Entrevista a Dave Ellefson, líder de Dieth y ex Megadeth: ‘Con Dieth vuelvo a ser un estudiante. Si me dedicase a tocar las canciones de Megadeth me haría viejo mucho más rápido’

Renacer, volver a caminar, tirar adelante o bajar al infierno y volver para celebrar la vida: esto es lo que significa Dieth para el gran bajista Dave Ellefson, el que siempre ha sido la mano derecha de Dave Mustaine en Megadeth. Las cosas se pusieron feas para nuestro protagonista y pudo vivenciar en sus carnes que te la pueden jugar en Internet y lo vulnerables que podemos ser cuando conectamos una webcam.

De ese tema hablaremos, también de Megadeth, pero antes toca presentar lo que es este trío de fieras que combinan el thrash metal con el death metal. Guilherme Miranda ex de Entombed A.D. y Michal Lisejko ex de Decapitated. Huyen del término supergrupo, pero de verdad que Dieth sorprende pues no esperas que lleguen a sonar como suenan. La verdad es que Ellefson es valiente y se siente como un aprendiz otra vez después de tantos años.

Como curiosidad hablamos de la posibilidad que estuvo de que llegara a formar parte de KK’s Priest con su gran amigo KK Downing ex de Judas Priest. Su disco de versiones No Cover, sus viajes constantes a Polonia, sus próximos conciertos de festivales en el Este o cómo los fichó Napalm Records.

Hola, Dave, saludos desde Barcelona. En primer lugar, gracias por su tiempo. Te entrevisté hace tres años cuando publicaste el álbum No Cover, una gran colección de versiones en dos discos, así que es genial repetir una entrevista contigo.

Muchas gracias, me alegro de verte otra vez.

Bueno, a diferencia del proyecto No Cover esta vez parece que tienes una banda real bajo el nombre de Dieth, y se nota que esto no es un proyecto paralelo. Tienes un sello realmente fuerte detrás, una buena formación y una sólida colección de canciones. ¿Por qué este proyecto ahora?

Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que has dicho y vuelvo a darte las gracias por ello. Sí, sentimos que en Dieth todo está conectado, concentrado y que hay un esfuerzo real para que esto sea una banda de verdad. El caso es que tuve un e-mail de Napalm Records. Estábamos en contacto gracias a un amigo común y un poco es él quien pone la maquinaria a rodar. Eso sería en enero de 2022. Compusimos nuestra primera canción y sacamos un vídeo de la misma: “In the Hall of the Hanging Serpents”.

Lo sacamos para ver la reacción general, y más que nada, para ver si algún sello iba a estar interesado en nosotros y Napalm Records ya se sentó a negociar desde el principio. Conseguimos el acuerdo y buscamos fecha para ir a grabar en Alemania con el productor, ya para terminar lo que es el disco. Él produjo bastantes canciones del mismo y… ¡Pues aquí estamos un año y medio más tarde!

Y parece que un año y medio no sea mucho tiempo para los que estamos en este negocio de la música, y especialmente para nosotros, porque no vivimos en la misma ciudad. Eso implica que nos toca desplazarnos muchas veces, especialmente en el caso mío y el de Gilherme ya que hemos estado trabajando mucho en Polonia, pero es un sacrificio y un viaje que haces con mucho amor. Y el disco va a salir y va a haber fechas de gira. Es muy divertido el haber empezado un negocio con esta gente. Es que no es solamente la música, hay también un negocio detrás y todo lo que esto implica…

¡Ah! Hay una gira en ciernes…

Sí, empezaos la segunda semana de julio en Polonia y hay fechas en el Grasspop, luego la República Checa, el festival Vagos, el Motocultor, Portugal, Francia y entrarán muchas más fechas… Es que es la presentación de la banda y la rampa de salida de algo así que vamos sacando videos y los teléfonos van sonando con ofertas para tocar, y eso son giras y buenas oportunidades. Vemos estos conciertos como los primeros pasos, como una presentación y estamos con ganas de empezar ya.

Hoy en día la gente ya ha visto los videos de «To Hell and Back» y «Don’t Get Mad… Get Even», así que, ¿estás contento con las reacciones de la prensa y los fans?

Sí, a un 100%. Porque en nuestro anterior sello digamos que fue un inicio duro. Pero la gente escuchaba “In the Hall of the Hanging Seprents” y decía: “¡Esto es una pasada!”. Algunos decían que era la mejor canción de heavy metal que habían escuchado del año, y cosas así, y creo que lo decían por la frescura de la canción. Para nosotros fue algo bastante inesperado. Y sí, hay frescura, y la hay en el sonido, en el look. Y bueno… digamos que no es nada fácil el retorno.

Piensa que para mí ya son 40 años en el negocio musical, de ser reconocido a un nivel profesional y especialmente la gente me tiene en conexión con el sonido de Megadeth, así que ahora me toca salir y empezar con algo nuevo. Conseguir que a los fans les guste y que conecten con los que hacemos. Y sí, digamos que ha sido un año de mucha diversión con esta banda, y cuando ves que todo empieza a despegar te emociona. Es una gran apuesta. Está bien el ver que la cosa tira y que te emociona algo nuevo y fresco como lo que hacemos estos tres tíos juntos.

Es un disco sorprendente porque hay mucha variedad en las canciones. “Mark of Cain” es realmente diferente de una hermosa balada como es “Walk With Me Forever”. Pero parece que todo encaja en este proyecto. ¿Estás de acuerdo?

Absolutamente, y es divertido porque es como si las canciones se hubiesen ido escribiendo ellas solas. Ha sido todo como muy orgánico y la verdad es que hay mucha variedad. Es como si las canciones se hayan ido presentando a nosotros. Ellas mismas han completado el disco. Hay veces que cuando escribes un disco piensas: “Dios, necesitamos otra canción más”, pero aquí hay de todo. Hay canciones muy heavies, luego hay baladas y muchas veces te toca pelear mucho para conseguir un disco completo.

Este ha nacido casi sin esfuerzo. Ha caído como del cielo e incluso el orden de las canciones pasó a ser algo muy fácil y natural de conseguir. Lo vas escuchando y te cuenta toda la historia. To Hell and Back es el título de la canción y da nombre al disco, y a la vez, te da la clave de toda la historia, sobre nuestras vidas y los años dedicados al negocio. Eso es lo que me gusta de los grandes discos de metal y rock: que una historia se puede escuchar de principio a fin y que no hay canciones de relleno, para así decirlo.

Por cierto… ¿“Walk with Me Forever” es la primera vez que cantas una canción en un álbum?

Sí, es la primera vez. Yo solía cantar en las bandas en las que estaba cuando empezaba hasta que llegas a ese punto en el que te metes en ese tipo de grupos que buscan un frontman natural, así que me tocó siempre ser el tío que hacía los coros en todas las bandas. Me encanta poder cantar, y en Dieth, especialmente en lo que refiere a la voz solista, es quien lleva el protagonismo, es el que cuenta la historia, es lo que conecta toda la narrativa, y eso para mí es genial, porque no se trata sólo de tocar el bajo y ser un músico más, aquí paso a ser uno de los protagonistas que te cuenta la historia.

Y te diría que esto se puede llevar mejor a cabo al ser un formato trío. Al ser tres te apoyas más en ellos, pero tienes mucha responsabilidad también y es muy excitante el poder ver qué puede hacer cada uno de nosotros. El ver qué pone cada uno sobre la mesa a nivel creativo, musical… Y es que para mí ha sido inesperado el saber qué podía aportar a un grupo como este.

¿Así que podemos decir que este disco es conceptual con letras autobiográficas?

Sí, es correcto, pero en ningún momento pensamos en hacer un disco conceptual, se hizo a sí mismo como un disco conceptual: To Hell and Back, una historia en la que cada uno puede verse interpelado ya que todos alguna vez hemos caído al infierno y hemos vuelto a resurgir. Lo que veo más cool de todo esto es que vas y vuelves del infierno, pero es la experiencia lo que te hace resurgir y salir del pozo siendo una mejor persona. De las vivencias se aprende.

La canción final: “Severance”, es liberarte del peso del mundo, de liberarte, y eso es algo que se consigue con los años vividos. El final del disco vuelve a ser lo que suena en el principio. Son las mismas notas con variaciones, que implica que has vuelto a la vida, que retornas al sitio de salida, sales del infierno y suena todo muy majestuoso; es atrevido, es libre, pero es diferente de lo que escuchas en el principio, es como si la experiencia te hiciera mejorar.

Sí, me fijé que el principio y el final son lo mismo, lo cual da unidad a todo y llegué a pensar que estábamos frente a un disco conceptual. Bonita intro y outro…

Muchas gracias. Recuerdo cuando teníamos ese inicio compuesto yo estaba con mi hermano en navidades y escuchábamos el A Night at the Opera de Queen y el Dreamboat Annie de las Heart. En ambos discos hay ese mismo inicio y final con variaciones, y yo le dije: “¿Qué es esto?” Y me fijé que no era exactamente igual que el principio, por lo cual escuché més discos que tienen esto mismo, y debo decirte que me ha gustado mucho el último disco de Ghost.

Impera tiene eso mismo: el final tiene lo que suena al principio y eso me encanta. A ellos les queda genial puesto que son un grupo muy conceptual y me gustó escucharlo especialmente porque nosotros estábamos haciendo lo mismo (risas). Sencillamente ocurrió y encajaba con lo que era el disco: el hacer sonar la misma melodía que suena al principio y el nombre de “Severance” alude a una variación o ruptura respecto al pasado.

 “Don’t Get Mad… Get Even” parece que va a ser un éxito. El coro parece tribal y será imprescindible en vuestros próximos conciertos. Me recordó a Sepultura y curiosmante me fijé en que el baterista Michal lleva en el videoclip una camiseta de Sepultura… así que ¿La banda brasileña es una gran influencia para Dieth?

Absolutamente (esto que has dicho me lo voy a apuntar). Creo que en este estilo y en la gente de esta generación Sepultura fueron una influencia masiva y Michal y Guilherme estaban muy metidos en los brasileños como lo estaban por el Rust in Peace. Ellos escuchaban a Sepultura cuando empezaban a escuchar música thrash metal. Era principios de los 90 y Sepultura lo estaban petando. Igor Cavalerasiempre fue un batería muy excitante en esos días y veo que inspiró mucho a muchos músicos, así que imagínate a un joven Michal con ese material (risas).

Pero también la guitarra de Andreas Kisser y la composición y forma de cantar de Max Cavalera. Eso inspiró mucho a un jovencísimo Guilherme. Trabajando con ellos todo este año lo he podido notar. Estos chicos han crecido con mi música y la de amigos como pueden ser Sepultura. Y te diría que ahora yo soy un estudiante de lo que ellos hacen. No soy de esos tíos de la vieja guardia que vienen y les dicen “yo ya lo sé todo, porque ya lo he hecho todo”. Sí que hay momentos que me necesitan como guía y en los que me toca ser la cabeza pensante, pero también me toca estar muy atento a todo lo que proponen. Esto es justamente una de las cosas más divertidas que ha sido hacer este proyecto.

No puedes tirar adelante y decir que hay que hacer las cosas de esta forma sólo porque yo ya lo he vivido. Hay mucho para aprender y de aquí la música que hacemos gana mucho. Hacía tiempo que no tocaba y me toca aprender muchas cosas desde el estilo de tocar al estilo de cantar. Te diría que Dieth han significado un paso adelante en muchísimos sentidos y te hablo como estudioso de la música, y de verdad que para mí ha sido muy bueno. Lo que no tocaba hacer era ser perezoso y vivir de rentas del pasado. Eso ya lo he hecho, sé cómo soy, y si caes en lo obvio te harás viejo mucho más rápido. Hay que ser duro y estoy muy orgulloso de lo que es Dieth, con ellos he vuelto a ser un estudiante otra vez.

Eso es genial, pero volviendo a la canción “Don’t Get Mad… Get Even” yo estoy seguro que cuando la gente de Napalm Records la escuchó terminada pensó: “aquí tenemos un hit”…

Sí, lo vieron… y es divertido porque lo vieron incluso cuando la estábamos componiendo y ya se adivinaba desde la intro que hicims del tema. Yo fui al estudio un día y estábamos buscando ese groove tan marcado, una cadencia, una llamada a tomar las armas, a la acción, a rockear. Así es como suena… Yo tenía las letras hechas y luego se compuso la música entre todo el grupo y termina todo sonando a estadio lleno de gente.

Yo creo que nos basamos en dos deportes en particular que eran la UFC Fighting y el hockey sobre hielo. Son dos tipos de deporte que de alguna manera pueden tener una conexión total con el heavy metal. Abarcan eso tan físico y lo elevan a un nivel de gladiadores antes del combate. Ese feeling es lo que nos ayudó a visualizar a la audiencia en medio de la canción.

A mí es que me parece la canción ideal o para empezar el concierto, o para terminarlo.

Exacto, muchas gracias.

¿Por qué elegisteis el nombre de Dieth para la banda?

Estaba haciendo un poco el tonto con ese inglés Shakesperiano. Como si levanto una tostada y digo que estaré un mes a dieta a los que me escuchan para que puedan volver a revivir. En fin, que es como que muere tu pasado, que puedes reinventarte o renacer si quieres. De ahí viene la palabra, que es como una frase hecha, un concepto. Y te soy muy franco en esto: de ahí vino la idea. Cuando pensábamos en el nombre del grupo y en esa palabra, pasó a ser un concepto universal para los tres.

Todos hemos vivido eso de bajar al infierno y volver a nuestras anteriores bandas y la elección de esa palabra como nombre fue una especie de reset para cada uno de nosotros, y en nuestras vidas adultas ya no hay lugar para represalias o resentimientos. Eso sería como meterse en terrenos arrasados, nada fértiles. Es más como el cerrar una puerta y tirar adelante sin mirar al pasado. Ideas frescas, nuevas amistades, nuevas creaciones musicales… Esta banda no tiene que parecerse a lo que hicimos en nuestro pasado. Y lo pienso porque nos hemos unido y hemos encontrado una única voz.

Tengo que confesar que cuando estabas fuera de Megadeth pensé que tal vez era una buena opción unir fuerzas con el proyecto de KK Downing llamado KK’s Priest. ¿Kenneth te llamó?

Es divertido que lo digas ya que Kenneth y yo somos muy buenos amigos. Nos llevamos muy bien desde la gira de Painkiller y Rust in Peace que hicimos juntos en los 90. Y digamos que volvimos a conectar hará unos pocos años atrás gracias a un amigo común que vive en Scottsdale (Arizona), justo donde yo vivo. Cuando estuve haciendo mi gira en solitario bajo el nombre de Ellefson, fui a Europa y llamé a Ken por si se quería unir al grupo cuando tocábamos en su sala KK’s Steel Mill.

Yo también estaba promocionando mi primer libro More Life with Deth y mi disco en solitario Sleeping Giants. Él estuvo muy receptivo a la idea y le invitamos a que subiera a tocar una jam en los bises y luego si quería el “Living After Midnight” o lo que quisiera (risas), porque yo soy muy fan de Judas Priest. Se mostró algo precavido, pero antes ya le había invitado Ross the Boss a que se subiera al escenario del Bloodstock justo unos meses antes, y claro, ya me dijo: “he probado el escenario y he olido la sangre…”. Entonces tuve claro que el guerrero que hay dentro de KK Downing había vuelto. Eso me encantó.

La idea era tocar con él y luego con mi banda estaba allí y estuvimos al teléfono con Tim Ripper Owens, y nos dimos cuenta de que sería una buena ocasión para llamar a su exbatería Les Binks para tocar. Y es que yo soy muy fan de los tiempos del Stained Class, el Hell Bent for Leather, el Unleashed in the East… Y ostras, de repente, me vi a mí mismo tocando con los Judas Priest versión 2.0. La sensación de decir: “¡Joder, esto es una pasada!”. Estaba muy excitado… Hicimos ese concierto y la noticia y los vídeos rodaron por el mundo entero. Todo el mundo estaba muy excitado con eso de que Ken estuviese de vuelta, y lo mejor de todo fue el poder estar ambos juntos sobre un escenario.

Como te puede imaginar el teléfono no paró de sonar con ofertas de todo el mundo para que tocásemos canciones de Judas Priest, aunque yo en esos tiempos estaba con Megadeth. Le dije a Ken que me encantaría seguir tocando con él pero… pude ver en los ojos de Ken, que es un compositor incansable, que no viviría para tocar esas canciones y que iba a necesitar una banda, un nuevo cantante y algún proyecto para dar salida a su música. Creí que eso de salir a tocar por el mundo canciones de Judas Priest no le iba a colmar.

Es lo que me pasa a mí con Dieth, que no quiero tocar las canciones de Megadeth y quiero un proyecto nuevo. Es por eso que formó los KK’s Priest mientras yo estaba con Megadeth. Era un grupo que componía bien, que tocaba muy bien y me encantó verle de nuevo activo y haciendo cosas que pueden llegar a ser muy grandes. Y mi historia con Megadeth terminó hará unos años, pero no era lo más apropiado el entrar en la banda de Ken ya que él ya tenía un bajista. Seguimos siendo amigos y hablamos a menudo. Le apoyo en todo, se le ve genial, toca muy bien y está con un proyecto nuevo. Es el jodido KK Downing tío… me encantará volverle a ver otra vez en directo.

Jordi Tàrrega
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Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.