Entrevista a Fynn Claus Grabke y Philipp Mirtschink de The Picturebooks: ‘Cuando termine la pandemia va a haber más shows que nunca, pero con la misma gente teniendo que elegir dónde va’

Sinceramente creo que el dúo germano The Picturebooks está en una posición envidiable y que no tienen techo a la hora de crecer. Su anterior obra The Hands of Time me pareció espectacular, ahora la superan con The Major Minor Collective y añaden a cantantes invitados para cada canción. Y si has tenido posibilidades de verles en directo sabes que sus conciertos son los que no se olvidan.

Viajan muy a menudo a Estados Unidos y tenían una gira que quedó truncada junto a Volbeat y Clutch, pero el Covid nos golpeó a todos/as. Son auténticos y llevan el espíritu Juan Palomo hasta las últimas consecuencias. Pero también hay que decir que el mundo de la música le viene de cuna a Fynn. Su padre, Claus, es un reputado skateborder y músico, y su mismo progenitor es el que me atiende primero mientras llama a los chicos.

Fue una entrevista muy muy larga. No tenían ninguna otra programada así que nos relajamos. Es Fynn quien toma el protagonismo y Phillip interviene sólo cuando la pregunta le toca a él. Fynn es un absoluto crack en cuanto a comunicación, reímos mucho y pude confirmar lo que ya sabía: que The Picturebooks es una banda sumamente especial que no va a parar de crecer.

Muchas felicidades por The Major Minor Collective. De verdad que me parece una perfecta continuación a The Hands of Time. Debo decir que, desde mi punto de vista, hay dos canciones increíbles. La primera es «Holy Ghost» con John Harvey de Monster Truck. ¿Sientes que posiblemente sea vuestra mejor canción hasta la fecha?

(Risas) Te diría que muy posiblemente tengas razón. Esa es una de esas canciones que te vienen de una forma fácil. Escribirla fue sin esfuerzo alguno, primero creamos la música. Luego se la mandamos a John, que estaba en el grupo de Wassap. Le mandamos la demo hecha, o más que la demo… algo grabado en un mensaje de voz. En menos de dos minutos ya había respondido, tocando la canción de fondo y cantándola. Y en ese mensaje que nos devolvió ya había uno 80% hecho de lo que quedó al final. Allí estaba el “Hallelujah” y gran parte de la letra final, y eso que solo estaba improvisando. Fue una de esas canciones que surgen de una forma muy fácil, y esa es la principal razón por la que creo que es tan fácil que le llegue tan fácilmente a la gente. Obviamente luego hay muchísimo más trabajo que hacer para que suene todo fácil y bien. Pero para que algo entre fácil también necesita de que sea fácil de componer. Normalmente suele ser una combinación que funciona.

El otro tema que me encanta es “Rebel” con Lzzy Hale. Ella es increíble, por supuesto, pero la canción también es absolutamente brillante. ¿Qué sentisteis cuando visteis la canción terminada?

Oh tío… nos sentimos muy complacidos de tener a Lzzy cantando con nosotros. Fue una de esas vocalistas que tuvimos muy claro que teníamos que intentar trabajar con ella, y ya desde hacía bastante tiempo atrás. Hemos seguido mucho a su banda Halestrom, lo que hace y lo que han estado haciendo durante todo este tiempo. Demuestra siempre su dedicación a este trabajo: el negocio de la música. Ella lidera a una banda de mucho éxito y es capaz de hacer lo que quiere. Lo ha hecho durante mucho tiempo. Eso es algo que nos encantaría conseguir a nosotros. Cuando contactamos con Lzzy nos encontramos con que padecía un importante bloqueo creativo. Ella estaba componiendo para Halestorm y se encontraba con que no había podido componer nada en varias semanas. Ella nos dijo que quería participar pero que estaba en un momento complicado y que dudaba mucho que pudiera llegar a componer nada para nosotros, pero que bueno… escucharía lo que le mandásemos. Y… lo hizo la misma noche que se la mandamos. Lo que escuchas en el disco es la canción grabada en una única toma. Luego añadió algunas voces más, pero la línea principal la hizo de una tirada. ¡Nos la mandó la misma noche que se la enviamos! Junto a una carta en la que nos daba las gracias por haberla salvado. Que esa misma canción le había inspirado para cinco nuevos temas para Halestorm. Que ojalá hubiésemos estado juntos en la sala de grabación y hubiésemos grabado la canción a la vez. Fue un mensaje que nos dejó tocados por sus bonitas palabras. Se me pone la piel de gallina solo de recordarlo. Fue una experiencia muy emocional, tanto de trabajo como de lo que conseguimos. Claro que puedes quejarte de este mundo digital actual y todas las redes sociales, pero todo este material surge de esas posibilidades que te da la tecnología. Gente de todo el mundo puede estar conectada y puedes grabar un disco con personas que viven muy lejos. Es alucinante si lo piensas.

Vale, entonces sentisteis algo especial con la canción… ¿Qué pasaría si ella os pide tocar esta canción en directo en sus conciertos? Es que el tema es realmente bueno.

Sería un honor (lo dicen los dos a la vez).

Erlend Hjelvik (ex de Kvelertak) hizo un gran trabajo en “Multidimensional Violence” y me encanta la campana que aparece en el tema. ¿Es esta canción la más heavy de todas las que habéis escrito en toda vuestra carrera?

Es un tema muy heavy, sí. Habíamos compuesto 19 canciones para este disco y la idea primigenia era componer para nosotros, para un nuevo disco. Pero… vimos que la cosa no terminaba de funcionar y que queríamos hacer algo diferente. Pusimos los temas en una web con acceso para cada artista a los que les pedíamos si querían participar en el proyecto. Cada uno escuchaba la canción y podía escoger la que se adaptase mejor a su voz. Pero con Erlend la cosa era diferente, pues teníamos muy claro la canción que le tocaba cantar. No se lo dijimos, pero ya lo teníamos claro. Es un tema bastante diferente a lo que suele hacer. Queríamos escucharle en esas tesituras. Nos encanta su interpretación en la canción, la forma con la que encara el tema y le da una onda completamente nueva, un enfoque muy diferente a nuestra música. Fue realmente fresco a la hora de componer y grabar.

Os quería preguntar por las dos últimas canciones: “Again and Again” y “Song 12” ya que son instrumentales y se salen completamente del guion del disco. ¿Por qué estos temas?

“Again and Again” se puede considerar como un interludio. De hecho, nosotros la llamamos así. Sería un poco el final. Es una jam que solíamos hacer. Es un tema que llevaba ya algún tiempo pensado cuando lo grabamos. Es muy misterioso… No sé, es raro, pero con esa onda tan cool. Nos encanta cuando un disco tiene este tipo de material. Es un poco darle al oyente ese momento de feeling, es gente tocando, algo está pasando allí… Da un poco esa libertad para imaginar lo que quieran, lo que les transmita la canción.

Luego está la canción “Song 12”. Aquí la idea es darle a todo el mundo cancha para que participe y lo pase bien. Que hiciesen su versión propia en su estudio, y si no tienen estudio casero, que se grabasen en casa. Cantando, tocando la guitarra, la batería… lo que fuera. Si tienes una idea, encuentra el modo de grabarla y participa. Encuentra el modo de hacérnoslo llegar y será genial el estar en contacto con los que participen. Podremos hacer algo con todo lo que nos llegue. Quizá para Spotify, un playlist o Youtube. Todo el que quiera tomar parte en el disco pues será genial escucharle. Luego hay mucha gente joven que utiliza el Tik Tok, y todo esto nos gusta. Que seguro que puede salir material odioso (risas), pero bueno, será divertido de ver y escuchar. Es como puna especie de reto para los fans y para nosotros. Sabemos que los más jóvenes disfrutan de esa red social, así que esperamos verlo.

¿El nombre del álbum “The Major Minor Collective” quiere expresar quizá que sólo sois dos chicos (minor) pero que estáis trabajando con mucha gente (Major y Collective)? ¿Sería esa la idea?

Esa es una buena interpretación de lo que puede ser el título… la verdad es que nosotros lo dejamos abierto para que cada uno piense en lo que puede ser. Podrían ser también los acordes menores y mayores de guitarra también. Puede ser cualquier cosa en la que pienses. Podría ser algo muy específico, pero prefiero que la gente haga su propio significado de lo que le inspira. ¡Pero me gusta mucho lo que me has dicho!

No es fácil etiquetar vuestra música porque no hay muchas bandas que se parezcan en sonido a The Picturebooks. Entonces … ¿Cómo os definís en cuanto a vuestro sonido? ¿Blues endurecido y sureño?

Es una pregunta muy difícil de responder ya que Phillip y yo no somos músicos profesionales. Él nunca ha recibido ninguna clase de batería y yo no sé ni hacer un acorde de guitarra. Simplemente hay algo dentro de nosotros, en nuestros corazones, y nos vemos necesitados a expresarlo mediante alguna herramienta, y esta no es otra que la música. El modo en el que nos expresamos con nuestros instrumentos probablemente sea el peor posible. Cuando Phillip y yo vemos a músicos profesionales tocando la guitarra y la batería pensamos: “Waaaaw, es alucinante”. Nosotros nunca podremos hacer eso. Mucha gente nos dice que sonamos muy blues, pero yo no tengo ni remota idea de cómo se toca un blues. Ni él ni yo hemos escuchado ese estilo. Sí hemos escuchado mucho de country, o sí que nos gustan mucho los inicios del blues, lo primigenio… pero seríamos incapaces de poder llegar a tocar una versión de los clásicos del estilo. SI algún día hacemos una versión sería una interpretación de lo que es la canción, o algo por el estilo. Pero nunca sería exacta. Es por todo esto que nos es muy difícil llegar a poder afirmar que seamos heavy blues con… algo más. No puedo decirte que toco blues si no sé qué es realmente el blues. Tampoco puedo decirte que seamos metal ya que tampoco sabemos muy bien lo que es el metal en realidad. Y sí que escuchamos heavy metal… pero lo veo más para los profesionales, no para nosotros. Algo que a Phillip y a mí no nos gusta del mundo discográfico es cuando la música se vuelve como una competición olímpica. Cuando los músicos se ven como atletas. Hacen virguerías con la guitarra y la batería a velocidades increíbles. ¡Eso está genial para verlo! Pero para mi cuando todo se vuelve complicado en lo técnico crea una onda que no me gusta. No es lo que yo espero de la música. La música es para mí arte y pasión, eso es lo que yo espero de la música y lo que me gusta. Cuando todo se convierte en deporte a mí ya no me gusta, y eso que el deporte me encanta, pero para un servidor, son cosas diferentes.

Así que bandas como Yes, King Crimson, Dream Theater o Genesis no estarían entre tus favoritas…

Tengo todo el respeto para ellas… Especialmente por Genesis. siempre que estamos de fiesta los escuchamos (risas), pero no sería la pasión que yo busco personalmente en la música. No es el estilo que me pone o lo que me pone la gallina de piel. Es más en plan: “¡Qué bien lo hacéis!”

Qué vais a hacer en vuestra próxima gira porque todas estas canciones son geniales… pero sois solo dos músicos y tendréis que cantar muchas canciones con distintas voces. ¿Sabes ya qué canciones de este álbum vais a tocar en vivo?

Posiblemente utilicemos globos de helio (imita la voz superaguda). Vale… es una muy buena pregunta. Estamos pensando en hacer nuestras propias versiones de lo que hemos grabado. Obviamente vamos a tocar muchos conciertos y festivales. En los festivales que se pueda invitaremos a los cantantes que están en el disco sobre el escenario, pero sí que tenemos nuestra propia gira el año que viene, y pasaremos por España. Quizá invitemos a alguien para cantar un par de canciones con nosotros. Sería algo muy especial que esperamos pueda suceder en un futuro próximo. Me encantan todas estas bandas que tienen tanto material editado y que pueden hacer con todo eso una actuación muy especial, pero hacen su propia versión. Por ejemplo: Nick Cave. Él posee muchas etapas, pero no necesita que esté Kylie Minogue para cantar “Where the Wild Roses Grow” cada noche. Tiene esa canción con Kylie, y es capaz de tocarla y hacer que esa noche sea especial. Nosotros no vamos a tener a Lzzy Hale para cantar “Rebel” cada noche que toquemos, pero eso va a suceder, la vamos a tocar. Así que es algo excitante el pensar cómo nos las vamos a apañar para hacerla en directo.

Es realmente interesante la portada del disco. ¿Dónde encontraste este árbol, es el Joshua Tree?

¡Es el Joshua Tree! Y está en la ciudad de Joshua Tree en California, pero… ¡No está inspirado por U2! (risas). Somos conscientes que los U2 tienen ese maravilloso disco titulado así, pero es Joshua Tree en el Yucca Valley, el más grande desierto del sur de California. Phillip y yo nos enamoramos de ese sitio, un lugar muy especial dentro de este planeta. La gente, las vibraciones que te transmite ese lugar… Siempre estamos varios días allí cada vez que podemos viajar a California. Es un sitio que realmente nos inspira pues es un lugar totalmente diferente a donde nosotros vivimos aquí en Alemania. Yo siempre he visto a California como mi segundo hogar, y lo creo desde hace 21 años atrás. Desde que tenía 10 años que mi padre me llevaba siempre allí y allí tenemos amigos a los que consideramos nuestra propia familia. Es nuestro hogar de la misma forma que lo es Alemania. También la carretera es nuestro hogar, aunque últimamente estamos lejos de ella… Joshua Tree es un sitio muy diferente, pero a la vez es muy familiar para nosotros dos.

Para mucha gente el disco Hands of Time es la obra que os dio a conocer. Consideráis que ese disco os dio otro nivel de popularidad.

Vale… creo que tienes toda la razón pero Imaginary Horse fue el primer álbum que hicimos como dúo, y ese sí que lo cambió todo. Viajamos hasta California e hicimos un concierto una noche, y todo empezó a rodar. Nos ofrecieron girar durante dos meses por Estados Unidos y conseguimos un sello discográfico internacional. Luego, el efecto bola de nieve empezó a darse… Entonces sacamos Heart Is a Heartache, y crecimos un poco más. Conseguimos otro sello discográfico más grande, y sí, desde entonces formamos parte de la familia Century Media, y luego vino Hands of Time. Y sí, cambió muchas cosas, la verdad. Y los cambios que acarreó fueron todos buenos puesto que no tuvimos que cambiar el como somos. El sello nos apoyo en lo que queríamos hacer, sin exigencias. Pero tienes razón, también fue un punto de inflexión.

Íbais a girar con Volbeat por Norteamérica, pero la pandemia global lo ha hecho imposible. Una lástima puesto que posiblemente meteríais cada noche a unas 4000 o 5000 personas por noche…

Sí, sería una gira de recintos grandes… Era Volbeat, Clutch y The Picturebooks. Una pasada. Íbamos a tocar en Las Vegas. Y ya estaba nuestro nombre en las marquesinas del recinto. Lo sabemos porque nuestros amigos allí lo grabaron y nos lo mandaron. Era una de las experiencias más locas para nosotros, estábamos encantados de poder tocar en el Strip. Pero la jodida pandemia nos ha puteado bien. Una lástima… Estamos hablando a ver si podemos recolocar la gira. Tenemos claro que es algo que va a suceder, tenlo por seguro.

Algo realmente original es vuestro logo y el nombre de la banda. ¿Por qué decidiste tomar este nombre y este logo? ¿Y por qué un cuchillo allí? 

(Risas) ¡Gran pregunta! Lo del nombre es realmente simple. El promotor del primer concierto que tuvimos como grupo me llamó diciéndome: “Hey, que vamos a imprimir unos carteles para promocionar el concierto, pero no me has dicho todavía el nombre de la banda”. Yo le dije que “The Picture Books”. En ese momento, Phillip, que estaba sentado a mi lado, me miró extrañado en plan: “¿qué tonterías estás diciendo?”. Pero yo ya había colgado y el tipo se equivocó y puso Picture Books junto, en una palabra. Y bueno… (se ríe mucho) ¡nos encantó! Quedaba bien para un primer show, la gente acudió pensando que ese era el nombre y yo mismo desde escena dije que eso de “Hola, somos The Picturebooks”. Desde ese momento ya quedó fijado todo. Tú por ejemplo no le vas a cambiar el nombre a tu hijo unos años más tarde. Si lo llamas Sebastian así lo será siempre… No puedes decirle cuando cumple 10 años que has decidido llamarle Chris a partir de ahora. Eso no puede pasar. Sentimos una gran conexión con el nombre y nos lo quedamos, nos sentimos muy apegados a ese nombre y el logo también es muy cool. Mola tener un cuchillo ahí, muy ingenuo todo… Parece como si un niño pequeño lo hubiera dibujado y fue nuestro buen amigo Gareth Stehr, un tío de Nueva Zelanda que vive en Los Ángeles. Es uno de nuestros mejores amigos. Cuando estábamos allí le dijimos que dibujase en un papel nuestro nombre y una daga, y eso es lo que salió de allí. “¿Os gusta?”, preguntó, “Mucho” respondimos, “Toma, aquí te damos un poco de dinero para pagarte…”.

Pero he llegado a leer que cuando vuestro exbajista Tim Bohlmann dejó el grupo sí os pasó por la cabeza lo de cambiar el nombre. ¿Es así o no?

A ver, teníamos dos discos editados con un bajista, con Tim, y sigue siendo nuestro mejor amigo. Ahora mismo Tim me está mandando mensajes al móvil para ver qué hacemos luego y para ver si podemos quedar. Es un tío genial. Él lo dejó pues necesitaba un cambio vital ya que no le gustaba la vida de músico. Un poco nuestra amistad se resentía por todo aquello y vimos que la amistad era mucho más importante que una carrera musical. Él avanzó en su vida haciendo otras cosas y nosotros como banda. En ese momento en el que lo dejó tuvimos que recalcular lo que queríamos hacer. Visitamos Norte América, nos inspiró una visita al Joshua Tree, las motos, el skate… Cosas que ya hacíamos antes, pero que supusieron para nosotros nueva inspiración. Eso nos pasó por nuestro periplo por Estados Unidos. Y de repente nueva música empezaba a desarrollarse, además, vimos la oportunidad de tocar muchos conciertos por allí. Y claro, otra vez te preguntaban que qué nombre teníamos… Y claro, cambiarlo hubiera sido traumático, como perder a tu bebé. En ese momento sentimos que debíamos continuar con el nombre de The Picturebooks. Había una responsabilidad hacia ese nombre.

Una de mis canciones favoritas es “Rain” con esas campanas tubulares. ¿Es esta composición algo especial para el grupo?

Sí, es muy especial y considero que tiene un alma muy española. Compuse esta canción estando en Long Beach, en el hogar de un colega con el que convivimos por dos meses. Yo estaba en la cocina pensando en la guitarra, pero como ya te he dicho, soy incapaz de tocar un mero acorde. El tenía una guitarra allí afinada de la forma habitual, por lo que presioné las cuerdas y salió un acorde básico, y un poco hice lo que pude, sonó alguna cosa y me di cuenta de que sonaba muy español. No tengo ni idea del acorde que era, pero sonó muy bien. Fui desarrollando la canción a partir de ese punto. Mi primera idea era que sonase como las trompetas de los mariachis mexicanos, pero claro, luego pensé que cómo íbamos a hacerlo en directo… Ni Phillip ni yo sabemos tocar la trompeta, por lo que opté por silbar la melodía. Pero vaya, la idea primigenia era contar con trompetas… Así es como surgió la canción, sin pensar excesivamente en cómo debía sonar. La canción fue escrita y un poco esa composición nos marcó el camino hacia donde debía evolucionar.

Cuando a alguien le quiero mostrar quiénes son The Picturebooks es la primera canción que les pongo… Y la segunda es “Electric Nights”.

¿De verdad? Vale, es que la cosa es interesante puesto que para nosotros “Rain” era el single perfecto, ¡pero el sello discográfico nos dijo que no! Fue en plan: “¡¿No jodas?!”. Deberíamos haber hecho un vídeo oficial con esa canción. Nos tocó hacerlo por nuestra propia cuenta.

No entiendo cómo no vieron el enorme potencial de esta canción. En fin… ¿Cómo decidís qué tipo de percusión necesita cada canción?

(Phillip toma la palabra) A veces es muy claro y evidente. Vas probando material y la cosa surge, otras veces partimos de una idea que puede aparecerte en el coche, conduciendo… Vas pensando en la canción, lo vamos hablando, y de repente ves la luz. Hay veces que vamos con una idea a muerte y en otros casos probamos alternativas, pero por norma general tenemos muy claro lo que queremos hacer, el cómo queremos que suene.

(Fynn) Estamos muy inspirados por las percusiones y la música india de Norte América. Tenemos muchos amigos de esa etnia y ellos siempre usaron ese tipo de percusiones tribales en sus propios brazos y piernas. Mientras baila va sonando la percusión que llevan encima y proporcionan el ritmo a la danza. El secreto está en el ritmo. Los occidentales a veces interpretamos mal los ritmos a la hora de bailar. Nos inspiraron mucho y Phillip empezó a crear su propio material de percusión partiendo de esas ideas. En los discos utilizamos extrañísimas percusiones, y las creamos nosotros mismos.

La primera vez que os escuché me vino a la mente los extraños y oscuros juegos percusivos de Tom Waits en el disco de los 90 Bone Machine

¡Yeah! (muchas risas) Somos muy fans de Tom Waits pero también de la música de los ochentas en plan Tears for Fears. Ellos tenían esas canciones de corazones rotos y esa temática del desamor, pero con unas percusiones alucinantes. Canciones como “Everybody Wants to Rule the World” no necesitan esa clase de batería y percusión. (Canta el estribillo…) De verdad que suena suave, pero ellos van más allá y le meten una batería que cae a plomo. Eso les da una vibra diferente y el tema suena genial.

¿Qué disco fue el primero que comprasteis con vuestro propio dinero?

Yo compro todos los discos, pero el primero… Creo que fue uno de The Hives. El Your New Favorite Band. Tendría 11 o 12 años y había una tienda de discos en mi ciudad llamada Stone Free. Allí sólo iban los chicos cool de la zona. Esos tiempos en los que ciudades pequeñas tenían todas sus tiendas de discos… El caso es que el tío con el que has hablado antes de la entrevista es mi padre, Claus. Mi padre fue profesional del skatey un músico muy reconocido, así que piensa que yo me crie en un autobús de gira, ese era mi hogar. Él es un tipo muy conocido en mi ciudad, y claro, en la tienda Stone Free, conocían mucho a mi padre. Sabían que yo era su hijo. Yo lo pasaba fatal cada vez que iba a una tienda de discos o de skates. Me imaginaba que estaban observándome y que estaban pendientes de mí. Buff… sudaba la gota gorda estando en esos sitios. Me sentía súper-incómodo y estaba colorado, rojo de cara nada más entrar. Cuando fui a pagar me daba vergüenza y le di la espalda al vendedor. Le pedí a mi amigo que por favor comprara el disco ya que yo no podía. Él lo compró y yo lo esperé fuera.

(Phillip) Pues no tengo ni la menor idea de cuál fue el primero que compré. Sí que me acuerdo del primero que tenía por caso y escuchaba… Era uno muy malo de los Backstreet Boys. (En ese momento Fynn se parte de risa). Pero que recuerde ahora… creo que quizá fue uno de Eminem, pero no estoy seguro. (Fynn se parte y dice: “Cómo me gustan los Backstreet Boys”).

Es una pregunta que hago en casi todas las entrevistas y de verdad que las respuestas sorprenden (risas). Como en este caso.

Sí quisiera ir de listo y purista te podría decir que yo me compré uno de los Beatles, o algo parecido. Pero vaya, cuando uno empieza, empieza por algo. Y es que esa música tan cool siempre estuvo allí, en mi casa. Son los discos de mi padre. Tiene una gran colección. Había allí David Bowie, pero claro, eres un quinceañero y quieres buscar tu propio material. Para mí fueron The Hives, suecos, muy locos. Eran tiempos en los que el rock volvía, pero en un formato extraño con bandas como los Strokes, los propios The Hives o las bandas de indie de la época. Eso era lo que me gustaba a mis 11 años. En esos días de escuela recuerdo perfectamente a un chico que vino a hablar conmigo ya que yo llevaba puesta una camiseta de Roxy Music y me dijo: “Eh tío, veo que te gusta el buen rock, a mi el grupo que mas me mola son Limp Bizkit, deberíamos ser colegas”. Y fue en plan: “No lo veo tío, a mí lo que escuchas no me va para nada. Me gusta el rock, pero no Limp Bizkit”. Vi que no encajábamos para nada.

Parece que hoy en día el formato dúo va en claro aumento. En vuestro mismo sello están las chicas de Bala, pero a mi me encanta otro dúo alemán: Mantar. ¿Les conocéis?

Claro. Lo mejor es que Mantar están a una hora de aquí en coche. O por lo menos, el chico de Mantar que conocemos no vive muy lejos de aquí. Personalmente no teníamos ni idea de que existiera el grupo, y en un viaje que hicimos a Norte América, toda la gente nos decía lo mismo: “Hey, ¿sois alemanes? Hay otro dúo en Alemania que estuvo tocando aquí hace uno días: Mantar”. Y nosotros no teníamos ni idea de quién eran. Lo mejor de todo es que un día tocamos en un festival y vino a saludarnos un chico que conocíamos muy bien. Había estado grabando en nuestro estudio con otra banda. Me dijo que también tocaba en el festival con su banda: Mantar. Y nosotros: “¡Joder! ¡Los famosos Mantar! Y tú estás en Mantar. ¡Todo el mundo nos habla de Mantar!” Así es como conocimos al grupo. De verdad que creo que funcionar como dúo es algo muy fácil. No tienes esas luchas habituales entre los miembros de bandas de cinco componentes. No necesitas un autobús muy grande, no hay necesidad de muchas habitaciones de hotel para los promotores, no hay que dividir el dinero entre cinco y en directo todo es realmente sencillo de llevar a cabo. El problema que tenemos actualmente es que no podemos tocar, así de claro te lo digo.

¿Podrías decirme tu opinión sobre esta canción que yo considero perfecta?

«(Don’t Fear) the Ripper» de Blue Öyster Cult: Es alucinante esta canción. Esta canción es impresionante al hacerla sonar cuando conduces tu motocicleta de noche o cuando estás conduciendo un coche en la oscuridad. Considero que es una canción que hay que hacerla sonar de noche. Mi mujer vivió una situación como esta, estaba en España volviendo para algún sitio y el conductor del autobús puso esa canción pues salió en Rock FM (alucinantemente conoce la emisora y la valora muy positivamente). Viajaban de noche y el tío la puso muy alta. Ella pudo percibir toda la magia de esa canción. Fue una revelación, vio que estaba compuesta para momentos como ese, estando perdido en la noche.

Para finalizar os tengo que decir que el día que esta previsto que toquéis en Barcelona va a coincidir con el concierto de un grupo que siempre he soñado ver: Conception, así que va a ser difícil decidirme a qué concierto voy a ir…

Vaya, a ver si los puedes combinar… Pero ya que lo mencionas, esta es la situación con la que vamos a tener que lidiar cuando los conciertos vuelvan. El hecho de que haya dos conciertos por noche es la realidad con la que nos vamos a tener que enfrentar próximamente. Habrá una saturación de giras y conciertos. La escena está muy tocada. Ya lo estaba antes de la pandemia, pero con la crisis sanitaria está más que claro que el próximo año eso va a ser una constante. Creemos que va a haber más shows que nunca, pero con la misma gente teniendo que elegir dónde va. Eso va a ser muy duro para las salas de conciertos y para los grupos.

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1372 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.