos que se desenvuelven como nunca en su labor de crear su arte más personal, increíble el trabajo de los cuarto artistas, los blastbeasts de Michael Kadnar son enérgicos y contundentes, el bajo de Anton Lisovoj oscuro, los riffs de Dominik dos Reis y Marco Mazzaola complejos, variados, atronadores. Y qué decir de las voces, una vez más, impecables, intensas, emotivas.
Imposible destacar un tema, pues cada composición tiene vida propia y en ellas se suceden una suma de momentos tan dispares que acaban haciéndote dudar de en que momento o tema te encuentras. Las partes atmosféricas son largas, te conceden el “placer” de descansar, tomar aire, pues cuando aprieta la locura y la oscuridad arremete con tanta fuerza, vas a necesitar haber reposado.
Downfall of Gaia siguen evolucionando y madurando, si bien es cierto que su estilo no copa de gran popularidad, el oyente atrevido agradecerá la variedad de sabores mientras que el oyente experimentado sucumbirá y gozará plenamente con Ethic of Radical Finitude.