Ellefson – No Cover

Disco de versiones y puro disfrute el que se marca el gran bajista de Megadeth hacia los que fueron sus héroes de infancia. Todo el álbum, con sus 19 temas, es una especie de rendir cuentas a esos grupos que le hicieron descubrir el camino a seguir a Dave “Junior” Ellefson. Es algo personal, pero se nota que ha disfrutado como un enano. Sonido exageradamente alto, potencia, versiones metalizadas con una orientación thrash bien llevada en muchos casos y un rosario de invitados que no termina nunca y en el que hay que hay que quitarse el sombrero. Impresiona el ver a tal cantidad de estrellas juntas. El bajo tiene una posición privilegiada por la producción si bien hay sentimiento de grupo y voluntad de aprovechar los parones que tienen Megadeth. Ellefson como grupo va a tener continuidad y prepara sorpresas.

El primer homenaje de Dave va para Def Leppard pues el logo y la portada con el camión cargando su bajo Jackson son la icónica imagen del On Through the Night de Def Leppard. En muchos casos las canciones seleccionadas no son las obvias ni las más conocidas de los grupos, sino que sencillamente están aquí pues fueron las primeras que David escuchó en su vida sobre cada grupo. Es tremendo escuchar a Doro cantando una parte de “Love Me like a Reptile” de Motörhead o que se atrevan con el “Sweet F.A.” de The Sweet con Todd Kerns. La verdad es que el rock melódico de los 70 fue una parte básica e importante para este excelente bajista y persona.

Una de las que mejor ha quedado es “Holiday in Cambodia” de los Dead Kennedys, aquí con Charlie Benante de Anthrax y todo un Bumblefoot a las seis cuerdas. El grupo considera al guitarrista como un miembro más de Ellefson. El “Not Fragile” de BTO es una de las que tenía muy claro que iban a entrar. El amor del bajista por los canadienses es comparable al que siente por Def Leppard.

Otro de los grandes aciertos es el de contar con todo un Jason McMaster de Watchtower en piezas que han quedado excelentes como el “Riff Raff” de AC/DC, aunque no termina de convencer ese “Freewheel Burning” de Judas Priest. La cazallosa voz de Thom Hazaert es rasgada e ideal para cortes como “LOVE Machine” de WASP si bien las voces invitadas son muchas como en la sorprendente “Auf Wiedersehen” de Cheap Trick, que posee videoclip y en la que disfruta a lo grande Al Jourgensen de Ministry.

Luce bien el “Eat the Rich” de Krokus como lo hace ese trallazo de Queen que ya hace algún tiempo que el mundo está revindicando como una de las más grandes composiciones de “La reina”: “Sheer Heart Attack”, y en la que vuelven a asomar Doro y Benante. El “Over the Mountain” de Ozzy Osbourne con un muy buen Andrew Freeman y un Bumblefoot  es otro de los lujos del compacto, que no decae y mantiene en todo momento el nivel.

Grande que se acuerden de Fastway con ese “Say What You Will” o que se marquen la gran balada de Kiss “Beth” dotándola de orquestaciones. La guinda finalla pone “Downed” que sorprende por lo tremendamente melódica que es y por ese deje totalmente Cheap Trick. Genial es también escuchar a Brandon Yeagley de Crobot entrando en el disco y más cunado ataca, nada más y nada menos, que el “Love Hurts”, popularizado por Nazareth.

Ellefson como banda nace con ganas de ser una agrupación con ganas de pasarlo bien, tirar de carretera e invitar a reputados músicos para que se unan al proyecto y para ue disfruten con ellos. Preparan un álbum de estudio si bien toman de punto de partida este extenso disco con una colección de canciones que pueden sorprender por lo clásico de su contenido. Todo está rockerizado o metalizado pero el fondo son canciones de los 70 que enamoraron a Dave Ellefson cuando era un jovenzuelo. Un tributo disfrutable y potente que cumple lo prometido en portada y concepto. Todo músico llega un momento en el que le apetece tocar lo que siempre amó. Bienvenidos sean proyectos como este, y más si algún día le podemos ver interpretándolo en algún tugurio a cinco metros de nosotros.

Jordi Tàrrega

Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.