Hace unos días estuvimos al teléfono con Chrigel Glanzmann líder de la banda suiza Eluveitie. Con la excusa de la salida de su nuevo y espectacular nuevo álbum titulado Ategnatos (2019), aprovechamos para hablar con él del folk, de la banda, de su carrera e incluso sobre instrumentos de la antigüedad. Una charla muy amena con uno de los artistas más inquietos del metal extremo.
Recordad que los suizos vendrán a finales de otoño con Lacuna Coil, ¡una gira que no puedes perderte!
Buenas tardes, Chrigel. Primero quiero felicitarte por el nuevo álbum… ¡menuda burrada de disco!
¡Wow! ¡Muchas gracias, tío! ¡Un honor!
¿Cómo estás?
¡Estoy bien, gracias! Preparado para contestarte lo que quieras.
Hoy en día no es necesario hacer presentaciones de quién o qué son Eluveitie. Tras más de 15 años sois una referencia dentro del metal extremo. ¿Cómo te sientes sabiendo que sois la inspiración de muchas bandas?
Jajaja… bueno, no me siento una inspiración. No sé si esto es algo bueno o no… ¡no sé! Jajaja. Honestamente, no me gusta pensar en esas cosas.
Pese a toda la fama, no os puedo considerar una banda mainstream. ¿Es algo que intentas evitar?
Honestamente no es un tema que me preocupe en absoluto, no me preocupa.Ya son 17 años y seguimos haciendo exactamente lo mismo, hacemos la música que queremos y la que los fans quieren sin mirar hacia izquierda o derecha, no nos preocupa.
No se como se pasa una banda hacia el mainstream y tampoco lo he analizado nunca, no es una meta. Lo que si te puedo afirmar es que nunca hemos creado unas expectativas más allá de la propia música. Somos artistas, creamos arte. La música es arte, como lo es escribir libros o pintar cuadros. Creo que el día que te creas unas expectativas o las opiniones de los demás influencian en tu propia creatividad es el día en que dejas de ser creativo por completo; dejas de ser tú para siempre.
Hace unas semanas se publicó Ategnatos, el octavo álbum, atrás quedan trabajos enormes pero seguís publicando álbumes geniales, me encantó y mucho Evocation II y puedo decir que Ategnatos es un álbum enrome. Como mantienes la llama” para seguir creando composiciones tan buenas en todos los niveles?
Primero voy a decir que me siento abrumado por haber publicado ya ocho álbumes.
Honestamente no lo se, no es algo que se provoque, simplemente es algo que fluye entre nosotros. Es lo mismo que en los conciertos, somos una banda que gira mucho, hemos llegado a girar 200 shows en un año, me encanta estar todo el año en la carretera, es algo exhausto pero recuerdo que en el último show, el de Evocation, un tour de dos cientos shows, cuando acabé la gira llegué exhausto pero pensé que había sido genial, habíamos hecho un trabajo excepcional.
No creo que sea algo que se deba hacer, es algo que esta innato en la música, es energía. Creo que debería ser algo innato, ofrecer siempre lo mejor que puedas dar de ti y de la banda.
Ategnatos es reborn – renacer en gaélico, crees que esta sociedad actual necesita un Ategnatos, un REBORN?
Si y no… bueno.. básicamente ¡SÍ! Jajaja.
No está pensado en este sentido, pero podríamos resumirlo en un renacimiento de cada persona como ente individual, la suma de los individuos forman la sociedad. La suma de todos nosotros. Si cada uno de nosotros trabajara para ser mejor, la sociedad seria mejor, en este sentido, si, se necesita un “Ategnatos”.
Con el álbum terminado, ¿cómo lo comparas con el resto de trabajos?
¡No lo hago! Jajaja. Para mi es difícil juzgar mis trabajos, eso es un tema que os ocupa a vosotros los críticos y a los fans. La conexión que tengo con nuestros álbumes es como una relación parental, los discos son tus hijos, no puedes juzgar ni compararlos entre ellos.
Si puedo describirlo, este álbum es muy intenso, intenso el proceso de grabación, un contenido lírico muy profundo. En una palabra este álbum es muy intenso.
«Worship» es uno de mis temas preferidos del nuevo álbum. Es un tema muy agresivo, con blastbeats, growls… pero lento! Tenéis la colaboración de Randy de Lamb of God. ¿Qué me puedes contar de «Worship»?
Lo de Randy es una de esas tantas coincidencias espontáneas que ocurren cuando estas girando, una noche estábamos conversando y salió el tema de incluir una colaboración en uno de los temas del nuevo disco. Randy es un buen amigo. Coincidió que Lamb of God estaba girando por Europa y pasaron por Suiza, nosotros estábamos en el estudio y se acercó a grabar su parte de voces. ¡Eso fueron 15 minutos!
La intro es muy cinemática, se desenvuelve de una forma muy apocalíptica, incluir a Randy le dio al tema un plus de espectacularidad. El tema es oscuro y duro. Se debe de entender como la segunda parte del tema que le precede en el álbum “The Slumber”, ambos cortes se desenvuelven como una historia antigua y describen los mecanismos sociales para interactuar en la sociedad.
Habéis dejado de lado, otra vez, la música más folk con idioma celta para volver al death metal melódico. El primer álbum de estas características para Mateo, Alain, Machalina y Fabienne, que tal se han comportado?
Es el primer álbum de metal si, grabamos Evocation II juntos. Que voy a decir, ¡son geniales!. Unos artistas muy creativos, estoy encantado con ellos. Funcionó muy bien con Evocation y ha sido genial también en Atengatos. El grupo es muy bonito.
Actualmente sois ¡9 músicos!, casi nada. Imagino que a veces puede resultar complicado llegar a ciertos acuerdos… ¿cómo funciona el proceso creativo en la banda?
No creo que sea complicado, nos entendemos bien, eso es primordial. Lo primero que hacemos a la hora de componer es desarrollar unas ideas y unos conceptos para convertirlos en el álbum, después nos ponemos a trabajar tema a tema, concepto a concepto. No es un proceso difícil. Encajamos bien, eso es lo importante.
¿Hay algún instrumento folk que no haya sonado en algún trabajo vuestro?
Jajaja. Claro, ¡muchos! Me gustaría incluir alguno en un futuro. ¡Hay un tipo de laúd muy antiguo con un sonido espectacular que estoy deseando meter!
Hace más de 10 años que estáis en Nuclear Blast; creo que habéis publicado con ellos un total de siete álbumes. ¿Os dan libertad plena de movimientos?
Si, totalmente. Nunca hemos tenido problema alguno con ellos y espero que siga así. Recuerdo cuando publicamos nuestro álbum Spirit y más tarde Slania recibimos ofertas de muchos sellos de metal, fue un lujo poder escoger entre ellos y lo que premiamos fue que nunca nos obligarían a hacer algo que no quisiésemos. Es nuestra música, sea mejor o peor, es nuestra música. Creo que si creas arte en forma de música, o libros o pinturas, tu creatividad no debería verse afectada por opiniones externas y mucho menos obligaciones. Si llego a este punto dejo de crear música. Podemos discutir lo que sea, pero nunca obligarnos a hacer algo.
Recuerdo que cuando creamos Slania, lo escucharon y nos dijeron que nunca escucharían un álbum previamente a ser terminado, que confiaban plenamente con nosotros. Eso fue al principio de nuestra relación laboral, y realmente lo agradecí y lo sigo agradeciendo mucho.
Tenéis mucha “competencia”, pero seguís siendo abanderados de un estilo muy particular. Estos últimos años han aparecido bandas con un folk mucho más oscuro, como por ejemplo Wardruna o Heilung. ¿Qué os parece la propuesta de este tipos de bandas?
¡Me encantan! No tengo mucho tiempo para escuchar nueva música, pero he coincidido un par de veces con Heilung en festivales. ¡Hemos charlado y hemos bebido juntos! Y claro, me gusta Wardruna.
¿Eres capaz de escoger los cinco temas que mejor definan el sonido de Eluvietie?
Jajaja, no. Imposible. Podría citar los temas que más tocamos en directo, por ejemplo, que son los que más han trascendido entre los fans. No creo que definan nuestro sonido. Toda nuestra discografía define nuestro sonido. Cada cada concierto, cada canción es importante, todo el conjunto hace a Eluveitie.
Me gusta esta respuesta. Bueno, Chrigel. Muchas gracias por todo, por tu tiempo. Nuevamente voy a felicitar a la banda por el nuevo álbum y estamos deseando que llegue el otoño para recibir esta gira que habéis montado junto a Lacuna Coil. Intentaremos estar allí. ¡Gracias y saludos!
¡Muchas gracias a vosotros, chicos!