¿Crema para no quemarme? Lista. ¿Mochila? Lista. ¿Pulsera bien puesta? Sí. Con todo en orden y aún con las piernas algo cansadas me fui a la Caja Mágica para vivir la segunda jornada del evento. Era un gran día, venían los Guns N’ Roses y había ganazas de verles en su titánico concierto.
Entré a las 17.00h. El personal de seguridad recomendaba no correr pero la gente prefirió acogerse al dicho “tonto el último”. Era imposible frenar a la horda de fans que casi volaban para llegar a las primeras filas del escenario 1 y esperar allí las horas que fuesen necesarias para ver a los Guns. ¿Recordáis la escena de Jumanji, la de la estampida? Pues eso…
Leather Heart abrió la jornada en el stage 3 y volví a preguntarme por qué no abren las puertas con el margen suficiente para poder ver a los primeros artistas… Los pobres tocaron con la (buena) compañía de los fotógrafos, y eso que Leather Heart traían el heavy más clásico en una muy buena actuación.
El punk rock de Creeper sonó en el stage 1 y, además de su estética emo, nos aportaron temazos como “Black Rain”, con la que abrieron el show, “Poison Pens”, “Suzanne” o “Winona Forever” antes de cerrar con “Misery”. Thrice llegó con su estilo post hardcore poniéndonos a todos las pilas con “Hurricane” y “Silhouette” a continuación. Además nos regalaron una canción de su próximo disco, “The Grey”.
¡Todos corriendo al stage 1, los Bullet for my Valentine comenzaban! A parte de tener ganas de ver a los Guns, estaba deseando ver a los Bullet. Contaban con un buen número de seguidores que llevaban puestas sus camisetas, les vitoreaban y disfrutaron al máximo de aquel concierto. Comenzaron con “Don’t Need You” y “Over it” para llegar a “Your Betrayal” uno de los favoritos del público. La banda sonaba increíblemente bien, se lo pasaban genial y eso se contagia. Con “Scream Aim Fire” y “Piece of Me” llegó mi tema preferido, “Tears Don’t Fall”. La gente cantaba el estribillo dejando el alma (y la voz) hasta despedirse del festival con su tema “Walking the Demon”.
Me hubiese gustado mucho ver en directo a los americanos Clutch o a la banda de post hardcore Underoath, pero me quedé en el escenario principal para poder ver a los Guns N’ Roses de cerca, ya que pillé un buen sitio. El aforo del recinto estaba completo.
Pese a las ganas de ver a Slash, tenía ciertas dudas sobre el estado de Axl Rose y si aguantaría las 3.30h de concierto (¡dudaba si podría aguantarlas yo..!). Mientras les esperábamos, hubo un par de tíos que subieron por unas escaleras colgantes, pensé que harían algo durante el concierto pero no, al menos que viese público ¿seguirán allí en las alturas? Tras utilizar un vídeo de un tanque matando zombies a modo de intro, comenzaron los gritos de la multitud que señalaban la salida del grupo al escenario. Allí estaban, los grandes Guns N’ Roses.
Comenzó el concierto en piloto automático. “It’s so easy” delataba que Axl Rose ya no tenía aquel vozarrón de antaño pero como una iba con las expectativas algo bajas respecto a su estado físico, lo cierto es que me impresionó, y bastante. Quizá había descansado más, o estaba inspirado por el terrible hedor del Manzanares, pero lo cierto es que hizo un gran concierto; no le faltó el aire en ningún momento y estuvo a la altura.
“Mr Brownstone” y “Chinese Democracy” dieron paso a la intro de Slash que continuó con una de mis canciones preferidas, “Welcome to the Jungle” la cual volvió loco al público. Siguieron la setlist prevista y llegó el turno de “Double Talkin’ Jive”, “Better” y “Estranged”. El repertorio les llevó a la aclamada “Live and Let Die” y “Slither”. A continuación Richard Fortus nos regaló un solo de guitarra para seguir con uno de los múltiples e impresionantes solos que Slash tocó durante el concierto (hablamos de muchísimos momentos Slash). Además, en esta ocasión, el popular guitarrista utilizó un distorsionador de voz para sorpresa de todos. “You Could Be Mine” o “New Rose” trajeron un momento de bajón con “This I love”, que no me aportó demasiado.
Uno de los momentazos del concierto, y para que veáis que no soy una exagerada en cuanto al mal olor que a veces se dejaba caer por el recinto, fue cuando el propio Axl Rose dijo:
“Smells like Donald Trump”
“Civil War” sonó dando cabida a “Yesterdays” y “Coma” antes de vivir un nuevo solo de Slash, quien inició esta parte de la actuación al ritmo de «El Padrino», para enlazarlo con la mítica “Sweet Child of Mine”, una gozada. Temas como la preciosa “Wichita Lineman”, de Jimmy Webb o “Wish you Were Here”, de Pink Floyd dieron la entrada para otro clásico esperadísimo por los asistentes, “November Rain”, con Axl al piano. Tras ella, “Black Hole Sun” fue la entrada para “Knockin’ on Heaven’s Door” y “Nightrain”.
Por último, ya solo quedaban los bises (mis piernas lo agradecían enormemente, y el pobre chico de seguridad, al que no le gustaba nada el rock, también). Patience” y “Don’t Cry” llevaron a la última, “Paradise City”, acompañada por una traca de petardos y confeti que envolvió a los más cercanos al escenario.
Con tooooodas estas horas de concierto a sus espaldas, que se dice pronto, debo decir que se me hizo algo largo. Creo que hubiese bastado con dos horas y media. Imagino que Axl quiere demostrar que puede con todo, y no lo dudo después de este concierto. El sonido tampoco estuvo muy allá. Sí que se oía bien, pero podría haber estado bastante mejor y un poco más alto. De todos modos me llevo una gran experiencia, haber visto a estas leyendas es, sin duda, lo mejor del día.
Llegado este momento de máxima afluencia, muchos de los asistentes fueron a ver a otro de los grandes grupos de la jornada, Parkway Drive, de los mejores conciertos de todo el festival. Directo espectacular, buenas canciones y grandes en cuanto a hacer saltar a un público que venía de ver a los Guns. Muy muy recomendados.
Y con esto y un bizcocho… (literal, me pillé uno), me fui a descansar.
Me gusta la música, me encanta el rock ¡y me vuelve loca el metal! «Hay demasiada maldad en el mundo como para seguir también ese camino» (Dio).
Otros dioses que me acompañan: literatura, star wars, anime y todo aquello que me haga (son)reír.