No exagero si afirmo que los madrileños Alcalá Norte son la banda indie del momento, la “banda cañón” del panorama patrio. Tan solo hay que pegarle un ojo a ese meteórico ascenso en tan corto recorrido para afirmar mis palabras, unas palabras que seguro habrán sido apoyadas, o repetidas, durante los últimos meses por la prensa nacional, especializada y no, ya que Alcalá Norte han copado páginas tan dispares como Mondo Sonoro, Muzikalia, El País, o El Mundo. Nosotros, como nunca queremos ser menos, nos pusimos en contacto con su vocalista Álvaro Rivas para que nos contase varias cosas de la banda.
Un fuerte saludo desde Science of Noise. Falta poco para vuestro concierto en la sala Razzmatazz y ya he visto que habéis tenido que cambiaros de la Razz 2 a la sala principal. ¿Qué demonios está pasando con Alcalá Norte? Porque veo que lo mismo os ha pasado en otras ciudades como Vigo, Madrid, o A Coruña.
Esta gira la planificamos en mayo, cuando nuestro disco llevaba en el mercado apenas un mes. Nuestro equipo tuvo que hacer un equilibrio entre el tamaño que teníamos en aquel momento y el tamaño que aspirábamos a tener una vez llegase el otoño. En algunas fechas, logramos cerrar la posibilidad de cambiar de sala si las entradas se vendían rápido. La mudanza a Razzmataz nos hace especial ilusión. Barcelona es ahora la fecha de nuestra gira con más entradas vendidas. Y todavía queda hueco.
Os veíais en este punto cuando no hace ni un año estabais comenzando a grabar vuestro debut?
No. El objetivo era devolver la deuda que habíamos contraído para hacer esto posible, en función de un presupuesto que hemos terminado multiplicando por cuatro. Por suerte, incluso con este nuevo presupuesto, más agresivo, ya estamos libres de deudas. Y nos metemos al bolsillo un sueldo decente dando conciertos. Esa es otra novedad, pues nadie pensaba que Alcalá Norte nos iba a hacer elegir entre la banda y nuestros antiguos trabajos.
En este año solo os falta salir en el reverso de las tapas de los yogures, así que desde aquí intentaré en no caer en la repetición de decenas de preguntas que ya os habrán echo cientos de medios, pero hay temas que son inevitables. Tenéis un nombre de un centro comercial, usáis como imagen el monolito que señala dicho centro comercial… Va, explícame de que va todo esto.
Venimos de Ciudad Lineal, en el este de Madrid. En ese distrito pasamos nuestra adolescencia los tres fundadores de la banda. Nuestro barrio es hijo del proyecto frustrado del urbanista Arturo Soria, quien pretendía rodear la almendra central de Madrid con una calle residencial de cuarenta y pico kilómetros de largo. Solo llegaron a construirse cinco de ellos, y nuestro barrio se encuentra justo al comienzo de la calle. Quisimos llamarnos Ciudad Lineal, pero por desgracia ese nombre estaba pillado por una banda de Barcelona que también hacía postpunk. Así que optamos por escoger Alcalá Norte, que es el nombre del centro comercial que se alza a la salida del metro. Muchos otros comercios en el barrio (hotel, parking, agencia de viajes) se llaman también Alcalá Norte.
Habiendo escogido ese nombre, decidimos apropiarnos también de la torre de vigía que preside su entrada, y que nosotros llamamos monolito.
Hablando del monolito del centro comercial, me encanta el uso que le habéis dado en plan El Planeta de los Simios como diseño gráfico para ilustrar vuestras demos en Bandcamp. ¿Quién se encarga del tema logo y demás parafernalia gráfica?
Antes lo hacía todo Barbosa, nuestro batera. Suyo es el diseño que comentas. Sin embargo, hace más de un año que trabajamos con Quirze y Diego, de Barcelona, que son quienes han diseñado la portada de nuestro álbum y las mercaderías que vendemos en nuestros conciertos. Para Razzmatazz, Barbosa ha diseñado un póster que, según tengo entendido, está siendo pegado por todo Barcelona, y que en origen diseñamos para repartir como flyer en el concierto que dimos en Terrassa el pasado mes de junio.
¿Nunca habéis tenido ningún problema legal tipo copyright con el centro comercial? Podíais montar allí algún sarao del bueno para que el 44 de la calle Alcalá sea lugar de peregrinación de vuestros fans, al estilo paso de cebra de Abbey Road o andén 9 ¾ de Harry Potter, donde cada cierto tiempo un gilipollas se estampa contra la pared porque piensa que lo puede atravesar.
Tenemos muy buen rollo con la gerencia y también con muchos de los propietarios de los locales. Es importante recalcar que Alcalá Norte es un nombre que usan también otros negocios. Nuestra apropiación consiste principalmente en usar el monolito como mascota. Ellos están cómodos con la exposición que les damos, y ya han contado con nosotros para algunas acciones. En el futuro haremos más cosas juntos. Hay que tocar en sus cines.
Me llamó la atención vuestra imagen en uno de, creo, los conciertos que con el tiempo será muy importante para la banda, el de la sala El Sótano a finales de abril. Tú saliste a tocar con una sudadera de Extremoduro y el resto de la banda parecía que venía de tomar unas cañas en algún bar de la plaza del Campillo. Aquí os meto un 2×1: ¿Qué me puedes explicar de ese concierto?, y… la imagen os la sopla un poco, ¿no?
El otro día me explicaron que hay artistas para los que el caché de sus fechas está bien, pero que realmente ganan dinero usando esos conciertos para lucir las marcas que los promocionan. Dejaría a gusto la sudadera de Extremoduro (que me prestó Barbosa) a cambio de unos miles de euros. Ahora mismo suelo escoger mi vestimenta el mismo día del concierto, pues es habitual que un alma buena me traiga como obsequio vestimenta futbolística propia de la localidad donde tocamos. Ayer mismo, en Bilbao, me dieron una camiseta del Barakaldo. Mañana he apalabrado una del Avilés. El verano que viene tendremos muchas fechas en escenarios grandes, y será evidente que nuestros cuerpos, si bien no son los más bonitos de la industria, son también lienzos publicitarios. Supongo que llegará un momento en que alguien nos aconsejará mejor. Al margen de mis homenajes futboleros localistas, yo me limito a vestir una docena de prendas de Stone Island y CP Company que mi padre compraba a su dealer, Angelo, a comienzos de siglo. Veinte años después siguen todas prácticamente intactas. Más allá de la magia del look hooligan, las empresas de Massimo Osti hicieron ropa de muchísima calidad, y celebro que mi padre fuese engañado por Angelo hasta sacarle varios miles de euros.
Hay veces que tu voz, en la lírica más chulesca, me recuerda a Johnny Cifuentes, o sea, que te imaginaba encima del escenario con imagen más mística en plan gafas de sol, de negro… Aprovechando esto, y que un conocido lleva ya un tiempo tocando el saxo con Burning… ¿Qué papel ha tenido Burning, de Ciudad Lineal como vosotros, en la influencia de vuestra música?
Burning es muy importante para nosotros. Barbosa y yo no tuvimos buen rollo desde los quince hasta los veinte años. Fue Juampi, el tercer fundador de la banda, quien terminó uniéndonos. Cuando Barbosa y yo empezamos a congeniar, Burning y Ramoncín nos ayudaron a vertebrar nuestra amistad. Burning son de La Elipa, barrio cercanísimo a nuestras casas, y Barbosa ha pasado allí muchísimas tardes y noches con sus colegas los punkis. No obstante, no hay nada de Johnny en mí, sino de Toño.
Volviendo al tema de la imagen, veo que tenéis a un Paco en la banda, entendiendo por Paco a esos trve metaleros anclados en una época, en una estética, totalmente resignados por los cambios y cero amigos de lo nuevo. Todos en Science of Noise, aunque nos las demos de muy modernos, tenemos a un Paco en nuestro interior. ¿Os da mucho la tabarra Jaime Barbosa con aquello del “death to false metal” y que “las mejores baladas son de Scorpions”? No lo conozco personalmente, pero no sé por qué, me dan ganas de irme a tomar 300 cañas con él cuando lo veo en las fotos promocionales.
Creo que ese no es exactamente el rollo de Barbosa. Sortilège, Ashbury, Hallas… no conozco mucho el rollo, pero eso son algunos de los nombres que he escuchado de su boca esta misma semana. Los Hallas es una banda contemporánea; Barbosa sabe que el heavy metal no ha muerto y por ende no se ancla definitivamente a una época concreta. Para baladas, si a mí me preguntas, la de los Burning a la viuda.
La primera vez que escuché a Alcalá Norte fue el año pasado con el tema “420N”, y la base rítmica y esa ácida letra hizo que a mi cabeza vinieran Parálisis Permanente, Kaka de Luxe, Décima Víctima, Derribos Arias… ¿Esos sonidos de Madrid de finales de los setenta y principios de los ochenta se ven reflejados a la hora de componer vuestros temas?
Sólo Décima Víctima es una influencia, de todas aquellas que mencionas. En nuestros comienzos, nos basábamos en Décima Víctima y en Funeraria Vergara, que son de Castellón. También me gusta Glutamato Yeyé, en cuanto a la pose, aunque nuestra música se le parezca menos. Nosotros somos más de una época algo anterior a la famosa movida, con Burning y Ramoncín.
Un tema, “La sangre del pobre”, me fascina la letra. ¿Qué me explicas sobre ella? Para mí es pura poesía.
Normal. Casi todas las imágenes que pinto ahí están sacadas de la prosa de Léon Bloy, y este hombre escribió muy bien. El panfletillo del que tomo la letra también se llama La sangre del pobre. Bloy es un fundamentalista católico francés, de finales del XIX y por ahí, fervientemente anticapitalista. Ahora está de moda ese tipo de perfil católico e iliberal.
Me parece muy curioso vuestro sello Balaunka. Merina Gris, Mutiko, Nøgen, La Excavadora… una selección muy ecléctica. ¿Cómo ha sido vuestra relación con el sello en este año tan importante para Alcalá Norte?
Son nuestros socios. Nos han prestado la infraestructura necesaria para llevar nuestro mensaje por la península y creyeron en nosotros cuando el disco era poco más que una colección de grabaciones de WhatsApp en el local de ensayo. Son nuestro sello, nuestra editorial, y también nuestra agencia de contratación, a través de Mauka, que es su empresa hermana. Todo esto lo hacen asociados con Jose, nuestro apoderado. Sentimos que nuestra casa está en el norte, pues Balaunka es de Arrasate, Guipúzcoa.
Hazme un poco de spoiler y cuéntame qué es, o qué me voy a encontrar dese el minuto cero en vuestro concierto en Razzmatazz.
Verás al heavy hacer de las suyas. Aunque en el fondo es sofisticado, como maestro de ceremonias Barbosa hace mucho el gañán. Es el contrapunto al hedor a biblioteca que desprenden nuestras letras. Llevaremos luces chulas, una pantalla y algo de atrezzo. Va a ser nuestro concierto más profesional hasta la fecha, precedido por nuestras dos fechas en Joy Eslava en Madrid un mesecito antes.
Por mi parte nada más, si queréis añadir algo más, adelante. Un placer poder haber charlado contigo y… ¡nos vemos en el Razz!
Un fuerte abrazo, amigos.
Pota Blava y fanzinero de los 90. La música siempre ha sido una de mis grandes pasiones, y aunque el Metal es mi principal referencia, no he parado de moverme por diferentes estilos sin encerrarme a nada. Con los años el escribir también se convirtió en otra pasión, así que si junto las dos me sale la receta perfecta para mi droga personal. Estoy aquí para aportar humildemente algo de mi locura musical, y si además me lo puedo pasar bien…pues de puta madre.