¿Hay algo mejor que entrevistar a Joe Satriani? Pues sí: entrevistarlo dos veces en un mes. Ha sido un sueño hecho realidad y aquí os ofrecemos esta segunda entrevista. La primera la podéis encontrar en las páginas de Popular 1, la mejor revista musical desde 1973. Y es de las que estoy más orgulloso, la verdad. Si con la primera estuvimos cerca de una hora con esta nos alargamos más, así que la dividiremos en dos partes.
La gente de su sello discográfico nos ofrecieron otra oportunidad para Science of Noise, y ni lo dudamos. Satriani se conecta un poco tarde ya que andaba haciendo footing por Los Ángeles y le preparamos una batería de preguntas totalmente diferentes. Obviamente hay que tocar el tema principal que es su nuevo trabajo titulado The Elephants of Mars, que hoy mismo sale a la luz, pero muchas cosas se nos habían quedado en el tintero a pesar de lo extenso de la charla anterior…
Notaréis la humildad del divo pues habla siempre en plural, como si Joe Satriani fuera un grupo de personas, e indagamos en su fichaje por Mick Jagger, en su primera gira fuera de los Stones, por su relación con Steve Vai, su pique con Marvel Comics y por el demencial concierto en la Expo ‘92 de Sevilla en la que estuvieron allí los más grandes guitarristas y músicos del momento. Joe recuerda fechas, formaciones y es un fan de los azulejos andaluces. Disfruten…
Hola de nuevo Joe, es increíble esto de tener dos entrevistas contigo en un mes, así que gracias nuevamente por tu tiempo. Esta vez te voy a hacer preguntas diferentes, pero antes de todo: ¿Todo bien por allí?
Sí, todo muy bien, te pido disculpas por el retraso, pero había salido a correr un rato.
Bien, empecemos por tu nuevo disco si te parece… La semana que viene sale The Elephants of Mars, déjame preguntarte ¿cuáles son los sentimientos de Joe Satriani la semana anterior a que aparezca el disco? Quiero decir… ¿Estás nervioso o después de todo este tiempo en el negocio no le das mucha importancia?
Bien, para mí la espera hasta que salga el disco es algo que me vuelve un poco loco… y esa sensación voy a tenerla siempre. Cuando un músico termina un disco ya al día siguiente quiere que el resto del mundo lo escuche, pero un poco nos vemos forzados a tener que esperar, por lo que, artísticamente, te diría que es algo muy doloroso par mí (risas).
Y es que te mueres de ganas de que todo el mundo lo escuche nada más terminarlo. Afortunadamente para mí tengo muchas otras cosas que hacer, así que mantengo mi mente ocupada con otras cosas como practicando con la guitarra, trabajando en nuevas guitarras o pintando. Todo esto aleja tu mente de la frustración que supone esa espera hasta que aparezca el disco. Aunque sean solo unos unos largos meses hasta que ves el disco editado.
Una de mis canciones favoritas del disco es precisamente el último single: “Faceless”, una balada preciosa. Me encanta la melodía descendente, es pegadiza y muy suave. ¿Quién decidió este sencillo? ¿Tú o la compañía discográfica? Tengo que añadir que el sonido es 100% Satriani.
Es una cuestión interesante la que haces puesto que cuando empecé a escribir discos siempre me preguntaba: “¿Quién debe elegir los singles? ¿Quién sabe realmente los gustos de la gente que te rodea, de tu estado, de tu país? ¿Quién conoce los gustos del mundo en general?” Y es importante recordar que cuando sacas una canción esta queda comparada con las otras canciones que aparecen en ese mismo momento, así que hay que pensarlo bien.
Hay que plantearse si el pop, la música electrónica o el hip hop están en lo alto de las listas de ventas. Y es que puede suceder que cuando sacas un disco, al mismo tiempo, Messhuggah saquen el suyo, y entonces todo pasa a ser relativo (aquí Satriani está muy divertido puesto que su disco coincide con el lanzamiento de los suecos, todo un guiño).
La gente está en casa y pueden elegir lo que les apetece escuchar, y me he dado cuenta con el tiempo que el artista no debería escoger el single y debería tener muy en cuenta el consejo que le da la compañía discográfica. Es su trabajo, son profesionales en ello y están en contacto con lo que la gente sabe, vive ese día a día y saben qué tipo de canción puede ser la adecuada para que sea más aceptada en el momento en el que te encuentras. Y nadie es perfecto, nunca es algo matemático por lo que nunca sabrás si lo que sacas va a ser un éxito o no.
Pero es la discográfica la que está más en contacto con los gustos generales de la actualidad y el momento. Cuando entregamos el disco a la compañía les pedimos que nos dieran su opinión profesional y qué iban a hacer a partir de entonces, y de verdad que sus consejos fueron todos muy buenos y acertados. Ellos a su vez también tienen muy buenas relaciones con otros profesionales del sector, que viven de ello. Es bueno depender de un equipo de profesionales tan competente.
¿Y hay algún single pensado antes del día 8 de abril?
Ellos tienen una interesante política de edición de singles y apuestan por un single de Internet en el que no hay realmente un video. También se hará algo para los fans, concretamente de la canción “Pupin’”. Este formato se hará también con “Bluefoot Groovy”, que ya la hemos editado en diferentes formatos y en radios. Concretamente para Alemania y para el Reino Unido esta misma semana. A mí es que me encanta esta canción y estoy muy feliz de que la hayan escogido.
Mi hijo también está terminando de editar un vídeo para nosotros para la canción “The Elephants of Mars” y saldrá justo el día 8 de abril, junto con el disco. El video es demencial, muy loco, lo más loco de toda mi carrera. No sabría ni como explicarlo… Así que estamos muy excitados con todo lo que se está preparando.
Me encanta la portada. En primera instancia pensé que había una corona, pero… son elefantes hechos por partes de la guitarra. Muy original y los colores son geniales.
Bien, yo he trabajado con el director creativo Todd Gallopo durante muchos años. Él es quien diseñó los logos de Chickenfoot y muchas de mis portadas de discos, incluyendo los últimos What Happens Next(2018) y Shapeshifting (2020). Es un artista fantástico y tiene una empresa en Burbank (California) llamada Meat & Potatoes. Y hace muchas cosas para músicos, actores y ha diseñado cosas para gente como Sammy Hagar, para compañías de bebida y productos de todo tipo.
Y siempre parece como que obtiene la esencia de lo que el artista trata de transmitir. Te consigue algo muy directo, impactante y único y hace que sea plenamente reconocible. Puede hacer cosas muy pequeñas, de puro detalle o cosas muy grandes, tan grandes como los carteles de Times Square. Posee un talento especial.
Todd vino con este diseño habiéndole enviado solamente un solo de una canción. Estaba mirando a una guitarra de Chickenfoot la cual le había mandado ya hacía unos años y la tenía colgada en una pared de su casa. Se la estaba mirando y trataba de imaginarse el cómo añadirla en la portada y a los elefantes. Yo le dije que esta vez se olvidase de mi presenci en la cubierta, que no quería aparecer otra vez en la portada del disco. En plan: “¿Y si no estoy yo? ¿Y si aparezco y piensas algo diferente esta vez?” (risas)
A mi me parece excelente porque parece que sea muy fácil, pero la idea es brillante…
Me gustaría apuntar también que para el LP será un doble disco y que, en cada cara del LP, cuando la gente lo abra, en vez de letras o números habrá los elefantes que aparecen en el número de las canciones por cara. Varará dependiendo de cada cara se trate (risas). Es una gran idea.
Vas a tocar en Barcelona en mayo. ¿Tienes listo el line-up y el set list?
No vamos a tocar en Europa hasta 2023… Todas las fechas que teníamos para 2020 se pospusieron para 2021, luego para 2022 y no lo teníamos claro para el presente año, así que pasan para el siguiente. Mismas fechas y mismos sitios. Y bueno, tememos ahora más tiempo para preparar el set list pero justo ahora empezamos a poder tocar de nuevo, y será este septiembre en Norte América. Esa será la prueba de fuego a ver si es posible girar en condiciones y que se pueda desarrollar una gira con garantías y sin parones por el Covid.
Pues es una pena que no gires este año por aquí…
Sí, estamos devastados, ya te digo… especialmente por mis músicos y todo el equipo de gira. Con ellos no hemos podido trabajar estos tres años y es extremadamente duro para todos. Pero lo haremos tan pronto como sea posible.
¿Y vas a girar con los mismos músicos con los que vas a salir de gira?
Sí, estoy en condiciones de anunciar que Kenny Aronoff estará a la batería, Brian Beller en el bajo, Rai Thistlethwayte a la guitarra y a los teclados. Estamos ilusionados con ello y miramos hacia adelante. Y es que a día de hoy no he podido conocer en persona a Rai todavía… Quiero estar con él en la misma sala tocando.
Es hora de hablar de otra portada icónica: Surfing With the Alien. Conseguiste a la Estela Plateada en la portada, pero Marvel quería hacer más dinero hasta el punto de que años después tuviste que cambiar la portada. ¡Fue una pena!
Sí… lo más divertido de todo es que yo creía que en Marvel estarían muy agradecidos ya que les iba a ayudar a resucitar un poco ese personaje, pues cuando conseguimos la licencia de La Estela Plateada en 1987, las cosas en Marvel no funcionaban muy bien y ese personaje casi que ni existía. Le devolvimos la popularidad al superhéroe, pero cada vez que renegociábamos la licencia de la portada nos pedían una cifra exagerada y ridícula.
Yo creo que ellos llegaron al punto de que negociaban buscando que no aceptásemos y que desistiésemos con ello. Un poco nos forzaron a olvidarnos de esa portada. No me molestó especialmente, pues los fans son listos y saben que la música sigue siendo la misma. Pero actualmente, y ya con un mundo en el que Internet es tan importante, si alguien quiere encontrar la portada original lo hará…
Creo que lo que hicieron fue una decisión algo estúpida por su parte, y es que… de verdad que quedé algo decepcionado por la falta de humanidad de la gente en los grandes estudios. Es que todo es algo muy imbécil si lo piensas, pues para ellos esa portada es algo insignificante. Tienen más dinero ya del que tendrían tiempo de pensar en qué gastarlo, así que no tengo ni idea del por qué sucedió todo aquello (risas).
Pero nos dio a nosotros una oportunidad de trabajar nuevamente con Todd Gallopo y nos dimos cuenta de lo que éramos capaces de ofrecer y sobre qué elementos de la portada original podíamos jugar de una forma legal. Así que nos tocaba crear una portada nueva. Lo hicimos y estoy muy contento de haberlo hecho.
Supongo que tu personaje favorito de cómic era The Silver Surfer, ¿no?
En absoluto… en esos momentos no tenía ni la más remota idea sobre quién era la Estela plateada cuando decidimos que protagonizara nuestra portada (risas). La verdad es que ese disco iba a titularse Lords of Karma, y antes de que el disco estuviese en formato físico, hice una entrevista con un periodista inglés que me dijo que le había gustado mucho el disco, pero no el título.
Una vez terminada la entrevista llamé a la compañía de discográfica preguntando si había posibilidad de cambiar el nombre del álbum. Y lo hicimos ya que nos quedaba una semana hasta hacer las copias en disco. No les había llegado tampoco el artwork de la obra. Pensé muchos títulos y cuando di con Surfing with the Alien pensé que con este titulo le mandaba un mensaje a los periodistas que tuviesen un poco de sentido del humor… Creo que ese periodista inglés me había tomado de una forma excesivamente seria.
Así que les dije a compañía y management que cambiaba el nombre y nos reímos todos. Fue el manager quien dijo que podíamos meter allí a la Estela Plateada ya que ese había sido su apodo durante años. Él se llamaba Jim Kozlowski y era un tipo muy alto y tenía una larguísima melena de rubio platino, y ese apoo le vino de sus tiempos de DJ en la radio. Y sucedió luego que él no vivía muy lejos de donde estaban los estudios de la Marvel en Nueva York y que le encantaban los comics.
Bajó unas calles abajo y preguntó por la licencia de la portada. No había letras ofensivas en el disco (claro), así que no les suponía un problema. Costó unos 5000 dólares, por lo que no era excesivamente caro. Es más… ellos andaban un poco desesperados en esos tiempos. Y esta es la historia de cómo la Estela Plateada terminó en la portada de ese disco. Fue entonces cuando leí mi primer comic de ese superhéroe (risas). Es difícil de creer, ¡pero así es como sucedió!
He leído que cuando giraste presentando Surfing with the Alien tuviste grandes problemas de dinero y pensaste en dejar el negocio de la música, pero… de repente, Mick Jagger te llamó pues te quería para su banda solista y eso salvó tus problemas económicos. ¿Es eso cierto?
A ver… tampoco es que quisiera dejar el mundo de la música, pero sí teníamos una gira de tres semanas y después de la primera semana, mi tour manager, me dijo que si seguíamos así perderíamos 8000 dólares por semana, y eso era demasiado para mí en esos días. No había forma de salvarlo: terminaría la gira en números rojos.
Y todo eso a pesar de que el disco estaba en las listas americanas y funcionaba a nivel de ventas, pero yo seguía siendo un desconocido para el público. Especialmente a la hora de vender tickets para conciertos. Tocábamos dos conciertos por noche en pequeños clubs y no sacábamos mucho beneficio de aquello.
Y dio la increíble coincidencia de que tras darme esa mala noticia me llegó una llamada para hacer una audición para el grupo en solitario de Mick Jagger. Fue todo muy fortuito, pero llegó justo en el momento ideal. Necesitaba una salvación para el inminente fracaso económico y de repente se me presentaba la oportunidad para salvarme de la quiebra, pues pagaba una fortuna por estar en su banda.
El sueldo de una semana con Jagger ya me daba para salir a flote. Y claro, luego estaba la increíble experiencia de tocar con Mick y con esos músicos. Es de esos golpes de fortuna que suceden de vez en cuando en la vida. Así suelen darse las cosas muchas veces… tienes un momento bajo y al día siguiente estás allí arriba otra vez.
¿Qué músicos estaban en la banda de Mick Jagger para esa gira?
¡Eran todos muy grandes! Estaba Simon Phillips a la batería, Doug Wimbish de Living Colour y Sugar Hill Gang en el bajo, Phil Ashley, un gran tipo de Nueva York a los teclados. La verdad es que tenía un talento alucinante… Había coristas, mucha gente en los vientos, Magic Dick estaba en la armónica en algunos shows, pero no pudo venir al resto de la gira. Bernard Fowler y Lisa Fischer estaban de coristas principales. En el segundo tramo del tour añadimos a Suzy Davies en el segundo teclado y la guitarra acústica, aunque también terminó cantando.
Todos eran muy buenos. De verdad que lo pasamos genial tocando juntos. Y Jimmy Rip estaba tocando la guitarra rítmica. Él un poco hacía el trabajo de Keith Richards en las canciones. Estudió a fondo todo el material de los Rolling Stones que tocábamos. Realmente se puso en la piel de Keith. Yo era el chico al que tocaba la guitarra solista con Mick Jagger, ha habido otros, yo simplemente hacía mis partes. Mick me daba libertad total, me decía: “se tú mismo y haz lo que consideres”.
Y había un momento para tu solo… Creo que llegaste incluso a tocar algún tema de Surfing with the Alien en esa gira.
¡Sí! En el tramo de Japón Mick me dio un espacio del show en el que tocaba “Midnight” del Surfing with the Alien y luego el “Satch Boogie”. ¡Era genial! Imagínate… en enero de 1988 yo estaba tocando el “Satch Boogie” en pequeños clubs en los que podría haber 300 personas y unos meses más tarde estaba tocando en el Tokyo Dome, la misma canción, pero en frente de 95.000 personas (risas). Fue todo una locura.
Tengo que preguntarte sobre tu relación con Steve Vai porque fue alumno tuyo, así que supongo que tienes una relación muy especial. ¿No es así?
Sí, ¡la seguimos teniendo! Le conozco desde que tenia 12 años y era un principiante, y mira, hace un par de días tuvimos una entrevista conjunta. Somos muy buenos amigos y tenemos una amistad muy próxima. Se puede decir que hemos sido camaradas musicales a lo largo de todos estos años. Es que cuando lo recuerdo, éramos sólo un par de chicos del mismo instituto que soñaban en convertirse en guitarristas profesionales como lo fueron nuestros héroes: Jimmy Page y Jimi Hendrix.
No teníamos idea sobre cómo poderlo conseguir, pero compartíamos ese sueño y trabajamos muy duro para conseguirlo, a la vez que compartíamos todo lo que sabíamos. Nos hemos ayudado mucho a lo largo de todos estos años, tanto como hemos podido… ¡Y aquí estamos! (risas). Él ha sacado un gran disco y juraría que hoy mismo saca un videoclip nuevo, lo cual me parece genial.
Y como profesor que eres… ¿Cuál es el mejor alumno que has tenido?
(Risas) Todos eran muy buenos. Me es imposible escoger uno. Si voy a los dos más famosos serían Kirk Hammett y Steve Vai, pero es que ambos son muy diferentes. Son generaciones diferentes con estilos de música muy alejados, pero ambos han dejado su marca en el mundo de la música. Eso todo el mundo lo sabe. Escuchas a Hammett y sabes que es él y cuando escuchas a Vai y sucede lo mismo. Y es genial que sean esas mismas dos personas que yo conocí en su día. Eran muy jovencitos, pero ambos consiguieron cumplir sus sueños a base de trabajo, y eso es algo alucinante.
Quiero ahora preguntarte sobre el Festival Leyendas de la Guitarra en Sevilla en 1991 porque mucha gente en España todavía recuerda ese espectáculo alucinante. Tenías a Rick Wakeman en los teclados, Brian May presentando el programa y tocando contigo. ¿Fue ese uno de los mayores hitos en tu carrera?
Eso sí que fue un auténtico sueño… Lo más divertido de todo es que todos pasamos muchísimo tiempo juntos en Londres. Viajamos a la capital inglesa y estuvimos cuatro días enteros ensayando. Luego volamos hacia España e hicimos el concierto. Pasamos unos tres días allí, por lo que desgraciadamente tampoco tuvimos mucho tiempo para estar todo lo que nos hubiese gustado.
Tocamos con Joe Walsh, Paul Rodgers, Steve Ferrone, Steve Vai, Nunno Bettencourt de Extreme y Brian May de Queen. Fue una pasada, pero me hubiese gustado haber volado antes a Sevilla para ver los días previos del festival. Es que me perdí a Paco de Lucía, a Keith Richards y a todos esos grandes artistas. Lo más divertido de todo es algo que no tiene nada que ver con la música: El día después del festival porque mi mujer y yo estuvimos mucho tiempo de turismo por Sevilla y compramos muchos azulejos.
Cuando volamos para casa teníamos dos bolsas llenas que pesaban muchos kilos. Conseguimos que nos lo dejaran embarcar y pusimos todos esos azulejos en nuestra casa, en diferentes habitaciones. Es algo que siempre me recuerda que esa fue mi primera visita a España. Sevilla fue una gran experiencia y esos azulejos simbolizan esos días y mi fascinación por la capital andaluza.
Hoy mismo he vuelto a ver ese video del concierto completo y me parece alucinante… Es que para nosotros 1992 significó muchísimo. La Olimpiada de Barcelona y la Expo de Sevilla nos pusieron en el mapa. Y tú formaste parte de ese momento mágico.
Fui muy afortunado, la verdad. Y el hecho de estar junto a Vai ese día fue muy especial. La verdad es que hemos tenido luego muchos buenos momentos sobre escena y cada vez que nos miramos nos estamos diciendo con la mirada: “Waaawww, ¿Cómo hemos llegado aquí? ¿Cómo dos chavales neoyorkinos han podido conseguir esto?” (risas). Ha sido todo un largo viaje.
¿Llegaste a tomar ideas para el G3 tocando ese día en Sevilla?
La verdad es que a mediados de los 90 estaban saliendo muchos festivales por todas partes. Festivales de bluegrass, de blues, de reggae, de jazz, el Lollapalooza… Luego en San Francisco estaba el Day on the Green y yo andaba pensando que me gustaría hacer unas jams con mis mejores amigos, conseguir hacer algo regular y consolidarlo: tener mi propio festival.
Era una idea muy loca, pero empecé a pensar en ello en esos días. Quizá tocaba ser realista y pensar en que el tres era el número ideal para tocar en un teatro. Recordaba que esa clase de recintos abren a las seis y cierran a las once, por lo que no podía haber 15 invitados, había que buscar un número adecuado para hacer un gran show y que fuese variado. Pero, a la vez, tenía que ser algo atractivo para los artistas que tomasen parte y eso implicaba que tuviesen tiempo suficiente para tocar en escena. Con tres teníamos una hora para cada uno y luego pasar a la media hora final para atacar una jam session.