Hola, Carlos, aquí Beto de la revista Science of Noise de Barcelona. Es un verdadero placer conversar con vosotros. Sin ninguna duda, Sôber es por derecho propio una de las mejores bandas que han salido de nuestro país. 30 años de carrera, ¡enhorabuena!
Buenas, Beto, un placer. Muchas gracias.
Parece una pregunta muy poco preparada pero… ¿os imaginabais aquí y ahora celebrando tres décadas de carrera?
Jejeje, realmente, no. No fuimos y aún no somos conscientes. No nos podíamos imaginar que estaríamos treinta años y que, tres décadas después, seguimos teniendo ese publico detrás de nosotros. Ver como un recinto como Las Ventas que son más de 3.000 personas ya lleno a dos meses vista define un poco la carrera del grupo. Hemos tenido una carrera muy constante, muy luchadora. Cuando la banda necesitó un descanso apareció Skizoo y Savia, eso da forma a algo que todos teníamos en la cabeza. A día de hoy hemos podido hacer realidad la mayoría de sueños de nuestros inicios.
Tres décadas en las que podemos decir que habéis tenido una carrera de rockstar pura y dura: Luchar por crecer, ascenso a la cima, guerras internas, disolución, nuevos proyectos, alguna cara nueva y una y dolorosa y triste pérdida. ¿Cuál fue el momento preciso en el que Sôber pensó: “Joder, lo hemos logrado”?
Todavía seguimos pensando que no lo hemos logrado. Aún quedas muchas cosas por hacer y por decir aunque si es verdad que cuando sacamos un disco como Paradÿsso (2002) tras Torcidos (1997), Morfología (1999) y Synthesis (2001) si vimos que de alguna manera nos consolidamos y allí te das cuenta que hemos llegado al gran público, puedes hacer giras muy importantes. Incluso tuvimos la suerte de poder cruzar el charco, tocamos en México. Entonces si, podemos decir que nuestra música ha trascendido y que ha formado parte de la banda sonora de la gente que nos sigue.
Justamente hace unas semanas cumplió 20 años Reddo. Para el que os entrevista, fue la puerta de entrada a Sôber, un disco al que guardo un gran cariño pero que para vosotros fue el punto de ruptura. ¿Qué recuerdas de esa época y, si pudieras viajar atrás, que cambiaríais para que el destino fuera diferente?
Pues si, veinte años de Reddo (2004), lo recuerdo perfectamente. Fue una época en la que estábamos recolectando todo lo que vino con Paradÿsso. A nivel personal yo estaba algo desgastado aún así a día de hoy yo no cambiaria nada. Fue un disco que se hizo de forma muy sincera. Necesitamos una parada, coger oxígeno y dar una vuelta de tuerca, fijar unas bases. Des de 2009 que fue cuando fijamos la vuelta han pasado 15 años y creo que estamos mejor que nunca. Entonces… yo no cambiaria nada.
De esa ruptura nacieron dos bandas que perfilaron el metal nacional de la década de los 2000: Savia y Skizoo. Me parece algo brutal que el nivel de ambas formaciones fuera tan elevado y aún más brutal me parece que para celebrar los 30 años de carrera se puedan juntar los tres proyectos bajo el mismo cartel. Sôber + Savia + Skizoo, todo comprimido en una fecha (o varias claro). ¿Cómo vais a plantear y organizaros para estas actuaciones?
Estamos en esto ahora, analizando que repertorio tocar, unir esas tres bandas que al final son todo una gran familia. Por eso decidimos hacer esta gira bajo las tres “S” o tres “X”, la gira de 30° Aniversario tenía que contar con Savia y Skizoo.
El show no estará pensado en tener tres bloques bien diferenciados, la idea es hacer un único show en el que irán apareciendo distintas canciones, varios miembros de los grupos… dando una dinámica importante para que el público asista a tres horas de show sin aburrirse. En este sentido queremos pasar por todas nuestras épocas y todos nuestros discos.
Estamos muy ilusionados, hemos estado ensayando juntos durante mucho tiempo y la verdad es que tiene todo muy buena pinta.
Haciendo un viaje al pasado, nos vamos al momento en que la banda aún se llamaba Sôber Stoned. La banda está regrabando Torcidos para conmemorar este 30° Aniversario. Estaba escuchando Torcidos justo cuando preparo la entrevista y, menudo cambio… ¿Cuál es la sensación o los sentimientos de tomar esta primera pieza de vuestra carrera y modernizarla? ¿Cómo surgió esta idea?
La idea de regrabar Torcidos (1997) es para la dar otra vida a un disco maldito. Sufrimos un engaño en su momento, no pudimos grabar el disco… no es más que una maqueta grabada en un fin de semana del que nos sacaron un millón seiscientas mil pesetas. La triquiñuela que se montaron tres personajes de la industria haciéndonos sacar un adelanto de autores en nuestro nombre y pagamos ese millón seiscientas que nos dejó un agujero que no recuperamos hasta Synthesis.
Teníamos esa espinita clavada. Eso era una maqueta y… ¡por fin! Hemos podido grabar el disco. Realmente, no ha sido una regrabación, simplemente ha sido la grabación primigenia aunque con el sonido que tenemos en la actualidad pero siempre demostrando la esencia de Sôber. La melodías y las letras estaban allí, ahora las hemos rescatado dando nuestra impronta con la experiencia que tenemos hoy en día. Para muchos será como tener un disco nuevo.
Podríamos comparar esta nueva propuesta a la que hicisteis hace unos años con La Sinfonía del Paradÿsso, una gran propuesta por cierto con un resultado final excelente. ¿Qué tal la experiencia de tener una orquesta sinfónica apoyando y dando forma a la que posiblemente es vuestra obra magna?
Hacer una gira en formato sinfónico es algo que todas las bandas de rock hemos deseado. Nosotros lo hicimos. Era una idea que tenía yo desde hacía años. Durante dos años, José Blanco y yo, estuvimos haciendo toda la orquestación para, de alguna manera, encumbrar un disco que nos dio tanto.
El público también merecía eso, el poder disfrtuar de esas canciones arropadas por una orquesta sinfónico. En el disco la grabamos con la Orquesta OCAS de Asturias (Orquesta de Cámara de Siero). La gira que hicimos a lo largo del país la completamos con varias orquestas distintas.
Le dimos un puntito más épico al disco, tengo que decir que fue una gira espectacular que nos impulsó a grabarlo en Blu-ray, grabamos la noche en Madrid, en Las Ventas, unos pocos días antes de que nos encerraran por la pandemia. Fue muy difícil de hacer y trabajar, aunque muy gratificante ver como tu música puede crecer un peldaño más.
Pese a que lleváis estas tres décadas en activo, he tirado de hemeroteca para comprobar que Sôber nunca ha sido una banda de muchos conciertos en directo. Tampoco habéis intentado ganaros el continente Americano más allá unas cuantas fechas en México y algunas en Sudamérica (sobre todo en la gira del 20° Aniversario). ¿Qué me puedes contar de estas dos curiosidades?
Bueno, para intentar ganarnos al público hispano hemos girado cinco veces por México. También hemos tocado en Chile. Hemos tocado en estadios junto a Mägo de Oz… Hace un año hicimos una gira de salas presentando Elegía. Tenemos un público muy fiel al que queremos mucho. Quizás lo que nos corte un poco es el tener que cruzar el charco, a nivel de tiempo y a nivel económico es algo que nos frena. Nos encantaría ir más a ver a ese séquito de fans que cuando llegas te están esperando en el aeropuerto, llenan las salas. Tenemos mucha cercanía con ellos y seguro que para esta gira de 30° Aniversario volveremos para allá.
Tres décadas de carrera es una cifra magnífica. Podemos afirmar con rotundidad que Sôber ha moldeado el rock / metal alternativo de España. Pero… ¿Sentís, en cierto modo, algún tipo reconocimiento más allá de la prensa especializada? O sea, así como a Héroes del Silencio o Loquillo, bandas que en su estilo han llevado la evolución de la música en España un paso más allá y ha trascendido, ¿sentís el cariño de la sociedad o por el peso de Sôber, falta reconocimiento?
Como hacíamos un estilo muy concreto, cuando surgimos rápidamente fuimos el foco de muchas críticas (habitualmente nada buenas). A medida que fuimos creciendo y creíamos en nosotros mismos nos dio esa diferencia entre nosotros y el resto de los grupos. Hace tres décadas el rock era mucho más urbano, bandas como Barricada o S.A., bandas más reivindicativas. Nosotros salimos hablando de emociones y experiencias, escribíamos de una forma más etérea y con un sonido muy contundente. Seguramente todo esto es lo que a la prensa les desencajó aunque al poco tiempo fuimos asimilando un estilo muy propio y a día de hoy hay muchas bandas que suenan como Sôber. Esto es algo muy positivo, creímos en nosotros y tenemos un reconocimiento, en mayor o menor medida que nos lo hemos trabajado y currado.
De Paradÿsso vendimos más de 100.000 unidades, actuamos en muchos programas de televisión. Nosotros ahora seguimos con nuestro trabajo, si es verdad que hay mucho menos apoyo para el rock en la parte mediática, es algo que debemos seguir trabajando. Pero seguimos llenando salas, nuestro público sigue viniendo a vernos… eso es con lo que nos quedamos. Ese es el mejor reconocimiento que uno puede tener.
Incidiendo en la pregunta anterior. Recuerdo que en Leganés hay una “Calle AC/DC”. ¿Podríamos pedir a Almeida, por clamor popular, una “Calle Sôber” en algún rinconcito de Madrid?
Jajaja. Pues de allí de donde venimos que es Villanueva de la Vera (Cáceres) tenemos una plaza con nuestro nuestro nombre, “La Plaza Sôber”. Nos hizo la entrega el alcalde junto con Mariskal Rock. Fue un momento muy emotivo y especial. Empezamos allí mi hermano y yo, sobretodo yo a mis 13 años en los locales de ensayo del pueblo y siento que todo se fragua allí. Fue un reconocimiento muy bonito por parte de las instituciones.
Hay algo que nos preocupa y afecta a todos y es el tema económico. Hace unos días hablaba con Guillermo Izquierdo de Angelus Apátrida y me comentaba que se ha encarecido todo TANTO que en muchos momentos se hace imposible. ¿Vivir de la música y girar aún sigue siendo una utopía demasiada bonita para bandas que residen lejos del mainstream?
Vivir del rock en este país es muy difícil. Nosotros tenemos la suerte de tener un buen público y unas ventas bastante óptimas. A parte tenemos otros negocios relacionados con la música, en mi caso tengo un estudio de grabación y hacemos producción de otras bandas. Esto nos complementa.
Es muy, muy complicado tener una carrera profesional en todos los niveles. A parte, tal y como vivimos, a mi me encanta que haya miles de conciertos pero las bandas nacionales no siempre son igual de reconocidas que una internacional. Para vender entradas a más de 20 euros las bandas se las ven y desean… cuando los grupos internacionales piden mucho más por las entradas. Es complejo aunque nosotros estamos encantados.
Y ya vamos llegando al final y me gusta lanzar unas preguntas algo así como “casuales”. La primera va orientada a la juventud, o infancia. Me gustaría saber cuál fue el primer disco que te compraste con tu propio dinero. El mío, por ejemplo, fue el Late at Night de Dover en 1999, hace ya 25 años de eso…
Jajaja. Con nueve años me pedí el Piece of Mind de Iron Maiden… imagina. Ahora tengo 49 con lo que hace 40 años que me regalaron esa cinta. Algo que siempre recordaré pues se había puesto dinero entre todos, mil pesetas. La cinta valía 900 pesetas y me pusieron las 100 restantes en monedas. Nunca se me olvidará.
La vida, o los libros de autoayuda, nos dicen que la vida es para soñadores. Entiendo que habéis cumplido casi todos los sueños que teníais de niños. Pero… de forma realista, ¿aún os queda algún sueño por cumplir? Recientemente me dijo un batería nacional que le gustaría tocar en Wembley…!
Las bandas siempre tenemos sueños por cumplir. Hemos tenido la suerte de poder tocar con bandas como Metallica en el Rock in Rio junto a Motörhead. Hemos tocado en muchos festivales, hemos conocido a muchos artistas… Hemos tocado en estadios frente a 20.000 y festis frente a 60.000. Mi máximo sueño es poder seguir tocando frente a mi público. El público que te sigue de toda la vida, hemos crecido junto a ellos.
Todos tenemos una canción preferida, por H o por B, siempre hay algo especial en alguna canción. Entiendo que vosotros también tenéis una canción especial dentro del catálogo. ¿Sabrías decirme una y el motivo?
Si, dentro de todo lo que he compuesto creo que me quedo con “Náufrago”. La canción la compusimos en la época en que volvíamos a reunirnos tras el parón. Significa mucho para mi y también para el público. La gente la adora, he visto bodas con esa canción, eventos… para un compositor no hay nada mejor que esto. Compones una canción pero es de todos los fans.
Y ya con esto, cierro. Muchas gracias por tu tiempo, por poner música a nuestras vidas y por hacer posible que España revolucionara en parte su estética musical. Estamos agradecidos a Sôber. Nos vemos en unos días en Barcelona. Un fuerte abrazo.
Muchas gracias a vosotros, nos vemos en breve en Barcelona. ¡Un abrazo!