Hoy os traemos una entrevista con Cremosity, grupo de death metal técnico y rápido nacidos en los cimientos de la montaña de Montserrat que estarán el próximo domingo abriendo el concierto de presentación de Reticulate en la Sala Monasterio de Barcelona.
SofN: Bienvenidos a Science of Noise. Es un auténtico placer por charlar con vosotros para conocer más sobre la banda. ¿Qué tal estáis?
¡Fresquísimos! Este mes de mayo hemos hecho un paréntesis (completamente improvisado) para salir un poco del local, airearnos y quitarnos el mono de directo. Para nosotros es un placer responder vuestras preguntas.
SofN: Posiblemente aún haya gente que no os conoce (aunque me parece raro) así que me gustaría saber un poco vuestra historia.
Nuestra historia es parecida a la de muchas bandas. Amigos de toda la vida tocando desde siempre en diferentes formaciones. Algunos tocábamos heavy progresivo y otros metal más contemporáneo en Don’t Wish, Convicted… Con estos últimos llegamos a telonear a Holy Moses y Gojira.
Al final, todas aquellas bandas, fueron desapareciendo y se empezó a definir la alineación actual. Musicalmente se fue complicando el asunto, en un momento dado cayó en nuestras manos el Annihilation of the Wicked de Nile y aquello nos abrió un montón de posibilidades nuevas. De repente, había nacido Cremosity.
SofN: Escuchando vuestra música se le vienen a uno a la cabeza sobre todo grupos de la escena de Nueva York de los años 90. ¿Cuáles son vuestras principales influencias?
Nosotros consumimos música de todo tipo. No solo de zurre vive el hombre. Creemos que hay muchos estilos que nos enriquecen como músicos y como banda. Tampoco tenemos una idea muy cerrada sobre cómo debe sonar Cremosity. Si algo funciona en el contexto de la canción o del álbum, se queda sin más. En el disco incluimos una intro ambiental y un corte con guitarras clásicas para introducir uno de los temas. Creímos que ayudaban a explicar lo que venía después y daba algo de dinamismo al conjunto.
Dicho esto, el listado de influencias es extenso. Está claro, escuchando nuestra música, que las influencias principales vienen de Morbid Angel, Deicide, Cannibal Corpse, Suffocation, Death… y también de cosas más contemporáneas como Nile, Dying Fetus, Origin, Meshuggah, Psycroptic, Necrophagist, Wormed…
Mirando atrás, crecimos y aprendimos a tocar oyendo lo que oían nuestros padres, tíos, hermanos mayores o colegas y ahí el espectro se abre hacia un lado u otro dependiendo del miembro de la banda. Los más heavy metal escuchan Deep Purple, Pink Floyd, AC/DC, Kiss, Rainbow, Black Sabath, Judas Priest, Iron Maiden, Dio, Metallica, Pantera, Dream Theatre, Symphony X… Pero también hay quien escuchaba cosas tipo Deftones, Nofx, Pennywise, Me First and the Gimme Gimmes…
Más allá del rock también hay vida. Flamenco, jazz, funk… No es raro que alguien llegue a ensayar escuchando «Potro de Rabia y Miel» de Camarón de la Isla y Paco de Lucía. Todo suma y de todo se pueden sacar ideas para componer usando métricas, o armonías menos habituales en el rock o en el metal.
Como curiosidad, desde hace años, solemos usar «Kickstart My Heart» de Mötley Crue para calentar antes de los ensayos. Nos ayuda mucho a satisfacer al Metal Paco que tenemos dentro.
SofN: Cuando estabais construyendo vuestro disco debut, ¿pensabais que gustaría tanto y la repercusión que ha tenido?
En absoluto. Teníamos mucha faena intentando sonar más rápido, más preciso y más compactos como banda. De hecho nunca tuvimos la sensación de estar componiendo un disco. Al principio trabajábamos sobre ideas sueltas. Pasado un tiempo nos propusieron hacer un concierto, el primero de la banda, y en dos meses agrupamos todas las ideas que estaban flotando por el local. Aquel setlist se convertiría en el Witness of Human Brutality. Después de aquello seguimos trabajando para mejorar la ejecución de los temas pero, básicamente, la composición la hicimos pensando en llegar a tiempo a aquel concierto.
SofN: Al principio, al ver vuestro nombre, me costó un poco tomármelo en serio pero una vez escuché vuestra música vi que había mucha seriedad. ¿De dónde salió la idea de poner este nombre al grupo?
El nombre de la banda ha dado muchas vueltas. Cremosity fue la primera idea de nombre para la banda, pero era algo completamente provisional y de coña en la onda de Animosity, Monstrosity… Antes del primer concierto estuvimos pensando nombres serios y salió The Blackening. Hicimos los primeros conciertos con ese nombre, además de alguna entrevista y una versión del tema «The Eyes» para un disco homenaje a Ronnie James Dio (si buscáis por la red la encontraréis). Pasado un tiempo nos dimos cuenta de que, en realidad, nadie estaba completamente convencido con el nombre así que seguimos pensando en nombres y se nos ocurrió In The Flesh, pero nos pasó lo mismo que con el anterior. Nadie se sentía identificado.
Con el disco casi grabado, aún teníamos pendiente encontrar un nombre. Tras proponer muchas opciones serias, finalmente nos dimos cuenta de que la primera idea había sido la buena. Ningún nombre molaba más que Cremosity y todos nuestros colegas, de forma unánime, estaban de acuerdo. Así que ese se quedó.
SofN: Supongo que tras dos años y medio después de la salida de Witness of Human Brutality estaréis trabajando en nuevo material, ¿qué nos podéis contar sobre las nuevas composiciones?
Pues tenemos, otra vez, un puñado de ideas flotando por el local. Este mes estamos presentando «The Distinguished Butcher» en directo, que junto con «Call to Violation» (la cual incorporamos a nuestro setlist hace un tiempo), son los dos primeros temas completamente acabados del próximo disco.
Tenemos bastante estructurado el hilo argumental que seguirá y hemos empezado a escribir algunas letras. En el aspecto musical arrastramos un montón de recursos de la grabación del Witness que nos están facilitando la composición y estamos incorporando algún patrón rítmico que antes sólo asomaba tímidamente. Creemos que aún nos queda mucho margen para seguir dando vueltas a las ideas y el sonido de Cremosity en las próximas composiciones.
SofN: Habéis tocado por muchos lugares de Catalunya y España pero no sé si habéis visitado algún país de fuera. ¿Tenéis intención de intentar llevar vuestra propuesta fuera de nuestras fronteras?
Aún nos queda mucha península por recorrer. Sobre todo hemos tocado en Catalunya, Levante y Andalucía y las experiencias, por el momento, siempre han sido buenas. Bien de comer, gente majísima y bandas de mucho nivel.
Lo de salir de la península, por supuesto. Por el momento no se nos ha presentado la oportunidad pero estaríamos encantados de tocar allí donde nos aseguren cerveza fría y buena gastronomía, ya sea acompañando a alguna otra banda o por nuestra cuenta. Escuchamos propuestas. La crema catalana la ponemos nosotros.
SofN: Vuestras canciones tienen muchos cambios, subidas y bajadas como si fuese una montaña rusa. ¿Cuesta mucho componer material tan técnico y enrevesado? ¿Os cuesta poneros de acuerdo o llegar a un consenso?
Normalmente no nos sale un tema entero del tirón. Alguien viene con ideas al local y las trabajamos entre todos. Cuando acumulamos varias, elegimos las que tienen coherencia entre sí y las juntamos para componer el tema completo. No es algo que hagamos a propósito pero tendemos a intentar que el tema funcione sin letra. Eso hace que las estructuras sean algo caóticas, muchas veces sin verso o estribillo definido.
Por último trabajamos las voces intentando que exista un diálogo entre la música y lo que dice Lopi (vocalista). Por ejemplo, en «Machines Against Flesh», cuando la letra dice «…the falling bombs are announcing its arrival» una de las guitarras hace un sonido que recuerda a la sirena de un Stuka.
En cuanto a las subidas o bajadas de intensidad, intentamos que haya puntos de descanso para el oído a lo largo de cada tema y esto también intentamos relacionarlo con la letra. En «Human Fat Ointment» se explica la historia de Enriqueta Martí, la vampira de Barcelona. Según se dice, a principios del siglo XX vendía ungüentos, hechos con grasa de niños a los que secuestraba, a las puertas del Teatre del Liceu. Aprovechando esa idea, intentamos relacionar a cada personaje y cada parte de la historia con un pasaje distinto de la canción, de la misma forma que se hace en la ópera. Hay ritmos más rápidos que explican cómo se disfrazaba de vagabunda para acecharlos y secuestrarlos, un pasaje en que la batería camina donde se explica cómo se vestía con ropa lujosa para vender sus ungüentos en la puerta del teatro y una última parte a medio tiempo que explica el momento en que la policía de la época abrió la puerta de su casa y descubrió la habitación donde escondía sus fórmulas, pócimas y los restos de los niños a los que había asesinado.
El punto que más nos cuesta consensuar suele ser la temática de los temas. Muy a menudo la misma música nos hace imaginar cosas distintas a cada uno de nosotros. Pero, una vez está eso claro, el resto cae por su propio peso.
SofN: Si os habéis liado la manta a la cabeza y habéis salido a la carretera, seguro que tenéis alguna anécdota para escribir un libro. ¿Qué cosas raras os han sucedido? ¿Y dentro del local, si se puede contar?
Vamos allá con las historietas.
Hace un tiempo, Hecatombe Records nos invitó a tocar a Valencia y Almería. En Valencia le compramos a Antonio (el promotor que organizaba el bolo allí) un cd de tributo grindcore a Los Chunguitos. Como nos caló rápido, nos regaló un disco de una banda murciana de cybergrind que se llama Fractura de Pene. Una auténtica maravilla. Al día siguiente, de camino a Almería la estuvimos escuchamos en la furgoneta y flipamos de tal manera que le enviamos un mensaje a Antonio agradeciéndole el descubrimiento. Por la noche, después de tocar en Almería, se nos acercó un chaval. Era el cantante de Fractura de Pene, que se había enterado de lo alucinados que estábamos con su disco y se había acercado a conocernos. Desde aquí os los recomendamos.
En algunos conciertos nos acompaña Duende, el sexto miembro de Cremosity, que tiene experiencia como road manager y nos echa un cable de vez en cuando. Sus hazañas de después de los conciertos llegan antes que él a la siguiente ciudad. Al bajar de la furgo, lo primero que preguntan es: “¿Quién es ese tal Duende que viene con vosotros?”.
En el último concierto en la Sala Rocksound, en medio de un tema, Víctor (Batería) le dijo algo a Lopi (cantante). Este comenzó a mirar la batería buscando la pieza suelta, el parche roto o el micro desconectado sin saber que lo que Víctor le estaba explicando era que días antes había cocinado lentejas y le habían salido cojonudas.
En cuanto al local de ensayo, lo más exótico que hemos hecho allí ha sido compartirlo, durante unos meses, con un enjambre de avispas que fueron expulsadas por no pagar su parte de alquiler.
Hay muchas más pero ya os las explicaremos en la próxima…
SofN: Muchas gracias por vuestro tiempo y os deseamos toda la suerte del mundo en este difícil mundo de la música. Os dejamos este espacio para vosotros.
Muchas gracias a vosotros por ayudar a mantener viva la escena underground. No nos deja de alucinar conocer a bandas, promotores, sellos discográficos y medios que se dejan la piel para hacer un trabajo lo más digno y profesional posible, muchas veces con menos medios de los que sería razonable.
De la misma manera queremos dar las gracias a los aficionados al metal extremo que se acercan a los conciertos para descubrir a bandas que no han oído antes, que no son conocidas o que no están dentro del circuito mainstream. Esa es la esencia de esto. Gracias otra vez y esperamos veros en el próximo concierto, sea de Cremosity o no.