En estos días de confinamiento, seguramente más de uno acabe sin saber qué hacer tanto tiempo en casa. Si es el caso, o simplemente te gusta descubrir música de grupos recónditos, hoy lanzo una recomendación para pasar un buen rato.
Emperium son una joven banda de Filipinas que acaba de sacar su primer álbum de estudio. Lleva por nombre Advent y es un lanzamiento cargado de death metal técnico con una gran influencia de neoclásico. Algunas formaciones como Exmortus o First Fragment ya han abierto esta beta de incluir frases y riffs que recuerdan a composiciones clásicas en sus aceleradas piezas de metal extremo, aunque tampoco creo que haya un exceso de bandas con este estilo tan concreto.
Abren con una introducción de clavicordio muy “stratovariana”, pero más siniestra, y a partir de ahí empieza el festival guitarrístico. Claramente las cuerdas son el gran reclamo de este trabajo. Las guitarras bailan entre ellas en un duelo constante de solos y armonías en que el bajo también participa a menudo. Un bajo, que por cierto, se oye que da gusto en todo momento. La batería queda un poco en segundo plano, y a lo mejor le vendría bien un punto más de volumen, pero es posible que eso tapase algún otro elemento. ¡No se puede tener todo!
Hay bastantes momentos interesantes y con gancho en los 38 minutos que dura: la title track “Advent”, la fantástica “Pantomina”, con secciones muy buenas de guitarra española, y la joya que es “Invidia”, que hasta flirtea con el jazz en un instante. No se puede ignorar tampoco “Apostasy”, con un invitado de lujo: el guitarrista Christian Münzner (Necrophagist, Obscura, Alkaloid…) es una verdadera leyenda viva del tech death y participa en esta frenética pieza.
Las únicas pegas que le encuentro a este disco: la voz es poco interesante y monótona la mayoría del tiempo, aunque en algunas ocasiones Niel intenta darle color utilizando diferentes estilos de guturales. También hay momentos en que falta un poco de empaste entre los músicos, no acaba de sonar como una pared, como es típico del estilo. Aun así, estas imperfecciones le dan un toque humano y fresco y demuestran que lo que suena lo han tocado de verdad, sin manipular las grabaciones en post-producción.
Para ser el primer álbum de esta banda, la verdad es que pueden estar orgullosos de lo que han hecho. Seguro que si siguen trabajando se pueden hacer un nombre en la escena del technical death porque buenas ideas y atrevimiento para probar cosas arriesgadas no les faltan. A ver si algún día suena la flauta y vienen por aquí cerca, ¡tengo mucha curiosidad por verles en directo!
Hey, has llegado al final del artículo, ¡gracias!
Me metí en esto del metal a los 14 años, y de concierto en concierto he ido descubriendo las bandas nacionales e internacionales que forman parte de este mundillo. Ahora aporto mi grano de arena a Science of Noise contando lo que pasa en los eventos de la zona y algunas novedades discográficas.
También toco la guitarra y el bajo en algunos grupos de la escena local. Tengo los huevos pelaos de tocar en el Ceferino.