Una de las grandes sorpresas de esta última edición del AMFest fue sin duda la actuación del trío catalán Falç de Metzinera. Conceptualmente basadas en el desarrollo de la brujería en el territorio catalán, y con una música que mezcla los ritmos más pesados y más doom de Black Sabbath con la profusa utilización de instrumentos folclóricos, tradicionales y chamánicos y la danza oriental, Claudia, Marta y Anna se han sacado de la manga una propuesta única a la que, a poco que tengan cierta repercusión y visibilidad, auguro un futuro verdaderamente interesante. Desde ese día en que las vi me metí entre ceja y ceja que quería conocerlas (y dároslas a conocer) un poco mejor, así que aquí tenéis esta entrevista en la que se explayan sobre todas sus vertientes. Ojillo a estas chicas, que apuntan alto.
¡Hola, chicas! Antes que nada, muchísimas gracias por dedicarle un tiempo a contestar a nuestras preguntas. ¿Cómo se presentan el otoño y el invierno?
¡Hola! Gracias a vosotros por concedernos esta entrevista. Este otoño ha empezado con buen pie con el bolo en el AMFest y con el Agni Spirit Festival durante la noche de Todos los Santos. Uno en formato eléctrico, más pesado, y otro en formato acústico, más folk. Ambos han funcionado genial. El invierno se presenta introspectivo, organizándonos para el año que viene con muchas ganas.
Como muchos, os descubrí en el AMFest, y la verdad es que quedé bastante impresionado con vuestra propuesta y por cómo la habéis llevado al directo. Explicadme por favor cómo llegasteis a la idea de montar un grupo precisamente así, tanto musical como conceptualmente, y qué os llevó a actuar en la Fabra i Coats.
Falç de Metzinera está inspirado en la brujería tradicional y la figura de la bruja en Catalunya. Este es un tema que nos apasiona a las tres y un día, charlando en un bar, descubrimos que nos gustaría darle forma a través de música y danza y nos pusimos manos a la obra. Primero conceptualizándolo en tres actos (La Crida, la Llar y el Sàbat) y luego dándole voz y movimiento. Curiosamente las tres ya trabajábamos en grupos dando nuestro toque más tradicional (el tambor chamánico en el caso de Marta, el sitar en el caso de Claudia o la danza tribal en el caso de Anna). Acabamos tocando en la Fabra i Coats gracias a nuestro primer bolo en la Sala Vol. Gustó tanto que nos ofrecieron actuar en el AMFest como banda experimental, con lo cual estamos muy agradecidas.
Acompañando esta gran aparición en sociedad hace ya unos meses, también habéis publicado el disco Vol I, un disco que está muy bien pero que creo que no acaba de reflejaros al 100% tal y como hacen vuestros directos. ¿Qué nos podéis contar sobre el proceso de composición y grabación del disco y también de la preparación de la propuesta en directo?
El proceso de composición comenzó a principios del 2018. Para empezar a escribir y representar un tema tan delicado como lo es la brujería tradicional, decidimos empezar poniendo en común nuestros estudios y conocimiento al respecto. En aquel momento, cada una de nosotras se encontraba en diferentes puntos de dicho estudio y la intención fue, desde el primer momento, representar la brujería tradicional catalana desde nuestras entrañas y vivencias personales.
Durante nuestros primeros encuentros hubo una inspiración en común. Nos adentramos en octubre de 1616, Lleida, primer caso documentado de las macabras ejecuciones que se llevaron a cabo en nuestra tierra. Una mujer, Francina Redorta, también conocida cómo «La bruixa de Menàrguens» fue ejecutada en la horca con el pecho descubierto « per bruixa i metzinera ». Primeramente quisimos representar su historia, pero vimos más interesante hablar del tema desde un punto de vista más personal y no tanto desde la parte histórica de la persecución.
La grabación del disco se llevó a cabo durante dos días de febrero, 2018 en el estudio de Big Ground Records, en Sabadell. Fue producido, editado y masterizado por Baptiste Gautier-Lorenzo (Thermic Boogie). Para la grabación del I utilizamos dos flautas traveseras, un bajo enchufado a un Musique Industries con una pantalla 2×15, Una batería Ludwig Vistalite del 78 y instrumentos de percusión tales cómo thunderdrums, maracas, shakers, crótalos, bongos y un tambor chamán. También incluimos sonidos hechos con cuernos, semillas, morteros en bronce, pitos de agua, una hoz, cuencos tibetanos y algunos colgantes de latón. Durante la post producción pudimos añadir sonidos de nuestra tierra cómo balidos de cabras, campanas de iglesias, bosques en calma y fuego.
La preparación del directo surge de la realidad en los ensayos: incienso, naturalidad, piel de gallina y movimientos ancestrales.
¿Cuáles consideráis que son las influencias musicales clave de una banda que está entre el folk más severo y Black Sabbath, el stoner y el doom, pero que va muchísimo más allá de ello? ¿Ya nivel de concepto y presentación visual?
Es difícil poder identificar todas nuestras influencias, en primer lugar, cabe aclarar que, el álbum, recibe el nombre Vol. I en referencia a nuestro primer vuelo, en catalán « vol », nada que ver con el Vol. 4 de Black Sabbath que obviamente da nombre a su cuarto album de estudio.
Dentro del folk destacamos principalmente a Jethro Tull como padre de nuestras melodías de flauta, aderezadas en algunos momentos con patrones típicos de la musica medieval religiosa y/o profana inspirados en misas y motetes de Guillaume Dufay.
A nivel eléctrico y rítmico, nuestras principales influencias son Om y el dúo apisonadora Eagle Twin.
Combinando sonidos limpios con distorsiones sucias y añadiendo ritmos de batería pesados marcando la campana del ride, tratamos de representar el camino difícil y satisfactorio del ocultismo.
A nivel de danza podríamos calificar como referente a Beats Antique (de la bailarina Zoe Jakes), un grupo de San Francisco de música y espectáculo tribal fusión, nos enseña como llevar a cabo un directo con multitud de cambios de efectos visuales (abanicos de tela, fuego, vestuario impresionante, etc) y la magia del tribal fusión que combina elementos electrónicos con música antigua. También podríamos nombrar a bailarinas como Tiare Tashnick y su Valôurian Theatre, que convierte sus danzas en un ritual.
Vuestro amplio abanico musical cuenta con múltiples instrumentos, pero de los más convencionales dentro del rock solo tenemos una batería y un bajo (a veces fuertemente distorsionado), dando un aire muy crudo y contundente a la base rítmica. ¿Cómo creéis que esto define vuestro sonido? ¿Consideráis la inclusión de otros instrumentos (Como una guitarra, por ejemplo) en el futuro?
Cómo hemos comentado anteriormente, tratamos de crear parajes místicos, dulces y oscuros para transmitir la realidad del concepto « brujería ».
Por el momento no hemos pensado en añadir otro instrumento eléctricos debido a que el proyecto consta actualmente de dos ramas o formatos: Por un lado el formato eléctrico, que fue el formato que llevamos al AmFest, compuesto por batería, bajo, percusiones, flautas, voces y danza. Y por otro lado el formato acústico dónde sí que sustituimos el bajo por una guitarra para dar más armonía ya que consta simplemente de voz, flauta, guitarra y tambor chamán dando mucha más visibilidad e importancia a la danza y al ritual en si.
¿Cómo se gesta una canción de Falç de Metzinera, desde los primeros esbozos hasta los arreglos y la coreografía? ¿Cómo trabajáis?
Cada canción de Falç de Metzinera representa el proceso de crecimiento y adquisición de conocimiento durante el estudio de la brujería tradicional. Martha Wood gestó los primeros temas del álbum, grabando pequeñas muestras para que más tarde Claudia aportase los ritmos de batería y el interludio de flautas previo a la versión de «Karchata», que surgió durante los inicios de la banda en una sesión muy especial para ambas.
El último tema que da nombre al disco está inspirado en un viaje al otro mundo para recibir mensajes e interpretarlos en forma de música. Este tema pasó por muchas formas, significados y ritmos hasta dar con el actual, una representación fiel de lo que consideramos el Sàbat.
Claudia y Martha tienen mucha complicidad musical, en sus encuentros se añadían armonías vocales al momento y surgían ideas con facilidad, como ese, todavía sin nombre, «Resten Poques Hores per l’Alba», que fue compuesto en el último ensayo antes del AmFest.
Anna de Mas trabajó sus coreografías con la banda durante los ensayos, dejando llevar su cuerpo al ritmo de lo que la música le transmitía, tocando el tambor o los crótalos como acompañamiento. Se encarga de darle un significado simbólico y ritualístico a cada una de las canciones con el movimiento, el fuego, las telas o el incienso (hecho por nosotras mismas), personificando esa figura de la bruja, desde que trabaja con las plantas en la Llar o acaba ardiendo en el Sàbat. Pero no todo es baile, también escribió las narraciones que inician cada uno de los actos de Vol. I, narrados por Martha y acompañados de teatralidad por Claudia.
Aunque en Vol I hay pocas pistas estrictamente musicales, habéis decidido incluir una versión del «Karchata» de Folknery. ¿Qué creéis que aporta esta canción al total del disco y de la historia que queréis explicar? ¿Habéis re-adaptado la letra a vuestra historia o está traducida tal cual?
«Karchata» es un tema que sirve cómo nexo de unión entre las pistas más pesadas y las melodías más folk. La letra es una readaptación a nuestra historia que narra nuestras vivencias personales y como vivimos el proceso de adentrarnos en el sendero de la brujería tradicional catalana. Ambas hablan de folklore. Nos gustó mucho su melodía.
Aunque como banda sois nuevas, no sois precisamente unas doñas nadie, al contrario: Martha está en Your Grace y es ex-Santa Rita, Claudia forma parte de The Mothercrow y Anna tiene un background importante en el mundo de la danza tribal. ¿En qué otros fregados estáis metidas y qué ha hecho que os encontrarais para dar pie a este proyecto?
Estamos todas metidas en fregados varios, porque nos va la marcha… jajaja. Somos personas que tenemos la necesidad de expresarnos creativamente y siempre estamos en movimiento. Nos conocemos de años atrás en momentos y circunstancias diferentes. Claudia y Marta se conocieron hace siete años en un proyecto de Riot Grrrls fundado en Barcelona y por otra parte Anna y Martha se conocían del sector audiovisual.
Sus caminos volvieron a juntarse años después a través de su interés por lo oculto y lo tradicional. Actualmente estamos en mil proyectos cada una de nosotras.
¿Creéis que Falç de Metzinera se trata de un proyecto más o menos paralelo o secundario entre vuestras dedicaciones musicales principales o, al contrario, a partir de ahora va a tomar una posición central en vuestra carrera?
Cada proyecto alimenta un aspecto del alma diferente, no podemos elegir a que hijo queremos más.
En el AMFest presentasteis una canción nueva que me gustó mucho y que no aparece en el disco (esa que dice eso de «Queden Poques Hores per l’Alba«). ¿Quiere decir eso que ya estáis elaborando material para un posible Vol II?
Sí, volaremos otra vez.
¿Sentisteis que la elección del catalán como idioma de la música y del texto que la acompaña era necesaria para redondear vuestro concepto, o por el contrario creéis que se trata de un elemento accesorio en este sentido?
Utilizar el catalán como lengua en nuestros temas no ha sido una elección al azar. Estamos transmitiendo un conocimiento arraigado a un territorio, con lo cual, usamos la lengua del mismo.
La brujería ha estado y sigue estando muy presente en Catalunya a día de hoy. En vuestra presentación, además, decís que os inspiráis en vuestra experiencia personal con la brujería. ¿En qué consiste esta experiencia? ¿Hasta qué punto estáis implicadas en ese camino?
Seguimos estudiando y ampliando conocimiento sobre la brujería catalana, desde el respeto y la humildad más pura. No queremos que se mezcle o se confunda con las prácticas New Age que están ahora tanto de moda. Catalunya es una tierra llena de leyendas, folklore, zonas de poder y un pasado muy oscuro en este tema. Hay mucho por aprender aún y cada una lo vive de forma íntima y personal con y para su territorio. En las narraciones de los Actos I (La Crida), II (La Llar), III (El Sàbat) se puede leer entre líneas lo que se puede vivir, o al menos dar nombre a cosas que no le podíamos dar hasta ahora.
¿Y cómo creéis que se valora la brujería hoy en día? ¿Creéis que la gente se la toma en serio o aún hay una especie de sensación en la sociedad «convencional“ que aquellas que la practican siguen estando medio locas? ¿Qué mis concepciones crees que aún existen y cómo se podrían combatir? ¿O no hace ni falta?
Esta pregunta conlleva un largo debate y una respuesta de páginas y páginas. Sintetizaremos. Como decíamos en la anterior respuesta, hoy en día hay mucha etiqueta y las redes sociales no ayudan a ello. Con el auge de la New Age se suele confundir Brujería con Paganismo u otros conceptos muy distantes entre ellos. La brujería no es algo feliz ni es hippy ni es auto-ayuda como muchos la describen sin darse cuenta. Hoy en día no se valora ni se entiende la brujería por falta de información o charla precisa y correcta. Hoy en día todo el mundo es bruja/o porque le gustan los minerales, o cosas por el estilo. No tiene nada que ver y se perjudica y desvalora la visión y el historicismo de la brujería tradicional medieval. Pero al final, quien quiera conocer, conocerá. Quien quiera entender, entenderá. Y sí, evidentemente, fuera de la gente más interesada, no se toma en serio.
En ese sentido, ¿la creación de la banda y de todo el concepto que la rodea es una especie de declaración de intenciones por vuestra parte?
Es una forma artística para expresar todos estos conceptos y agradecer a aquellos que nos han ayudado en el camino.
Bueno, ¿Y ahora qué? Tenéis el disco en el mercado y habéis generado un interés genuino en bastante gente. ¿Cuáles son vuestros planes a corto y medio plazo?
Nuestros planes van enfocados a entrar en el circuito de festivales afines a nuestro estilo y tener la oportunidad de llevar nuestro show más allá de nuestro territorio.
Actualmente Claudia está viviendo en Francia y trabajamos a distancia en la composición de nuestro próximo Vuelo.
¿Cuál crees que es el lugar para un grupo como el vuestro en la escena actual? ¿En qué tipo de festivales o con qué tipo de bandas os veis tocando?
Nos encantaría tocar en festivales más grandes, de habla catalana o no. Por ejemplo, creemos que encajaríamos mucho en el Homme Sauvage de los Pirineos. En el ámbito más folk nos encantaría poder tocar en el Castlefest, entre muchos otros. Aún así, también nos gustan los pequeños círculos y nos vemos tocando en acústico en ferias medievales o en fiestas tradicionales de Catalunya tipo l’Escaldàrium de Bigues i Riells o l’Aquelarre de Cervera, donde las protagonistas son las brujas y el folklore catalán. Además de festivales de tribal fusión donde prima la danza.
De hecho, si tuvierais que montar una gira con cuatro bandas, siendo Falç de Metzinera una de ellas, ¿Cuáles escogeríais y por qué?
Buscaríamos bandas que tuvieran como concepto algo parecido al nuestro, que cuestan de encontrar.
Hay proyectos independientes, como Pyre:Numen ( “The Case for Witchcraft in Andorra“) o Neonymus (de Burgos), que nos llaman la atención. Admiramos mucho a los miembros de Funeral Mantra (Catalunya) o, puestos a soñar, Om (USA) o Wardruna (Noruega). Con Udol (también de Catalunya) ya hemos tocado, pero lo volveríamos a hacer!
Yo ya os dije personalmente, y también comenté en mi crónica del AMFest, que si tenéis suficiente exposición os auguro un futuro muy interesante, primero porque vuestra propuesta es original y segundo porque también es visualmente muy atractiva, y ya no solo por la danza, que también, claro, sino por el dinamismo y la sensación de que pasan cosas distintas constantemente. ¿Estáis de acuerdo y asumís ese potencial? ¿Qué creéis que debería ocurrir para que se materializara un cierto éxito?
Estamos de acuerdo y queremos seguir trabajando en ello. Ahora solo hace falta crecer y conseguir visibilidad. ¡Ideas y ganas no nos faltan!
Bueno, pues esto es todo. Os quiero dar de nuevo las gracias por vuestro tiempo y os quiero felicitar otra vez por vuestra propuesta. Solo me queda desearos mucha suerte, y que espero que oigamos a hablar a menudo de vosotras. Por nuestra parte, ya os garantizo que lo haremos seguro.
Muchísimas gracias.
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día.
Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.