El nuevo álbum de Editors, llamado Violence, rinde homenaje a la era del sintetizador de los 80, con múltiples capas llenas de coros y oh-oh-ohs y un dominio absoluto del teclado tocado a tres dedos. Esta era ochentera de pintalabios sintéticos siempre me ha encantado, así que temas como “Violence” y “Counting Spooks” me han devuelto de un plumazo a la adolescencia.
Todo esto está muy bien, y suena indudablemente elegante, pero lo que hace que Editors sean Editors es la profunda voz atmosférica de su vocalista Tom Smith. En este álbum podemos escuchar un tono más vulnerable y, al mismo tiempo, una conexión más profunda con su dolor y con su capacidad para expresarlo artísticamente. También escucho menos alteraciones posteriores de estudio, así que el efecto final es definitivamente más crudo y conmovedor. Soy un poco melindrosa para las letras poéticas y me resulta fácil caer en arrebatos melancólicos con su voz.
Vi a Editors hace unos años en un festival y tenían un montón de canciones épicas de esas que ponen al público a botar y a bailar. “Darkness At The Door” tiene ese sentimiento de alegría fácilmente contagiable a la multitud. Me la imagino sonando al final de una tarde calurosa después de demasiadas bebidas, con la nariz roja por culpa de no haberse puesto protector solar… desde hace demasiado tiempo.
Mi favorita, aparte de la facilona “Magazine”, es “Violence”. Me encanta el uso que el señor señor Smith hace de su espectacular rango vocal y su capacidad para articular las palabras de forma perfectamente sexy y tierna a la vez. El estribillo es de fácil recordar e invita a ser cantado en voz alta, mientras que su poderoso ritmo te mantiene en tensión en todo momento. Es perfecto para festivales y también para largos períodos de trabajo de cardio de gimnasio.
En general, este nuevo álbum me gusta mucho, y creo que ha tomado un matiz más melódico y divertido en su camino de exploración del género, aunque puedo entender que una buena cantidad de fans sientan como si su música ha tomado un camino decididamente más débil. No hay ninguna canción que se pueda comparar al bailoteo fácil de “Munich” o al oscuro y pegadizo sintetizador de “Papillon”, pero creo que, en general, el álbum es coherente y se puede tomar como un todo, siendo fácil escucharlo entero, tal y como solíamos escuchar álbumes en los viejos tiempos.
(ENGLISH VERSION)
The new album Violence by the Editors pays homage to the 80’s synth era with layered cooing choruses and three finger keyboard mastery.
I love the 80’s synth lip gloss era so I’m thrown back into my teenage years with tracks like «Violence» and «Counting Spooks».
That’s all fine and dandy, but what makes the Editors ‘the’ Editors is the atmospheric deep toned voice of lead singer Tom Smith. In this album I hear a more vulnerable voice and at the same time a deeper connection to the singer’s pain and his ability to express it artistically. I also hear less studio tampering and the effect is definitely more raw and touching. I’m a big softy for poetic lyrics and it’s easy to fall into melancholic raptures with his voice.
I saw the Editor‘s a few years ago in a festival and they had epic crowd swaying and uplifting songs and «Darkness at the Door» has that crowd cheering feeling. I could instantly see it played at the end of a hot afternoon of too many drinks and a red nose because the sun screen had worn off.
But my favourite song apart from the easy hit «Magazine», was «Violence». I love the use of Mr Smith‘s spectacular range and he articulates the words perfectly sexy and tender at once. The chorus itself can easily be remembered and sung out loud and the beats keep it head bopping. It’s perfect for festivals and long cardio stints.
Overall I totally dig the new album and think it’s taken a fun and more melodic juncture into their genre exploration. Though I can understand fans feeling as though the music has taken a weak trajectory. There isn’t a song to compare to the easy dance track «Munich» or the darker synth «Papillon», but! I think overall the album is cohesive and can be taken as a whole, like we used to listen to albums in the old days.
Tiffany is a yoga therapist deeply interested in the journey of life. She studies the tarot, archetypes, pilgrimage and writes from the basis of the template of our relationship to chakras and life patterns we’re destined to play out. She loves retro and vintage fashion. When she’s not listening to bhajans she’s tentatively tuning into her ‘starred’ list on spotify.