Quien no haya disfrutado alguna vez de los míticos Toto en directo es algo que no debería perderse de ninguna de las maneras, no solo por la calidad (y cantidad) de sus composiciones sino por el excelso nivel de sus músicos, sean quienes sean, siempre comandados por sus líderes actuales, Steve Lukather a la guitarra y Joseph Williams a la voz principal. Y aunque no se prodigan demasiado por nuestros lares (justo hacía 5 años de su visita anterior al Auditori Fòrum de Barcelona), vale la pena estar atentos a esas escasas ocasiones para poder decir que al menos, una vez en la vida, has presenciado su enorme directo. No son grandes espectáculos lo suyo, pero sí verdaderas lecciones de cómo ejecutar música al más alto nivel, poniendo el foco en lo realmente importante.
No era mi primera vez en mi caso, aunque por circunstancias personales, la anterior en 2019 no los conseguí disfrutar como en mi idílica mente tenía previsto. ¿El porqué? Pues por una sencilla razón llamada saturación. Rock Fest Barcelona había acabado tan solo tres días antes del evento de Toto, así que después de pasar cuatro jornadas maratonianas en un ambiente al aire libre totalmente distinto, plantarme en un auditorio con butacas asignadas y lleno de gente tan variopinta hizo que me sintiera como pez fuera del agua, la verdad. Es evidente que el problema en tal ocasión no fue ni la banda ni el recinto (para nada el planteamiento del evento fue erróneo) sino yo y mi sensación de desubicación.
Tocaba resarcirse de aquel sentimiento de desilusión que me llevé aquel día, así que, cuando la banda anunció esta nueva visita a la ciudad condal, no dudé ni un segundo en darles (darme en realidad) una segunda oportunidad.
La plaza del Poble Espanyol donde se ubicó el concierto presentaba un aspecto cercano al sold out cuando empezaron a sonar las primeras notas de “Girl Goodbye” tan solo aparecer la banda al escenario. En seguida se nos hizo evidente que, además de tocar con una profesionalidad apabullante, el equipo de apoyo a las teclas (Dennis Atlas y Greg Phillinganes) y a las congas/saxo/flauta travesera (Warren Ham) están al más alto nivel vocal, dotando al combo de un complemento en forma de coros estratosférico. Escuchar esas preciosas líneas melódicas en disco es una cosa, pero hacerlo en directo… buuufff, de piel de gallina cada tres segundos.
Toto vinieron con ganas de resumir su carreara en forma de greatest hits y tras esta presentación inicial de ese primer disco homónimo de 1978, tocó rescatar el que fuera su mayor éxito de ese mismo redondo, el clásico “Hold the Line” que no hay ser humano que no haya escuchado alguna vez (o miles) en su vida. A eso le llamo yo ir a asegurar el tiro, coreado masivo por parte de un público entregado, que justo a eso había venido, Toto arrastra a mucha gente a sus conciertos precisamente por esos temas legendarios que tan famosos los han hecho, y aunque duela decirlo, los hay que acuden sin haber ido más allá en su discografía, lo que es una verdadera lástima. Para evidencia de ello, desde mi posición privilegiada en la parte alta de la plaza, deciros que se notaba a la perfección cuando el suflé bajaba por puro desconocimiento de lo que estaba sonando, cosa que pasó en varias ocasiones.
Con “99”, a continuación, siendo un tema bastante emblemático, se notó un poco esa desconexión, pero para los que sí veníamos con la música ya integrada en nuestro ADN, la disfrutamos en su plenitud. Cantada por Steve Lukather, nos ofreció una primera aproximación a ese tipo de medio tiempos baladísticos de los que tanto gusta la banda, así como nos permitió avanzar un poco en el tiempo para situarnos ya en ese “Hydra” de 1979. Nos faltaba aún presentar al bajista, John Pierce (el que fuera bajista de Huey Lewis and the News durante 30 años), que durante esta pieza adquiere un gran protagonismo y al que le dieron el privilegio de finalizarlo de una forma íntima con un solo a continuación del de Steve.
La ex novia de Joseph Williams, “Pamela”, animó un poco ya al personal a continuación, mostrándonos nuevas habilidades del polifacético músico centrado al fondo, Warren Ham, el cual no dudó en combinar sus congas con el uso del saxo. La distribución de los músicos sobre el escenario no dejó de ser curiosa, pues la batería no estaba en el centro (posición que como hemos comentado ocupaba Warren Ham), sino en el lateral derecho e incluso un poco ladeada, mientras el flanco izquierdo lo ocupaban los dos teclistas. Uno de los momentos álgidos de “Pamela” fue el pique de solos guitarra / teclado Steve / Greg, alargando el tema lo justo para no aburrir y dejarnos maravillados por su gusto y técnica con sus respectivos instrumentos.
Yo que soy muy amante de los temas instrumentales disfruté de lo lindo durante la interpretación del siguiente “Jake to the Bone”, un trabajado tema con dos marcadas intensidades distintas que da un juego enorme para que nos podamos recrear a gusto en el lucimiento técnico de sus músicos. Si lo que llevas son músicos de primera categoría, está más que justificado que les des cancha en un tema de estas características para brillar, así que, por mi parte, mi aprobación absoluta a incluir una locura instrumental dentro del setlist aunque no sea algo demasiado representativo de la discografía de la banda. Los directos están hechos para el disfrute no solo del público, sino de los de arriba también, y estoy convencida de que, como músicos, ese ratito de protagonismo les supo a gloria, como a gloria me supo a mí el siguiente tema en sonar, de mis favoritos de la formación, “Georgy Porgy”. Cómo se las iban a apañar sin los coros femeninos tan característicos de este tema era algo que me intrigaba, pero lo solventaron a la perfección con ese imponente colchón vocal que se montan entre todos ellos, destacando la aportación de Greg que es por lógica (voz de color), lo más parecido a lo original. De categoría fue la inclusión de la flauta travesera en ciertos pasajes, que le aportaron un plus sin duda muy interesante,
Tocaba un pequeño receso para la banda y para ello Greg Phillinganes se quedó en solitario con su teclado, interpretando las preciosas melodías de “I Won’t Hold You Back” como inicio a su solo, que nos mantuvo hipnotizados durante un buen rato mientras la plaza permanecía en un extraño silencio antes de entregarse a palmear el siguiente tema con el que enlazaron, “Burn”. Del 2015, fue el tema más ”actual” que sonó aquella noche, dejándonos claro que si Toto tuvo su momento mainstream, este estuvo más ubicado en décadas anteriores, aunque no nos pueda parecer justo. “Ill Be Over You” es buena prueba de ello, otra de las baladas por excelencia de la banda que se remonta a Fahrenheit (1986). Steve fue el encargado de las tareas vocales y aquí se le vio sufrir un poco, pero al rescate vino toda la tropa arropándolo de nuevo con unos coros de infarto. Solazo emotivo el de este tema, demostrando que Mr. Lukather con su instrumento principal no ha perdido un ápice de destreza.
Subidón a continuación con “I’ll Supply the Love”, un tema en el que se presentó a Dennis Atlas, quien se hizo cargo de las agudas líneas vocales que es evidente que los más veteranos Lukather/Williams sufren por alcanzar. A continuación nos regalaron una versión de The Jimi Hendrix Experience, “Little Wing”, dedicada a antiguos miembros de Toto que ya no están entre nosotros. Emocionante como poco fue escuchar esta bonita balada que para nada desentona con el estilo de los de Toto, comandando Steve las tareas vocales con sentimiento máximo, así como unos punteos con su guitarra que a más de uno arrancaron una lagrimilla.
Seguimos avanzando en la noche abordando dos temas seguidos de The Seventh One (1988), el ampliamente coreado “Stop Loving You”, uno de los más queridos del disco, tras un menos conocido “Home of the Brave” que igualmente desbordó epicidad. Entre ambos procedieron a presentar uno a uno los miembros de la banda, haciendo mención a las múltiples bandas por las que han pasado y tocando pequeños extractos de temas de esas formaciones. Currículums de infarto, como era previsible. Si pocos papeles había ya asumido el personaje Mr. Fabulous, tal y como fue presentado Warren Ham, fue durante “Home of the Brave” donde nos regaló también protagonismo a las voces, asumiendo las tareas principales de las estrofas, y poniendo un punto mágico con su flauta travesera también. Qué no sabrá bien hacer este personaje, menudo crack se ha agenciado Steve para ir de gira, para qué buscar varios músicos si uno solo te puede cubrir tantos papeles a la vez…
¿Cómo describir la traca final que vivimos el pasado 26 de julio? Memorable como poco. Empezó esa última triada con la versión de “With a Little Help from my Friends” de The Beatles, quizás más cercana al sentimiento de lo que hiciera en su día Joe Cocker que al original, pero que a mí me puso los pelos de punta gracias a unos enormes coros que lo inundaron todo con su potencia. Grande, muy grande fue ese momento vivido, es ahora que lo rememoro y me sigue volviendo esa sensación de haber presenciado algo muy especial difícil olvidar. Y ya para rematar, de subidón en subidón con los dos últimos hits de Toto IV (1982) seguidos para enviar a toda la parroquia a casa contentita. “Rosanna” el primero de ellos, sonó impecable de principio a fin, y ahora sí que pudimos escuchar al respetable con una voz única desgañitándose, cantando el tema junto a la banda y respaldándolo con sus palmas. Greg Phillinganes volvió a hacer de las suyas, alargando su solo para ganarse un merecido baño de masas y lo propio hizo Steve también. Aprovechamos la ocasión para nombrar al último miembro que aún no había hecho aparición en esta crónica, el batería Shannon Forrest, pieza imprescindible durante toda la noche que cohesionó toda la sección rítmica a un gran nivel, como no podría ser de otra manera. Fue él y las congas de Warren las que nos dieron la bienvenida al último tema de la noche, el mítico “Africa”, el colofón final ideal para mantener la energía a tope aun tratándose de un melódico medio tiempo. ¿El tema más querido de la banda? Muy probablemente, por lo que escogerlo como final no pudo ser más que un acierto. Hubo ese momento de interactuación vocal en que nos hicieron replicar las melodías propuestas por Joseph, y por una vez en la vida quedé gratamente sorprendida de que el seguimiento además de ser masivo fue a un gran nivel de entonación.
Hora y tres cuartos fue lo que duró el recital, un repaso a lo bueno y mejor de una trayectoria que poco le falta por alcanzar el medio siglo de vida. Es evidente que la formación tira del pasado, de esa etapa entre finales de los 70 y los 80 que es donde afloraron sus grandes éxitos, los cuales, al fin y al cabo, son su gran legado y que tienen todo el derecho del mundo a reivindicar. Por mi parte ningún problema a que esto sea así mientras siga sonando tan profesionalmente como lo hizo el concierto de clausura de la edición de este año del festival Guitar BCN. Que vuelvan las veces que quieran para recordarnos lo grandes que fueron y siguen siendo.
Setlist:
Girl Goodbye
Hold the Line
99
Pamela
Jake to the Bone
Georgy Porgy
Burn
Ill Be Over You
Ill Supply the Love
Little Wing (The Jimi Hendrix Experience cover)
Stop Loving You
Home of the Brave
With a Little Help From My Friends (The Beatles cover)
Rosanna
Africa
Aficionada a la música y los viajes, aunque no sabría decidir en qué orden. Cuando los combino, ¡lo más! Amante de aprender cosas de allá donde vaya, soy un poco la suma de los lugares que he visitado y las experiencias vividas. Daría la vuelta al mundo de concierto en concierto si de mi dependiera, pero las limitaciones terrenales me mantienen aquí y ahora, así que, ¡a sacarle el máximo partido!