Entrevista a Hugo Santeiro, guitarrista de Moura: ‘El tiempo dirá en qué queda este auge de la música tradicional’

¡Hola, chic@s! Como siempre, un placer poder intercambiar unas palabras con una de las mejores bandas emergentes de la escena nacional. Primero de todo y casi obligado, por desgracia, es preguntar sobre la pandemia. A nivel personal y familiar, ¿todo bien?

Todo bien, de momento seguimos adelante y con muchas ganas de retomar la actividad donde la habíamos dejado ¡con la mayor “normalidad” posible! 

La pandemia y sus daños colaterales ha afectado muchísimo al gremio. Bandas, promotoras, medios… todos hemos sufrido para superar estos dos largos años. Moura se encontraban en la gira de presentación de vuestro disco debut. ¿Cómo vivisteis la cancelación de planes y cómo adaptasteis vuestro futuro inmediato a la realidad que vivimos?

Pues efectivamente comenzábamos la gira de presentación de nuestro debut y por un instante todo parecía parado en el tiempo. Más tarde los peores presagios se hicieron realidad y no pudimos girar, como tantas otras bandas. En nuestro caso en concreto con el disco recién lanzado y los instrumentos en la furgoneta.

Por suerte el disco fue un éxito de ventas y sin apenas tocar conseguimos agotar nuestra primera edición en vinilo y casete. A raíz de estar parados y encerrados en casa pues salieron tanto una versión de Quen poidera namorala, de la que hicimos un video, y muchas ideas que luego formaron el nuevo vinilo.

Lo bueno de la pandemia ha sido este nuevo y gran disco que publicáis ya mismo, Axexan, espreitan. El disco es fiel a vuestros principios y eso nos gusta mucho. La personalidad de la banda sigue siendo vuestro timón. El folk galego y el rock progresivo viven una comunión increíble en este disco. ¿Qué nivel de satisfacción tenéis viendo el resultado final del disco?

Pues posiblemente sea el disco del que más contentos y satisfechos estamos desde que tocamos.

Tuvimos la suerte de poder dedicarle el tiempo que necesitaba una producción así. En cierto modo está directamente relacionado con esta desgracia que nos ha tocado vivir. Debido a las circunstancias y separados entre provincias por el confinamiento, decidimos que una vez pudiésemos comenzar a ensayar de nuevo, probaríamos a llevar todo el equipo a nuestro local de ensayo para intentar grabar allí mismo. Hicimos varias pruebas y una vez más con nuestro querido técnico Jose Gutierrez nos dispusimos a grabar y producir durante el verano y por primera vez sin prisa ninguna todo el material que teníamos ya preparado. El resultado es el esfuerzo y dedicación de Jose y la banda como de toda A irmandade ártabra que una vez más ha teñido el resultado final y acercado el disco más si cabe a donde nos pretendíamos.

¿Cómo funciona el proceso creativo habitual de la banda? ¿Brainstorming, improvisación, alguien trae los deberes hechos de casa? 

Cada momento es único y cada tema es una experiencia irrepetible en su proceso. Si que es cierto que lo primero que hacemos según nos colgamos las guitarras es empezar a tocar dejándonos llevar por lo que nazca y cómo se vayan sumando los diferentes instrumentos. Es una pequeña manía que tenemos. 

Al igual que en el debut, musicalmente este disco es también inmenso. Atmósferas delicadas y bellas, recursos, instrumentos… una producción exquisita. ¿Cómo habéis trabajado para crear “Axexan, espreitan”?

En este disco en concreto, como te decía antes, la pandemia nos pilló por sorpresa en medio del proceso. Algunas ideas que quedaron en el tintero del anterior trabajo fueron formándose o convirtiéndose en otras durante el confinamiento. Este disco tuvo muchísimo más trabajo en casa obligados por las circunstancias. Pero también eso nos ayudó a arreglar los temas de otra manera.

El disco anterior llegó prácticamente terminado al estudio. En este, en cambio, dejamos más espacios para redondear en el local durante la grabación. Por primera vez trabajamos canción a canción. Al tener más tiempo para probar diferentes sonidos de batería, guitarras y poder dedicar muchos más días a las voces y a toda la gente que fue pasando por el local, se convirtió en un proceso mucho más laborioso pero infinitamente más satisfactorio sin ninguna duda. No podemos estar más contentos con el resultado.

El trabajo gráfico de Moura era muy pintoresco, más litúrgico por así decirlo. ¿Qué me podéis contar este nuevo artwork? ¿Tiene relación con alguna canción en concreto o con algún tema abordado en el disco? 

Efectivamente todas las imágenes que componen el diseño tienen que ver con el concepto y temática del disco, que gira en torno a todos esos recuerdos y costumbres que permanecen escondidos en algún lugar de nuestra mente. En algún momento afloran, nos observan y nos vigilan pero en un sentido protector. Para potenciar esta idea tuvimos la enorme suerte de contar con el Museo do Pobo Galego que colaboró cediéndonos de su archivo gráfico todas esas pequeñas joyas con las que pudimos trabajar. En concreto la portada es un fotomontaje de dos imágenes de principios del siglo XX intervenidas con diferentes técnicas experimentales de acuarela. 

Habéis cambiado el estilo de disco. En Moura encontramos pocas y muy largas canciones. Aquí tenemos hasta ocho canciones de menos duración. ¿Hay algún motivo concreto?

Pues por un lado te diría que había muchas ideas. De hecho algunas se tuvieron que quedar fuera y seguramente formen parte de la siguiente edición del grupo. Supongo que todo surgió de manera natural. Si que es cierto que nos cuesta más hacer canciones cortas, solemos dejarnos perder en el tiempo.

Personalmente puedo citar “Romance de Andrés d’Orois” como la mejor canción del disco y posiblemente la mejor canción de vuestra carrera. Musicalmente me ha dejado flipado, la interpretación vocal me ha parecido brutal, y los ritmos son adictivos. ¿Cuál es vuestra canción preferida?, o dicho de otra forma, para alguien ajeno al banda, ¿Qué canción recomendaríais para que fuese la que mejor define a Moura?

Ahora mismo creo que tanto esa, que fue una de las primeras ideas que surgieron para este disco, como Baile do dentón pueden ser las que más definan el momento concreto en el que nos encontramos como grupo. Ahora mismo no sabría decirte una favorita porque no hemos tenido la suerte de tocarlas en directo todavía y ahí es cuando se ve que canción trasciende de verdad. Una de mis favoritas es Eira porque fue un poco con la que marcamos el camino que queríamos seguir.

Tras un buen disco debut, la “obligación” de dar la talla con el sucesor a veces causa mella en las formaciones. ¿Ha sido duro / complejo eso de dar la talla?

Pues para mí no ha sido duro porque la verdad es que nunca me planteo nada parecido. Cada vinilo es un ente singular en todos los sentidos. Siempre es compleja su realización pero nunca me he planteado eso de dar la talla. Tal vez sí las dudas de cómo será la aceptación general del disco, pero no por comparación con algo anterior.

Vuestro primer álbum tuvo excelentes críticas en medios prestigiosos y estuvisteis en muchas listas de lo mejor del año. ¿Supuso más presión a la hora de encarar el nuevo disco, u os motivó de alguna manera? 

Las listas de lo mejor del año son tan relativas… siempre hace mucha ilusión que la gente acepte como algo positivo lo que contamos, pero no hay una presión real a la hora de acercarse a una nueva creación. La motivación es algo que siempre está ahí y de alguna manera es lo que nos mantiene vivos en esto de la música. Supongo que hay formaciones que sí sienten esa presión, pero nosotros ni estamos ahí ni vivimos de esa manera lo que hacemos, que no es otra cosa que lo que más nos llena en esta vida.

Por suerte, tenemos y empezáis a tener una agenda con varios eventos para este 2022. Parece que pasamos de ZERO eventos a algo así como overbooking. ¿Cómo afrontáis esta vuelta al ruedo? ¿Por dónde tenéis pensado viajar? 

La verdad es que no nos podemos quejar. Ahora mismo tenemos cerrados varias fechas para este verano aquí en Galicia, España y Portugal, algunas sin anunciar todavía, y pensando ya en la presentación del disco para este invierno por toda la península con muchas ganas.

Cuando hablamos hace dos años comentamos que la escena gallega está muy viva y sigue en auge. En aquel momento hablasteis de Tanxugueiras, bastante desconocidas por aquel entonces y, tras su paso por el Benidorm Fest y competir de tú a tú con Chanel y Rigoberta Bandini por el puesto en Eurovisión, han dejado de ser desconocidas a ser una realidad. Moura y Tanxuguerias comparten cierta idea o ideales. ¿Cómo puede afectar el éxito de Tanxuguerias al éxito de Moura?

Pues sinceramente no tengo ni idea… seguramente de ninguna manera. Pero esperemos que todo su éxito no nos traiga más que alegrías. Es posible que en ciertos circuitos de España fuesen más desconocidas que ellas. Para mí por ejemplo la desconocida era Chanel. Lo cierto es que llevan pateándose medio mundo desde que sacaron su primer disco allá por el 2018. Y desde luego todo lo que sea que la mirada foránea se pose aunque sea por un instante en nuestro país seguro que es más que beneficioso. Es evidente que jugamos en ligas distintas y que hay estilos que son más agradables para el gran público. El tiempo dirá en qué queda este auge de la música tradicional, si es un capricho más de la industria musical o si por el contrario, es un reflejo del crecimiento folclórico que estamos viviendo.

Y ya para cerrar, os quiero mandar nuevamente mis más sinceras felicitaciones por este nuevo disco. Estoy deseoso de poder veros en directo por Barcelona o alrededores. ¿Os apetece despediros de nuestros lectores?

Muchas gracias por vuestro tiempo. Ojalá poder vernos las caras esta primavera o antes tocando por Barcelona. Esa es nuestra intención. Muchísimas gracias por tus palabras , por acercarte a Moura y… ¡larga vida a Science of Noise!

Beto Lagarda
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