El pasado viernes 23 de agosto se celebró la décima edición del Igualada Rock City en el Parc Central, un espacio idóneo para disfrutar de un festival de estas características. La ubicación, sumada a una organización casi impecable (aunque siempre hay margen para mejorar), prometía una gran noche de verano, y así fue.
Lamentablemente, la fecha coincidía con el Ripollet Rock, algo que esperamos no se repita, para poder disfrutar plenamente de dos de los mejores festivales gratuitos del país.
The Lizards
El evento comenzó con un ligero retraso y una asistencia algo reducida, pero eso cambió en cuanto sonaron los primeros acordes de The Lizards, un trío barcelonés que demostró una notable conexión tanto entre sus integrantes como con el público. El grupo ofreció un enérgico repaso a su último trabajo, acompañado de algunos de sus temas más conocidos. La bajista Judith, junto a Edgar tras la batería, crearon una base rítmica poderosa y contagiosa, elevando el ambiente del Parc Central. Sin duda, dejaron clara su propuesta y seguro sumaron nuevos seguidores esa noche.
Blowfuse
Después de un arranque prometedor, fue el turno de Blowfuse, también de Barcelona. A pesar de un pequeño contratiempo técnico que retrasó su actuación unos minutos, la banda subió al escenario con aún más ganas y energía. Su show fue una explosión de hardcore punk, celebrando sus diez años como grupo con una actitud vibrante. Supieron elegir bien su setlist, incluyendo temas de su último álbum, The 4th Wall (2024), que encendieron al público desde el primer minuto.
Bala
En tercer lugar, aparecieron en escena Bala. Tuve la suerte de verlas hace unos años en el Download Madrid, y esta vez no fue diferente: siguen siendo auténticas, con una energía arrolladora que iluminó el Parc Central. Violeta a la batería y voz, y Anxela a la guitarra y voz, forman un tándem perfecto. A pesar de algún problema técnico con la batería, las gallegas no defraudaron en ningún momento, demostrando que son capaces de dominar cualquier escenario.
Angelus Apatrida
El broche final lo puso Angelus Apatrida, quienes desataron la locura entre los asistentes desde la primera nota. Los albaceteños, como en las incontables veces que los he visto, no fallan nunca. Salen a romper cuellos y ganan cualquier público metalero que se cruce en su camino.
El público, completamente entregado, coreaba sus canciones, formaba pogos y seguía el ritmo que Guillermo marcaba, ya fuera en catalán, castellano o como se terciara. El sonido, salvo momentos puntuales, fue atronador. Para cerrar su actuación, Angelus Apatrida invitó al escenario a Juli, vocalista de la banda local Crisix (sin duda, junto a Angelus, las dos bandas más internacionales y en mejor forma del panorama nacional). Juntos interpretaron “Domination” de Pantera, poniendo el broche de oro a una noche espectacular.
Este Igualada Rock City fue majestuoso, consolidándose sin duda en el top 3 de festivales gratuitos en Catalunya y situándose también entre los mejores del país.