Puede que en un tiempo atrás sintiera cierto nerviosismo cuando las preguntas de una entrevista se diluyeran en el tiempo, pero esta pandemia creo que ha valido para que muchos aspectos de nuestras vidas, las relativicemos. Pero toda esa extensa espera y nerviosismo se diluye cuando ves que todo el esfuerzo y la pasión invertida en esta charla se transforma a modo de resultado en esta interesante charla/entrevista con un viejo amigo como es Alexander von Meilenwald. The Thule Grimoires (2020) es la enésima demostración de The Ruins of Beverast en términos de excelencia musical, trascendental y vanguardista. Un músico cuya excelsa visión artística está fuera de toda duda y con quien es siempre un placer departir una vez franqueada esa barrera/límite entre músico y periodista.
’Español’
¡Hola, Alexander! Aquí Jonathan, desde España. Antes de comenzar la entrevista propiamente dicha, me gustaría agradecerte tu tiempo y dedicación, ya que me alegra especialmente estar conduciendo esta entrevista, y volver a charlar contigo algo más de 10 años después. Se que no podemos escaparnos de la candente actualidad, pero ¿qué tal te encuentras tú y tu familia? A nivel emocional, ¿qué tal ha transcurrido tu particular confinamiento?
¡Saludos! Me alegro de que nuestros caminos se crucen de nuevo (NDR – ¡El placer es mío!). Bueno, terminamos el último disco de The Ruins of Beverast justo antes de que Alemania entrase en cuarentena. Así, que como tuvimos que posponer la presentación en directo de las nuevas canciones, decidí invertir mi tiempo libre trabajando en nueva música: componiendo material más electrónico, para otro proyecto algo más acústico, colaborando con otros artistas, haciendo jams en el local de ensayo y esas cosas. Pero como mi trabajo no se vio afectado por la pandemia, seguí estando bastante ocupado.
El pasado fin de semana (NDR – el 6 de marzo) estuviste inmerso en The Nest (Wolvennest), dentro del programa del Roadburn Redox 2021 junto a otros fantásticos artistas. El show, en su totalidad fue sencillamente increíble y una experiencia única. ¿Cuáles fueron tus sensaciones al ser parte de tal magno elenco de artistas?
La verdad es que me sorprendió cuando Wolvennest me contactaron. Vale que sí, he trabajado con ellos anteriormente, pero no esperaba que el Roadburn fuera a celebrarse y tardé en darme cuenta de que había una alternativa online. No soy muy entusiasta de los conciertos en streaming y no lo haría con The Ruins of Beverast pero, tío, fue un alivio ver a amigos de nuevo y volver a subirnos a un escenario. Casi fue como volver a nacer, así que tendremos que adaptarnos a ello. Sí que fue un poco raro cantar en una sala a oscuras sin público, pero cuando todo acabó me sentí en paz. Pasamos un buen fin de semana y tuvimos algo de lo que hablar después de todo este tiempo. El concierto fue algo muy intenso incluso con estas circunstancias: pasaban muchas cosas en el escenario, había mucha gente encima de él y creo que de veras fue algo distinto.
Hace apenas un par de meses que ya fue editado The Thule Grimoires. ¿Qué sensaciones has tenido o experimentado tras su lanzamiento? ¿Catarsis? ¿Excitación? ¿Satisfacción?
Antes de acabar un disco siempre espero sentir algún tipo de catarsis una vez lo haya finalizado. Pero nunca ocurre. Supongo que mi motivación nunca decae, en cuanto acabo de grabar un disco -haya pandemia o no- empiezo a preparar la presentación del disco en directo y busco de manera casi desesperada nuevos proyectos. No hay manera de que me relaje después de acabar un lanzamiento, no sé a qué se debe y a veces sufro por ello, pero no puedo evitarlo.
Cada vez que me enfrento a una obra nueva tuya, siempre trato de resetear mi mente y dejarme seducir únicamente por la música. Procuro no dejarme influenciar por el exterior o por tu legado musical previo. Nuevamente me he vuelto a quedar fascinado. Me encantan todos y cada uno de los elementos, texturas y capas del disco. Puede que sea una exageración por mi parte, pero hasta diría que en ciertos fraseos de The Thule Grimoires recreas a la perfección la atmósfera de las bandas oscuras/góticas de los 80. ¿Cómo has desarrollado todas estas ideas vertidas en este LP? ¿Te supone un reto personal elevar tus prestaciones para no caer en la repetición?
Muchas gracias por tus palabras. Todo sucedió de manera muy natural, expandí mi material técnico y estuve cacharreando muchas horas con él. Un montón de riffs, bloques compositivos y motivos sucedieron a causa de ello y casi de manera automática se transformaron en temas completos. Y, por primera vez, estaba escribiendo letras antes de que la música estuviera terminada del todo. Esa oscuridad tan ochentera que mencionas se debe probablemente a las capas de guitarras con efecto de chorus y algunas melodías vocales, pero realmente florecieron en el estudio cuando Michael Zech (productor y guitarrista de directo) tuvo la idea de cambiar el sonido de las voces limpias. Ahora suenan muy a los grupos de los 80, pero no tengo ningún problema con ello.
Sé de tu elevada autoexigencia, pero he de reconocer que siempre he sentido admiración por tu encaje metafórico de tus letras. ¿A dónde nos conduce The Thule Grimoires?
A la hora de las letras soy menos perfeccionista e irritante que con la música. Solo intento pintar mediante un mensaje abstracto y algo críptico lo que expresa la música. A veces eso da lugar a ciertas licencias gramaticales, pero soy consciente de ello. Las letras de The Thule Grimoires son una fábula de la erradicación del hombre de la Tierra por los espíritus de la Naturaleza. Cuentan la historia del despertar de las áreas salvajes del mundo por la ignorancia del ser humano hacia todo aquello ajeno al microcosmos humano. El mundo externo se está volviendo contra nosotros, poco a poco, pero de manera imparable. La cuestión no es si podemos pararlo. Eso tendría que haber sucedido hace mucho tiempo, no. La pregunta es cuándo toda la especie será consciente de ello. Aunque la verdad es que no sé si es importante a estas alturas, solo estoy bastante seguro de que la siguiente generación llegará a un punto en el que deseará que esa pregunta fuera respondida.
Corrígeme si me equivoco, pero según mis notas, esta es la primera vez que has grabado parte del álbum en dos localizaciones diferentes. ¿Qué tal fue la experiencia saliendo de tu zona de confort por decirlo de alguna manera? ¿Crees que ha funcionado todo como esperabas y qué has tenido el control absoluto de tu música?
No, Exuvia fue grabado en dos estudios y sesiones distintas (NDR – Fe de erratas). The Thule Grimoires fue una única sesión de tres semanas y, ya que Michael es un amigo cercano y gran músico, entiende el enfoque que The Ruins of Beverast debe tener. No hay ningún problema de control, nuestra comunicación es productiva y prolífica, cosa que no ocurriría con un productor externo. Por eso mismo Exuvia fue el primer disco de The Ruins of Beverast producido en un estudio de verdad, ya que fue la primera vez que pude trabajar con él.
Hablando de la producción. ¿Qué grado de incidencia crees que ha tenido Michael Zech (Secrets of the Moon) en The Thule Grimoires? Llevo siguiendo un montón de años su trayectoria y creo que su influencia e impacto está ahí presente en el álbum. ¿Qué nos puedes contar de ello?
Bueno, se convirtió en nuestro guitarrista de directo después de que nos conociéramos en un concierto de Secrets of the Moon en Alemania occidental y que pasáramos toda la noche hablando de lo que significa la música para nosotros. Tiene una manera increíble de asimilar la música y se aprendió nuestro material en un tiempo récord. Cuando me di cuenta de que trabajaba como técnico en un estudio por fin empecé a reconsiderar el rechazo que tenía hacia los estudios de grabación y decidí darle una oportunidad. Michael solo recurre a las reglas del estudio cuando algo beneficia al disco en vez de usarlo como norma. Eso quiere decir que puedo experimentar sin miedos, ya que él no tiene límites e incluso entiende las locuras que suelo hacer como demos, la manera tan extraña que tengo para procesar las voces y otras extravagancias mías, así que me siento muy afortunado de no tener que alterar mi modus operandi en su estudio. Y de vuelta a The Thule Grimoires, él aportó algunos giros a las voces limpias, como ya te he comentado.
Se que es de vital importancia para ti el arte que acompaña a cada una de tus obras. Desde Foulest Semen… veo una acertadísima elección de la tonalidad en lo que a las portadas se refiere. ¿Premeditado? Me gustaría que me hablaras del trabajo desempeñado por jot.s.art (Julia Schneider) y cómo ha plasmado el enfoque lírico detrás de The Thule Grimoires, pues francamente ha superado su aportación de Exuvia.
El diseño es una de las cosas de The Ruins of Beverast que no puedo crear por mí mismo (aunque lo intenté en Rain Upon the Impure), así que lo que intento es agrupar mis ideas de la manera más explícita posible y que se encargue otra gente de ello. Como seguramente te imaginarás, no siempre estoy satisfecho de que sea así, pero ya que Julia y yo vivimos juntos, ha sido más fácil esta vez. Por lo general, el apartado visual de un disco reúne todos los elementos de un trabajo, tanto a nivel de contenido como de, digamos, estado de ánimo. Y, ya que The Thule Grimoires muestra una glorificación de la naturaleza y, digamos, una escatología en la cual resulta vencedora de la humanidad, eso es lo que muestra: los intentos inútiles del ser humano por clasificar la naturaleza en cuatro elementos (de ahí los cuatro pilares del templo), un ángel vengador que representa a la naturaleza y los páramos que lo derrotan que narra el álbum.
No soy muy amigo de las etiquetas en lo que a arte se refiere, aunque muchas veces son necesarias. A día de hoy, en pleno año 2021, ¿te molesta o incomoda que se etiquete a The Ruins of Beverast como una banda de black metal? Como decía, soy de la partida de que la música, trasciende mucho más allá de estériles etiquetas o corrientes estilísticas.
La verdad es que no me importa. En nuestros tiempos el black metal es meramente una categoría musical y no creo que sea la más apropiada para The Ruins of Beverast, ya que no sigo los marcos de ningún estilo a la hora de componer. ¿Acaso hay algo más aburrido que seguir las directrices de un estilo? Pese a ello, yo provengo de un tiempo en el que el black metal solo tenía un valor musical bastante rudimentario: recuerdo la energía y los sentimientos que nos aportaba a todos y el impacto que tuvo esa música y su apariencia en nosotros. Me proporcionaba visiones y me encontraba en vastos pasajes surrealistas y, por supuesto, creo que eso sigue presente en The Ruins of Beverast. No sé qué pretende la gente cuando nos etiqueta como black metal, igual es algo estrictamente a nivel musical o quizá vaya más allá de eso. Pero no las uso para mí mismo ni creo que las necesite.
Soy muy amigo de las grabaciones «cortas» (EP’s, demos, compartidos, etc), ¿qué grado de importancia das a este tipo de ediciones y qué función normalmente desempeñan en la discografía de The Ruins of Beverast?
Son sin duda igual de importantes que los discos completos, ya que de no ser así no existirían. Como no mido los trabajos de The Ruins of Beverast en términos de «éxito» o «copias vendidas», su importancia solo puede ser personal, y todos y cada uno de los lanzamientos de The Ruins of Beverast tienen una importancia personal, ya que son un espejo de mi yo en ese tiempo y muestran lo que me impactaba a mí en ese momento. Todos tienen sentido por sí mismos. Una canción como “Silhouettes of Death’s Grace”, es intensa, pero no tendría sentido en un disco completo de The Ruins of Beverast a día de hoy, por eso mismo encontró su lugar en un split en vinilo de 10″. Pese a ello, hay una barrera natural que previene que yo realice splits más a menudo y es mi falta de confianza en la comunicación. Hay un montón de acuerdos y compromisos que se deben llevar a cabo durante el curso de un split y no puedo explicarte lo malo que soy con ellos. Lo que se me da bien es escribir música y dárselo todo a Ván Records cuando esté terminado. En cuanto hay una tercera parte involucrada me estreso y todo el mundo sufre por ello.
Toda una vida ligada a Ván Records. ¿Se entiende a Ván Records como una extensión de The Ruins of Beverast y viceversa?
Prácticamente, sí. Incluso formé parte del nacimiento del sello, aunque lo abandoné pronto. Pero Sven es mi más antiguo y cercano amigo y tenemos un vínculo muy fuerte y personal, además de una perfecta comunicación y, lo más importante, una visión común de los aspectos públicos de The Ruins of Beverast.
Hablando de Ván Records, me gustaría que hablásemos de la nostalgia. En perspectiva, ¿qué recuerdos te vienen a la cabeza de la etapa de Unlock the Shrine y de tu participación en los tiempos pretéritos de Ván Records? Creo que ese dato/detalle, no será muy conocido entre quienes lean esta entrevista.
La historia del sello comenzó cuando terminé Unlock the Shrine, a finales de 2003 o principios de 2004, supongo, no recuerdo con claridad ahora mismo. Lo grabé como una demo y le di algunos CD-R’s a amigos, pero la verdad es que no tenía contemplado editarla oficialmente hasta que Sven me llamó y me preguntó si estaba loco. Obviamente, le gustaban las canciones, así que fue así como empezamos a hablar más sobre cómo editarlo. En aquella época no creo que hubiera ningún sello apropiado, aunque es más probable que no buscara demasiado a fondo. Así que accedimos a sacarlo juntos y creamos Ván Records. Ayudé a Sven durante…no sé… ¿el primer año, quizás? Seguro que él lo sabe mejor. Al principio Ván Records era distribuidora y sello a la vez y a mí no se me da bien nada relacionado con el negocio, además de que combinado con mi trabajo era imposible, habría tenido que dejar de componer música. Al final accedimos a que Sven se quedara con el sello y yo siguiera componiendo, parece que fue un buen plan.
A continuación, me gustaría que expresaras con muy pocas palabras o con un único adjetivo, tus siguientes obras:
- Unlock the Shrine: intenso y aislado
- Rain Upon the Impure: infinito y surrealista
- Foulest Semen of a Sheltered Elite: casi colorido
- Blood Vaults: monstruoso y melancólico
- Exuvia: quemado y renacido
- The Thule Grimoires: salvaje y resplandeciente
¿Te has sentido atraído alguna vez en crear un proyecto paralelo explorando otro tipo de sonoridades o para dar rienda suelta a ideas que pudieran no tener cabida en The Ruins of Beverast?
Tuve un montón de ellos y sigo haciendo alguno de vez en cuando, pero nunca edito esa música. Ya sabes, estoy todo el tiempo creando música, igual que otra gente juega a videojuegos u otras cosas, y no todo va a ser The Ruins of Beverast. Pero nunca sentí la necesidad de hacerlo oficial, es solo una manera de tener mi espíritu en equilibrio.
Ya que hasta la fecha no habrá shows ni giras para presentar este álbum, ¿cómo de cómodo te sientes llevando la música de The Ruins of Beverast encima de un escenario? ¿Es Alexander un músico que se siente más cómodo en el estudio de grabación y proceso de composición de las propias canciones?
Mi gran pasión es el proceso creativo: escribir canciones, hacer experimentos sónicos, desarrollar paisajes musicales de pequeñas ideas y ver cómo crece mi visión. Es posible que por esto mismo me llevó tanto tiempo llevar esta música a directo. Pero, en perspectiva, es la mejor decisión que pude haber tomado referente a mi carrera musical: no solo por la experiencia de tocar la música en directo en sí, que ya es increíble de por sí, pero nos hemos llevado recuerdos para toda la vida como tocar en mitad de una tormenta brutal en las llanuras de la región occidental de Estados Unidos. No quisiera perderme nada así de ninguna manera. Así mismo, hay también un aspecto creativo en ello: he salido de mi cueva oscura y solitaria y conocido a grandes e inspiradores músicos, en especial mis compañeros de banda, y gente en conciertos y festivales con la que intercambiar sensaciones. Me vi obligado a expandir mi idea sobre la creatividad e inspiración en numerosas ocasiones debido a ello y sin duda alguna eso ha enriquecido mi visión más que nada más y estoy inmensamente agradecido por ello.
Tras The Thule Grimoires, ¿cuál será el próximo capítulo de The Ruins of Beverast? ¿Has comenzado a esbozar ideas de una próxima grabación?
No he compuesto un solo riff desde que grabé The Thule Grimoires. Odio que los discos se vean como algo desfasado una vez han sido editados. Esta pandemia ha retrasado todo y nos ha frenado, por lo que, en lo que a mí se refiere, el ciclo de The Thule Grimoires ha sido expandido. Seguimos trabajando en llevar el material a directo, estoy respondiendo entrevistas y todo es sobre The Thule Grimoires y de hecho prefiero que así sea, en vez de pensar que estamos trabajando con material «viejo» porque tengo un disco nuevo en mi mente. Todo llegará y compondré un disco nuevo, pero ahora no es el momento.
Esto ha sido todo, una vez más, muchas gracias por tu tiempo y por la creación de tu arte. Mis mayores deseos de éxito para ti y Ván Records.
Muchas gracias por tu apoyo y amables palabras, ¡seguid así!
’English’
Hello, Alexander! This is Jonathan from Spain. Before the interview starts I would like to thank you for your time. It’s great to talk to you again ten years after (Pitchline’Zine era – RIP) the last time I interviewed you. How are you and your family doing these days? What have you been up to during the lockdown?
Greetings, glad to meet again. Well, we finished the work with the latest Ruins of Beverast album just before Germany was locked down. So, as we were forced to postpone the live presentation of the new songs, I started to occupy with new music, some electronic stuff, some acoustic, some contributions to other bands’ work, lots of jamming at the rehearsal place. But as my daily job wasn’t affected by the pandemic, I had to work anyway.
Last weekend you been involved in The Nest at Roadburn Redox 2021 along with other great musicians. The whole show was completely amazing and unique experience. How you feel to be part of that great cast of artists?
It came as a bit of a surprise when Wolvennest contacted me. I mean we’d been working together for quite some time of course, but I didn’t expect Roadburn to happen, and as always, I was very late in realizing they had set up an online alternative. I’m not keen on streaming shows and wouldn’t do it with The Ruins, but yeah, man, it was just a relief to meet friends again, and enter a stage. It almost felt like a rebirth, I guess we all just had to attune to this again. And it was a strange feeling singing into an empty darkness without audience, but after all it just felt as a relief. We had a good weekend, and we surely had something to talk about after all this time. The show was very intense under this circumstances, a lot was happening on stage, many people, it was surely something different.
It’s been two months since the release of The Thule Grimoires. What sort of feelings have you experienced after its release? Catharsis? Excitement? Satisfaction?
Before finishing an album, I am always hoping that a kind of catharsis will follow afterwards, indeed. But it never happens. I have become a really driven person I guess, whose musical mission never seems to end. As soon as the recordings were finished –a pandemic prevailing or not– I started planning the live presentation of the songs, and almost desperately searched for new projects. It has become extensively impossible for me to just relax after a finished work. I really don’t know why that is and sometimes it makes me sick, but I can’t help it apparently.
Every time I listen to one of your releases for the first time, I try to reboot my mind and focus on the music itself, trying my best not to be influenced by external issues or your musical legacy. Once again, I’m in awe with this new album. I love every single element, texture and layer of the new record. It might sound a bit excessive, but I feel certain parts of The Thule Grimoires recreate the very particular atmosphere certain dark/goth bands from the 80’s had. How did you develop your ideas on that material? Do you enjoy challenging yourself to come up with new sounds and avoid repetition of previous themes?
Well, thanks for your kind words indeed. It happened quite naturally this time, as I expanded my technical equipment and lost myself in endless experimentation orgies. Lots of riffs, compositional bricks and motives emerged from that and they almost automatically grew together as songs. I was then composing the lyrics afterwards for the first time, when the music was almost finished. The darkness from the 80’s that you felt in the songs is probably due to some chorus-ish guitar layers and some vocal melodies, but it finally came to blossom in the studio, when our live guitarist and producer Michael Zech had the idea to re-design the sound of the clean vocals. They now breathe some 80s vibes indeed, but I’m very fine with that.
I know how much of a perfectionist you are, but I’ve always admired your lyrics and use of metaphors. What’s the big idea behind The Thule Grimoires?
When it comes to the lyrics, I’m not such an annoying perfectionist as with the instrumentals, I’m just trying to give the lyrics that somehow cryptic and abstract paint that the music dictates. That might lead to some grammatical er… dysfunctions, but I’m accepting this here. The lyrics of The Thule Grimoires are a fable of man’s deletion from earth, executed by the spirits of nature. They tell of an arousal in the wild areas of this world, evoked by man’s ignorance towards everything outside the human microcosm. Our outside world is turning against us, slowly but snowballing, inexorably. The question of our time is not, how to stop it, that would have been the question ages ago. The question left for us is, when the entire species of man will actually apprehend it. I don’t know if it is vital to answer that question anymore, I’m just quite sure that the following generation will come to a point where they would have wished that question to be answered.
Correct me if I’m wrong, but I read that this is the first time you have recorded an album in two different studios. How was that experience for you? Do you feel you still had the full control of your music and are you happy with the overall result?
No, Exuvia was recorded in two different studios and two separate sessions. The Thule Grimoires was a single session of almost three weeks. And as Michael is a close friend and a fellow musician, who understands The Ruins’ approach perfectly, I don’t have a control issue here. Our communication is productive and prolific. Which would of course not be the case with an external producer. That’s why Exuvia was the first The Ruins of Beverast album to be produced in a studio, as it was the first time I could work with him.
Speaking about the production, how important would you consider Secrets of the Moon‘s Michael Zech’s involvement on The Thule Grimoires? I’ve been following his work for a long time and I feel there’s a good part of him on the new record. What can you tell me about him?
Well, he became our live guitarist after we had met at a Secrets of the Moon-show in West Germany and spent the rest of the night talking about the bowels of music. He has a remarkable apprehension of music and learnt the The Ruins of Beverast material within the shortest of time. When I learnt he was actually a studio technician, I was finally willing to reconsider my reluctance towards studio recording and give it a try. Michael refers to common studio rules only as far as they really mean a benefit for the album, and not as far as it is common. That means, you can actually start the weirdest experiments and adventures in the studio, he virtually knows no boundaries, and he even understands my bizarre demo recordings, my weird way to compose vocal samples and other oddities, which means I don’t have to adapt my working to any studio rules. And concerning The Thule Grimoires, he surely brought some refreshments with the clean vocals.
I know for a fact how important artwork is for you and your music. Since the album Foulest Semen… I see that every tonality chosen for each release nails the atmosphere of the music for which it is used. Can you tell me more about the work of jot.s.art (Julia Schneider) and how we can see elements of the lyrics on the cover? I think she has surpassed what she did for Exuvia.
The artworks are the one thing in The Ruins of Beverast‘s universe that I can’t create myself (although I tried it up to “Rain Upon the Impure”). So what I have to do is putting my ideas in the most explicit words possible and leave it to other people. You can possibly read that I don’t always feel comfortable with that, but as Julia and me live together, it’s been easier this time… usually, the artworks compile all elements of the album in one piece, with regards to the mood, but also to the content. And as “The Thule Grimoires” feature a glorification of nature and a kind of eschatology that leaves her as victress over man, that is what the cover displays as well: man’s helpless attempts to grasp his environment by classifying nature in 4 elements (that is the four temple pillars), an avenging angel that represents nature herself, and the wastelands that the album narrates to defeat him.
I don’t like labeling art, even though I understand it can be very useful. However, do you feel comfortable if someone labels The Ruins of Beverast as a black metal band these days? As I said, I think music transcends every sort of categorization.
Honestly, I don’t really care. In our times, “black metal” is merely existent as a strictly musical category, which I think is not really appropriate for The Ruins of Beverast, as I never obey any musical categories when writing music. I mean, is there anything as boring as willingly serving clichés? However, I surely emerged from a time when “black metal” only had a rudimentary connotation of music; times of which I particularly remember the energy and feeling we all had when coming together, and the very specific impact that the music and its appearance had on us. I was given visions and was left in vast surreal landscapes. And this is of course something that is still present and still lives within The Ruins of Beverast. I don’t know what peoples’ motivation is when labelling The Ruins of Beverast as black metal, maybe it’s a modern musical one, maybe beyond that. But I don’t have these categories for myself, and I don’t think I need them.
I have a soft spot for short releases like EP’s, demos, splits and the likes. How important do you think those release are for The Ruins of Beverast and how do you view those among your own discography?
They are without a doubt as important as all the full lengths, otherwise they wouldn’t exist. As I do not measure The Ruins of Beverast releases in terms of “success” or “sales figures”, their importance can only be a personal one, and each and every The Ruins of Beverast release is of personal importance, because they all mean a mirror of my time, and they all tell tales of what had an impact on me during they time they came to being. And all of those releases have their own sense just as they are. A song like “Silhouettes of Death’s Grace” is an intense The Ruins of Beverast song, but it wouldn’t fit on a modern The Ruins of Beverast full length though. Thus, it has found its perfect shape on a split 10”. However, there is one natural barrier that prevents me from doing regular split releases, and that is my unreliability in communication. There are lots of commitments and arrangements to be made during the process of a split release, and I can’t tell you how bad I am when it comes to that. My competence is sitting down and writing music, giving it all to Ván Records when it’s finished. As soon as a third party is involved, I’m all stressed out. And everyone else is annoyed.
You’ve been a part of Ván Records‘ roster since the very first days of the band. Do you consider both entities as a single unit?
At least almost, yes. I was even part of the foundation of the label, although I left soon. But Sven is my oldest and closest friend from the old times, and sure we have a strong bond, close and personal communication and, what is most important, a common vision for the public part of The Ruins of Beverast.
Speaking of Ván Records, I would like to go back in time and ask you about the times of the release of Unlock the Shrine and the very beginnings of the label. What do you remember from that Unlock the Shrine and the early Ván Records (you were involved into Ván Records staff) era? How was your contribution to the label back in those days?
The story of the label starts with the finishing of Unlock The Shrine, late 2003 or early 2004 I guess, can’t remember clearly. It was actually recorded as a demo and burnt on some CD-R’s for my friends, but I really never thought of properly releasing it. Until Sven called and asked if I had lost my mind. He was a fan of the songs, obviously. And that was when we started discussing how to release it. There was no really proper label for music like this in the newborn millennium I think. But maybe I didn’t even search for one, which seems more obvious to me. Anyway, after a while we agreed upon releasing it ourselves, and set up the Ván. I helped Sven out during the first… I don’t even know… it’s been a year maybe, I guess Sven knows better. Ván was rather early split into a distro and a label. But my talents are in no way connected to anything “business” I guess, and in combination with my daily job it was a doomed thing. I would have had to drop the music, so we agreed upon him being the sole leader of the label and me continuing with writing music, which was a good plan it seems.
I would like to ask you to write a few words or even a single adjective which would sum up the following releases of yours:
Difficult, let’s make it two adjectives and I’ll give it a try…
- Unlock the Shrine: intense and isolated
- Rain Upon the Impure: infinite and surreal
- Foulest Semen of a Sheltered Elite: almost colorful
- Blood Vaults: monstrous and gloomy
- Exuvia: burnt and reborn
- The Thule Grimoires: savage and shining
Did you ever feel the urge to start a side project in which you could write music which wouldn’t fit in The Ruins of Beverast’s universe?
I had too much of ‘em and still have, but never released anything. You know, I am constantly occupying with creating music, as other people are probably with video gaming or whatever, and not everything is about The Ruins of Beverast. But I never felt the need to make things official, it’s just a thing to keep my soul balanced.
I know that shows aren’t a possibility right now, but I would like to ask you about your live activity. Do you feel at ease during shows or are you more comfortable in the studio?
My greatest passion is the process of -creating- music: writing songs, doing sound experiments, unfurling musical wastelands out of small ideas, watch my vision grow. Perhaps that has been the reason why it took me so long to consider preparing the whole package for a live situation. However, in hindsight, it was the best decision I did in my musical history, really. Not only because of the live situation itself, although this might be reason enough already. We were granted some live experiences that have become lifetime memories, whereof playing a set in the midst of a roaring thunderstorm in the Western American plains is only one. I would never wanna miss anything of that ever again. However, there is also a creative aspect to it. I’ve stepped out of my dark and lonely cave to meet fellow musicians of greatest shape and inspiration, first and foremost my bandmates of course, and then the bands I worked with, people at shows and festivals to exchange minds with. I was actually forced to extend my view upon creativity and inspiration ever and ever, and I’m without a doubt that it has enriched my vision more than anything else, and I am extensively thankful for that.
Do you have plans about the follow-up to The Thule Grimoires already?
In fact, I didn’t write a single riff since the recordings of The Thule Grimoires. I hate it when albums are actually out of time as soon as they’re published. The pandemic has delayed everything and slowed us down, which meant for me, that The Thule Grimoires phase of The Ruins of Beverast is extended for the time being. We are still preparing the Thule-songs for the live set, I’m still doing interviews for the album, everything is still about The Thule Grimoires, and I prefer it that way, rather than knowing that the songs we’re now rehearsing are actually the old ones already, because a new album is yet finished in my mind. I will start writing new songs soon enough, but the time has not yet come.
That’s all for now. Once again, thank you so much for your time and creations. Best wishes both you and Ván Records.
Well, thank you so much for your support and kind words, keep up the spirit!
Otra de mis pasiones es la prensa escrita musical. Con sus luces y con sus propias sombras. Poseo una dilatada experiencia en medios como el extinto Pitchline’Zine (2005-2016) del que fui redactor-jefe o Subterraneo Zine (2017-2019).