Mañana, por fin, después de tantos meses y de tanta incertidumbre, el power trio barcelonés de rock alternativo Keloidrop, se subirá a la pequeña tarima de la Rocksound para presentar su flamante último disco, The Challenge.
Aprovechando que somos casi vecinos, nos reunimos con Marcos, su vocalista, para charlar distendidamente de todo un poco, horas antes del evento.
¡Hola, Marcos! Muy buenas. ¿Cómo va la cosa?
¡Hola! ¡Todo bien, deseando pisar la Rocksound para presentar The Challenge de una vez!
¿Crees que estamos viendo ya la luz tras la pandemia o que apenas hemos entrado al túnel?
La verdad es que es difícil saberlo, hay mucha incertidumbre aún. Que podamos hacer la presentación obviamente es un paso, aunque no es la manera que querríamos todos. Hay que tener paciencia y ver la evolución de esta “nueva normalidad”.
Sea como fuere, está claro que la cultura cada día interesa menos a la clase política de este país. ¿Cómo está encarando una banda como Keloidrop la falta de actividad?
Pues con resignación, mal que nos pese, imagino que un poco como todas las bandas. Nos ha golpeado muy fuerte a todos y sobre todo a la gente que trabaja en este sector como promotores y salas. Sería bueno intentar al menos rescatarlo hasta que se puedan ir haciendo más cosas, pero no está siendo el caso de momento.
No sé tú, pero yo creo que de cada mala experiencia se puede extraer algo bueno, por nimio que sea. ¿Os habéis mantenido activos -creativamente hablando- durante estos meses de obligado/forzado parón?
Sí, hemos publicado el videoclip de “Ever Retrying it” y un video de animación que se curró Edu de “Keep Me on Your Way”.
A parte se han acabado de escribir las canciones para un próximo disco; ha habido tiempo para ello. Ya habían bastantes temas estructurados y con el confinamiento han salido nuevos. Ahora solo quedará pulir algunas letras. Se ha avanzado bastante trabajo estando encerrados en casa.
The Challenge (2020) veía la luz justo antes de que el Covid-19 entrara en nuestras vidas. ¿Cuál es o ha sido el challenge (reto) más grande al que os habéis tenido que enfrentar como banda durante estos últimos meses?
Pues sacar un disco dos semanas antes y con la presentación a un día del confinamiento nos ha pillado bastante del revés. No poder ensayar, cancelar fechas y planes que teníamos ha sido bastante duro. Pero hemos seguido en contacto y poco a poco se ha podido avanzar de una manera u otra. Costó bastante sacar el disco en su momento y después con todo esto, la verdad es que nos ha sobrepasado un poco. Ha sido un reto en muchos aspectos.
Por cierto. Sé que Leo, el perro de la portada, es tuyo. Durante los días de encierro total, tener perro era la excusa perfecta para saltarse el confinamiento y bajar a la calle. ¿Cómo lo ha llevado él eso de servirte de coartada para bajar a pasearle 25 veces al día?
Jajajajaja. Bueno, ahora ya está más mayor y le cuesta más salir a dar paseos muy largos, sobre todo con el calor, así que no muy bien… jajajaja.
Además, las salidas eran muy desoladoras. No había nadie por la calle y bajábamos alguna vez de más para comprar cervezas… no le ha gustado la situación creo. Eso sí, hemos pasado mucho tiempo con él en casa y eso lo agradecemos. ¡Es un crack!
¿Qué nos puedes contar sobre la gestación del disco? ¿Cómo fue todo, desde la recopilación de ideas para crear los temas, hasta la grabación y posterior promoción?
Los temas de este disco llevaban bastante tiempo guardados en un cajón esperando el momento de publicarse. Hay incluso temas que se escribieron antes que nuestro álbum anterior More Mass. La mayoría de canciones salieron de una manera muy seguida y queríamos presentarlas todas juntas, no repartirlas.
Cuando se fue acercando el momento de la grabación, por el tema de fechas fue bastante agónico, llegamos justísimos de tiempo, algunos bolos entre medio y ensayos contados para la pre-producción. De ahí viene el título The Challenge que fue cambiado a última hora también.
Aunque tuvimos contratiempos, todo salió bien finalmente.
¿Estáis contentos con el resultado final o ahora que habéis tenido tiempo de mirarlo y remirarlo hay algo que os gustaría modificar y/o cambiar?
Muy contentos, sí. Víctor Gorriti de Gato Negro Estudio ha hecho un gran trabajo. Era justo el sonido que queríamos y la manera de grabar la base todos en directo en Origami Sound, también nos gustó mucho.
Cierto es que siempre queda algún detalle que te habría gustado cambiar, pero es que eso pasa siempre, no acabarías nunca, no haría cambios la verdad. Aunque ahora que pienso… ¡sí que quizás cambiaría el acople larguísimo del final! Eso fue cosa de Víctor, dejó su sello romántico y experimental…
¿Qué diferencias sustanciales existen entre The Challenge y More Mass (2018), vuestro anterior trabajo?
A parte del cambio de productor, estudio y sonido de la banda, las canciones dan la impresión que son más maduras. Se han trabajado durante un largo tiempo y creemos que el resultado es bueno. Nos parece un disco completo que se ha creado con mucho cariño, sigue una línea muy noventera en general y con temas variados. Quizás los dos anteriores discos eran más “canallas” por llamarlo de alguna manera. Creemos que este nuevo, es más cálido y orgánico.
¿Qué ha cambiado en Keloidrop desde que sois un trío? Imagino que ahora que eres tú el único encargado de las guitarras, la responsabilidad, sobre todo en directo, es mayor…
Si, también ha sido un reto. Ya en los directos de More Mass los presentamos como trío y nos gustó cómo sonaba. Aunque echamos de menos a Ori,por supuesto, pero nos gusta este formato. Veremos cómo evoluciona, nunca se sabe pero de momento estamos contentos y no lo cambiaremos.
¿Qué tal se ha adaptado Edu a la banda? ¿Os costó mucho encontrar el músico ideal tras la marcha de Albert? ¿Se le dan mejor las baquetas que la agujas de tatuar o el tipo combina ambas actividades con gracejo y soltura?
Se ha adaptado realmente bien; ya nos conocíamos de hace muchísimos años. Fue de las primeras propuestas que hicimos y la aceptó. Ha encajado muy bien y nos da un rollo muy guapo a la banda en general.
Y combina las actividades ahí, ahí… a veces toca con las agujas y tatúa con las baquetas… jajajaja. Ya irá pillando la costumbre… Estamos muy contentos, la verdad.
Si el punk no ha muerto, el grunge menos todavía. ¿Sois un grupo de camisas de leñador al uso o vuestra propuesta musical va mucho más allá de los típicos estereotipos?
A nosotros, como creo que a mucha gente, nos marcó mucho el grunge y el sonido alternativo de los 90. Fue una época en la salieron bandas con mucho talento y que hacían canciones increíbles. Son una gran influencia, sin duda. Es probable que nuestra propuesta se pueda ver como un homenaje a ese estilo, aunque nosotros seguimos nuestro camino creando temas de una manera natural y sin pretensiones. ¡Eso sí, somos unos nostálgicos!
¿Cómo, cuándo y, sobre todo, por qué decidiste que tú también querías formar parte del circo del rock ‘n’ roll? ¿Qué recuerdas de tus orígenes como músico?
Durante parte de la infancia y posteriormente en la adolescencia, tuve la suerte de vivir ese momento musical tan brillante con la explosión del grunge, por ejemplo, y otros movimientos posteriores. Con 14 años tuve claro que quería hacer rock ‘n’ roll, que quería tocar.
Me animé con la batería y hasta ahora que sigo con ella, son muchos años en los que han pasado muchas cosas y muy divertidas.
Y con Keloidrop, podría decir que he vuelto de alguna manera a tener esos 14 años, cogiéndolo con mucha ilusión ya que nunca había cantado, ni compuesto tantas canciones con la guitarra, me llena mucho personalmente y nos gusta el proyecto.
La influencia de una banda como Nirvana es más que evidente en vuestra música. ¿De qué otras fuentes bebe Keloidrop?
Está claro que las bandas del sonido Seattle como Soundgarden, Pearl Jam o Alice in Chains nos han marcado mucho. Otras del género como Smashing Pumpkins, Silverchair, Stone Temple Pilots… todas éstas claro que están. También hemos escuchado mucho metal, hardcore y punk desde jovencitos y con bandas que hemos tenido anteriormente, experimentamos con estos estilos sumando el funk, el crossover y muchas más variantes. Así que todo esto imaginamos que se queda y se refleja de algún modo.
Si nos centramos en las bandas de Seattle que todavía siguen en activo, uno percibe que el paso de las décadas ha provocado que su propuesta musical haya ido tomando rumbos distintos. Si bien la esencia de los primeros Alice in Chains se mantiene a día de hoy, una banda como Pearl Jam ha ido madurando su música hasta el punto de ser hoy en día prácticamente una banda más de AOR o rock clásico que de grunge. Podríamos decir que los de Eddie Vedder han llegado al estatus de estrellas del rock. ¿Cómo te ves a ti y a tu banda dentro de 20 o 30 años?
Pearl Jam es posible que han sido los que más han ido cambiando, quizás han perdido un poco la mala leche de otros tiempos, pero creo que hacen buenos discos aún. Como mínimo, todos son correctos y eso no es fácil.
¡Y esperemos que de aquí a 20 años Keloidrop siga! ¡Eso sería muy buena señal! La verdad es que ni idea de cómo estarán las cosas para ese tiempo… ¡vete a saber, uufff!
Hablemos un poco del panorama local/nacional. ¿A qué bandas del underground de por aquí no deberíamos quitarles el ojo de encima?
Pues una de las bandas que estuve escuchando justo al comienzo del confinamiento fueron Illinoise. De hecho ha sido el último bolo que fuimos a ver antes de todo esto, cuando había sudor y gente junta en los bolos… y me pillé el disco allí. Me vicié bastante, me gustan mucho, la verdad.
Bandas que han sacado trabajos durante esas mismas fechas como Ava Adore o Gyoza, también les ha pillado de pleno la pandemia en los lanzamientos; buenos discos todos ellos. Y estamos atentos a lo nuevo que va a sacar Fuzz Forward, grandes compañeros de grunge, hay ganas de escuchar los temas nuevos.
¿Con qué otras tres bandas -actuales o del pasado, en activo o no, nacionales o internacionales- os gustaría quemar Europa?
Pues mismamente con las que he nombrado en la anterior pregunta. ¡Estaría genial!
Mañana viernes os podremos ver, por fin, presentando The Challenge en Barcelona. La cita es en la mítica sala Rocksound a partir de las 20:30. ¿Aparte de la mascarilla y del gel hidroalcohólico, qué más tenemos que llevar los asistentes?
¡¡¡Tapones!!! ¡¡¡Vamos a hacer mucho ruido!!!
Rock y mesitas con sillas en la pista bien distanciadas no es que casen demasiado. Si este es el futuro que le espera a la música rock, ¿crees que merece la pena seguir mirando al futuro con optimismo?
La verdad es que la cosa pinta mal, al menos por el momento. Habrá que esperar, no queda otra… entonces veremos cuál es la “nueva normalidad” y pensar que se puede volver a atrás o de lo contrario seguir resignándose y a la vez tirar adelante, adaptarse e innovar, porqué no…
El gran problema de todo esto es que nadie sabe nada, tanto en el sector musical como en muchos otros… se nos ha colado una mierda enorme.
Para vosotros, que lo veis todo desde encima del escenario, imagino que la cosa no cambia demasiado, pero imagino que ver al público de esta guisa ha de ser, cuanto menos, curioso. ¿Crees que ahora, más que nunca, es cuando más hay que dejarse el alma en cada concierto?
Curioso va a ser seguro; a ver qué tal funciona, sobre todo al ser un concierto de caña y un sitio como la Rocksound… se hace difícil visualizarlo, pero allí estaremos para darlo todo.
Y después de la Rocksound, ¿qué? ¿Qué planes tenéis como banda de cara al futuro?
¡Buena pregunta, porque no tenemos ni idea! Jajajaja, es broma. Algunos planes tenemos, el álbum es como si hubiera vuelto a relanzarse y ya estamos trabajando en un nuevo videoclip. El tema de fechas de directos es más complicado, porque no se pueden hacer muchos planes ahora mismo. Saldrán cosas seguro, os enterareis enseguida, ganas hay.
Bueno, esto es todo, Marcos. Un placer, tío. ¡Nos vemos en la Rocksound!
¡Un honor! ¡¡¡Brindaremos allí para celebrarlo con una IPA, sin duda!!!
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.