La velada que vivimos unos pocos en la pequeña de Razzmatazz fue toda una experiencia visual y auditiva en la que pudimos deleitarnos con un par de propuestas donde la experimentación y el misterio se abrazaron en una comunión infecciosa haciéndonos participes de un viaje al más profundo de los abismos. Siendo sincero el gran aliciente de esa noche era volver a ver a Altarage, uno de los proyectos más interesantes surgidos en nuestro país y como indiqué en la previa no han ido más que hacia arriba sacando discazo tras discazo. Pero no podemos obviar también la curiosidad de poder ver como se las apañaban en directo los americanos Imperial Triumphant con su sugerente mezcla de metal extremo y jazz contemporáneo.
También quiero hablar un poco sobre Madness Live! que paso a paso se han coronado como una de las promotoras más importantes de España. Y algo que debemos remarcar es que aunque ahora juegan en otras ligas y se codean con grandes nombres dentro del mundo del rock y el metal montando festivales (algunos con más continuidad que otros) y grandes eventos de estadios o recintos de gran capacidad, continúan apostando y arriesgando para traer nombres no tan conocidos y que no despiertan tanto interés como otros y esto les honra, ya que piensan en un público específico, en ese pequeño y ecléctico reducto de consumidores de música not easy listening. Fuimos pocos, aunque pensaba que seriamos menos, pero se trataba de un público de calidad, un público diferente.
Pues bien, después de elogios y meterme un poco con los metalpacos, vayamos al turrón.
Altarage
Al entrar a la sala el ambiente ya estaba preparado para la ceremonia que nos esperaba. Tenues luces rojas con unos focos puestos de manera estratégica y humo, de ese perenne, estático, creando una atmósfera idónea para Altarage. Así que sus tres integrantes se subieron al escenario y tras unos acoples y demás ruidos generados por ellos mismos dieron inicio repasando su primer disco con la opresiva y cruda «Drevicet». Al acto las cabezas de casi toda la sala se pusieron a balancearse al son de su intrincada música con momentos llenos de tensión. El sonido desde la primera nota fue espectacular (me comentaron que han actualizado el equipo de la sala) y ayudó a disfrutar de su propuesta.
El repaso a su disco NIHL (2016) siguió con «Womborous», una canción agresiva y oscura con penetrantes blast beats junto a unos geniales riffs disonantes. Especial mención al apartado vocal, con una leve distorsión que le daba un toque siniestro y macabro, como si el mismo señor del Abismo, el cancerbero del infierno nos estuviese aleccionando.
Un regalo para los oídos fue «Altars», también de su primer trabajo. El público lo gozó bastante aplaudiendo y gritando tras cada canción. Eso sí, ellos a lo suyo, tras sus oscuros velos y capuchas dando todo el protagonismo a su música y a su misterio particular con un apartado visual estudiado y calculado para que sientas el agobio que te quieren transmitir. Las partes lentas y decadentes sonaron deliciosas.
Por fin llegó el momento de escuchar canciones de su último y excelente disco The Approaching Roar (2019). La primera en sonar fue «Inhabitant» y vaya burrada. Su introducción arremetió contra nosotros a degüello, sin ningún tipo de piedad. También quiero destacar que los interludios entre canciones los generaban ellos mismos, tanto el bajo como la guitarra, todo un acierto. La parte final de la canción nos metió a todos en una catarsis con unos parones perfectos dejándonos embobados.
«Urn» sonó apocalíptica, con esa introducción muy drone/doom en una onda Sunn O))) con el protagonismo en las cuerdas. Tras más de dos minutos se desbocaron y a base de blast beats y ritmos de pura decadencia nos sumergieron en su particular mundo. Final tremendo.
Aún quedaba una sorpresa con la gran «Cyclopean Clash», otra larga canción, compleja y de difícil escucha pero que gracias al buen sonido que consiguieron se volvió una grata experiencia. Un grupo con un nivel muy alto, muy profesional.
Pero faltaba algo, todavía no había sonado ninguna de su también buenísimo Endinghent (2017) así que nos ofrecieron un par de cortes. Primero la hipnótica «Orb Terrax» con un estilo que mezcla el sludge con el black de manera minuciosa y para terminar una de las mejores canciones que han escrito llamada «Barrier». Su desarrollo es intrincado, lleno de detalles, subidas y bajadas impresionantes, cambios constantes y la agonía presente en cada uno de sus segundos. Su final es pura tensión, puro arte.
Un placer poder disfrutar de Altarage, un grupo que no te dejará indiferente sea cual sea tu abanico musical. Si os lo perdisteis tendréis una nueva oportunidad en 2020.
Setlist Altarage:
Drevicet
Womborous
Altars
Inhabitant
Urn
Cyclopean Clash
Orb Terrax
Barrier
Imperial Triumphant
Tras el pertinente descanso entre grupos para realizar los cambios necesarios nos dispusimos a disfrutar de los experimentos musicales de Imperial Triumphant. Mismo número de músicos, mismos roles para cada uno, iluminación parecida aunque ellos incluyeron unos focos laterales que aunque sencillos funcionaron a la perfección. Ataviados con sus máscaras de semblante impertérrito e impasible con diseño exclusivo para cada uno de ellos y unas capuchas/sudaderas negras les bastaron para dejarnos a todos con los ojos como platos, vaya maestría que se gastan.
Empezaron fuertes con «Gotham Luxe», una colección de ritmos y guitarrazos de otra dimensión, una mezcla genial donde el metal más experimental se da la mano con el jazz, con la disonancia y con la psicodelia más enfermiza. El sonido también fue impecable pudiendo diferenciar cada uno de los detalles que nos regalaron para nuestro deleite. No faltaron las partes más atmosféricas que nos dejaron enmudecidos, quietos y ansiosos esperando su desenlace.
Su música está muy influenciada por grupos como Gorguts, Artificial Brain, Pyrrhon, Portal o Ulcerate pero añadiendo otros elementos como el genial piano en la parte final de «Gotham Luxe» creando una mágica comunión. «Lower World» fue la siguiente en sonar con unos acoples que desencadenaron en una loca pero calculada batería. Aquí ya pudimos apreciar que la técnica de su guitarrista y cantante Ilya era un tanto particular jugando como quería con la barra de tremolo, una gozada ver las cosas que hacía y lo bien que sonaba. Menudo viaje.
Acordes rotos, escalas de jazz, coros espeluznantes, una martilleante batería, un bajo omnipresente y bastante alocado, tensión y caos sonoro, pero todo controlado. Alucinante, vamos.
Tras el final abrupto y extraño de la anterior se pusieron manos a la obra rescatando de su primer disco la agresiva y rápida «Devs Est Machina» con ritmos que iban del black al punk y a saber que cosas más. Con partes incluso groove me sorprendieron mucho y es que su propuesta que bebe del avant-garde te deja tocado. Su bajista sacó una botella, creo que de champán, e hizo slide con ella mientras nos iba mirando de forma inquietante.
Momento para adentrarnos en «Chernobyl Blues». Tras una extraña introducción nos invitaron a un mundo de suavidad musical mezclado con una voz decadente. Curioso que esta canción está cantada en ruso, para más inri. Pero sin previo aviso desataron el abismo a base de brutalidad sin freno. Gritos agónicos, de desesperación, con los tres totalmente desbocados. Tengo que decir que hubo algún momento que costó entender que demonios estaban haciendo.
Al igual que Altarage no mediaron palabra con el público pero ellos llevaban grabada una voz femenina que agradeció nuestra presencia y nos fue presentando las diferentes partes del concierto. En este momento nos indicó que nos iban a ofrecer una canción nueva. Seguía los cánones de su música con más cantidad de jazz pero sin perder potencia ni agresividad.
De nuevo la voz nos informó que el concierto llegaba a su fin pero no sin antes deleitarnos con «Cosmopolis», un delicada pieza en su inicio pero que esconde mucho más en sus ocho minutos de duración. Convirtieron Razz 3 en un antro humeante de los años 40 con un dark jazz sublime pero luego cambiamos ese antro por un manicomio con paredes acolchadas y camisas de fuerza. De nuevo volvimos a ese antro pero con más luz, algo más movido, con más swing.
Tremendo concierto que se nos hizo bastante corto pero supongo que estar más rato tocando ese tipo de locuras no debe ser muy sano. Esperando con muchas ganas nuevo disco y su regreso a nuestro país. Quiero más noches como esta.
Setlist Imperial Triumphant:
Gotham Luxe
Lower World
Devs Est Machina
Chernobyl Blues
New Song
Cosmopolis
Nota de la redacción de Science of Noise:
Habréis visto que no hay ninguna foto de Altarage ilustrando la crónica. El motivo es que nuestro fotógrafo para este concierto, Gerard Brull, tuvo un desafortunado rifirrafe con la banda hace un año por culpa de que a veces no se conoce (o se ignora deliberadamente) que el copyright de las fotos que se toman en los conciertos pertenece enteramente a los fotógrafos. Por ello, y aunque la disputa ya se solucionó en su momento, Gerard nos pidió no tomar fotos de la banda hoy como medida de protesta ante este tipo de situaciones que, desafortunamente, cada vez van más al alza, decisión que respetamos completamente. Suficiente curro desinteresado que hacen los fotógrafos como para que en demasiadas ocasiones sea ninguneada su labor.