Entrevista a Iván Allué, autor del libro Pura vida: la historia de Ktulu

Hoy os traemos la entrevista que hemos realizado a Iván Allué, conocido escritor y periodista musical y colaborador habitual en MetalCry y The Metal Circusque recientemente ha publicado su cuarto libro, una biografía sobre Ktulu. Hablamos con él sobre el libro, el grupo y el impacto que tuvo en nuestro país.

¿Por qué un libro ahora sobre, quizá, una de las bandas más grandes del metal en Catalunya y en España?

Pues la razón principal es celebrar el trigésimo aniversario de la banda. Debemos tener en cuenta que Ktulu se forma a finales del 86, con lo cual tienen ya suficiente trayectoria como para dedicarles una biografía con cara y ojos. La idea de ponerme a escribir Pura vida: la historia de Ktulu (2018) nació a raíz de un reportaje que escribí para The Metal Circus, llamado “Ktulu: 30 años de perseverancia y evolución”, con motivo del concierto de reunión con la formación clásica que Ktulu ofrecieron en L’Hospitalet el 21 de enero del 2017. La verdad es que se me hizo corto el reportaje. Me quedé con ganas de más. Disfruté tanto escribiéndolo que, inmediatamente, pensé en hacer la “versión extendida” en papel. Si te soy sincero, fue un trabajo fácil, ya que tenía en casa un montón de reportajes, crónicas, reseñas, entrevistas, fotos… que yo ya había realizado a la banda con anterioridad.

Estoy contigo en la afirmación del anunciado, y añadiría que Ktulu es la banda precursora del metal industrial en España. Y con eso queda todo dicho. Podían haber seguido la senda thrash del debut Involución (1991), pero decidieron modernizar su sonido con Orden Genético (1994) y perfeccionarlo en Confrontación (1997), la joya absoluta de la corona. Eso les hizo destacar de los demás grupos, de lo contrario, probablemente, habrían corrido la misma suerte que grupos como Legion o Fuck Off.

Ktulu un poco se avanzaron varios años con su propuesta, no era el típico heavy metal que se hacía en España. ¿Cómo calificarías ese sonido de su material clásico?

Y tanto que se avanzaron, y aquí enlazo con lo que te comentaba anteriormente: Ktulu comenzaron haciendo thrash puro, para luego coger prestada la genialidad de Pantera y, por último, dejándose influenciar por bandas como Ministry, Fear Factory o White Zombie, cada vez recurriendo más al uso de los samplers en sus composiciones. Ktulu demostraron que no solo grupos de fuera eran capaces de crear un tipo de música tan ecléctica; mezclando samplers, electrónica y programaciones con guitarras distorsionadas y voces guturales. Si me preguntas por el sonido, en líneas generales, yo siempre los he definido como metal industrial.

¿Hasta qué punto jugó un papel clave la película El día de la Bestia en Ktulu?

Entrar a formar parte de la B.S.O. de El día de la Bestia (1995) significó la profesionalización de Ktulu, con lo cual, fue totalmente crucial en la carrera de la banda. Había componentes, como el batería Miguel, que todavía compaginaban su trabajo habitual con la música por aquel entonces, y gracias al éxito del tema “Apocalipsis 25-D” pudo, al fin, dedicarse a su pasión a tiempo completo. Aparte del disco recopilatorio que se editó a raíz de la película, con bandas como Extremoduro, Def Con Dos, Parálisis Permanente, Siniestro Total, S.A., Pantera, Ministry… también se montó una gira, llamada “El día de la Bestia”, con Santiago Segura como presentador, que tuvo un gran éxito de asistencia. Y Ktulu, tras muchos años picando piedra, aprovechó todo ese tinglado para llegar a las grandes masas y demostrar su potencial.

¿Llegaste a entender la escisión que hizo que Ktulu se dividiera en dos, quedando Ktulu y Freak XXI?

En aquella época, pues claro que no, fue un gran palo. Y la banda lo notó, a pesar de que aguantó el tirón con los nuevos miembros durante unos años más. Casi nadie era consciente, pero ya en los últimos conciertos, en aquel verano del 98, la banda estaba dividida y el divorcio más que acordado. Tampoco acabé de congeniar con la propuesta musical de los Freak XXI, un grupo que, curiosamente, me ha empezado a enganchar con el paso de los años. Lo mejor de todo es que de una salieron dos bandas, aunque ninguna de ellas logró tener tanto éxito como la formación clásica de Ktulu.

¿Consideras que uno de los grandes momentos del grupo fue el “Doctor Music” de 1998?

Por supuesto, ya tocaron en la edición del 96, pero, por entonces, Ktulu tenían mucho que demostrar todavía. La gente tenía curiosidad por ver de qué eran capaces esos tíos que habían compuesto el “Apocalipsis 25-D” para la B.S.O. de El día de la Bestia. Pero luego llegó la edición del ’98, y ahí sí que ya eran uno de los grupos esperados del festival. Efectivamente, en el 98 la liaron parda, con invasión de escenario y gente saltando al público. Hay algún vídeo en el YouTube que lo atestigua.

Si tuvieras que quedarte con un tema y un disco del grupo… ¿Cuáles serían y por qué?

Difícil decisión… pero en este caso te diría que el disco Confrontación. Ese álbum confirmó que el éxito de Ktulu no era flor de un día. Si te fijas, los temas están basados en el “Apocalipsis 25-D”. La banda se dejó de tecnicismos y fue a lo fácil; demostrando que, a veces, menos es más, como el mismo guitarrista, David Montes, me comentaba en el libro. Ojo, y con ir a lo fácil no quiero decir que los temas no sean buenos, ¡al contrario! Confrontación está plagado de temazos; ¡me quedo con todos! Pero venga, ya que me has pedido uno, te diré “Tiempo Hostil”. Aparte de que letra sigue estando a la orden del día, el tema, musicalmente, es pura tralla.

¿Le ves futuro a los actuales Ktulu sólo con Willy como miembro más veterano?

Willy, por el momento, no tiene ganas de retirarse. Así que futuro hay. Que nunca más será lo mismo que en la etapa gloriosa, pues probablemente también. Por desgracia, en los últimos años, la discreta afluencia de público ha sido la tónica habitual en los conciertos de Ktulu. No cabe duda de que su público se está haciendo mayor y pide a gritos el aliento de nuevas generaciones. Si no hay savia joven, que, al fin y al cabo, es la que hace enloquecer este tipo de conciertos, saltando y empujándose sin ningún miedo, mal asunto. Pero bueno, ahí siguen, preparando El alma de las Bestias, un recopilatorio de temas clásicos más dos inéditos. Lo que cuenta es que el legado continúe vivo, que podamos disfrutarlo en un escenario muchos años… y, por el momento, ya hay algunas fechas confirmadas para este 2019.

Hace unos años tuve que hacer una crítica de un directo de Ktulu, y la verdad es que la calidad del sonido era bastante lamentable.

Estás en lo cierto. La producción, dirección y montaje de Visión en la casa del caníbal recayó mayormente sobre los miembros de Ktulu, y eso jugó en su contra. Asimismo, la mezcla y masterización corrió a cargo del propio Willy, de David GiménezPatxi” y de Juanjo Ezquerra. Al igual tendrían que haber contado con un equipo profesional de cara a la grabación y posterior edición, ya que el concierto iba a quedar para la prosperidad, pero cuando no hay presupuesto para más… Ese lanzamiento en directo esconde una alta dosis de voluntad y esfuerzo por sacar adelante un grato obsequio para los fans, con un artwork muy cuidado, que recupera el logo primigenio de la banda en la portada, y con un tributo a Ktulu de regalo, por parte de 16 bandas underground de todo el territorio nacional, pero se quedó un poco a mitad de camino. A pesar del gran envoltorio, se echa en falta un trabajo de realización, edición y masterización más profesionalizado, digno de una banda como Ktulu.

¿Estarás en el próximo concierto que van a hacer junto a Hamlet en Barcelona?

Por supuesto, allí estaré apoyando a dos grandes bandas nacionales como Hamlet y Ktulu, y con unos cuantos libros bajo el brazo, por si alguien quiere hacerse con Pura vida: la historia de Ktulu. Por otro lado, si os resulta más cómodo comprarlo por internet, recordaros que ya están a la venta a través de amazon.es.

Mil gracias, Iván, siempre es un placer.

¡Gracias a vosotros!

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1372 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.