Se nos había quedado en el tintero la segunda parte de la entrevista con el gran Álex González. No se si lo sabéis, pero quien aporrea la batería en el exitoso grupo de pop mexicano Maná es un metalhead absoluto, un tipo que creció aporreando cacerolas y ollas, que luchó por su sueño y que consiguió el merecido estrellato, pero no por eso va a cambiar un ápice ni sus orígenes humildes ni sus gustos musicales, tampoco su forma de ser.
En 2012 Álex cumplió uno de sus sueños que era el de crear una banda de heavy metal centroamericano y suramericano en la que reunía a varias estrellas del rock duro de esas latitudes para tocar lo que siempre le ha gustado y para mostrar otra cara de su personalidad. Aunque a él no le guste alardear, es un símbolo, y parte del éxito de Maná es también el hecho de tener a las timbalas a un hombre con una pegada soberana.
El día que lo pusimos en portada en la extinta Batería Total conseguimos el número más vendido de la historia pues Álex González abarca todos los públicos posibles. En De la Tierra encontramos junto al batería a Andreas Kisser de Sepultura, Andrés Giménez de A.N.I.M.A.L. y a Harold Hopkins de Puya. Y a pesar de que rehúyen de la etiqueta de supergrupo… lo son.
Hola, Álex, es un placer hablar contigo. Me he enganchado a vuestra nueva canción de “Distintos”, un tema algo suave y diferente a lo que nos tenéis acostumbrados, pero de una calidad tremenda. ¿Va a tener esta onda acústica el nuevo disco? Yo el que tengo más escuchado es el II y me ha sorprendido mucho este giro.
Muchas gracias por tus palabras Jordi. Nosotros ya tenemos dos discos. El primero con Warner y en el segundo nos pasamos a Sony. El disco al que te refieres es el segundo y fue producido por Ross Robinson, un gran productor que ha trabajado con Korn y Slipknot, The Cure… Fue un gran disco pues incluso estuvo nominado para un premio Grammy latino, algo que nos tomó por sorpresa. Creo que es la primera vez que a una banda de heavy metal en castellano la nominan para esos premios. Fue genial que tomaran en consideración ese disco. Posteriormente teníamos pensado el grabar una tercera entrega el año pasado. Desgraciadamente salió del proyecto el bajista original, Flavio, el bajista de Los Fabulosos Cadillacs. Pasaron seis meses hasta que encontramos a un sustituto que es Harold Hopkins de la banda de Puerto Rico Puya.
Un gran bajista que tiene ese swing de músico caribeño. Luego la idea era grabar en 2019 pues teníamos bastantes demos y ya habíamos hablado con Joe Baresi para tareas de producción. Él ya había trabajado con nosotros en nuestro segundo disco, pero andaba liado trabajando con el disco de Tool, así que todo se fue postergando. Cuando parecía que ya podíamos, él tenía varios compromisos con otras bandas, y también nos pilló a nosotros de gira, por lo que en 2019 no se pudo. En enero de este 2020 viajamos a Miami y nos encerramos en un local de ensayo durante 10 días, en las oficinas de las guitarras Gibson. Empezamos a desarrollar ideas que los cuatro fuimos aportando. Fue muy divertido. Lo teníamos todo listo y casi acabada la canción “Distintos”. La idea era grabarla en mayo, pero acaeció la pandemia y en marzo ya se jodió la cosa. Hemos ido viendo como mes a mes iba marchando la cosa y nos dimos cuenta de que iba a ser muy complicado grabar este 2020. Así que optamos por grabar una única canción cada uno desde su casa.
Han pasado ya cuatro años desde que editamos II y entiendo que la gente está esperando algo por nuestra parte, algo nuevo de De la Tierra. Hicimos el intento con Andreas Kisser (Sepultura) grabando las guitarras desde su casa, Andrés las voces y los teclados desde Buenos Aires, yo la batería en Guadalajara (México) y Harold el bajo en San Juan de Puerto Rico. Mandamos los archivos de Protools a Miami a un gran amigo como es Stanis Suárez, que es el ingeniero que nos grabó el primer disco de De la Tierra. Cuando nos envió la mezcla dijimos: “¡Wowww, esto suena genial! Lo tenemos que sacar”.
Y precisamente la intención de hacerlo en acústico obedecía a dos razones: Por un lado, es la primera vez que De la Tierra saca una canción tranquila. Y dos, cuando lo anunciamos, toda la gente estaba esperando una canción nueva, densa y metalera, por lo que fue el mostrar otra cara de lo que es De la Tierra. Y entendiendo como están los tiempos y los ánimos en general, decidimos optar por algo más enfocado a la esperanza. Una canción linda que nos hablara de esperanza sin tener que usar la distorsión. Lo que dice la letra está pensado por el cómo se ha grabado, en el feeling que le está poniendo la banda… y así quedó. El resto del disco se va a grabar en febrero de 2021 y es más heavy que De la Tierra II. La única canción diferente y acústica será “Distintos”.
Algo que me encanta de De la Tierra es que se nota en cada canción la personalidad de cada músico y la de su banda madre. No es algo habitual en este tipo de supergrupos y menos que funcionen. ¿Estáis contentos de cómo han ido las cosas?
Tengo que decirte que si hay una palabra que nos rompe las pelotas esa es “supergrupo”. Le hemos pedido a la compañía de discos que no lo diga ni lo escriba en hojas promocionales. No somos un supergrupo, simplemente un grupo nuevo, de cuatro amigos unidos, precisamente con los deseos y las ganas de hacer música juntos. Ha habido otras bandas a las que se les han llamado supergrupos y no duran más que un disco o dos. Nuestra intención es que esto sea un grupo que dure y que siga haciendo música y giras. De verdad que funciona mejor si nos lo tomamos así. Los cuatro venimos de grupos muy conocidos y al ser “famosos” puedes creer que las cosas son más fáciles, pero ha sido lo contrario.
Aquí en Latinoamérica cada vez hay menos emisoras que pinchen rock en español, así que imagínate la presencia del heavy y del metal. Los gustos musicales han cambiado radicalmente estos últimos años. Y me parece bien que haya diferentes músicas de moda, pero eso es solo una parte. Hay mucha otra música y estilos que la gente desconoce y que le podrían gustar. Afortunadamente existen las plataformas digitales en Internet, y si no puedes comprarlo por lo menos puedes escucharlo. Agradecemos el trabajo de muchos periodistas que estáis volcados en el rock y que mantenéis la bandera de nuestro estilo musical favorito en todo lo alto. Afortunadamente sois muchos. El público potencial para el metal en español está allí, pero lo difícil es llegar a ellos.
A los que te conocemos no nos extrañó tu entrada en un grupo de metal. Yo lo vi como muy natural, para nada se me hizo raro. Me gustaría contarte que no pude hacer la entrevista en su día, pero te sacamos hace 20 años en la portada en Batería Total y fue el número más vendido. Aluciné con el cariño y respeto que te tiene la escena española a todos los niveles. ¿Puede que más allá de un músico Álex González sea un símbolo para mucha gente?
Yo no me veo como un símbolo. Lo que sí me gustaría ser es un batería que inspire a chicas y chicos a tocar la batería, a tocar otro instrumento o a formar un grupo. Es importante seguir inspirando a los jóvenes para que sigan saliendo grupos. Seguro que en Barcelona hay ahora cientos de grupos encerrados en locales de ensayo o en un garaje practicando y soñando como una vez yo soñé. Sí que se puede llegar a algo, lo importante es no perder el objetivo de dónde quieres llegar. No importa el género que quieras tocar, de verdad. Lo importante de ser músico es tocar y tener compañeros con quienes compartirlo.
Mi tema favorito de vuestro segundo disco es “Fome”. ¿Crees que es una canción que resume un poco lo que es el sonido del grupo? ¿O hay alguna otra canción que resuma un poco todo lo que es De la Tierra?
Buena pregunta… Nuestros dos primeros discos han sido muy eclécticos puesto que tenemos todos gustos y estilos dispares dentro del rock y del metal con sus subgéneros, fusiones… Lo importante es que De la Tierrano se limita y lo vais a poder escuchar en el próximo disco. Si nos sale una mezcla de thrash con Nu Metal yhardcore… pues bienvenida sea. Incluso puede haber elementos de música latina, pero todo tiene que tener sentido y sonar de la ostia. Tengamos claro que no todas las fusiones funcionan. Y como te decía, todas las canciones de De la Tierra representan algo a pesar de que considero que nosotros mismos estamos también en plena búsqueda de identidad y un sonido propio.
Poco a poco va saliendo. En el primer disco hay canciones como “San asesino” que es groove metal con música brasileña, percusiones; y de repente te puedes ir a algo más melódico como es el caso de “Maldita historia”. También hay temas más densos como la que me comentabas, “Fome”… Lo importante de todo es que cuando tengas la canción terminada puedas emocionarte de lo que has creado. Y sí, el nuevo disco lo veo más atrevido, con muchas más raíces y sonidos latinos pues como te decía, a la vez seguimos buscando nuestra propia identidad. También añado que vamos a producirlo nosotros mismos, no hay sobre la mesa el nombre de ningún productor. Cuando estuvimos en Miami grabando la preproducción de los demos nos quedamos tremendamente satisfechos. Los cuatro entendiéndonos y organizándonos es algo que hemos visto que funciona y es divertido a la vez.
Te empezaron a llamar “Animal” por Fher (cantante de Maná) y supongo que un poco a la referencia de Los Teleñecos. Es curioso que en De la Tierra esté también el cantante de A.N.I.M.A.L. Parece que todo coincide. Tus inicios como baterista tocando cartones y cacerolas me parecen una historia de superación enorme.
(Risas) Antes de Maná yo tenía un grupo que se llamaba Sombrero verde, cuando yo tenía 15 años, pero ya tocábamos profesionalmente. Siempre quería hacer solos de batería puesto que yo crecí con esa generación en la que en todo concierto había un solo de guitarra, de bajo o de batería, así el cantante podía ir a descansar. A mi me encanta el momento del solo y sigue siendo algo muy íntimo, entre yo y el público, en el que me expreso como me da la gana con mi instrumento. Cuando yo terminaba mis solos atacaba la batería con mucha pasión, energía y agresividad y te decían eso de: “¡Es un animal, está destrozando la batería!” Así que Fher me presentaba después del solo como “el animal de la batería: un fuerte aplauso para Álex”. ¡Y así se quedó! Lo bueno de todo es que durante años he ido por la calle o a restaurante y la gente me gritaba “¡Animal!”, y claro, no sabes si te lo dicen de buenas o se están metiendo contigo. A veces me daban ganas de contestar mal (risas).
Nunca ocultaste tus gustos musicales pues todo el mundo sabe que en Maná Álex es el heavy. Háblame un poco de tus influencias. ¿Alex Van Halen, Bonzo Bonham…?
Tengo que decirte que yo crecí con una generación de bateristas que le pegaban muy duro a la batería. Yo empecé a tocar la batería a los cinco años porque vi a Beatles por la televisión. Me acuerdo perfectamente todavía a día de hoy: era un concierto en blanco y negro y juraría que de 1965. Me acuerdo bien de sus trajes con corbata negra. Me impactó muchísimo ver con qué fuerza Ringo le pegaba a la batería. Recuerda que en esos tiempos no había sistema de audio ni P.A.’s en directo y había que darle fuerte a la batería para hacer que se oyera. Yo siempre digo que Ringo Starr fue el primer baterista punk que existió. Supusieron, para mí, un gran impacto. Más posteriormente descubrí a Kiss por una amiga de primero de primaria. Un día fuimos a su casa, tenía un hermano mayor con su habitación tapizada de posters del grupo. Mi primer disco de Kiss fue Kiss Alive y allí había un solo de batería impresionante en “Thousand Years”.
Para mi Kiss no eran humanos, eran pura fantasía. Ese disco es increíble con esas bombas de pirotecnia explotado, y a pesar de no haber sido grabado enteramente en directo, tú te lo imaginabas entonces como si todo aquello fuera en vivo. Después de Kiss me fui empapando de música y descubrí a Led Zeppelin, y claro, me hice megafan de John Bonham. Él es otra gran influencia para mi. Luego descubrí a los The Who con Keith Moon. En él vi al primer batería que sobresalía más que el cantante. Y aparte de tocar de una forma increíble sabía entretener a la gente de verdad. Incluso si en algún momento metía la pata salía airoso luego y era tremendamente energético con el público. Él me impactó mucho. A partir de entonces me metí en la New Wave, pero antes descubro a Van Halen. Investigué mucho sobre Alex Van Halen, que es otra gran influencia para mi, especialmente en la onda más heavy. Una cosa que me encantó de él es que pintaba y modificaba sus baterías con adornos. Yo tuve claro que, si algún día llegaba a ser famoso, también lo haría.
De la New Wave me quedo con The Police y Stewart Copeland. Su influencia en mi es absoluta. Creo que es algo que se nota mucho en las canciones de Maná. Citaría también a Neil Peart de Rush, una banda que también me impactó mucho. Es más, acabo de hacer un homenaje a Neil Peart para la revista Modern Drummer con otros grandes bateristas. Un honor haber participado. Tengo que citar también a Terry Bozzio que tocaba en Missing Persons pero él venía de Frank Zappa, a Phil Collins con Genesis… Como solista también me parece increíble su trabajo. Esos son mis inicios…
Una muy buena colección de nombres… y algunos ya les echamos mucho de menos.
Sí, es más, hoy me he puesto muy contento pues Collins ha anunciado que ya están en Londres con Genesis preparando ensayos. Dios quiera que la pandemia remita para el año que viene y puedan volver los conciertos al aire libre.
De todas formas, es Genesis sin Peter Gabriel ni Steve Hackett, ¿no?
Sí, siguen siendo Genesis, pero de verdad que sería increíble que se juntaran todos. Aunque no lo creo.
Hay una banda que a pesar de no estar entre mis favoritas me gusta mucho, y, de hecho, versionais habitualmente mi tema favorito de ellos: “Señor Matanza”. No he escuchado vuestra versión en directo, pero tiene que ser alucinante escuchar a Mano Negra versionados por De la Tierra.
Hay en Youtube un par de videos en los que puedes ver nuestra versión de “Señor Matanza”. Los cuatro somos fans de Mano Negra y aquí en México esta banda tuvo un gran impacto. Son una agrupación que influenció y marcó mucho para que a partir de entonces muchos grupos empezaran a hacer música similar a la suya. Esa excelente fusión de Mano Negra y de posteriormente de Manu Chao como solista pegó muy fuerte en Latinoamérica. Cuando sacamos el primer disco de De la Tierra no teníamos tanto material para tocar en directo. Tocábamos el disco entero y nos faltaban dos canciones más, así que optamos por hacer una buena versión del “Señor Matanza”. Se respeta la base de la canción, yo mismo sampleé la caja de ritmos con la que empieza la canción. Creo que hay un video en Santiago de Chile que nos quedó alucinante. Entramos a hardcore en el momento del coro y la gente se vuelve loca haciendo mosh. Esa la cantaba Flavio. En Latinoamérica todo el mundo conoce “Señor Matanza” pues esa canción fue un hit grandísimo.
Sé que abristeis para Metallica en 2014. ¿Cómo fue esa experiencia?
Eso fue una locura y fue una de las cosas más especiales en la carrera de De la Tierra, y fue justo en nuestro debut. Una coincidencia. Salió el disco justo a tiempo y el promotor que estaba llevando a Metallica por Suramérica escuchó nuestro álbum y nos dijo que teníamos que abrir cuatro shows de Metallica en Suramérica. No lo podíamos creer. Pasamos muchos nervios el primer día, pero también sucedió algo muy bonito. Estábamos en Bogotá, en el parque Simón Bolívar y era el primer concierto con ellos. Habíamos pedido hacer un cartel enorme con nuestro logo en blanco con fondo negro y letras gigantescas. Estábamos en el camerino después de la prueba de sonido con la crew de Metallica (excelentes personas).
No conocimos al grupo hasta que tocamos en Ecuador. El caso es que estábamos en Bogotá entre bastidores y quedaban 10 minutos para empezar. Sonaba la música de fondo y de repente oímos un griterío brutal con la gente volviéndose loca. Algo pasaba en el escenario y supusimos que se abría asomado Lars Ulrich o Hetfield y la gente lo había agradecido. Nos vino uno de nuestros técnicos de guitarra y nos dijo lo que había pasado: “¡Chicos, bajamos el telón de De la Tierra y no os podéis imaginar cómo ha reaccionado la gente!”. Había muchísimas expectativas allí. Yo creo que eran para ver si De la Tierra era una realidad o una broma (risas).
Tuvimos muy buen rollo con Metallica, y, de hecho, Andreas Kisser ya había tocado con ellos, pero para mi era una experiencia nueva. Se portaron genial con nosotros hasta el punto de que nos preguntaron el por qué no hacíamos la gira entera con ellos. Hubiera estado genial pues había una hermandad total entre bandas y técnicos. Muchos consideramos que son los Rolling Stones del metal: siempre llenan y sus conciertos son alucinantes.