Éramos muchos los interesados en entrevistar a Jorge Salán en Science of Noise y muchos habíamos visto incluso el documental que sale hoy mismo, pero finalmente me cedieron, muy amablemente, el honor. La única vez que pude hablar con él fue a la salida de un concierto en Barcelona con Jeff Scott Soto, pero lo he podido ver muchas veces en directo. Soy también de los que descubrió a Salán cuando Mariano Muniesa puso de sintonía un tema suyo en el programa Rock Star y me pareció impresionante. No me sorprende en absoluto que este guitarrista madrileño se codee con los mejores del mundo y que se pueda marcar el lujo de elegir los proyectos que más le gustan y le convienen. Se lo ha ganado.
El documental no es una superproducción, aunque cuenta perfectamente lo que ha sido la trayectoria de estos últimos seis años. Espero que en el disco añadan también alguna canción en directo. Hay muchos grandes momentos y aquí hablamos sobre ellos, pero un botón de muestra es cuando Jorge te va contando que no es un guitarrista de flamenco mientras ves como su digitación y magia en la guitarra española puede ponerte la piel de gallina. Aquí está la grandeza de este personaje: su inmensa facilidad para tocar cualquier estilo y su valentía a la hora de alcanzar sus objetivos. Mi sensación es que estamos en el principio, que ahora empieza lo bueno.
Nuevo disco y documental en el que parece como si hubieras hecho una pausa para poder mirar atrás y asimilar todo lo que has hecho. Muchas veces la vida va muy rápido y no nos deja pararnos a reflexionar sobre lo que hemos hecho. ¿Un poco este documental significa parar máquinas y rebobinar tras 20 años de carrera? ¿Por qué ahora y no antes?
Los 20 años es una fecha más estable, pero te recuerdo que a los 15 años yo ya tenía otro documental, de hecho a los 14, se llamaba No Looking Back sobre los comienzos, desde que los 8 años decidí comenzar a tocar la guitarra, mi paso por Berkeley, el trabajar con Jeff Scott Soto, con Mägo de Oz, Bob Daisley (Ozzy y Rainbow) y tras este documental han pasado seis años en los que he girado por todo el mundo. He hecho cosas con Dee Snider de Twisted Sister, con Joe Lynn Turner (Deep Purple y Rainbow), he sacado tres discos de blues y un DVD en directo. Tenía muchas cosas que contar y mi amigo Alberto Toledano, que es el productor que hizo el primer documental creía que era una buena idea hacer otro ahora que era el 20 aniversario de mi carrera. Era una buena idea hacerlo para contar todo lo que había hecho estos años. Así surgió un poco la idea.
¡Pues vaya! Desconocía lo del documental anterior, lo cual me pisa bastantes de las preguntas porque no llegaba a entender el porqué se centraba en el Jorge Salán más actual. Me ha parecido que está en Internet, ¿no?
Sí, allí está. Todo aquél que esté interesado que ponga en internet Jorge Salán No Looking Back. Está colgado el documental completo y cuenta los inicios desde que empecé a tocar un instrumento hasta el año 2014, por lo que el nuevo vendría a ser la continuación.
Sé poco sobre el nuevo disco, supongo que se ha demorado por la crisis sanitaria. Avanzar este documental es una buena idea pues la gente, en su confinamiento, puede verlo. ¿Qué nos puedes avanzar del disco, pues en el documental dices que te apetecería hacer un disco de rock español?
La verdad es que el disco no se ha retrasado, la fecha prevista es para noviembre y saldrá el disco en español acompañado de este documental 20 años no son nada. Lo que hemos decidido sacarlo ahora haciendo un esfuerzo muy grande por parte de la compañía New Label en consenso con ellos y un servidor. Y dijimos un poco lo que tú has dicho: “Vamos a hacer un pedazo de regalo a los fans, vamos a ponerlo durante algún tiempo, quizá unos 10 días y de forma gratuita en algunas plataformas digitales y así la gente puede disfrutar a pesar de que el documental saldrá a la venta en noviembre como estaba previsto junto con el disco en castellano
¿Entonces habrá una versión del disco en inglés?
Sí, el disco estará en castellano, pero también en inglés para lanzarlo en el resto de Europa.
Hay una bonita imagen del documental en la que se te ve en una azotea de Madrid y tienes toda la capital a tus pies. ¿Es una metáfora del haber llegado a la cima?
El documental 20 años no son nada es también un tributo a la ciudad de Madrid pues es la que me vio nacer. Me parece una de las mejores ciudades del mundo y es por eso que aparecen tantas imágenes del centro de la capital. Aparece un monte de Vallecas, Sol, también el barrio donde yo nací: El Pilar. Quería hacer la historia de estos años, pero a la vez rendir homenaje a la ciudad a la que tanto le debo, a la que tantas noches me he pasando tocando rock n’ roll, tantos conciertos con muchos artistas mundiales y con la que he compartido momentos con amigos de toda la vida. Tocaba recordar a esta ciudad a la que le debo tantos gratos momentos.
Una de las cosas que más me ha llegado del documental, más que consigas tocar con los más grandes es cuando el guitarrista de Vanadine se rompe unas vértebras en un accidente y tu les propones de tocar con ellos habiendo escuchado varias veces ya el repertorio del grupo. Cosas como estas son muy grandes y dicen mucho de una persona, en este caso tú.
Eso pasó exactamente así, su guitarrista, en aquel entonces Remo bajaba las escaleras del autobús y se cayó. La única opción que había era cancelar el concierto. Yo no me sabía para nada ninguna de las canciones, pero sí que tenía un poco las canciones en mente porque llevábamos ya dos semanas de gira, y siempre, antes de salir a tocar con Jeff Scott Soto, desde el camerino, mientras nos cambiábamos para salir a escena, escuchaba todas sus canciones de fondo. Así que les dije que no había porque cancelar el concierto, “ya lo hago yo”. Pero si que les pedí que ensayáramos un par de horas en el mismo autobús apuntándome varios folios con los acordes con entradas y finales. Evidentemente no toqué las canciones perfectas, pero les salvé el concierto. Afortunadamente era el último concierto de la gira.
Otra que anécdota que me encanta y que es similar a esta es lo del show en el Leyendas. Dice mucho de tu excepcional nivel el tocar en el Leyendas con Joe Lynn Turner sin haber hecho ni un solo ensayo. ¡Es brutal!
Imagínate el nerviosismo de aquella actuación. Tenía que tocar temas de Rainbow, de Mr. Big con solos de Ritchie Blackmore y Paul Gilbert y con los cantantes originales de cada banda. Teníamos el ensayo esa misma mañana en el hotel en una sala que nos dejaban, pero su avión llegó tarde y sólo hubo un poco de tiempo en el camerino antes de salir a tocar. Fue en plan: “A ver chicos, este tema se enlaza con este de esta manera con esta, corcheas, semicorcheas. Ojo a esta entrada…” Si hubieras visto mi parte del escenario ese día alucinarías con todos esos papeles llenos de anotaciones. No me descentré, saqué mucha concentración, y, de hecho, se pueden ver esos vídeos en Youtube. Si pones Jorge Salán Leyendas del Rock puedes ver como esa actuación salió fenomenal. Tocamos ante 20000 personas sin ensayar.
Y luego Turner flipa tanto contigo que te ficha para toda su siguiente gira, ¿no?
Así es, y la prueba es que seguimos siendo súper-amigos. Ahora mismo me es imposible por fechas ya que estuve con Avalanch todo el año pasado. A veces no puedes hacer todos los proyectos que te gustarían, pero he estado tocando con Joe Lynn Turner durante seis años por toda Europa.
Sé que estuviste en Berkeley y tengo un conocido que estuvo allí y te conoció. ¿Qué supuso entrar en una de las más prestigiosas instituciones para el estudio de un instrumento?
¡Hombre, por supuesto! Es un gran amigo, le tengo mucho cariño y de hecho él produjo mi disco From Now On. Es un musicazo, es de los mejores que tenemos en España. Vivimos muchas cosas en nuestra estancia en Boston. Él me conoció cuando yo tenía solo 18 años, imagínate, hace muchísimo ya. Muy gratos momentos con Pau… Él está con Giant Rev y tienen muchísimo talento. Se merecen lo mejor. Desde aquí le mando un cariñoso saludo a Pau pues Giant Rev es un proyecto muy original y creativo. Pocas veces se puede escuchar en esta clase de proyectos la calidad que ellos están ofreciendo.
Desde España vemos a Berkeley como la cima, un poco el Oxford de la música. ¿Es tan bonito como lo pintan?
La verdad es que mucha gente se piensa que Berkeley es una escuela de guitarristas, pero es una universidad de música, como puede ser Harvard o cualquier otra universidad. Allí puedes encontrarte a gente que estudia música para películas y bandas sonoras, gente que estudia jazz, trombonistas de jazz, guitarristas de rock, gente que hace ingeniería de sonido, que es lo que hizo Pau, aparte de ser vocalista. Entonces, estar en una escuela de 3000 personas (ahora no sé cuántos serán), rodeados de tantas culturas diferentes… Piensa que allí hay gente de todo el mundo: de Japón, de la India, de españoles éramos 30 ese año, pues imagínate… La diversidad cultural y musical es enorme. Vuelves siendo una persona totalmente nueva.
¿Por qué optaste por Berkeley y no Juilliard, que sería la otra más grande?
Bueno, Juilliard está más centrada en la música clásica.
¿Conociste allí a muchas futuras estrellas en Berkeley que lo son a día de hoy? Juraría que Gus G. estuvo allí y por edad igual coincidisteis.
Pues no lo recuerdo allí, pero con Gus he tocado en Grecia. Él vino a tocar con nosotros, con Jeff Scott Soto un par de temas de Ozzy (también está colgado en video). Tocamos el “Crazy Train” y luego estuvimos tomando una cerveza juntos, pero no recuerdo que estuviera y él no sabía que yo había estado en Berkeley, pero no me extrañaría. Por allí han pasado músicos que luego han sido estrellas como los Dream Theater o Steve Vai.
Creo que un poco ya lo has conseguido todo y tu estatus es ya enorme, pero supongo que como guitarrista de hard rock hay un par de plazas a las que molaría aspirar. ¿Una podría ser el de guitarra de Ozzy Osbourne y la otra la plaza de Nita Strauss en Alice Cooper?
Pues la verdad es que no sé cuantas giras les quedan a los dos porque por edad les queda el retiro cerca pero sí sería un placer tocar con Ozzy Osbourne o Alice Cooper y vivir esa experiencia.
Otra plaza que a mi me encanta, como fan absoluto de Savatage que soy, es la de la Trans-Siberian Orchesta. Estuviste tocando con el fallecido David Z, ¿no te contó David que era tocar en la Trans-Siberian?
Sí, David estaba de gira con Adrenaline Mob, con Russell Allen a las voces, que también está en la Trans-Siberian. David Z tocaba con Soto y recibí una de las peores noticias de mi vida y fue que nos había dejado en un accidente de carretera. De mis 20 años de trayectoria profesional es la peor noticia que nunca he recibido.
¿Te contó lo que es la Trans-Siberian Orchestra y lo que mueve?
Sí, a día de hoy este grupo es uno de los más exitosos que hay en Estados Unidos. Es equiparable a lo que mueve Bon Jovi o Bruce Springsteen allí. Él estaba muy emocionado tocando cada noche en ese proyecto.
Sinceramente, si tuviera que compararte con algún guitarrista a mi me sale Gary Moore. Básicamente porque él pasó del hard rock al blues, como tú y por qué él también, aparte de tocar como un genio, también era capaz de cantar. Te he visto en directo tocar “Over the Hills and Far Away”, así que entiendo que Moore estaría en tu top de guitarristas, ¿no?
Por supuesto, Gary Moore es mi guitarrista favorito de todos los tiempos. Es una de mis grandes influencias. Creo que nunca va a haber un músico como él. Y muchas veces hablamos de él solo como guitarrista, pero era un músico que lo tenía todo: una gran voz, componía canciones increíbles, un compositor brutal. Todo lo que pueda decir de él se queda corto.
Hablando de los mejores… ¿Has llegado a tocar con Al Di Meola? Yo apenas le conocía, pero en Dublín escuché a un músico de bar tocar algo del repertorio de Di Meola y me quedé asombrado. ¿Has llegado a tocar con Al Di Meola?
Con Al Di Meola nunca he coincidido al que sí que pude saludar fue a John McLaughlin en su actuación de Madrid, pudimos hablar, pero con Al nunca. Qué puedo decir de él… es otro de los maestros de la guitarra y seguro que nos va a deleitar durante muchos años más.
Personalmente te conocí cuando Mariano Muniesa decidió meter tu tema “Driving to the Tunnel” como sintonía del programa Rock Star. Allí ya se veía que tenías algo especial. Canciones como esta o “Running Free” tenían alma y técnica. ¿Todavía las tocas alguna vez?
No, llevo muchos años sin tocarlas, pero ya que pronto voy a celebrar 20 años de trayectoria recuperaré un par de temas del disco Utopian Sea of Clouds, mi primer álbum del año 2002 y considero que “Driving through the Tunnel” tiene que caer. Es más, hay muchos fans que me la piden, también en Facebook. Quieren escuchar temas de los que hacía al principio. Este año que viene es el momento para volver a hacerlo.
En el documental sales en Edimburgo tocando con unos buenos amigos, los Stop Stop.
Stop Stop son grandes amigos y creo que nos conocimos en Manchester en el primer concierto que hicimos con Soto y a la noche siguiente ya éramos como hermanos. Tienen esa energía de rock n’ roll que se está perdiendo. Ahora mismo hay gente que toca muy bien, pero echo de menos ese sudor, esas ganas, esa sangre que le ponen ellos en la carretera. Estamos hablando de tres personas que lo dejaron todo para irse con una furgoneta a Inglaterra, sin tener ni casa ni nada, durmiendo en las salas, en la furgoneta… Tocaban en pubs y bars de mala muerte y ya están haciendo su propia carrera, cada vez les está yendo mejor. Desde aquí no puedo más que mandarles un abrazo y desearles lo mejor. Les quiero mucho.
Te vi en la capital escocesa, en ese castillo que es uno de los emplazamientos para conciertos más bonitos en los que un artista puede tocar. ¿Te quería preguntar sobre qué sitios de los más emblemáticos que hay te quedan? ¿Radio City Music Hall, Carnage, Budokan…?
Me encantaría tocar en el Budokan de Tokio. Allí se han grabado muchísimos conciertos míticos. Hay muchas salas en las que no he tocado, pero también he estado en muchas grandes que nunca me hubiera imaginado. Por ejemplo: la plaza de toros de Las Ventas, el estadio Vítor Jara de Chile, en algunas de las mejores salas de Holanda. He vivido muchas cosas geniales y he estado en muchos de los mayores festivales del mundo. El Monsters of Rock Cruise que sale de Miami, compartiendo el mismo escenario con Steve Vai o Extreme, el Sweden Rock, en el Grasspop…
¿Te queda Wacken?
En Wacken no he tenido la suerte de tocar. Me imagino que es donde viste la Trans-Siberian Orchestra…
Sí, allí y un par de veces en Amsterdam. Pues para mí Wacken es como una segunda casa, es la Meca del heavy metal realmente.
(Risas) Seguro que pronto podré conocer este festival.
Personalmente si tuviera una discográfica con mucho dinero al estilo Frontiers creo que te montaría un proyecto con Ronnie Romero y mirar si juntos hay magia. Podría salir algo realmente grande entre los dos.
Con Ronnie he podido tocar ya. Hicimos una versión de Queen en una fiesta del Hard Rock Café en Madrid…
Pero yo hablo de montar un grupo.
Pues podría ser. Con Ronnie estamos en contacto y tenemos un trato muy cordial, y todo lo que podría salir en un futuro se podría hablar, claro que sí.
Eres una persona culta que lee mucho así que te pediré para los lectores una serie, un libro y un disco para escuchar durante el confinamiento.
¡No veo series! Aunque no te lo parezca estoy nada puesto. Ni Juego de Tronos ni ninguna otra. Veo mucho cine. Antes de que empezara el confinamiento me fui a ver “La trinchera infinita y me encantó. Es una película muy recomendable. Y de libros te recomendaría uno de Manuel Vicent, valenciano, uno de mis escritores favoritos. Cualquiera de sus libros o de sus textos que escribe en El País en la columna de los domingos es una pasada. Lo recomiendo.
Me he fijado que en una de tus guitarras está Ray Charles. ¿Qué homenajes tienes más en tus guitarras?
Esa guitarra ya no la tengo pues la vendí. Era una Mayones, pero todos los dibujos que había en esa guitarra los diseñé yo mismo. También había en esa guitarra un tributo a Beethoven y la lengua de los Rolling Stones.
¡Buena combinación! Ha quedado claro a qué proyectos les has dicho que sí, pero… ¿A qué proyectos les has dicho que no?
He dicho que no a varios. A veces hay que decir que no. Muchas veces porque no puedes o porque no sea lo mejor para ti. Tienes que ver tu camino con perspectiva. Hay que elegir y eso implica también decir que no.
Pero no me dirás ningún nombre veo…
Eso ya se queda en la recámara (risas).
Viendo el documental me ha gustado tu look a la hora de vestir. Sé que eres endorser de macas de guitarra, pero, ¿lo eres de ropa?
Antes trabajaba con New Rock, pero ya no trabajo con ellos, pero hay una tienda en Hamburgo en la que siempre que voy aprovecho siempre para pasar por el centro de la ciudad…
¿El Reeperbahn?
Exacto, esa zona. Hay un sitio que se llama Merlín y es de ropa de escenario, una tienda distinta, para músicos de rock. Siempre que voy aprovecho pues hay una ropa que va con mi personalidad. Es como cuando te sientas en un coche y piensas: “no me encaja esto o lo otro”. Pues con la ropa pasa lo mismo. Siempre que me pruebo esa ropa siento como si estuviera hecha para mi.
Pues Hamburgo está a 80 kilómetros de Wacken, ¡ya lo tienes cerca! (risas) Hamburgo es una pasada, es una de las ciudades más locas y diferentes que haya yo visto nunca.
Totalmente de acuerdo.
Entre los muchísimos invitados que hay en el documental he echado de menos a la gente de Mägo de Oz. ¿Supongo que sabes que te van a preguntar por ello?
Sí, ya he visto que lo ha puesto, pero ya lo respondí ayer a una persona en Facebook. Mägo ya salen en el primer documental. Esto se centra de 2014 en adelante. Yo estoy muy agradecido por toda la etapa en Mägo de Oz y así lo transmití en el primer documental. No venía a cuento ponerte a hablar de algo que ocurrió hace 12 años cuando estamos hablando de los últimos seis años de mi trayectoria. Aparte, hablamos de una trayectoria de 20 años, Mägo solo fueron cuatro. Tengo mucho que contar y siempre daré mi agradecimiento a la banda y mi tributo a esa parte de mi carrera, pero ya está hecho en el primer documental.
Sí, pero ya sabes que la gente va a sacarle punta de todo…
(Risas).
(Risas) Vale, actualmente voy sacando regularmente reportajes sobre “Canciones perfectas”. Me gustaría que me dieras tu opinión sobre las siguientes:
“Free Bird” (Lynyrd Skynyrd): Curiosamente el otro día me puse este tema. Tiene ese sentimiento de nostalgia que ya te transmite en los primeros acordes, con el slide hasta que llega al culmen con el solo final.
“Shine on You Crazy Diamond” (Pink Floyd): Ese disco me trae muchos recuerdos porque mi padre me lo ponía mucho en casa cuando yo era muy pequeño por lo que me reporta totalmente a mi infancia ya mis primeras experiencias a la hora de escuchar música.
“In-A-Gadda-Da-Vida” (Iron Butterfly): Vaya, estás muy setentero (risas). Yo soy muy fan de la música de los 70 y cualquier tema que menciones de esas bandas me encanta. Habrás visto en el documental que Mike Terrana comenta que él y yo hablamos mucho sobre la música de esa época, de Bad Company, Pat Travers… Soy muy fan de la música de los 70, le tengo mucha devoción.
¿Si tuvieras que quedarte con una década en lo musical serían los 70?
Disfruto de todo. Me encanta el blues de los años 50 antes de que llegue el rock n’ roll, disfruto muchísimo del rock clásico y de los pioneros como Chuck Berry, Buddy Holly, Ritchie Valens… Toda esa época me fascina, especialmente que en aquellos estudios de grabación solo era poner un micro y a grabar. Se hacía una toma y así se quedaba. En esas grabaciones lo que oyes es lo que había. No había autotunes que te afinaban la voz, no había aparatos para poner a tiempo los bombos de la batería. Sí que se podía pinchar un poco de alguna manera, pero lo que oyes allí es el 90% del artista y eso lo echo de menos. En los 60 vino más el funk, la Motown, grupos como la Creedence y ya en los 70 tenemos la explosión del rock sinfónico. Y aparte del rock americano como Lynyrd Skynyrd, luego bandas como Cream que recuperaba el blues. De hecho, el blues se quedó algo abandonado con la llegada del rock. Gente como los Stones y Eric Clapton volvieron a dar ese prestigio al rock-blues.
Los 80 también me gustan, bueno, digamos finales de los 70 y principios de los 80 porque es cuando aparecen cosas como Van Halen, empiezan a salir bandas como Journey y demás similares. Y a mi los 90 también me gustan con bandas como Nirvana o Pearl Jam. Hay gente a la que no le gusta nada y dicen eso: “Es que mataron el rock”. Yo considero que vino en buen momento un grupo como Nirvana y su Nevermind. Tenía que pasar. Está muy bien que surja una contracultura y que quiera romper con lo establecido. Que quisieran hacer algo nuevo.
Fue un poco como cuando irrumpe el punk. Quiso romper con la tónica de bandas de dinosaurios de los 70 y negó los solos, las jams y las canciones largas. Era justo lo opuesto a lo que había. Es algo no propio de la música sino una tónica habitual en el mundo del arte.
Sí porque al fin y al cabo es transmitir una idea. Evidentemente los propios músicos de punk te lo dicen: “yo no soy un gran músico, yo tengo un concepto de transmitir”. No se puede comparar a David Gilmour de Pink Floyd con el guitarrista de los Sex Pistols, porque sería absurdo. Pero en definitiva es arte, y yo disfruto del arte, y eso abarca desde el Nevermind the Bollocks de los Pistols hasta el Wish You Were Here de Pink Floyd.
Pues mira, ya que estamos tengo otra canción para preguntarte, otra de las que odias o amas: el “Final Countdown” de los Europe.
Me parecen un pedazo de banda que han sabido reinventarse cuando a partir del 2000 sacaron ese Start from the Dark. Me parece que lo hicieron con una dignidad envidiable, dijeron que no iban a hacer la música que hacían en los 80 y pasaron a hacer una especie de rock setentero oscuro y actualizado. Me encanta esa banda, me parecen muy profesionales y en directo nunca fallan. Siempre suenan bien, grandes guitarras, excelente cantante, en definitiva: son muy grandes.
Vale, vamos terminando pro te pregunto por otro proyecto que tenemos en Science of Noise dime mejor disco y canción de estas dos bandas:
Mejor disco y canción de Judas: Me gusta mucho el disco Stained Class y la canción elegiría “Exciter” del mismo. Echo mucho de menos ese tipo de producción en la que oyes que todo es real. Esa batería seca, oyes como si la guitarra tuviera el Marshall al 12… Ahora mismo todo suena muy bien, pero suena todo muy a ordenador, muy limpio. Echo de menos esa crudeza que tenía Judas Priest cuando grababan discos como este.
Mejor disco y canción de Maiden: A lo mejor mucha gente me va a crucificar por esto, pero mi disco favorito de Maiden es el primero con Paul Di’Anno. Evidentemente Paul nunca cantó como Dickinson, pero tiene en ese disco ese algo de rock de garaje. Allí puedes escuchar incluso los amplis y ese cantante casi de punk que era Paul Di’Anno. Esa obra posee “Prowler”, “Remember Tomorrow”, “Running Free”… ¡grandísimos clásicos! Si tuviera que quedarme con una canción me quedaría con el “Phantom of the Opera”.
Y ya para finalizar, estoy con otro especial que es sobre El Día de la Bestia, la película. Hay en ella otro homenaje a Madrid y supongo que por edad es un film que viste siendo joven. ¿Significó algo para ti o te impresionó?
Con esa peli te echas unas cuantas risas, pero no tuve un gran encuentro con Álex de la Iglesia el día que nos conocimos. Él no sabía quién era yo ni tampoco lo sabe ahora. Resultó ser un tipo bastante maleducado, aunque yo le juzgo por su cine. Esa película es un clásico y en su época fue muy comentada y hablada.