El gran líder de los metálico-progresivos Symphony X saca la segunda parte de su proyecto en solitario basado en la guerra de los mundos de HG Wells. Han pasado cuatro años desde que apareciera la primera parte y la pandemia le ha dado tiempo para probar cosas nuevas, incluyendo instrumentos como el chelo o un tipo de laúd llamado saz.
Romeo mezcla las bandas sonoras de cine con su metal neoclásico progresivo y sorprende con el fichaje de Dino Jelusick para las canciones, todo un acierto. La verdad es que el disco es realmente bueno… Michael se conecta por Zoom y está sorprendentemente amable, y lo digo porque cuando le pude entrevistar en 2003, en persona, no era precisamente la alegría de la huerta.
Otra de las casualidades de la vida es que en 2003 Estados Unidos estaba en guerra contra Irak y Michael lo primero que te decía era: “no me preguntes sobre la guerra”. Han pasado casi 20 años y el mundo vuelve a estar de lleno en un conflicto armado. En el fondo, basarse en La guerra de los mundos ha terminando siendo algo profético.
Hola, Michael, antes que nada, gracias por tu tiempo y felicidades por tu nuevo álbum War of Worlds // Pt. II. ¿Estás contento con las reacciones de la prensa y los fans?
Sí, la verdad es que todas las reacciones que recibimos están siendo muy positivas, y es que la mayoría del material de la parte I y la II fueron compuestas en un mismo espacio de tiempo, así que es un material bastante similar. Si a la gente le gustó la primera parte esta también le gustará, a pesar de que hay algunas cosas que son diferentes, como los vocalistas o algunos instrumentos. También hay esa parte más cinematográfica que lo empapa todo, pero, en definitiva, ha sido todo muy positivo. Me siento muy feliz de poder editar esta obra.
Y si la mayoría del material estaba ya terminado, ¿por qué hemos tenido que esperar cuatro años entre War of Worlds // Pt. I y esta segunda parte?
El caso es que yo empecé un disco en solitario, y en un principio no había dos partes. Yo tenía muchos riffs heavies y mucho material de corte cinematográfico. Cuando lo componía pensaba bastante en Star Wars, con todos esos toques orquestales, pero luego pensé que “La guerra de los mundos” podía ser una temática ideal para el disco.
Y empecé a componer, y a componer… y así durante meses. Por lo que había material de sobra para más de un único disco. Me dijeron en la discográfica que tenía que cortarlo por la mitad. Que sacaba un disco entonces y que más adelante sacaría la segunda parte. La primer salió en 2018 y en 2019 nos dimos un respiro con el grupo, luego vino el accidente automovilístico de Russel Allen (Romeo le llama Russ), y eso supuso un bajón para todos. De verdad que fue un tiempo muy bajo para todos. Giramos en 2019, luego había otras giras para el 2020, concretamente un tour en Norte América para abril.
Entonces pensé que al terminar esa gira podría editar la segunda parte del War of Worlds, porque ya estaba todo casi terminado. Todo era cuestión de añadir algún tema nuevo y terminar algunas de las partes no acabadas, pero sucedió lo inesperado: una crisis sanitaria. Todas las giras suspendidas y todos los estudios cerrados. Se me ocurrió la idea de hacerlo yo todo solo, porque ya llevaba más de un año detrás de su edición. Y es que me desesperaba un poco el perder tiempo esperando a ver qué sucede. Pero tocaba esperar.
Ahora justamente con Symphony X tenemos una gira que arranca en mayo en Estados Unidos y creo que se podrá llevar a cabo. Aquí todo se está abriendo y espero que en Europa sea más o menos lo mismo, pero… es que claro, ahora de repente sucede lo de Rusia. Y es que es como si no vieras la luz al final del túnel. Parece que no haya posibilidad alguna de hacer un calendario en condiciones porque parece que todo se va a la mierda.
Sí, es que después del Coronavirus parecía que ya todo se arreglaba, pero ya ves… Por cierto, y ya que lo mencionas: ¿Has tocado alguna vez en Rusia?
No, la verdad es que nunca hemos tocado allí. Es uno de los pocos lugares del mundo en los que nunca hemos llegado a tocar.
Después de escuchar el disco muchas veces tengo que decir que mi favorito es “Just Before the Dawn”. ¿Tienes alguna canción favorita?
¡Oh, wooowww! Te gusta esta, pero yo es que no puedo decirte una… a mí me gustan todas. Y algunas me gustan porque son muy diferentes. Canciones como “Divide and Conquer”, un up-tempo con riffs muy metálicos y muchos coros. Pero luego hay canciones como “Just before the Dawn” que son más calmadas y progresivas e incluso melódicas. Ese tipo de canciones también me gustan. Me encanta esa canción.
Luego hay también cortes como “Metamorphosis” que son más netamente de rock progresivo y que tiene momentos muy diferentes a los que hay en el disco. Y es que me gustan todas, porque sino me gustasen no estarían en el disco. Tienen que funcionar y ser buenas en el estilo que las compongo, así que no me pidas favoritas porque sería incapaz de escoger una en concreto.
Lo más sorprendente esta vez es que has contado con Dino Jelusick, un cantante increíble. ¿Por qué elegiste a Dino en lugar de a Rick Castellano? Me gustaría añadir que el trabajo de Dino es estelar…
Lo de Dino es alucinante… Cuando empecé a ensamblar las canciones de la segunda parte pensé que tenía que hacer algo diferente respecto a la primera parte. Y Rick Castellano es un buen amigo mío, un tío genial y como vocalista bastante desconocido, pero prefería ahora incluir un cantante nuevo y que todo fuera un poco más divertido. Así que les dije a la gente de la discográfica que me apetecía probar nuevos vocalistas, que el disco podría ser todo con diferentes cantantes, pero… luego me pareció que dar la continuidad a un mismo cantante era la mejor idea.
Pensaba en cantantes amigos y de vocalistas que conocía y pensaba quién demonios podía escoger para el disco. Un día estaba al teléfono hablando con una amiga y me dijo que se lo podía preguntar a su amigo Dino, que seguro que iba a estar encantado de hacerlo. Le dije que OK, porque, un poco, ya conocía de lo que era capaz este vocalista.
Ella nos puso en contacto y empezamos a hablar… Me dijo que quería hacerlo y que le pasara algunas grabaciones de las canciones, y me las devolvió con su voz grabada. Y… es que era perfecto. Sabía perfectamente lo que tocaba hacer. Hizo un trabajo alucinante.
La música del álbum es una excelente mezcla de Symphony X, música neoclásica, metal moderno y partituras de películas. ¿Estás de acuerdo con mi opinión?
Sí, y es que siempre va a haber una importante similitud con Symphony X, por que soy yo quien compone y toca… Hay muchos riffs que voy desarrollando y es algo que suelo hacer con los Symphony X, así que obviamente habrá similitudes, claro. Pero al tratarse de un disco en solitario estuve pensando el qué poder hacer de diferente y en salirme de lo habitual o previsible. Pero siempre que fuera algo que sonase metálico.
No iba a hacer exactamente lo mismo que hago con Symphony X, se trataba de probar cosas nuevas. Y como bien has dicho, hay toda esa carga cinematográfica, el querer hacer cosas diferentes con las guitarras e intercalar fragmentos diferentes a lo que me es habitual y hacer que fueran mucho más largos. El tema era mezclar todas esas ideas para que sonase todo diferente y darle cohesión a eso todo final.
Otra canción que me encanta es “Parasite”, quizá la más rápida. Este material es realmente potente, así que, ¿crees que existe la posibilidad de hacer algunos shows con esta formación y con estas canciones?
Te diría que es bastante posible. Cuando escucho todo el material en solitario yo siempre estaba pensando en la posibilidad de hacerlo en directo y con la banda con la que lo estaba grabando. Es por eso que no me dediqué a grabar esos montones de capas de guitarras ridículas que nunca pueden ser llevadas a cabo sobre escena o del abusar poniendo 10 sintetizadores diferentes.
Vale que no había límites allí, pero éramos conscientes de lo que se puede tocar en un directo. Aunque claro, en un disco en solitario tú puedes grabar todo lo que quieras, todas las guitarras que quieras, mi violonchelo o todo lo que se te pueda ocurrir. Haces el ruido que quieres y lo metes en el disco, porque para eso no hay problema. Pero piensa que ya salir a tocar con Symphony X está muy complicado ya que no hemos girado en dos años y esa es mi prioridad número 1. Y más con una gira cerrada para mayo.
Es más, ya estamos hablando de un disco nuevo con los Symphony. Queremos que todo empiece a rodar otra vez… Y bueno, en algún momento dado puede que este material en solitario pueda ser tocado en directo, ya que ha significado mucho trabajo lo de componerlo y grabarlo, pero tampoco había una idea premeditada de grabarlo para salir de gira. Pero tal y como está el panorama… lo veo complicado en estos momentos.
Has mencionado que has tocado el chelo en este disco, así que me pregunto yo: ¿Cuántos instrumentos puede tocar Michael Romeo?
Esto depende de si me preguntas sobre si cuántos toco o cuántos puedo tocar bien… El chelo por ejemplo lo fui probando, pero no soy un gran especialista con el instrumento, pero… con todo lo que tenga cuerdas yo puedo hacer algo de ruido. Pero me gusta probarlo porque en el caso de que orquestes algo siempre sonará más real con un chelo ya que es un elemento “humano”.
Y luego en otra canción llamada “Destroyer” que posee ese pasaje más oriental. Lo más habitual en estos casos es buscar un sintetizador o algo similar, pero ya que todo estaba cancelado y que había tiempo para probar cosas me decidí a comprar diferentes instrumentos como el saz (instrumento tipo laúd).
Y son instrumentos que te funcionan perfectamente en lo que es el fondo de la canción, pero de ninguna forma me vas a ver haciendo un solo virtuoso de saz, o si más no… no de momento (risas). Pero básicamente se trata de pasarlo bien en la sala de estudio probando cosas nuevas.
Hay algunas canciones instrumentales que suenan como la banda sonora de una película. “Hunted” suena como una mezcla de Symphony X con l banda sonora de “Terminator”, y suena realmente bien. ¿Era ese tu objetivo?
Yo es que no pienso en Symphony X, yo pienso en que tengo un riff y un poco en las partituras de las películas, y especialmente en “Hunter” te diría que me basé un poco más en Hans Zimmer. Hay algunas percusiones muy grandes allí y las he exagerado de alguna manera, también hay muchos sintetizadores y suceden muchas cosas diferentes en ella. Es un material que a mí me gusta componer porque para un disco en solitario sí que puedes jugar más con todo ello. Y hay varias canciones como esta el álbum.
Hay una orquesta en este tema y varias guitarras a la vez, así como varios sintetizadores. Se trata de ir construyendo… A mí me encanta este material, me encanta el metal, me encanta lo progresivo, el rock, la música clásica y algunas bandas sonoras. Y a veces las bandas sonoras son un híbrido ya que hay orquesta dando momentos épicos, pero es que también hay los sintetizadores, también hay algo de música electrónica y suena todo de una forma enorme. A mí me gusta y es ideal para un disco en solitario, te da la oportunidad de indagar en ello y dar tu propia visión.
Hay un compositor clásico que me encanta y se llama Bernard Herrmann. Sé que es una gran influencia para ti, así que… ¿Cuánto de importante fue Herrmann para Michael Romeo? (le enseño un DVD de “La dimensión desconocida” -Herrman es el compositor de la mítica sintonía de la serie-)
Waaawwww, lo que me acabas de enseñar es alucinante. Bueno… de Herrmann todo el mundo recuerda la banda sonora a de “Psicosis”, yo la tengo presente desde que era un crío, y de eso se trata. Él hizo muchas bandas sonoras para películas de ciencia ficción de los 60 como por ejemplo el The Day Earth Stood Still de 1951, Simbad y la princesa (1958), Mysterious Island (1961) y todas esas películas de ciencia ficción con los cíclopes y dragones de arcilla.
Yo es que era un niño y pensaba que eso que veía era lo mejor que había podido ver, pero… ¡la música! Esa música tenía algo que siempre me ha acompañado con los años. Puedes ver todos esos monstruos y esas cosas tan molonas y siendo un niño te parece insuperable, pero allí había algo más, y ese algo era la música. Años después te informas y ves que es de un tal Bernard Herrmann, el que trabajó con Hitchcock.
El gran Herrmann… Y es que juraría que la música de Taxi Driver también es suya. Y te haces mayor, pero sigues pensando en esas bandas sonoras y sigo aprendiendo de ellas y profundizando en las mismas. Pero ya de muy niño percibí que en la música de las bandas sonoras había algo especial. Es como cuando de niño ves por primera vez Star Wars y escuchas esa música y te aparece Darth Vader. La imagen es lo más importante, pero una de las claves de todo está en la música. Y a medida que creces vas viendo la importancia de una banda sonora. De eso se trata, y Bernard era alucinante.
El próximo mes de mayo, Symphony X saldrá a la carretera en su 25 aniversario. ¿Esperabas 25 años de carrera cuando empezaste en 1994?
Wawwww… la verdad es que si vuelvo a ese momento inicial te diría que nunca llegamos a pensar en eso. Era más en plan: Tiremos adelante y saquemos lo que nos gusta. Fuimos día a día y disco a disco. Vives ese momento y poco más, puesto que si pensábamos en ello pensaríamos que como mucho dentro de 10 años esperaríamos seguir tocando y grabando, pero pasaron 20 años y te das cuenta de que es mucho tiempo.
Así que pienso en los inicios y creo que ha sido todo muy cool, es mucho tiempo haciendo música en equipo y hacemos lo que nos gusta. A veces hay mucho tiempo entre disco y hay muchísimo trabajo de composición, pero es de lo que se trata. Así que me muero de ganas de volver a la carretera y salir a tocar. Odio esta incerteza que se ha instalado a día de hoy. En Estados Unidos la cosa va mejor y espero que la gira vaya muy bien.
Luego en mayo vamos a Canadá cuando el tiempo es más apacible, pues espero que las temperaturas también ayuden. Y para el verano hay los festivales en Europa, que espero que se lleven a cabo. Pero nunca se sabe…
Aquí también las cosas van a mejor… ¿Habéis decidido el próximo setlist? ¡Supongo que va a ser muy difícil de decidir!
Pues no, no todavía… En algún momento lo tendremos. Para la gira del 2021 teníamos algunas ideas ya, pero eso era antes y ahora la cosa es diferente. Un poco el setlist es algo que hacemos conjuntamente durante los ensayos. Siempre hay unas cuantas canciones y las vamos probando… algunas funcionan, otras no tanto con el resto de canciones preseleccionadas. Se trata de ir probando.
Primero practicar los temas, recuperar las canciones y darnos cuenta del mucho tiempo que ha pasado desde que las habíamos tocado juntos. Los primeros ensayos van más enfocados a busca el groove, vamos a probar diferentes canciones y diferentes setlists posibles, pero como te decía… todavía es muy pronto para eso. Vamos a ver lo que sale, pues tocar canciones antiguas siempre es muy cool. Ahora andamos muy desconectados… todos desconectados de todos.
¿Es Russell Allen el mejor cantante para una banda como Symphony X? ¡A mí es que me parece un vocalista increíble!
Russ es alucinante… ¡Es que lo puede cantar todo! Todo lo que le apetezca. Con Symphony X hay mucho material heavy, pero también lo hace de maravilla con temas mucho más calmados, baladas o temas con mucho feeling. Es tan diverso como la música puede serlo. Somos una banda y hemos estado juntos siempre, y es que… qué puedo añadir: ¡Es Russ! Es mi chico, y es jodidamente alucinante.
¿Y crees que en los primeros pasos como Symphony X Japón y Europa eran mejores plazas que Norteamérica?
Al principio sí. Era a mediados de los 90 y el estilo que practicábamos no era especialmente popular por aquí. Pero no nos importaba, estábamos felices de hacer cualquier cosa. Y tocábamos donde podíamos, no nos importaba… Pero a medida que pasó el tiempo todo se niveló y en Norteamérica nos fue mucho mejor.
Estábamos a la expectativa de lo que podía suceder, pues todavía éramos muy jóvenes. Y era en plan: “¿De verdad que este material gusta en Europa y en Japón? ¿Y dónde está Japón?”. Es que éramos uno niños y nos flipaba que les gustásemos a gente que estaba tan lejos. Nosotros seguimos haciendo lo que nos gustaba y la cosa empezó a crecer. Es lo que te lleva a dónde estás ahora. Y aquí continuamos…
Es que si lo piensas debutar en 1994 no era precisamente lo mejor para el metal clásico… Con el nu-metal, grunge y groove metal estando de moda.
No fue nada fácil, la verdad… pero ese era el material que nos gustaba al grupo. Yo había crecido con Judas Priest, Iron Maiden, Black Sabbath y Rush. Esas eran mis influencias y eso es lo que me gustaba tocar. Simplemente hicimos lo que nos gustaba y esperamos a que todo fuese bien. Esperábamos que le gustase a alguien y afortunadamente, así fue… y aquí estamos ahora, pudiendo hablar de ello contigo. A ver si podemos llegar a tocar pronto.
Es hora de hablar del Divine Wings of Tragedy porque el próximo mes va a ser su 25º Aniversario y tengo que escribir sobre él. ¿Qué me podrías decir sobre este álbum?
Puedo hablarte muchísimo sobre ese disco. Cuando estábamos trabajando en ese álbum recuerdo escucharlo una vez terminado y Russ y yo (y no sé ahora si estaba Pinnella o Miller a los teclados…) y había momentos en los que se nos ponía la piel de gallina. Pensábamos: “Carai, lo que tenemos aquí es algo diferente”. Es esa clase de discos que te hacen sentir como banda y que te hacen estar orgulloso de lo que estás haciendo.
El primero que sacamos tenía una parte muy importante de neoclásico, que también la hay en este, pero… es que suena el “Sins and Shadows” y ya percibes que esto va a ser muy heavy, si bien ves que se va a mantener esa parte más clásica también. Y hay todo el peso de lo progresivo y las canciones son más largas. Ese fue el primer disco en el que tuve claro lo que tenía que hacer: el estilo como grupo. Si te fijas en partes del disco como puede ser el Odissey (con 20 minutos de canción), pues eso ya lo encontrabas en el Divine Wings…
Eso se fue desarrollando hasta llegar al Odissey, y luego hay esa parte más heavy que evolucionó hasta el Paradise Lost. Y vuelvo a lo mismo: el Divine Wings… es el disco en el que llegamos a ese punto en el que ves que esa es tu banda y ese es el estilo a seguir. Fue el punto de partida hacia muchas cosas. También había algunas partes orquestadas, también de clásicas y de progresivo. Allí había un poco de todo y eso fue muy importante para nosotros.
Pues yo te confesaré que mi favorito es el V, pero más que nada porque es el primero que escuché de Symphony X. ¿Es la mitología griega una de las inspiraciones más importantes para vuestra música? ¿O fue solo algo conectado con vuestros principios?
Al principio uno no quiere abarcar mucho en un solo disco. Y en un disco como The Odissey decidimos hacer esa canción tan larga, decidimos entre todos que la haríamos. Pero había que buscar alguna cosa como temática central, que mucha gente conociese o que les sonara, y tenía que tratar sobre un largo viaje.
Un poco que fuera el viaje de un héroe. Y nos preguntamos que por qué no basarnos en “La Odisea” de Homero. Así que fuimos a por ello y ya cuentas con toda la mitología griega para las letras. Pero sabíamos que si hacíamos ese disco y ese tema no podríamos volver a repetir esa temática, así que luego fuimos a por el “Paraíso perdido” de Milton. Y volvía a ser en plan: “¿Qué podemos hacer con esto? Vamos a trabajar con el cielo y el infierno, a intentar que suene todo más oscuro y heavy”. Y así es como nos decidimos por ese libro. Luego llegó el turno de Iconoclast, que trata sobre la dualidad del hombre y la máquina. Siempre buscamos encontrar alguna temática que haya una mayoría de gente que la conoce y que a nivel musical nos dé mucho juego.
Con La Odisea fue bastante sencillo todo. La historia estaba muy clara: Se empieza aquí, hay unas luchas y al final de todo te queda ese mapa de viaje, ese recorrido, y un poco era solamente seguir la historia e ir rellenando. Pero de verdad que no me interesa volverme a repetir una y otra vez. Lo que ahora, ya te digo, que me es difícil encontrar temáticas porque estamos hablando entre todos de hacer un nuevo disco y estamos buscando alguna temática nueva. Ya hemos hecho mitología griega, el cielo y el infierno, el hombre y la máquina. Underworld también tenía un poco de esto también.
El caso es que ahora pienso en hacer algo nuevo y es en plan: “Oh mierda, ¿ahora qué nos queda por hacer?”. Algo habrá que encontrar, aunque también hay esa sensación de que no encuentras nada, y esa senación también ayuda a la hora de componer canciones, especialmente en el momento en el que encuentras la temática. Todo surge rápido entonces. Eso mismo nos sucedió con Underworld, en el que metimos un poco de la mitología griega, pero… solo un poquito. Pero va bastante más de el ir al infierno y volver… Hay algo más también en esa historia: hay una familia, hay un amor… es bastante más profundo. También hay monstruos como la hidra…
Hay tres Michaels en Symphony X: Pinnella, Romeo y LePond… ¿Qué pasaría si Russell y Jason dejaran la banda en un futuro… buscarías dos Michaels más en la voz y la batería?
(Risas) Pues no… la verdad es que dudo que ninguno de nosotros se vaya a ninguna parte, así que ni me lo planteo. Pero sí que te diré que se hace bastante complicado eso de ser tres Mikes. Así que no quiero a ningún otro Michael en el grupo.
¿Cuál es el primer disco que compraste con tu propio dinero?
Oh… (se lo piensa mucho). Pues te diría que puede que sea el Kiss Alive II. Si no es Kiss seguro que es Led Zeppelin lo primero que me compré. Pero juraría que fue este de Kiss. Cuando yo era un chaval, sería en 1977 o 1978 y yo tendría 10 o 11 años y… ¡Kiss no paraban de crecer! Y Kiss siguen siendo Kiss… y es que fue por ellos por lo que empecé a tocar la guitarra. Ese material es muy cool. Y no estoy seguro al 100% de que fuera el Kiss Alive II, pero te diría que lo estoy en un 99% seguro. Ostras… la verdad es que me has hecho pensar ahora sobre cosas de hace mucho tiempo, lo cual no está nada mal (risas).
War of Worlds // Pt. II se basa en un libro de HG Wells, pero actualmente, en Europa, tenemos una guerra nuevamente. Tal vez los títulos de tus discos fueron un poco proféticos. ¿Crees que el ser humano está condenado a repetir sus errores una y otra vez?
No lo sé de verdad… Somos bastante inteligentes… así que es un poco en plan: “¿Qué estamos haciendo? ¿Qué demonios estamos haciendo?” Así que de verdad que no sé que decirte. Yo es que no me hubiera imaginado nunca la división política actual. Hemos tenido el Covid y ahora sucede esto con Rusia. Ni siquiera estoy intentando pensar en eso. Yo estoy intentando componer un disco que mole y que esté basado en la ciencia ficción. Eso es lo que quiero ahora, pero… puede que sí, que haya sido un poco profético. Desafortunadamente.
Bueno a ver que pasa… Lo que sí espero yo es verte en el Rock Fest Barcelona este próximo verano. Espero poder disfrutar de la música y que el mundo esté ya más arreglado…
Sí, que le den a la política y a toda esa mierda. Es que es demasiado… La música debería ser mucho más importante y si más no ella te permite que al escucharla te olvides de toda esta mierda. Así es como yo lo veo. Cruzamos los dedos, pero creo que estaremos de gira en verano por allí.