Reconozco que no soy una persona que se deje llevar por el power metal ni por esas historias que inspiran las letras de sus canciones pero, casi por casualidad, empecé a meterme en el mundo Gloryhammer. Ahora os explico…
Me llamó la atención que parecían un puñado de frikis en la primera foto que vi de ellos, y a raíz de ello me puse a escuchar algunas canciones de su último disco, Space 1992: Rise Of The Chaos Wizards (2015). Tengo que decir que, poco a poco, me fueron atrapando, no sé si por culpa de los ritmos rápidos de sus canciones o por la temática de las mismas.
Indagando un poco más, lo primero que descubrí es que no son unos frikis espaciales, sino que detrás de esta indumentaria hay un razón. Cada miembro del grupo representa un personaje de su historia. Sí, de SU historia he dicho. Otros grupos basan su puesta en escena en el universo de John Ronald Reuel Tolkien, mientras que a otros les gusta más la temática bélica, las leyendas de su tierra o la religión. Pero ellos no necesitan nada de todo esto.
Thomas Winkler (cantante) representa a Angus McFife, príncipe de Dundee y heredero del Reino de Fife, quien debe hacer frente al hechicero oscuro de Auchtermuthchy Zargothrax, interpretado por Chistopher Bowes (teclista y frontman de Alestorm), junto con la inestimable ayuda del guerrero bárbaro de la Isla de Unts HOOTSMAN (James Cartwright , bajista), el Gran Maestre de los caballeros Templarios de Crail (Paul Templing, guitarra) y el misterioso hermitaño de Cowdenbeath Ralathor (Ben Turk, batería). Telita. La historia comienza en la Escocia del año 992 D.C.. Allí es donde transcurren las aventuras de su primer disco, Tales Of The Kingdom Of Fife (2013), que narra cómo Angus McFife tiene que derrotar al hechizero oscuro Zagothrax con la ayuda de sus aliados, para confinarlo en una prisión de hielo líquido. Pero lo más interesante viene en su segundo trabajo, Space 1992: Rise of the Chaos Wizards (2015), saltando en el tiempo 1.000 años y situando su historia en un hipotético futuro galáctico en el año 1992, donde una nueva orden de brujos malvados quieren liberar a Zagothrax de su prisión para conquistar el Reino de Fife, que se extiende por las galaxias.
Lo más sorprendente que es Gloryhammer varió su indumentaria con la temática de su último disco, y se espera que con el que está por salir vuelvan a introducirnos en otro mundo de fantasía, con la incógnita de saber cuál será el siguiente escenario (temporal, geográfico y/o dimensional). En una de las últimas entradas de su Facebook creí intuir una pista. No sé si será solo mi imaginación… o las ganas de escuchar nuevo material.
Este fin de semana, en Barcelona, Madrid y Bilbao, podremos disfrutar de su espectáculo y ver cómo se desenvuelven en directo. La cosa pinta bien, pues han agotado las entradas en casi todos los conciertos que han ofrecido en lo que va de año.
HAIL TO HOOTS!!!!!