Empyre – Relentless

Nuestra Nota


8 / 10

Ficha técnica

Publicado el 31 de marzo de 2023
Discográfica: Kscope
 
Componentes:
Henrik Steenholdt – Voz, guitarra
Did Coles – Guitarra, voz
Grant Hockley – Bajo
Elliot Bale - Batería

Temas

1. Ralentless (3:57)
2. Walking Light (4:37)
3. Parasites (5:19)
4. Cry Wolf (5:28)
5. Hit and Run (4:00)
6. Forget Me (5:48)
7. Silence Screaming (5:01)
8. Road to Nowhere (4:34)
9. Quiet Commotion (6:10)
10. Your Whole Life Slows (3:17)

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Desconocía profundamente a Empyre y la verdad es que ha sido una agradabilísima sorpresa por el altísimo nivel de su música, por su accesibilidad y por la gran combinación de estilos con la que juegan. Sorprende que estén en un sello de progresivo puesto que su estilo no es precisamente ese, pero el potencial que atesoran en Relentless justifica su fichaje, pues piensan y componen a lo grande. Vendrían a ser una mezcla de Muse, Nickelback, Alter Bridge y poseen un cantante soberbio que recuerda horrores a Chris Cornell. ¿Lo malo? Quizá la excesiva orientación que llevan para conseguir un grupo de estadios para todo tipo de públicos, pero arrasan desde la primera escucha.

Es su tercer disco a pesar de que, si lo miramos desde un punto de vista estricto, Relentless sería su segunda obra con canciones nuevas. Su anterior obra llevaba por nombre Self Aware y sobresalía una canción por encima de todas: “New Republic”. Ellos son londinenses y aprovecharon la pandemia para trabajar sin descanso a golpe de sencillos y de un disco, que es el que ahora nos presentan. El título “sin descanso” es un poco lo que resume esta etapa pandémica del grupo, que cristaliza en un gran álbum que ahora tenemos entre manos.

Dorado inicio con la majestuosa “Relentless” que da una sensación de belleza y elegancia espectacular. Parece todo medido para meter la caña necesaria y llevar la melodía a la primera línea. Pueden recordarte a Disturbed, y es que Henrik Steenholdt a las voces es un privilegiado absoluto. Canta en unos tonos bastante graves, pero posee una expresividad absoluta. Inmejorable tarjeta de presentación con base rítmica a doble pedal por parte de Elliot Bale y unos arreglos muy sofisticados. Mantienen el gran inicio con una melosa “Walking Light”, muy atmosférica, con guitarras con eco y mucha profundidad en un medio tiempo ampuloso. Canciones como esta enganchan a todo tipo de públicos, con dejes de post grunge muy evidentes.

“Hit and Run” es una soberbia canción evocadora que versa sobre los sentimientos que uno tiene al volver a un lugar especial y verlo igual que en el pasado. Eso justo le pasó a Henrik cuando volvió a la ciudad en la que había vivido en Dinamarca años ha. El juego de ecos y cadencias es totalmente a lo Héroes del Silencio, y les funciona de forma inmejorable. La sentida interpretación del vocalista le pone el plus para que los sentimientos estén a flor de piel. Momento balada en el “Parasites”, siendo una de las canciones por las que más apuestan en directo. Buscan el contraste manifiesto y dotan a la canción de unos tramos instrumentales absolutamente contundentes. En cortes como este lo del sello progresivo cobra fuerza, y para bien.

Les van las entradas épicas y “Cry Wolf” viene cargada de orquestaciones elegantes. Impresionan los tramos instrumentales y la sensibilidad que consigue el grupo con un coro de voces apoyando la labor de Henrik Steenholdt. Original composición con pegada, gentileza de la producción tan acertada de Neil Haynes, que sabe cómo sacarle todo el potencial al grupo y que esto parezca una banda enorme. Acústicas para “Forget Me” al más puro estilo Nickelback, en otra emocional pieza que ha sido single.

El tramo final no es tan rutilante como la primera parte, pero hay que destacar una composición muy notable que lleva por nombre “Road to Nowhere”. Original pieza en la que vuelven a apostarlo todo por la línea vocal arropándola con elegantes arreglos y dejando guitarrazos casi a modo de percusión. Buscando una comparación más actual con este estilo diría que hay ciertas semejanzas con los catalanes Giant Rev. Destaca el marcado riff de “Silence Screaming”, algo que puede hacer de esta composición una de las fijas en sus conciertos. También el trabajo de guitarra de Did Coles en el solo es admirable. Sin llegar a buscar altas velocidades, lo hace todo con muchísima clase, y lo hace a lo largo de todo el disco.

“Quiet Commotion” es el tema más largo de este trabajado disco, y puede que el más lento, con una presencia evidente del bajo de Grant Hockley y en otra vuelta de tuerca a la fórmula, que parece que han conseguido ya en un par de discos, lo cual no está nada mal. Se despiden con “Your Whole Life Slows”, que empieza con una especie de avión despegando de fondo para luego indagar en un sentido medio tiempo intenso y cargado de arreglos y de sentimiento. Queda más como una coda a lo que es el disco que no un tema como tal.

Cuando encierras a unos leones como estos durante una pandemia puedes hacer que esa energía y rabia sea transformada en música de alto nivel, y eso es justo lo que ha sucedido con Empyre en tiempos de pandemia. Relentless es muy posiblemente su cara más accesible y demuestra ampliamente la voluntad del grupo en pensar a lo grande. No se cortan a la hora de hablar de que hacen un rock de estadio y no es baladí que un sello como Kscope, dedicado especialmente a la música progresiva, haya optado por ficharlos. Está claro que estos ingleses tienen algo especial, pero… un poco exageran la comercialidad.

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1372 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.