Lluvia, frío, tráfico… todo se ponía mal para ir a la otra punta de la ronda. Un trayecto de, como mucho, 45 minutos se convirtió en un calvario de más de dos horas, más buscar aparcamiento en la quinta puñeta y llegar a Salamandra tarde y mojado. Vamos, la noche no empezaba bien. Pero Eclipse siempre lo vale. Es uno de esos grupos que nunca falla, y no será porque no se dejan ver por aquí. Venían con lanzamiento bastante regular bajo el brazo, y algo de Setlist.fm decía que el repertorio no era el mejor del mundo. Claro que era la entrada de un festival, así que todo estaba en el aire.
Era el último concierto del año, y la cosa no empezaba bien. Llegué cuando sus compañeros nórdicos llevaban un buen rato tocando. Además, por todo lo que precede a esta frase, me tuve que quedar bastante atrás en la sala, y eso siempre le resta chulería a un concierto. No hubo sold out, pero sí una muy buena entrada, y destaco la cantidad de padres con hijos que vi (algunos adolescentes, otro par que rondarían los siete años).
Remedy
Apenas pude verles. Lo que escuché me mostró un grupo de AOR / hard rock melódico sin ninguna pretensión pero con oficio. Dijeron varias veces que tenían dos discos en el mercado.
Poco más puedo aportar, solo que para los amantes del estilo, es un grupo a tener en el radar.
Eclipse
Pero veníamos a lo que veníamos, a ver a Eriksson y los suyos. El escenario pintaba bien, con varios triángulos invertidos que se iluminaban, una pantalla donde irían saliendo el logo, varias de sus calaveras y, de vez en cuando, Philip tocando y las primeras filas del público. Público que, por cierto, estaba muy entregado pese a que la media de edad no era joven, precisamente.
Lo malo de Salamandra es que impide una buena salida al escenario, ya que solamente tiene una puerta lateral. Por ahí, diez minutos pasadas las 21:00, salieron los cuatro miembros. Comparándolo con la sala en la que suelen tocar (la Razz 2) y por el tamaño del escenario, en esta ocasión parecían gigantes. Y si no lo son en altura, demostraron que sí lo son tocando.
Empezaron arremetiendo con uno de sus últimos grandes temas, «Roses on Your Grave», que en directo suena fenomenal y obtuvo la respuesta que merecía. Los hermanos Crusner se han consolidado como una gran base rítmica, Philip haciendo piruetas en un set de batería más bien escaso y Victor dominando el escenario con su sangre joven. Magnus, caracterizado con su sombrero, suele pasar bastante desapercibido en directo, no porque no toque suficientemente bien, que sí lo hace, sino porque el resto le roba todo el protagonismo. Y a Erik ya lo conocemos, absoluto y carismático protagonista. La comunión entre banda y público fue total, como es habitual en sus conciertos.
Como decía antes, este mismo año han sacado un disco regulero, tanto que solo un par de temas se incluyeron en el setlist, «All I Want», la segunda de la noche, y más adelante «Still My Hero», dedicada al padre de Mårtensson y tocada en acústico con solo el cantante en el escenario. Poco bagaje para la presentación del último lanzamiento, pero en esta ocasión, suficiente.
«Killing Me» y «Runaways» sonaron tremendas, pero el suflé bajó con la mencionada «Still My Hero», seguida por otra poco potente «When the Winter Ends». Al final iremos al tema del repertorio. Y aunque no es mal tema, si sigues con «Masquerade», la cosa sigue sin subir, al igual que incluir un solo de batería, totalmente prescindible a mi parecer y que sirve para ir al lavabo.
A partir de ahí la cosa se calentó de lo lindo. «Saturday Night (Hallelujah)» puso la sala en pie, «Anthem» la hizo saltar y la pesada «Black Rain» la trituró. Pero, por supuesto, ninguna como la que cerraba esta parte, uno de sus grandes hits, «Never Look Back», y «Twilight», espectacular.
Tras el descanso y los vivas, el dúo dinámico saltó al escenario para tocar «Battleground» en acústico, o lo que es lo mismo, cargarse un temazo. Ya nos dijo Erik que seguirían tocando el tema en esta versión, y qué queréis que os diga, para mi gusto le quita toda la esencia. Pero bueno, el final con «The Hardest Part Is Losing You» y «Viva la victoria», fue tremendo.
En general fue un muy buen concierto. El grupo nunca defrauda, y esta vez tampoco. Yo creo que el setlist es muy mejorable («The Storm», «Ain’t Dead Yet», «Wide Open», «Dying Breed» o «I Don’t Wanna Say I’m Sorry»…), pero es cuestión de gustos y que «arriesguen» es un punto a favor. Lo que no resulta tan acertado es incluir tres canciones acústicas y un solo de batería; ese fue un claro error. Eso sí, nada comparable al setlist del festival que mencioné al principio.
Así acabamos 2024. Si un día tocan los suecos y no tienes planes, ve a verlos, aunque no te guste la música que hacen. Nunca defraudan.
Setlist Eclipse:
Roses on Your Grave
All I Want
Run for Cover
Killing Me
Runaways
Still My Hero
When the Winter Ends
Masquerade
(Solo de Batería)
Saturday Night (Hallelujah)
Anthem
Black Rain
Never Look Back
Twilight
Battleground
The Hardest Part Is Losing You
Viva la victoria
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.