Cuando la sala La Mirona fagocitó el concierto conjunto de Ben Poole y Jared James Nichols anunciado inicialmente para la jornada del 22 de septiembre para convertirlo en un nuevo festival de dos días, el MiroRock, no hice más que alegrarme, pues la idea de poder asistir al nacimiento de un evento en el que el rock es el protagonista absoluto me pareció de lo más interesante y una buena manera de despedir el verano.
Faltaba apenas una hora para la apertura de puertas, y, por lo tanto, del estreno de este nuevo festival cuando empezó a caer una lluvia generosa que marcó el devenir de su primera jornada, como iremos comentando más adelante. Era mi primera visita a la sala y quedé gratamente sorprendida por su versatilidad gracias a sus tres escenarios (dos interiores y uno montado para la ocasión en el exterior), trato exquisito de su personal y confortabilidad. El hecho de que su aforo total (1.800 personas en la sala grande, 450 en la pequeña) supere de largo la afluencia de público del evento permitió en todo momento la facilidad de movimientos y cero colas en las barras ubicadas tanto en su interior como en el exterior. Quizás un mayor esmero en la zona de restauración (un punto único con una sola persona atendiendo) hubiera sido ya de diez, aunque hay que reconocer que tampoco se organizaron grandes colas allí. Otra de las cosas que me facilitó la vida y me encantó fueron unas pequeñas mesas circulares que hay en ambas salas, pocas, diseminadas aquí y allá sin molestar a la gente ubicada de pie delante del escenario y que nos ayudaron a los que pretendemos combinar el presunto ejercicio del periodismo con nuestra condición de ser humano (léase, consumición en mano) a realizar ambas tareas con comodidad.
BigBlack Rhino (trío)
La primera banda anunciada para la tarde, los locales BigBlack Rhino (en formato trío), tuvo que improvisar una reubicación de escenario debido a la lluvia, pasando del exterior al pequeño de dentro. Por suerte, al tratarse de un formato unplugged, el traslado no fue complejo y en poco tiempo estuvo listo. BigBlack Rhino consiguió congregar a tan solo unos pocos valientes (100a lo sumo) que se atrevieron a desafiar al chaparrón, entre ellos muchos allegados de la banda, hecho que se tradujo en un extra de motivación por su parte. En esta versión reducida de la formación, BigBlack Rhino se compuso de tres de sus músicos, Núria Mancebo, su vocalista, quien se encargó asimismo de diversos elementos de percusión, Gerard Brugués (Paquitsguitar) a la guitarra y Miquel Brugués al teclado. El repertorio fue compuesto casi en su integridad por versiones de bandas básicamente centradas en el blues a las cuales admiran, a excepción de dos temas propios. El primero de ellos, “Child with Brand New Shoes”, fue el escogido para dar el pistoletazo de salida y mostrarnos un poco la dinámica que iba a tomar el espectáculo. Núria combinó su kit básico de caja y bombo con otros elementos percusivos (pandereta, maracas…) mientras nos deleitaba con su fuerza vocal en todo momento. Fue un verdadero gustazo dejarse llevar por su portentosa forma de cantar, que tanto se desgarra como te conduce por un vaivén de emociones. Sin duda, BigBlack Rhino no tendría sentido si no fuera por esta maravillosa voz, que podría pasar por la de una persona de color, al igual que la mayoría de la música compuesta por esta banda. Este tema de apertura, perteneciente a su segundo trabajo, Thoughts Under the Skin (2018), nos hizo engancharnos a su propuesta de manera inmediata, pues tras ese ritmo animado que lo domina, se esconden unas bonitas melodías vocales y un trabajo instrumental notable por parte de la guitarra y el teclado, los cuales disponen de su espacio para lucirse con sus respectivos solos.
Se abrió la veda a las versiones ya en su segunda intervención, comenzando por una elección en clave funky de “Brown Eyed Blues” de Ben Harper, artista que revisitaron más adelante con un “Satisfied Mind” muy logrado, tema que les fue que ni pintado para animar al público a interactuar y hacer los coros. Abordaron a continuación tema propio, ”Let Me Show It”, del cual comentaron que fue el primero que compusieron juntos, incluido, por lógica, en su primer trabajo, Come Back Home (2016). De aire baladístico, sirvió para que Núria se luciera en sus tonos más altos, apoyados por una ligera instrumentación de teclado de fondo y una guitarra elegante que no paró de jugar a emocionar también. De aquí al final del recital, de unos tres cuartos de hora en total, no dejaron de sucederse versión tras versión, ya en un tono más desenfadado y alegre. Desde la trepidante “Please Mr. Jailer” de Wynona Carr, la más sensual “Should I Ever Love Again” o la más bailonga “Jump Jack Jump”, todas ellas de la misma artista, Ya para concluir, el clásico “Got My Mojo Working” que tantos artistas han versionado, sirvió de punto final y nuevo momento de interactuación con el público, presentación de los músicos incluida, dejando el mojo por todo lo alto y a un público rendido ante la gran actuación que acabábamos de presenciar.
Núria nos facilitó a la finalización del recital el setlist, y tuvo la paciencia de escribirnos de su puño y letra la autoría de las versiones que interpretaron. ¡Se agradece el detallazo que de otra manera nos hubiera costado lo nuestro conseguir!
Setlist BigBlack Rhino:
Child With Brand New Shoes
Brown Eyed Blues (Ben Harper cover)
Let Me Show It
Please Mr. Jailer (Wynona Carr cover)
Should I Ever Love Again (Wynona Carr cover)
Jump Jack Jump (Wynona Carr cover)
Satisfied Mind (Ben Harper & The Blind Boys of Alabama cover)
Got My Mojo Working (Muddy Waters cover)
Ben Poole
Puntual a la hora anunciada, Ben Poole y su guitarra Telecaster en mano aparecieron en el escenario grande de la sala, secundado por dos músicos acompañantes, Steve Amadeo al bajo y Chris Hardwick a la batería. Tenía esperanzas en que hubiera un cuarto integrante en el combo, pues en mucha de la discografía del artista los teclados tienen un papel importante, pero no fue así, y lo cierto es que en determinados pasajes se echó en falta. De todas maneras, el recital sonó compacto en todo momento, sin fisuras y con un Ben Poole que se prodigó en deleitarnos con una música asequible, una voz cálida y un virtuosismo a las seis cuerdas encomiable. Ben Poole vino a mostrarnos lo que mejor sabe hacer, desplegar su magia con su instrumento, combinando la creación de melodías llenas de sentimiento y dejándose llevar por la improvisación en sus solos, en una fusión estilística entre el rock, el blues y el soul apta para cualquier persona que se considere un buen melómano.
Ben Poole basó su setlist casi exclusivamente en su último disco de estudio hasta la fecha, Anytime You Need Me (2018), del cual incluyó hasta cinco temas, más alguna versión de temas de otros artistas que han ido apareciendo en alguno de sus discos editados en directo. Se nota que es un artista que disfruta enormemente del directo, y es que su discografía viene plagada de ellos (igualando en número a los trabajos de estudio). Ben Poole dispuso de poco más de una hora para convencernos de que la fama que se está ganando como reputado guitarrista británico de blues es más que merecida y así quedó patente tan solo iniciar su descarga con ”Take It No More”. Sonó imponente y dio pie al primer solazo de la noche (casi tan largo como el resto del tema junto), consiguiendo esa primera merecida ovación por parte del respetable, que repitió tras el moltes gràcies que nos dedicó.
“Win You Over” vino en seguida, algo más lineal y un tanto falta del gancho de la anterior, prueba de ello es que Ben Pool la interrumpió sin problemas para presentar al resto de la banda, retomando el hilo del tema como si nada y demandando interactuación hacia el final para darle algo más de emoción. Con “Star the Car” volví a tener sensaciones similares a la anterior, de linealidad buscada, pero esta vez sí, rota por un solazo de infarto que condujo el tema hasta un final por todo lo alto. Llegó el turno de versionar “Dirty Laundry” de Don Henley, más rítmica que su original y con una clara predominancia guitarrística en detrimento de los teclados inexistentes en el escenario. Ben Poole tiene un timbre de voz bastante similar al de Don Henley, por lo que no desentonó en absoluto, combinando con audacia dichas labores vocales con su papel de guitarra protagonista. Aquí sí vimos claro la razón de ser de esta versión, ni más ni menos que dar pie a la improvisación a las seis cuerdas con las que Ben pudo desplegar distintas técnicas e intensidades. Tres minutos de infarto que arrancaron de nuevo una sentida ovación y que dejó sin aliento a su ejecutor, que quiso bajar el ritmo abordando una balada a continuación, “Don’t Cry For Me”. De ritmo sinuoso, Ben quiso enamorarnos a base de dulzura vocal y exquisitez en los punteos, apelando más al sentimiento que a la técnica, aunque al final no pudo estarse de acelerarse y marcarse un nuevo arranque de poderío al mástil. Fue un acierto la aparición en el escenario de Jared James Nichols como invitado para interpretar de manera conjunta una versión del tema “Have You Ever Loved a Woman” de Freddie King a continuación. Tal y como comentó Ben, ambos guitarristas no se conocían antes de esta gira conjunta que justo han iniciado estos días, pero parece que han congeniado a las mil maravillas y así lo transmitieron encima del escenario. Hubo duelo de guitarras, y de los buenos. Fueron piques sanos, de aquellos que lo único que buscan es sacar el máximo de sentimiento posible a un tema que se alargó más de once minutos sin sentirse largo en absoluto. Un gusto para los sentidos.
El punto y final llegó de la mano de “Anytime You Need Me”, mucho más comercial y asequible que sus predecesores, al que le fue añadido justo en medio un tramo instrumental muy elaborado, en el que el bajo de Steve Amadeo pudo lucirse de lo lindo mientras la batería de Chris Hardwick se prodigaba con pequeñas virguerías. Dar protagonismo al resto de músicos para finalizar el espectáculo fue un detalle de calidad por parte de Ben Poole que me encantó. La actuación de se hizo demasiado corta para poder apreciar con más profundidad toda la versatilidad de este músico, quien, sin lugar a duda, puede encabezar un bolo él solito ya que hay material de calidad de sobras que degustar.
Setlist Ben Poole:
Take It No More
Win You Over
Star the Car
Dirty Laundry (Don Henley cover)
Don’t Cry for Me
Have You Ever Loved a Woman (Freddie King cover)
Anytime You Need Me
Jared James Nichols
Apenas hace un año que Jared James Nichols hizo un primer barrido peninsular para la presentación de su último homónimo trabajo, y no contento con ello, ha regresado después de sus compromisos veraniegos para completar su gira en nuestro territorio. Girona es uno de esos lugares a los que todavía no había acudido y aprovechando el nacimiento de este nuevo festival, le ha venido que ni pintado a la organización para convertirlo en uno de sus mayores reclamos. Así actuó como tal aquella noche, pues fue de largo el artista que más gente congregó de las dos jornadas.
Resulta curioso constatar que cada vez que nos visita Jared James Nichols se trae músicos distintos, y aunque a priori nos pueda parecer que su propuesta no está enfocada tanto a su ejecución como banda sino como al lucimiento como guitar hero, es evidente su esmero en la elección de sus acompañantes, que siempre derrochan calidad y consiguen que su música suene a gloria. En esta ocasión, los escogidos han sido Louis Collins al bajo (y coros) y Ryan Rice a la batería. Apenas diez minutos más tarde de la finalización del concierto anterior, el escenario grande estaba listo de nuevo para recibir a Jared y su formación, que entraron a matar para dar un concienzudo repaso a este su último álbum de estudio, el homónimo Jared James Nichols (2023). Casi calcaron el orden de sus primeros cuatro temas, tan solo intercalando primero y segundo respecto al álbum, y tiene todo el sentido del mundo pues “Easy Come, Easy Go” se me antoja mucho más alegre y estimulante para iniciar el recital que no “My Delusion”, que aboga por sonoridades más oscuras (e incluso más exigentes a nivel vocal).
Gibson azul en mano y voz en estado óptimo (en su paso anterior de principios de año vino tocado en este sentido), Jared encaró este primer tramo con solvencia y enchufadísimo, enlazando tema tras tema a una velocidad de infarto. El sonido fue atronador, bien ponderado y nítido, distinguiéndose en todo momento todos los instrumentos. “Down the Drain” aportó al espectáculo ese punto grunge novedoso de su último trabajo, para enlazar con un contundente “Hard Wired” en el que la banda sonó engranada como nunca. Entramos ya en algo más distendido con “Threw Me to the Wolves”, un tema que en estudio está repleto de detalles con reminiscencias a rock sureño (coros femeninos, teclados, slides, guitarras dobladas…) imposibles de reproducir en directo y que se echaron en falta, pues sonó un tanto pobre, aunque su solo -extendido hasta el infinito- bien valió la pena.
Siguieron repasando de nuevo Jared James Nichols con dos temas más que van ya para clásicos, una saturada pero interesantísima “Skin ’n Bone” que se aleja del concepto blues para abrazar sonidos más pesados, seguido de “Bad Roots”, igual que su anterior, de una contundencia hard-rockera que nos encanta, ambos temas cortos y directos a la yugular. Bajaron un poco la intensidad con la interpretación de “Honey Forgive Me”, un tema incluido en su anterior trabajo de estudio Black Magic (2018) más en clave funky/soul, demostrándonos una vez más la capacidad de este artista de abarcar distintos estilos con solvencia. Que Jared es un guitar hero como la copa de un pino ya no nos queda la menor duda, y que eso no solo pasa por el dominio de la técnica sino por su capacidad de transmitir sentimientos también, y eso es justo lo que nos regaló al final de este tema, una extensa improvisación con su instrumento que nos hizo derretir de éxtasis. Do you want more?, siguió preguntando Jared después del solazo, y obvia fue la respuesta, así que sin más dilación abordó ya sus dos últimos repasos a su último trabajo.
“Shadow Dancer”, cargada de oscuridad y elementos que potencian esa sensación de opresión, dio paso a “Good Time Girl”, un giro radical en cuanto a sensaciones, pues destila diversión por todos lados. Ya para ir finalizando recuperaron un tema de Black Magic, “Keep Your Light on Mama” y aprovechando su repetitivo ritmo machacón, fue el momento para dejar brillar a los músicos acompañantes, dejando a Ryan Rice explayarse a gusto con su batería y a Louis Collins marcarse un solo con su bajo. A ver, me gustaría dejar claro que la locura que se desató en la sala cuando sonó la versión de Black Sabbath “War Pigs” no dice mucho en favor de los allí presentes. Pero ¿no se supone que a los seguidores de Jared James Nichols nos debería ir el rollo bluesero por encima de todo? ¿O se trata de tan solo de un estilo afín con el que también comulgamos más allá de nuestra vena heavy metal? Sea como sea, “War Pigs” fue de lejos el tema más coreado, sentido y aplaudido de la noche (y me atrevería a decir del festival), cosa que me da que pensar que, si por casualidad Jared James Nichols endurece su estilo un poco más, no le va a ir nada mal (de hecho, su último trabajo ya va un poco en esa línea, por lo que imaginamos que a él tampoco le ha pasado por alto este pequeño detalle…). Llegamos, ahora sí, al final del bolo con una última versión, la animosa “Mississippi Queen” de la banda Mountain que nos dejó un buen sabor de boca y nos sorprendió con una pequeña inclusión de la melodía principal del tema “Miss You” de los Stones.
Al final del concierto Jared nos instó a encontrarnos en la zona de merchandising, prometiendo un abrazo sudoroso a aquél que se le quisiese acercar, y así fue, tal cual, por allí anduvo un buen rato a disposición del público para lo que consideraran oportuno. Jared James Nichols es toda una rock/blues/soul/heavy star muy humana que seguir bien de cerca.
Setlist Jared James Nichols:
Easy Come, Easy Go
My Delusion
Down the Drain
Hardwired
Threw Me to the Wolves
Skin ‘n Bone
Bad Roots
Honey Forgive Me
Shadow Dancer
Good Time Girl
Keep Your Light On Mama
War Pigs (Black Sabbath cover)
Mississippi Queen (Mountain cover)
BigBlack Rhino (banda)
Acabar la jornada con la misma formación con la que la has comenzado es una apuesta curiosa, cuando menos. Sin embargo, ni el formato ni el repertorio eran repetidos, por lo que tampoco nos pareció para nada una idea descabellada, más teniendo en cuenta que tras su segundo recital nos quedó claro que BigBlack Rhino bien podrían tocar durante horas sin hacerse pesados, pues tienen calidad más que sobrada para aparecer en un cartel las veces que sean necesarias. Apostar por bandas locales dándole un minutaje igual al del teórico cabeza de cartel del día dice mucho también a favor de este nuevo festival, que nace con un espíritu un tanto distinto al que estamos acostumbrados y que, a mí, me ha recordado en positivo al extinto Calella Rockfest.
Esta segunda aparición de la banda estuvo enfocada justo al revés que la primera, la idea fue abordar temas propios y tan solo hizo aparición una versión (“Bell & Chain” de Janis Joplin). BigBlack Rhino cuentan con dos trabajos de estudio hasta la fecha, Come Back Home (2016) y Thoughts Under the Skin (2018) (y un tercero en ciernes), por lo que el setlist fue un arriba y abajo repasando lo bueno y mejor de ambos discos. Pasada media hora de la medianoche era momento para recuperar el escenario pequeño y crear un ambiente más íntimo, ideal para escuchar la propuesta de esta banda, música cocinada a fuego lento con la que deleitarse, dejarse llevar y perder la noción del tiempo. Al trío inicial de voz, guitarra y teclado, se sumaron esta vez los componentes de la sección rítmica, Gerard Cantero al bajo y Francesc Sotillos a la batería, consiguiendo un sonido mucho más rico y potente que en su primea aparición.
De nuevo, la acústica de la sala estuvo tremenda e hizo del concierto algo verdaderamente disfrutable. Intentar definir de qué va exactamente la música de BigBlack Rhino no es sencillo, lo que sí está claro es que beben de la música americana de raíz negra, cogen elementos soul, gospel, jazz, blues e incluso rock y los mezclan a su antojo, siempre liderados por Núria, la voz cantante de la formación en todos los sentidos. Así durante su recital nos encontramos con temas alegres y llenos de fuerza, ideales para animar al respetable que a esas horas de la noche ya andaba con la batería baja (“You Got No Love”, “Shake It All”, “Second Round”, “Come Back Home” y “Coming Our Way”), como otros más en una línea suave con los que dejar fluir los sentimientos a raudales (“Black Out”, la versión “Ball & Chain”, “Magic Ride” y ”Thunder”). Y no, nos hemos olvidado de “Don’t Blame Me”, el tema de cierre del bolazo, y es que este tema se inicia con un cántico tristón de regusto negro, pero acaba por todo lo alto, así que imposible clasificarlo en uno u otro sentido porque… ¡lo engloba todo!
Si ya hemos hablado antes de las bondades de la talentosa Núria a las voces, nada despreciable es el trabajo de guitarra de Gerard, que nos sorprendió con algún solo antológico por ahí, como el que se marcó en “Ball & Chain”, ni la función super importante de Miquel en todo momento, que igual imprimió elegancia con su piano, que le arrancó un sonido retro a su teclado consiguiendo contagiar ese aire añejo a algunos temas que así lo demandaron, bien secundados todos ellos en todo momento por una sección rítmica infalible.
BigBlack Rhino son sin duda de esas formaciones que deben verse en directo sí o sí, pues consiguen cargar de una energía extra su música, interesante de por sí, pero que en vivo gana enteros. Recomendables al máximo.
Setlist BigBlack Rhino:
You Got Love
Black Out
Shake It All
Second Round
Ball & Chain (Janis Joplin cover)
Magic Ride
Thunder
Come Back Home
Coming Our Way
Don’t Blame Me
Aficionada a la música y los viajes, aunque no sabría decidir en qué orden. Cuando los combino, ¡lo más! Amante de aprender cosas de allá donde vaya, soy un poco la suma de los lugares que he visitado y las experiencias vividas. Daría la vuelta al mundo de concierto en concierto si de mi dependiera, pero las limitaciones terrenales me mantienen aquí y ahora, así que, ¡a sacarle el máximo partido!