SofN 21/30: En aquel Jueves Santo el reportero dirigió sus pasos hasta la basílica de la Rocksound encontrándose sus puertas cerradas. Lamentose de la demora en la homilía refugiándose en el hogar en el que el extranjero observa el juego del balompié en grandes pantallas, la taberna Sonora. Hízose el tiempo lento a su paso mientras el reportero se refrescó entre rezos.
SofN 22/45: Y las puertas se abrieron a la vez que la larga cola crecía en dirección mar. Los hermanos salmantinos bajo el nombre de El Altar del Holocausto consiguieron que la iglesia rebosase hasta el punto de que sólo los elegidos y poseedores de boletos pudieran encaminar sus pasos al interior de la tierra santa, que albergó una fiesta divina y sin igual.
SofN 23/00: Y el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Los tres hermanos avanzaron entre la multitud que silenció sus conversaciones y dejó sus quehaceres para dirigir sus miradas hacia la procesión hacia el escenario mientras sonaba música sacra abriendo su paso. El esta vez terceto salió del reservado en dirección al escenario abriéndose paso entre unos feligreses que respetaron la petición de silencio desde los primeros compases.
SofN 23/10: El rebaño allí congregado se sumió en los rezos y la devoción de “Because Evident Is God’s Wrath…” con sus pesados riffs acompañados de una base rítmica contundente y un sonido que fue siendo elevado por los ángeles poco a poco, mejorando hasta lo celestial. Las jams intensas, texturas y cambios de ritmo tomaron nuestros cuerpos pecadores para purificarnos a base de “Eis qui Sine Pecatto…” de She. Incluso la propia plebe silenció a aquellos que conversaron mientras los hermanos del Altar del Holocausto tocaban en tempos más calmos.
SofN 23/30: El altar estuvo preparado con rosas frescas y cruces a la vez que vimos a los pastores del rebaño como el salvador Sky Bite resoplar bajo el capirote al ritmo del post rock doom de “Again I Say to You…”. Desde el altar mayor el hermano Reaper Model hizo un parón para formar con sus brazos la cruz de nuestro señor Jesucristo, para mostrarnos luego la luz a ritmo de “I Have Seen his ways…”. El calor de la sala se elevó como un fuego purificador de las almas de los presentes.
SofN 23/45: Cuando el hermano Weasel Joe vio que en el rebaño había un alma impura bajó entre el público para demostrarnos que no éramos dignos de aquello. El rebaño grabó en sus celulares la imagen atormentada del hermano salvador para luego fustigarse en la quietud del hogar. A todo ello seguimos acercándonos al altísimo con “Lucas I 26-38” y “Act I Crvcis”. Poco a poco el gentío fue metiéndose de lleno en la propuesta sónico-celestial.
SofN 23/55: A sabiendas que muchos de los presentes era la primera vez que se acercaban al Altar del Holocausto el grupo lanzó unas salvas a modo de proclamas en las que una voz femenina, y pura, nos daba instrucciones y consejos para encontrar nuestra paz interior y así acercarnos a Dios. El mismo Dios que se hizo presente cuando sonaron los primeros acordes de “From the Heart of Jesus…” que sería empalmada con otra de las más salvadoras: “El que es bueno, es libre…”. Se llegó aquí al momento de pureza extrema.
SofN 00/10: A golpe de riff y con sonoridades marcadamente doom alegramos nuestros corazones y pudimos vivir como latían todos al unísono en un aleluya global. La Rocksound pareció Judea y el señor habitó en verdes praderas. La misma banda que ofreció la homilía salió a mezclarse entre el vulgo para predicar la bondad y vender santas camisetas y discos. La salvación no tiene precio, pero el Altar nos lo acercó a precios de ganga. Parece que los jueves santos son elegidos para que el Altar predique la santa palabra en Barcelona. No somos dignos de ello, pero esperemos que sea una costumbre como los Suaves hicieron con el día de Reyes.