El Atlas Fest Vol. 4 desata la locura en la Rec on Fire

Sí, por fin tuvimos y disfrutamos como niños de una nueva edición del Atlas Fest. Hacía demasiado tiempo que en Igualada no teníamos uno de los mejores festis de sala a nivel catalán, por no decir estatal.

Más de 300 personas jadeantes, sudorosas, expectantes ante lo que vieron y oyeron sus sentidos. Acojonante la sala, rebosando de gente, pero lo mejor de todo es el nivel de colegueo vivido entre todos los participantes, ya fueran público o músicos. Sinceramente, si no has ido nunca a ninguna de sus ediciones, no sabes lo que pierdes. Debemos dar las gracias a los causantes de todo esto, Javi Carry de Crisix y Rove Hernando de Atlas Artist Agency, sin los cuales no estaría aún flipando con lo vivido en una Rec on Fire que parece imposible que pudiera albergar a tantísima gente, y que todavía quedara espacio para pogos, circle pits y walls of death interminables y presentes desde el primer bolo.

Por mi parte me presenté a media tarde con mi colega David Lleonart (Blaze Out) para ir a saludar un momento a los miembros de los grupos, ya que estaban de lleno en las pruebas de sonido. Así pudimos hablar de manera distendida con ellos antes de que el lugar se llenara de gente y fuera casi imposible poder entablar conversación normal con ellos. Íbamos a ir un momento, pero al final fueron algunas cervezas y un par de horas… Después tocaba ir a cenar temprano y a las 21:15 nos volvimos ansiosos -al menos yo- para poder ver el primer grupo al que le tenía unas ganazas brutales.

Mankind Grief

Curiosamente el grupo más extremo -con diferencia- del festival era el primero en salir. Por eso, y por practicar un estilo algo más alejado del hardcore, tenía mis dudas sobre cómo le entrarían a la gente. ¡Nada más lejos de la realidad! Empezaron con la intro de Bola de Drac Z, para ya sí meternos en vena el primer tema, «The Surge», y dejar flipando a todos con su propuesta oscura y desafiante.

Con un estilo crudo, con reminiscencias sci-fi, lleno de breaks y cambios que se te meten dentro y te destrozan cual revientapechos xenomorfo, los allí presentes estábamos anonadados. A esa hora, la Rec on Fire estaba ya a rebosar y en ese momento me encontraba con una pandilla de amigos, en los cuales se encontraba uno que también tenía unas ganas impresionantes por verlos en directo. Sinceramente no nos defraudaron en absoluto, ni a nosotros que ya sabíamos a lo que íbamos, ni a todos los que los estaban viendo y oyendo por primera vez.

Hablando con otros músicos o amigos, me decían que era un grupo que, por estilo, no se pondrían a priori en el coche, pero que tenían un directo que les dejó sin palabras y que ya tenían nuevo seguidor. ¿La guinda? Isaac, su vocalista, que sinceramente no tiene nada que envidiar a Will Ramos (Lorna Shore) en cuanto a registro y cambios de voz, dándolo todo en todo momento. Si siguen así, tienen un futuro increíble. Hablando de estilo, me pareció notar que para la ocasión la manera de cantar tenía un deje más hardcore, o al menos me pareció eso a mí. Y como he dicho, los cambios y registros de voz fueron muchísimo más amplios que lo que tienen grabado. Sencillamente brutales. Si ya me hacía pajas con ellos, ahora aún más.

Cabe destacar que ya con ellos se produjeron los primeros pogos de la velada, bien temprano, lo que significaba que había muchas ganas de fiesta y que, evidentemente, todos gozamos con Mankind Grief. Empezaron como los “tapados” del festival y se fueron con una gran ovación por parte de todos. Ni una fisura encontré en todo el bolo, que fue de unos 40 minutos, y su sonido fue como una roca. Felicidades.

Setlist Mankind Grief:

The Surge
Dead Sprawl
Colonial Dismemberment
Scourge of the Macrocosm
Monarch
Worldeater

Terminal Violence

Había gran expectación por esta nueva “super banda” formada por chicos como Pal (Bellako), Edgar Beltri (The Lizards) o Tolo (Nuckin’ Futs) entre otros. En mi caso, el thrash de la vieja escuela no es un estilo que me vaya bastante, pero debo decir que estos tíos saben lo que hacen encima del escenario y Tolo es un muy buen frontman que anima constantemente al público.

Constataron que este estilo no ha dejado ni dejará de estar nunca de “moda” por lo que la gente vivió su música todo el rato, con Tolo bajando del escenario en más de una ocasión e incluso siendo zarandeado en brazos por el público. Con una música afilada a más no poder y metal en vena, entraron de lleno a la gente con temazos como «Zombie Mosher» o «Fuck the System».

Con la de «Burial of Thought» nos encontramos el momento de puño en alto y todo el público cantando a ritmo de «¡Eeeeh, eeeeh!». Temas thrash que ya pueden formar parte del imaginario catalán haciendo una música que te teletransporta a la Bay Area de hace de tres décadas. Y ver músicos como Edgar o Miquel Roura de Seek ‘Em All disfrutar encima del escenario, no tiene precio.

Sencillamente espectaculares en su ejecución, hicieron las delicias de la Rec on Fire con sus constantes participaciones, y la suma de sus componentes hace que haya un feeling tremendo ante cualquier público que se encuentren, todo ello sumado a unos temas ágiles yrápidos que no te dejan respirar ni un minuto. Lo dicho: Terminal Violence es una formación muy nueva, del año pasado, pero han entrado muy, pero que muy fuertes.

Setlist Terminal Violence:

Instinct Supressor
Wild Beasts
Zombie Mosher
Slaves of Greed
Soldiers
Fuck the System
Burial of Thought
Riddle of a Nightmare

Una vez acabado este sudoroso bolo, al igual que sucedió al finalizar el de Mankind Grief, era el momento de ir a tomar el aire a la gran terraza de la Rec on Fire y hablar con la gente para saber qué les estaba pareciendo el festival, aunque no hacía falta, pues ya se veía en sus caras que lo estaban gozando mucho. Y sí, prepararnos para ver y disfrutar de los dos pesos pesados que venían a continuación…

We Exist Even Dead

Mi primera vez con ellos fue justamente en la última edición del Atlas Fest, la del 2019. Allí me absorbieron el cerebro de tal manera que me dejaron flipando hasta el día que me muera. En esta ocasión, se presentaban ya como una formación hecha y derecha, reventando Resus y como grupo, a decir verdad, sin techo, por lo que ya no eran los “desconocidos” del cartel.

La Rec on Fire rugía con ganas para ver a esta pedazo de banda que se presentaba con la cereza del pastel. Aitor, el nuevo bajista, tocaba por primera vez en casa con WEED, justo medio año después de su incorporación al grupo. Curiosamente, dicha presentación también fue en la Rec on Fire… cosas del destino.

Así empezaron furiosos con «The Swarm» y todos enloquecimos con ellos. Qué decir con semejante espectáculo. Guillem y Alejandro forman un dueto a las seis cuerdas brutal, Moshmann es una puta apisonadora, Aitor es una sonrisa constante y saltos sin parar y qué decir de Arturo, con una presencia imponente; es imposible desviar la mirada de sus caras, sus gritos y sus coñas.

Canciones como «Shots of Misery», «Sweet Vice», con su rapeo y unos coros acompañando unos guturales, o «Worthless» son ya himnos que todo bicho viviente berreaba con ellos, pogeaba y sí, también hubo alzamientos con los músicos. Incluso un circle pit con Aitor en medio de la gente. Sencillamente brutales. No se pueden describir con palabras y es uno de esos grupos que no te puedes perder.

Acabaron con un trío de temas acojonante, pero la última, «One Last Hope», se llevó la palma y acabó de derruir la sala con toda la gente botando y entregadísima a WEED, que se fueron con una ovación enorme. Era la tercera vez que los veía y siempre me sorprenden. Estuvieron de 10 para arriba, lo normal en ellos. Incluso hablando después con colegas más old school, me decían que habían flipado con ellos, eso lo dice todo…

Setlist We Exist Even Dead:

The Swarm
Self-Reflected
Decrowned
Shots of Misery
Worthless
Grizzlies
Sweet Vice
Beast Mode
Unlimited
One Last Hope

Después de tal espectáculo vivido, era el momento de volver a la terraza para tomar el aire y poder comentar lo que acabábamos de ver con cualquier conocido que me encontrara. A esa hora ya éramos la friolera de 300 personas y con personalidades ilustres de grupos como Blaze Out, Fury Helium, Hollow Empty Minds, Saüc y, evidentemente, los Crisix al completo.

Bellako

Faltaba un poco para la 1 de la noche y venía el plato fuerte. Todo el mundo estaba expectante para ver al grupo que había hecho una especie de fake retirement y posteriormente anunció un nuevo EP, Mala hierba (2023), el cual presentaban en exclusiva delante de todos.

Y, evidentemente, no fallaron. Paulatinamente fueron entrando todos los componentes y en último lugar, su alma mater, Rober. Empezaron con un par de los nuevos temas y quedó demostrado que la gente se las había aprendido pero bien. Ya sabéis que cualquier concierto de estos chicos de Mataró es una puta locura, desmadre, diversión y letras rabiosas y ácidas. Y si no lo sabéis, os jodéis que ya tardáis en verlos en directo.

Todos los componentes estaban ultra motivados y es que la pandemia ha hecho mella en muchos grupos y tienen ganas de directo. En especial su bajista, Xavi, estaba como un niño con zapatos nuevos, súper hablador y con coñas: «Chicos, esta es nuestra segunda casa… però per què cony parlo en castellà!! Nois! Aquesta es la nostra segona casa, és una puta festa!» O el momento glorioso: «L’escenari és vostre!!». Podéis imaginar que en ese momento subió bastante gente e incluso tirándose al foso.

Nunca había visto una Rec on Fire tan entregada y es que el Atlas Fest provoca que sea una fiesta constante en la que todos somos partícipes. Y así nos lo hacían notar Bellako, continuando con temas como «Planta madre», «La vida es perra» o la mítica «Siglo XXI». Rober, Pal, Arnau y Cia. estaban disfrutando como los que más. Decir que transmitían felicidad es decir poco. Y cuando ves esto en los artistas, pues acaba siendo recíproco.

Evidentemente, la actividad en la sala fue constante, sin parar de pogos y Xavi alzado como un par de veces, la última llevándolo en volandas hasta la barra. Acabaron con una que quería mucha gente y la dejaron para el final, «Hazte otro», en la que Rober da unas órdenes que con gusto se cumplen. Y para terminar, «A fallo» con un final techno de despedida que fue el petardazo que casi provoca que vengan los antiavalots a desalojar la sala.

Para mí, era el final de la noche, ya que me tenía que ir; me hago mayor… jajaja. ¿Qué puedo decir del Atlas Fest? Pues que es una fiesta brutal y un gran festival, y que no se puede explicar con palabras lo que se vive allí, y esto no es solo apreciación mía; dicho por mucha gente que era su primera vez. Aunque, sinceramente, llamar un gran festival al Atlas Fest es quedarse corto. Es más que un festival, es una unión de gente, una fusión entre amigos en un recinto inmejorable. Realmente nos hacía falta una cosa así en nuestro pueblo, más aún después de lo sufrido durante la pandemia.

Setlist Bellako:

No volverá
Extasis en el infierno
Pollos
Trepanación
El Nieto
Planta madre
Humo
En nombre
Porro al sol
La vida es perra
Manos arriba
Siglo XXI
Pobre rico
Al infierno
Hazte otro
A fallo

Hashtack

Aquí ya me había ido, pero nuestro compañero fotógrafo Carles Amat nos deja cuatro líneas sobre su concierto:

Aunque era ya una hora bastante difícil para que la gente aguantara el ritmo y después de una apisonadora llamada Bellako hiciera temblar la Rec on Fire, Hashtack consiguió enganchar a un gran número de público con su gran show.

El trío empezó a descargar sus temas dándolo todo de inicio a fin, animando a la gente con sus saltos y su entrega, porque aunque sea un grupo de reciente creación, sus componentes son ya veteranos de la escena punk y hardcore (KOP y Kriando Malvas). Un buen concierto que significó el remate final a un gran festival.

Dídac Olivé

Soy de esa generación que la “post-pubertad” lo pilló entre el metal primigenio (lo que llamamos ahora old school) y la nueva ola que fue el Nu metal, es decir, pasado mediados de los 90. Me encantan muchos estilos pero sobretodo el rock clásico y evidentemente el metal, este último es una forma de vida y encima me gusta desgranar y reconocer la riqueza de todos sus subgéneros. Uno ya tiene su edad (los mechones blancos en la barba no están por que sí) pero no me cierro para nada a grupos nuevos, eso sí, mientras haya fuerza y calidad, aunque hoy en día hay mucha. Como nacido justo entrados los ochenta también se incluye que soy un friki de cuidado (rol, videojuegos, Star Wars, pelis Gore, literatura fantástica y un largo etc.) vaya que toco de todo un poco. En resumen, espero contagiaros mi pasión metalhead a la vez que disfrutáis de mis aberrantes destripes.