Entrevista a Antonio, líder de La voz de la orgía: ‘Ponía esa voz para que nadie del mundo pudiera imitarla. Para ello necesitas vivirlo, pensarlo y hacer un montón de orgías’

La voz de la orgía fue una gamberrada de temática sexual que apareció a principios de los 90 dentro de la escena vallecana. Eran tiempos en que Madrid contaba con un enorme circuito de bares, la Canciller y Guns N’ Roses y Metallica pugnaban por el trono. Mientras tanto Antonio Martínez vivía en el epicentro vallecano y tenía el casoplón de su abuela para él. Un joven músico como él pronto llenó la enorme casa de alcohol, chicas, heavy metal y fiesta sin descanso. Las gamberradas derivaron en una banda y tras varias orgías le conocimos como El kamikaze del sexo, aludiendo a uno de sus temas más conocidos.

Antoniotiene varios proyectos activos, vive de la música y ha hecho televisión, radio y un poco de todo. A medida que Jordi Tàrrega va preguntando el Antonio se va difuminando la persona y va entrando el Kamikaze del sexo en la entrevista, un tipo tan entrañable como exagerado. Quien todavía no haya visto esos atómicos videoclips debería remediarlo ya. No te asustes, es producto de una era que ya pasó. Y sí, el Kamikaze nos explica el por qué de su exagerada e hiriente voz.

Hola Antonio, ante todo decirte que es un placer hablar contigo. En 2011 saqué un libro sobre Shock Rock y estuve tentado de hacer el libro con el Shock Rock hispano. De Bella Bestia llegué a La Voz de la orgía, y tras ver todos tus videos seguí buscando, pero nunca obtuve gran cosa. ¡Hasta día de hoy! ¿Qué fue la voz de la orgía, una locura, una gamberrada, un grupo serio?

La voz de la orgía surgió de canciones que yo solía hacer de cachondeo para mis amigos cuando éramos muy pequeños, y si has oído los discos, eran canciones que hacía yo en casa de mi abuela. Murieron mis abuelos y yo me metí allí siendo muy joven, con sólo 17 años. Allí hacíamos fiesta y cachondeo. A partir de allí empezó todo. Lo hicimos durante muchos años, pero claro, éramos muchos. Ocho chicas, chicos… así que era todo muy complicado. Yo lo montaba, lo desmontaba, pues yo siempre me he dedicado a la música, y claro, no te da tiempo para todo. No he hecho otra cosa. Cuando algo no funcionaba hacía otra cosa. He estado metido en 200000 proyectos.

¿Fue tu primera banda entonces?

Como banda no. Yo creo que primero fue La Honorable Sociedad, un grupo de la movida madrileña. Sacamos varios discos y triunfamos con una canción que se llamaba “Groenlandia”. Llegamos incluso a tocar en Latinoamérica. Sonó mucho en la radio y a día de hoy sigue sonando. De hecho, nos localizaron por los videos de Youtube y nos pagaron para ir a tocar a Perú y Argentina. Allí fuimos más conocidos que en España. Como no existía Internet en esos tiempos, pues no teníamos ni idea. Sería el año 1987 o así. Luego tuve muchos grupos. Lo de La voz de la orgía fue de 1990 a 1993. Hice también otras cosillas, pero no tuvieron mucha repercusión.

¿Por qué lo enfocaste hacia el sexo y por qué el nombre de el Kamikaze del sexo?

Bueno, Kamikaze del sexo es una canción que dice eso de “yo soy el kamikaze del sexo”. Heredé la casa de mi abuela, una casa de 220 metros en Vallecas, con una planta baja de estas gigantes. Decoré cada habitación con muñecas hinchables, fotos y cosas sexuales. Y empecé a hacer allí orgías con mis amigos. 40, 50 personas… Hacíamos bacanales salvajes. A partir de allí empezaron a salir las canciones. Era en Vallecas y aquí sigo. Desgraciadamente me quedé sin esa casa, pero estuve allí 10 años. Era de mis abuelos, hasta que la vendieron a una constructora y me echaron de allí. La mayoría de videoclips de La voz de la orgía están rodados en la casa. Era enorme y no molestabas a nadie. Eran fiestas sin parar, y claro, una cosa llevó a la otra y así salió el grupo. Además, la ropa en Madrid, en el Rastro, era súper-barata. Para que te hagas una idea: unas botas costaban 100 pesetas. Íbamos allí y comprábamos kilos de ropa. Podíamos disfrazarnos de lo que nos diera la gana.

Ok, entonces… La voz de la orgía es la prolongación de la fiesta.

Exactamente. De hecho, cuando yo monté lo de La voz de la orgía no pensé ni en tirarlo adelante, fueron todos mis amigos quienes me animaron a llevarlo al directo. El grupo no existía realmente, era yo con mis canciones para fiestas y cachondeos personales. La gente se fue animando e hicimos nuestro primer concierto. Fue increíble hasta el punto de que tuvimos que hacer otro porque se llenó. Piensa que fue en Vallecas, y claro, allí todo el mundo me conocía. Todo fue muy bien e incluso más adelante vino la televisión, el Canal +. Eran programas de marujas para que yo hablara de sexo… y así me tiré un montón de años.

¿Llegaste a salir en Canal + hablando de sexo?

Sí, muchos programas los tengo grabados, otros los he perdido. En TVE1, Telecinco, con Terelu Campos. Todos los de marujas.

Grabasteis sólo un disco del que tengo una copia de la reedición. Lo compré en Amazon y me costó una pasta. ¿Todavía tienes los originales?

Alguno tengo por ahí, per lo tengo que mirar. Está el primero, Orgías, luego sacamos Niña mutante, tú por detrás y yo por delante y el tercero… Descarga tu carga en la boca de Carla. Con el primero pasó que yo hacía las portadas y salía yo en ella vestido en plan travelo, fotos muy guarras, y claro, eso a la compañía (Subterfuge, que se hizo bastante famosilla luego), por muy independiente que fuera, lo encontraba demasiado escandaloso. Así que al final nos pusieron unos muñequitos. Un poco hubo censura. A mi no me gustó nada. Pero hubo una época que se vendió mucho, unas 10000 copias y prácticamente sin promoción y sin ayuda. Los vendíamos baratos, pero vendimos un montón. Tuvimos problemas en El Corte Inglés y en sitios así, pero me daba igual, porque luego en las tiendas alternativas de Madrid los vendíamos, incluso en los sex shops. De vez en cuando he tenido que mandar alguno a algún amigo.

Teníamos una página web pues en 2007 hicimos la gira de Cómeme el micro tour. Fue muy salvaje ese año, vendimos mucho otra vez y estuvimos de gira por España. Tocamos en Galicia con Miguel Bosé y casi nos matan. No se lo esperaban. Tocaron Miguel Bosé, grupos de allí y luego La voz de la orgía, así que imagínate la que liamos.

Se nota que eres (o eras) fan del material más glam tipo T-Rex, Slade, The Sweet. ¿Esas continúan siendo tus bandas favoritas a día de hoy?

Es lo que más me gusta y añadiría a Alice Cooper. Mamé mucho toda esa movida. Las botas de The Sweet, el espejo de Slade,T-Rex… Y luego ya un poco te abres a otros estilos, hay mucha música, pero mis orígenes son esos. De pequeño escuchaba a los Slade todo el día. Buscábamos botas como las que llevaban todos estos tíos, el pintarse, de hecho, todavía nos encanta. Por eso el tema de Bella Bestia, luego estuve en Exkissitos, luego en otra banda Kiss Sinner Band pero estuvimos poco tiempo. En el primer grupo nos engañó un poco un tal Paco Stanley, que se quedaba con las cosas… En fin, al final cada uno hizo otras cosas por lo que no seguimos con lo de Kiss. Eso de estar dos horas maquillándote es un poco rollo, mucho mejor La voz de la orgía que son 10 minutos. Siempre me ha gustado mucho Kiss y todo lo que tenga que ver con el maquillaje.

Sabes que a pesar de que tus letras son poco explícitas y sí muy cachondas, a día de hoy dudo que fuera posible hacer una banda como La voz la orgía, ¿no?

Hemos sido políticamente incorrectos ahora y siempre. Pero mira, hace años que no hacemos nada y a mi me siguen llamando amigos para que saque canciones sin editar. Casi suplicando. Molaría, pero ando muy liado. Este último año estuve haciendo la obra de Jesucristo Superstar, como músico, y con el coronavirus lo hemos tenido que aplazar. Teníamos contrato hasta junio. También estoy con una orquesta tocando el piano clásico por toda España. También monté un estudio de grabación y estoy produciendo algunos discos. En diciembre saqué un disco mío, el grupo se llama Osiria. Canciones mías, con una chica argentina, y es rock progresivodonde prácticamente lo toco yo todo. Yo estudié desde los ocho años, luego entré en el conservatorio de Madrid. Primero empecé con el violín, luego el piano, la guitarra. ¡De todo! Luego me jodí la voz con La voz de la orgía (risas).

Forzabas mucho, ¿no?

Sí, pero era aposta. Yo hice tres años de clásico y cantando bien era uno más. Yo quería ser cachondo y divertido, que la gente dijera: “¿Qué voz es esa?”. Así era más divertido. Hasta en las entrevistas cambiaba la voz. Hay muchas entrevistas por allí. Y me cargaba a todas las presentadoras pues iba con un látigo. Era o meter mano o darle al látigo y en más de un programa de Telecinco casi nos tuvieron que echar. Y en uno muy gracioso nos tuvieron que atar para no morder a la presentadora. Eran casi todo programas de sexo pues de música no ha habido casi nada. Así que a mi me llamaban muchas veces para programas chorras. El sexo siempre vende mucho. Teníamos un manager llamado Pascual Sánchez, era de Valencia y tenía acceso a todos los programas. Él tiene muchas cintas con todo grabado, piensa que hicimos más de 40 programas. En los conciertos sacábamos al amigo Carmelo casi desnudo, en taparrabos, en una jaula. En mitad del concierto rompía la jaula y salía a por el público

Samson hacían eso mismo con el batería.

Ah, genial, conozco al grupo pero eso no lo sabía. Después de la gira de 2007 me fui a Estados Unidos y viví en Los Ángeles. Tenía una novia americana que también cantaba y me fui para allá. Y al volver ya empecé con otras cosas. Me prohibió hacer lo de La voz de la orgía ya que allí los yanquis tienes una moralidad rarísima. Allí estuve haciendo el musical del Rocky Horror Picture Show, pero tampoco trabajé mucho. Fue más que nada vivir la vida loca. Hice de músico. AL tocar 10 instrumentos pues siempre me cogen de algo. Hice una vez de Judas en Jesucristo Superstar, este año me llamaron para hacer de guitarrista.

También tengo otro grupo desde hace 20 años llamado Special Force en el que canto canciones mías. Es un rollo Alice Cooper en inglés. La gente cuando escucha las canciones cree que son del propio Alice, pero no, son mías y originales. Pero es con La voz de la orgía con quien mejor me lo he pasado. Las historias que pasaban después de los conciertos no pasaban con otras bandas. Llevábamos muchas chicas y nos enrollábamos con todas. En un concierto que hicimos llevábamos al bajista de Sugarless. Se volvió loco con una cantante, me la enrollo yo, luego con él, y luego llegó el teclista, y con la misma, en el mismo concierto. Y le pilló la novia allí dándole. Lo quería matar y luego todos en el teatro descojonándonos. Pero ahora con el estudio profesional me dedico a hacer playbacks para mucha gente, especialmente de estos de Operación triunfo que me piden mierdas. Los de Jesucristo Superstarlos hice yo para que los cantaran. Sobre todo, me piden bases. Pero me encantaría volver a retomar lo de La voz de la orgíaa pesar de que es muy difícil por la cantidad de gente que tienes que llevar en directo. Y luego los sueldos, que cada vez pagan peor. Una banda de 14 personas en directo… es muy complicado.

¿Entiendes que haya mucha gente que cuando ve estos videos flipe en colores y no entienda nada, no?

Sí sí, alucinan. Y por la calle me siguen reconociendo. ¡Mira por allí va el Kamikaze del sexo! En Ibiza también me ha pasado. Luego no sé si sabes que tuve un programa de televisión durante un año en Telekas (Vallecas) Allí hacíamos super-salvajadas y hacía mucha publicidad del grupo. Lo veía mucha gente y allí cogimos mucha fama. Solo se veía en Madrid. Lo tengo todo, pero no está digitalizado. Sacábamos a chicas semidesnudas que nos azotaban, nos vestíamos de romanos… La gente llamaba para quejarse y ponernos verdes. Hacíamos todo lo que te puedas imaginar. Para ellos eso era inmoral.

¿Cuándo hacíais videoclips había algún guion o salía lo que salía?

No, no había guion, solo teníamos el sitio donde grabábamos, era puro cachondeo. Si pasaba un niño o un abuelo por allí se integraba en el video. Hubo uno en el que hubo mucha polémica, en las Ventas, en Madrid, en un parque de niños. Grabamos “Cuerpos liberados” del primer disco y había 50 niños jugando. Cantábamos “orgías, orgías” y los niños vinieron a cantar también. Ahora sería más difícil puesto que me hubieran acusado de lo que sea. En esos tiempos todo el mundo entraba al trapo y era divertido. Ahora te pueden acusar de machismo, pero era todo cachondeo para que disfrutase el hombre y la mujer. No nos posicionábamos en nada. Y claro, yo me ponía en la calle en taparrabos y descalzo, y si había niños… pues salían los niños (risas), lo que hubiese. Era todo natural, como la vida misma, nada preparado. Y grabábamos la misma canción en 40 sitios diferentes. Estábamos todo el día grabando cosas. Y la gente de Madrid se volvía loca con nuestros vídeos.

No había el concepto del videoclip más de ahora, mucho más pensado y estudiado. Era el cachondeo del momento y el tirar pa’lante. En uno de los videoclips apareció una pareja que se acababan de casar y terminaron saliendo en el vídeo. Les hizo gracia y se pusieron a bailar con nosotros. No les conocíamos de nada. Si que en los conciertos sacábamos alguna chica del público, la desnudaba y yo le hacía un poco de todo. La gente pensaba siempre que eso estaba preparado, pero que va. Yo sabía que los que estaban en las primeras filas son los más animados y siempre sacábamos a alguien. En las entrevistas avisábamos a la gente de las primeras filas que si se ponían allí les podía pasar de todo. En la canción “Chupa y lame” del segundo disco tirábamos crema al público, con esta solíamos acabar. Los poníamos a todos finos de leche. En el tema “Soy el mejor” salía yo vestido de diablo con un pollón gigante… y lo mismo. Salía el chorro a tres metros de altura. No era todo improvisado, pero cada canción tenía su número o su baile. En “Por detrás me gusta más” echaba espuma por la boca fingiendo un ataque epiléptico.

El momento en el que cantáis en el video “Orgías” con niños de un parque es realmente atómico. Os caería cárcel y sedición mínimo. ¿Sigues viendo a toda esa tropa de colegas que aparecen en los vídeos? ¿La Pelu, Marta la ligera, El Carmelo?

Con Carmelo sí, los otros no mucho. Carmen sí, y los de Vallecas, pero el resto no sé qué habrá sido de ellos. A Marta la Ligera me encantaría verla (risas). Era de la primera época, luego empezaron a salir otras chicas, y al ser una época sin móviles pues era más difícil mantener el contacto. Espero que algún día me localicen y me llamen.

Me dijeron que estabas en la banda tributo a Kiss Exkissitos. Supongo que hacías de Gene Simmons. La pregunta es obvia: ¿Se liga más siendo Gene Simmons o siendo El Kamikaze del sexo?

Buena pregunta, yo creo que más como Kamikaze del sexo, porque es más exclusivo y es música tuya. Gene Simmons lo puede hacer uno u otro, pero de La voz de la orgía solo hay uno. Por eso hice esa voz, para que nadie del mundo pudiera imitarla. Necesitas vivirlo, pensarlo y hacer un montón de orgías. Desde los 17 años para meterte en el papel ese. O lo tienes o no lo tienes (risas). De todo lo que hecho es casi todo imitable, pero imitar al Kamikaze del sexo es imposible. No se puede imitar esa voz ni la manera de actuar… En cambio, Gene Simmons se puede imitar.

Me parece que eres todo un melómano en cuanto a música. ¿Es así?

Yo es que soy maniático de la música tengo 150 discos y 200000 singles. Yo me iba a Inglaterra o Estados Unidos y compraba grupos que no conoce nadie, grupos raros. Bandas menos conocidas como Lucifer’s Friend, especialmente de los 70. Los Angel… yo en mi casa tengo estanterías y estanterías de discos. Siempre me he dedicado a grupos raros, no escucho lo que escucha todo el mundo, aunque también lo tengo.

Gracias, Antonio. Entrevistarte era una espina que tenía clavada desde hace lustros. Suerte con todo.

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1372 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.