Gran oportunidad la de poder conversar con alguien tan especial como Arjen Lucassen, un obrero del negocio, un compositor privilegiado y un genio con sus filias y sus fobias. Ha podido trabajar con algunos de los más grandes nombres de la escena rock en general, pero ha tenido que luchar muchísimo para conseguir tener el estatus del que disfruta ahora con las óperas rock de Ayreon y Star One.
Los años salvajes de la década de los 80 pillaron a Lucassen al mando de Vengeance, pero terminó aborreciendo el estilo de vida de estrella del rock y un poco padeció aversión hacia lo que son las giras, es por eso que él nunca vendrá a tocar por tu ciudad. Prefiere dedicar todos sus esfuerzos al trabajo en el estudio y si le quieres ver sobre un escenario, en contadas ocasiones y en los Países Bajos.
Es una entrevista retrospectiva en la que analizamos (casi) todos los pasos en su trayectoria, y Arjen no se corta a hablar de sus momentos más bajos y duros en los 90. Afortunadamente consiguió sobrevivir a los envites del negocio, pero más de un título de disco te demuestra que en esos días aquello era un último cartucho y que se la jugaba a todo o nada. Un placer…
Hola, Sr. Arjen Lucassen, saludos desde Barcelona. Bueno, antes que nada, gracias por tu tiempo y felicidades por Revel in Time (2022). Lo puntué la semana pasada y le puse un 9.
¡Oh! Eso es perfecto.
Creo que es un álbum muy, muy bueno con interpretaciones increíbles y grandes canciones. ¿Es este disco algo especial para ti?
Ahora mismo te diría que sí, pero te lo digo por el hecho de que resultó todo muy fácil. Salió todo de una forma muy natural. Yo sólo enchufé la guitarra y las ideas fueron viniendo. Todo cantante y guitarrista que invité, incluso mis mayores héroes, aceptaron todos la invitación, así que sí: muchos de mis sueños se hicieron realidad en este disco. No lo esperaba para nada, para mí era otro disco más de Star One. Y mis obras son siempre una reacción respecto al anterior trabajo que haya editado, en este caso de Ayreon. Así que me dije: “Vamos a hacer un poco de ruido ahora”. Quería un disco que fuese muy directo. Y por alguna razón que se me escapa salió realmente bien y a la gente le encanta, todas las opiniones han sido muy positivas. Y es que es algo que no se puede predecir. A veces saco un disco y pienso que a todo el mundo le va a encantar y… luego a nadie le gusta (risas). Esto es muy difícil de predecir…
¿Por qué te decidiste hacer un nuevo álbum para Star One después de 12 años?
Como te decía, cada disco que hago es una reacción al inmediatamente anterior, y ese fue uno de Ayreon llamado Transitus. Fue un disco un poco diferente a lo que vengo haciendo ya que no era un disco de metal, ni de prog y… creo que la gente no lo llegó a entender del todo. Por primera vez en la historia de Ayreonhabía críticas digamos… no negativas, pero que se acercarían un poco a esa connotación. Los comentarios finales de las reviews nunca llegaban a dejarme bien, y era una larga lista de críticos con los que sucedía lo mismo. Así que me sentía como si tuviese que probar algo, así que me dije: “Pues vale, vamos a hacer un disco de rock directo”. Así que conecté la guitarra y busqué algo mucho más rockero.
¿Podríamos decir que esta increíble lista de músicos se debe a que estamos viviendo tiempos difíciles por el Coronavirus y la mayoría de las bandas no están tocando en directo?
¡Correcto! Ha sido así porque lo habitual es que yo pregunte a unas 30 personas, a 30 músicos, y de los 30, 20 suelen poder y aceptar y otros 10 declinan o les es imposible. Normalmente están muy ocupados o están grabando o de gira. Pero esta vez todo el mundo estaba en casa y todos me han dicho que sí. Hemos hecho un pleno, así que fuimos a por ello.
Es hora de hablar de canciones… hay dos que me encantan y creo que podrían ser singles y futuros clásicos. El primero es el tema de apertura “Fate of Man” con Michael Romeo a la guitarra y Brittney Slayes como cantante. Me encanta esta canción, ¿qué me podrías decir de ella?
La verdad es que mucha gente me ha dicho que es una canción speed metal…. Y bueno, mis raíces están en la música de los 70, y yo era un gran fan de Rainbow. Canciones como “Kill the King” o “Spotlight Kid” me encantaban. Adoraba ese doble bombo en las canciones rápidas. Un poco “Fate of Man” es mi versión. Es divertido porque todo este tipo de canciones tienen “títulos” que pongo basados en cada banda. Y el “Fate of Men” para mí era la canción “Rainbow” (risas). De allí vienen mis raíces. Y las letras están basadas en la película de “Terminator”.
Creo que música y letra encajaban perfectamente aquí: una canción veloz en una película de acción. Y para mí el puesto de vocalista estaba más que evidente ya que vi un vídeo en Youtube en el que aparecía Brittney Slayes y me pareció que era la mejor cantante para ese estilo de música. De verdad que la necesitaba para esa canción.
Contacté con ella, que afortunadamente conocía mi música, y me dijo: “¡colaboremos, me encanta la canción! y Terminator es mi película favorita!” Y obviamente, era una canción complicada que aconsejaba que Michael Romeo fuera el guitarrista para el solo. Él es el rey de este tipo de canciones al estilo de Symphony X. Ya había trabajado dos veces con él y somos muy buenos amigos. Le mandé la canción, le gustó mucho y hace un gran trabajo en su solo.
Otro corte que me encanta es “Back from the Past” con un increíble Jeff Scott Soto y con un teclado Moog más cercano a Deep Purple. ¡Y con Bumblefoot en el solo!
¡Exacto! Si te decía que “Fate of a Man” sería la canción a lo “Rainbow”, “Back from the Past” sería la canción “Deep Purple” (risas). Tienes esa guitarra y ese Hammond haciendo lo mismo. Definitivamente es mi momento Deep Purple y está basado en la película “Regreso al futuro”. Inmediatamente tenía la lista de cantantes, la miré y tuve clarísimo que era la canción indicada para Jeff Scott Soto. Por un lado, porque es una canción muy poderosa, y por el otro, porque es también una pieza muy melódica. Era perfecta para su rango vocal. No iba a tener problema alguno y le encantó desde el principio el tema. Y el solo de guitarra corre a cargo de Bumblefoot, a quien le di tres canciones diferentes para que eligiera. Cuando vio que Jeff había elegido esta canción se decidió por “Back from the Past”. Esa fue la razón… Toca un solo en medio del tema y es una parte muy heavy. Creo que era una combinación de músicos perfecta.
La última canción con Roy Khan y Steve Vai es brillante, ¡y en la toma alternativa está Tony Martin cantando! Difícil elegir quien pones en el primer disco, la verdad…
Lo sé… No podía escoger entre uno u otro. Ambos hicieron un trabajo excepcional. Me encanta la voz de Roy Khan en todas sus tesituras, especialmente cuando canta más bajo y luego me encanta lo poderoso que puede cantar Tony Martin, sobre todo en los años que estuvo en Black Sabbath. Incluso te diré que es una de mis eras favoritas de Black Sabbath. Por esta indecisión hice un vídeo para Youtube en la que cantaban ambos.
En la intro está Roy Khan y luego entra Tony Martin. Posiblemente me quede con la versión conjunta, pero para el disco está Khan en el CD1 y Martin en el CD2. Y luego hay ese interludio de tres minutos de duración en el que hay el solo de mi héroe… de mi héroe absoluto: Steve Vai. Esto sí que ha sido un sueño hecho realidad. Primero porque he podido tener a uno de mis grandes héroes en uno de mis discos, pero segundo porque de verdad que se esmeró en ello. Hay un solo precioso con melodías muy bonitas, con esas harmonías. Pero bueno, es que es el hecho de tener a mi guitarrista favorito en mi disco. Y el solo es perfecto, me tiene maravillado.
¿En “Revel in Time” le diste libertad a cantantes y guitarristas para escribir sus letras y solos?
No en cuanto a letras esta vez. Las tenía ya escritas, pero en los solos sí que hay total libertad. Nada estaba escrito. Yo les pasaba la parte en la que debían tocar. Es que como entenderás no puedo decirle a Bumblefoot, a Steve Vai o a Adrian Vandenberg lo que tienen que tocar y cómo hacerlo (risas). Es más, en plan: “me encanta cómo tocáis, os envío vuestra parte y ya vosotros me diréis”.
En cuanto a los cantantes sí que hay una guía de la melodía y les mandé una cinta con una demo grabada por un cantante holandés llamado JC. Para las chicas lo graba Marcela Bovio. Esta versión se les manda a los cantantes junto a las letras. Saben las melodías, pero siempre les digo que: “Por favor, cantadlo a vuestro estilo. Si cambiáis cosas me parecerá perfecto”. Y esto incluye melodías, pero también las letras. Así que hay libertad… pero las letras estaban ya escritas.
En 1998 editaste como Ayreon “Into the Electric Castle”, un álbum doble y una ópera de rock progresivo. ¿Crees que este disco lo cambió todo cosas para bien?
Sí, definitivamente así fue. El primer disco de Ayreon, Final Experiment, despertó a la gente, dio la señal de que era un proyecto interesante, pero estaba en un pequeño sello discográfico. No había los medios para llegar muy alto. El segundo disco, Actual Fantasy, no vendió tan bien como el primero. Era diferente… no era una ópera rock.
Así que, con el tercero, Into the Electric Castle, tenía que demostrar cosas. Tenía que hacer todo lo posible para conseguir la atención de la gente. Tenía que ser doble, tenía que tener una orientación espacial, tenía que ser una ópera rock y necesitaba de grandes nombres allí: Fish, Sharon den Adel de Within Temptation, Edwin Balogh de Omega… Allí lo puse todo: mi tiempo y mi dinero. Todo lo que tenía fue a ese disco… y valió la pena. Ese disco fue ese momento en el que pasas de un pequeño grupo de fans a tener muchísimos más y de todo tipo.
Si tenemos que elegir tus mayores influencias, ¿quizá los Beatles y Ritchie Blackmore sean las principales?
Sí… aunque puedes añadir allí a Pink Floyd y a Led Zeppelin. Estos serían básicamente mis grandes influencias. Una vez escribí una canción titulada: “Pink Beatles in a Purple Zeppelin”. Así que allí te resumía mis influencias (risas).
Tendré que escribir pronto sobre el álbum «Machine Head» de Deep Purple. ¿Fue un disco fue importante para ti?
El Machine Head es mi disco favorito de Purple. Bueno… uno de mis favoritos. Quizá te diría que In Rock es el que más me gusta. Aunque mi primer contacto con el grupo fue con Made in Japan. Es un directo, y claro, es de la gira de ese disco y hay allí muchas canciones del Machine Head. Allí están muchas de mis canciones favoritas del grupo. Por lo que este disco es uno de mis favoritos de toda la vida.
¿Cómo fue para ti participar en Vengeance después de tocar con Bodine en los años 80?
Al principio era muy cool todo. Lo que me pasó es que tocando con Bodine todos eran mucho más mayores que yo. Y digamos que no eran gente muy abierta a cosas nuevas. Querían que todo sonase a AC/DC, todo muy directo. Y yo prefería experimentar un poco más, con instrumentos raros y esas cosas, también que fuera todo mucho más prog.
Y eso me llevó a Vengeance, un grupo en el que yo era el mayor de todos ellos. Pasé de ser el iogurín al más veterano y con más experiencia del grupo. Eso me daba la posibilidad de decidir más las cosas que se hacían. Así que el principio del grupo fue muy bueno. Experimentamos muchísimo con el grupo. Y tocábamos mucho en directo. Fueron diez grandes años, empezando a principios de los 80 y terminando a principios de los 90. Giramos mucho y nuestro último disco Arabia era muy bueno. Hay grandes canciones allí.
¿Qué pasó en Alemania cuando se canceló un concierto de Vengeance después de que la banda destrozara el hotel?
Sí… me gustaría evitar hablar de ese tema, la verdad, pero… (risas). Como te he dicho antes el principio del grupo fue genial con Vengeance pero con el tiempo todo se nos fue de las manos. Allí había muchas drogas, mucho alcohol y también mucha agresividad… Eso hizo que se terminara todo lo cool que había en el grupo.
Todo aquello yo lo odiaba. Esa fue una de las razones por las cuales dejé de tocar en directo con Vengeance. Todo estaba ya, de alguna manera, destruido. Tocábamos en Alemania y claro, todo hotel en el que nos hospedábamos debía ser destruido. Destrucción, gente peleándose… En fin, puedo decirte que el episodio por el que me preguntas en Alemania, yo no estaba en ese hotel. Yo estaba en otro hotel acompañado por una chica (muchas risas).
¡Hey! Eran los 80, así que lo puedes entender (más risas). En resumen, que los chicos destruyeron el hotel y en el local en el que actuábamos nos dijeron que se iban a quedar con todo el equipo porque los daños ascendían al equivalente a 50000 euros de ahora, o algo parecido. Se quedaban con todo nuestro equipo. Ese fue el principio del final de Vengeance.
¿Podemos decir que los primeros 90 fueron los momentos más bajos de tu carrera? Sin contrato discográfico, sin Vengeance, sin novia… Tu proyecto Plan 9 no funcionó y tus discos en solitario bajo el nombre de Anthony no tuvieron éxito alguno…
Totalmente. Juraría que en 1992 paramos la actividad con Vengeance. Los buenos tiempos del hair metal ya habían pasado a mejor vida. El grunge se había impuesto con Nirvana, Pearl Jam y esas bandas… y la gente ya no iba a tener interés alguno con nuestra música. Cambiamos al cantante, pero eso a la gente no le gustó para nada. Y tampoco conseguimos un sello discográfico. Así que me tocó intentar hacer muchas cosas diferentes.
Una de las cosas que hice fue lo de formar una banda nueva: Plan 9, o Planet 9 y… tampoco conseguimos ningún contrato. Así que llegué a grabar un disco de country (risas). –Arjen canta una canción llamada “Midnight Train” mientras simula que toca la guitarra-. Era algo completamente estúpido, pero… ¡me dieron un contrato discográfico! (risas). Así que grabé mi primer disco en solitario en 1993 titulado Pools of Sorrow, Waves of Joy. Estaba perdido… completamente perdido. Era todo un desastre. Tenía buenas canciones, pero eran canciones en clave country, muy raras todas ellas. Y fue un fracaso.
A la gente que le gustó no estaba en el circuito metal. Y a los que les gustaba el progresivo tampoco les gustó lo más mínimo ya que no era un disco prog ni mucho menos. Y en esos mismos tiempos mi novia me dejó. Estaba harta de que me fuera de gira y de todas esas mierdas. Fue un disco triste con un poco de alegría. Así que casi me rendí y opté luego por hacer el disco que a mí me gustaba hacer. Fue un poco: “A la mierda todo, no me importa lo que digan o el tener a una banda completa, o un sello discográfico… lo haré todo yo mismo”. Será lo último que haga, así que lo llamaré The Final Experiment. Y… resultó ser lo mejor que pude haber hecho nunca, pues fue el principio de lo que luego fue Ayreon.
Volviendo a Plan 9… entiendo que está basado en la película de Ed Wood, y viendo que las canciones de tu nuevo disco están inspiradas todas ellas en películas, tengo que preguntarte por el séptimo arte…
Amo el cine, absolutamente, y la película de Ed Wood Plan 9 From Outer Space es la peor que se ha hecho nunca. Fue un film barato, de presupuesto ajustado y la he visto varias veces… Me parece fantástica. Así que nos llamamos a nosotros mismos Plan 9, pero luego nos dimos cuenta de que ya existía una banda llamada así en Norte América. Tuvimos que cambiar el nombre y pasamos a ser Planet 9. A mí siempre me ha encantado el cine, incluso desde los tiempos de Bodine… Allí teníamos un tema basado en la película “La profecía”, que es mi peli de terror favorita. El tema llevaba por título “Black Star Rising”. Las películas siempre han tenido una gran influencia en mí.
¿Por qué decidiste grabar un disco como “Strange Hobby” con versiones de los años 60? Y… ¡no pusiste tu nombre en el disco!
Oh… ¡estás interesado en ese disco! Estás bien informado de todo Jordi… Realmente has hecho tus deberes. Sabes más de mí que yo mismo (risas). El caso es que acababa de sacar Actual Fantasy. Y fue muy complicado porque hay multitud de capas de sonido. Un poco es lo que me ha pasado ahora con Star One, que quería hacer una cosa totalmente diferente, y eso quiere decir que mucho más simple.
Y justo en ese momento puedo decirte que acababa de descubrir los años 60 en lo musical. Yo es que llevaba toda la vida interesado en los años 70, grupos como Deep Purple y Black Sabbath, Pink Floyd, Jethro Tull y todas esas bandas. Y de repente me fui hasta los 60 y descubrí todas esas bandas. Evidentemente estaban allí los Beatles, los Kinks, T. Rex, The Move, Donovan… Y me encantaron los años 60. Me encantaban esas canciones, pero no podía entender el por qué a la gente le parecía que las canciones habían quedado desfasadas.
Evidentemente la calidad del sonido es Mono y es bastante terrible, así que me animé a hacer esas versiones con un toque un poco más heavy. Todo son versiones de canciones de los años 60. Y en tan solo un mes ya tenía grabados todos los instrumentos de los temas. Yo lo hice todo: batería, bajo, guitarras y voz. Todo yo. Y entonces vino la idea de la discográfica de ocultarle a la gente quién había detrás de ese disco: Strange Hobby. Querían que todo quedase como muy misterioso…
Esperaban que la gente se preguntase el quién estaba detrás de esa grabación y que se llegasen a mencionar grandes nombres, pero… (risas) obtuvimos el efecto contrario: nadie se interesó lo más mínimo en quién estaba detrás del disco. Así que sumé otro disco fracasado en mi carrera (risas).
Pues la idea me parecía bastante buena…
La idea estaba bien. Si lo piensas, hay una banda llamada Klaatu a principios de los años 70 y nadie sabía quienes eran. Por la música de ese disco que editaron la gente creyó que eran los Beatles. En ese disco hubo un tema muy exitoso: “Calling Occupants of Interplanetary Craft”. Es que todo el mundo creía que eran los Beatles los que estaban detrás de ese disco, y vendió muy bien. Esperábamos que sucediese eso mismo, pero… no sucedió (risas).
Ambeon fue un álbum increíble, solo tú y la joven Astrid Van der Veen. ¡Me encanta ese álbum y conozco a mucha gente a la que le encanta! Hay mucha belleza en esas canciones.
La verdad es que recibo muchísimas cintas de gente cantando, y a día de hoy es que ya ni las escucho, porque son muchísimas… Pero años atrás me llegó una cinta de una cantante de 14 años. Cuando llegó ni le presté atención: “¿Una niña de 14 años neerlandesa, por qué debería prestarle atención?” Pero el chico que me mandó la cinta me insistió mucho, y finalmente, al cabo de varias semanas, me decidí a escucharla. Y fue en plan: “¡Madre mía!
Tiene sólo 14 años y tiene una pronunciación del inglés perfecta, llega a todos los tonos y hace unas melodías preciosas. En esos días andaba yo metido en un disco instrumental, así que contacté con ella, bueno… con su madre. Todo lo hacíamos a través de su madre. Y le dije que me encantaría que su hija cantase en dos canciones del disco porque posee una voz preciosa. Pero ella no estaba segura del todo. Total… que a las grabaciones en mi estudio acudió toda la familia al completo.
Grabamos dos temas y la cosa funcionó a la perfección, por lo que el disco instrumental pasó a ser un disco con vocalista. El primer plan fue descartado y Astrid cantó todas las canciones, excepto dos, que eran las instrumentales. Ella estuvo increíble, y recuerdo que era su primera vez en un estudio. Cantó de una forma perfecta, era una chica de enorme talento.
Hora de hablar de Stream of Passion y de la excelente cantante Marcela Bovio.
Marcela empezó conmigo en The Human Equation. Para ese disco había una especie de concurso ya que había famosos cantantes en el disco, pero quería también que participara un fan. Nunca lo he dicho, pero llegaron 200 cintas de fans cantando. De entre todas las cintas destacaba muy por encima de todos Marcela. Ella era mexicana, por lo que vino desde México hasta aquí. Todo funcionó a la perfección.
Era una chica genial y llena de carisma, así que cantó mucho en el disco. Algunas canciones de esas sesiones sobraron y pensé que las podíamos usar para que Marcela hiciese un disco en solitario. Y empezamos a grabar, pero en algún momento del proceso Marcela sugirió que podríamos hacerlo como banda y no como disco en solitario. Así que reclutamos a gente y formamos un grupo, que se llamó Stream of Passion. Yo nunca me planteé ser parte de la banda, pero de alguna manera ella me convenció para girar con el grupo. Y así fue la historia: me fui de gira. 20 fechas, y eso que no quería ni girar ni formar parte de Stream of Passion. Posiblemente todo sea por lo que viví con Vengeance. Luego lo dejé y mi pareja Lori también, pero ellos continuaron con gente nueva.
Más tarde contaste con las narraciones de Rotger Hauer para Lost in the New Real. Un actor neerlandés increíble: el replicante de Blade Runner. ¿Lo llegaste a conocer en persona?
Nunca le llegué a conocer en persona, pero mi mujer Lori sí pudo conocerle. Ella fue a Norte América ya que él grabó su voz para el disco en un estudio de por allí. Así que ella pudo conocerle, pero yo estaba en Holanda. De todas formas, nos comunicamos durante dos semanas por Skype, y eso ya fue un sueño hecho realidad.
Yo he visto durante toda mi vida sus series y sus películas, era el actor más grande de Holanda. Y es un tipo genial, está muy loco, por decirlo de alguna manera… Es un poco extraño, la verdad. Por ponerte un ejemplo, me estuvo hablando en inglés cuando ambos somos neerlandeses (risas). Y todavía no sé el por qué.
Pero estuvimos dos semanas por Skype y me dijo que quería escribir sus propias letras, hablamos de las canciones y de sus significados. Fueron dos extrañas semanas en mi vida, pero fueron muy bonitas. Siempre es genial el poder estar con uno de tus grandes héroes.
Tuve la oportunidad de ver The Gentle Storm en vivo en Barcelona, pero desafortunadamente no estuviste allí. ¿Por qué no hiciste la gira?
Bueno… es que lo de girar me vuelve a recordar a los tiempos de Vengeance y hay allí muchos momentos malos, con toda esa agresividad… Te podría dar 100 razones por las cuales no voy de gira. Y es que mi fortaleza y punto fuerte es producir y escribir composiciones, es trabajar en el estudio. Estar en un escenario no es lo mío, no eres creativo en directo, allí sólo tocas una y otra vez las mismas canciones. A mí me gusta la parte imaginativa, lo creativo, y eso pasa por el estudio.
Y esta es sólo una de las 100 razones que te decía antes. También soy un tipo que duerme fatal y me cuesta mucho el poder dormir estando de gira. Una vez hice una gira sin poder dormir y te aseguro que eso fue terrible. Todo el mundo roncando en el hotel y yo con los ojos como platos. Hay más de 100 razones para no hacerlo…
Pues recuerdo la combinación de Anneke y Marcela juntas cantando y de verdad que fue una maravilla…
Lo sé, son dos de las mejores cantantes del mundo.
Es hora de hablar de tu salud. He leído que sufrías de trinnitus. ¿Esta todo bien?
Sí, es un problema de las orejas y de sordera, y la culpa de que esté así es de Rammstein (risas). Tenía unos auriculares nuevos, muy buenos, y me los ponía para escuchar a Rammstein, siempre a un volumen muy alto mientras salía a correr. Y lo hacía cada día. Lo ponía tan alto que cuando llegaba a casa, al quitármelos, ya no podía escuchar nada en tres días.
Luego volvía a recuperar mi oído, pero con el tiempo he ido perdiendo la facultad del oído. Y desde entonces que escucho un “beeeeep” constante en mis oídos. Y eso es para siempre, nunca te vas a curar. Ahora mismo mientras hablo contigo escucho ese pitido. Realmente es una mierda, pero no hay nada que se pueda hacer.
¿Cuál es el primer disco que compraste con tu propio dinero?
El primer disco quizá tú no lo tengas muy presente… Fue uno de T. Rex: el Electric Warrior. T. Rex eran una banda de glam rock inglesa. Tuvieron un gran éxito con “Get It on”. Ese disco era mágico. Yo tenía 11 años y era 1971 y todavía lo tengo colgado en una de las paredes de mi casa. Fue magia para mí.
Ya que me has hablado de Rammstein te diré que estoy trabajando en un reportaje sobre la canción “Dü Hast”. ¿Podrías darme tu opinión sobre ella?
Vale, pero mi canción favorita de Rammstein es “Dalai Lama”, adoro esa canción, desde la música a las letras. Pero el “Dü Hast” está en mi lista de canciones favoritas de los alemanes. Lo que me encanta en Rammstein es que son muy genuinos, ellos no tratan de ser como otras bandas anteriores. Ellos son alemanes y están orgullosos de serlo.
Cantan en germano y este idioma le ha dado a su música un extra de poder, y el mejor ejemplo de ello es “Dü Hast”. Parece todo simple, pero el título de la canción quiere decir dos cosas: “tú odias”, pero también “tú tienes”. Es muy imaginativo, de hecho, son muy inteligentes, porque cuando los escuchas todo parece muy simple, pero sus producciones son alucinantes y todo lo que hacen es perfecto en esta banda.
Bien Arjen, supongo que no te veré de gira, así que espero que nos volvamos a ver en alguna entrevista. Pero si te apetece tocar en Barcelona estaremos encantados…
(Risas) Pues si todo va bien probablemente vuelva a tocar con Ayreon en 2023. Pero vas a tener que venir a los Países Bajos para verlo.