Uno de los regresos más placenteros a nivel musical del pasado 2024 fue el de Π L.T.. La banda de Mungia, Euskal Herria volvía al ruedo con un inspirado y demoledor EP que les ha llevado de nuevo a la carretera. Esta misma semana les tendremos en Barcelona en la La Deskomunal por el módico precio de 15 €. Para los despistados, os dejo aquí mismo el enlace de la compra. Si os apetece disfrutar de un concierto de ROCK en mayúsculas, no os lo penséis más.
Aprovechando el tirón mediático del momento y también la excusa de que les tendremos por nuestra ciudad, nos ponemos en contacto con su vocalista, Rafa Rueda, banda para saber más de ellos y su forma de ver el rock.
¡Hola, Rafa! Un placer muy grande conversar contigo. ¿Qué tal te está sentando el 2025?
De momento muy bien. Hemos tenido un buen arranque de la gira presentación del nuevo disco y nos espera un año con cosas muy chulas por hacer. Volvemos a Barcelona en cuestión de días después de 20 años y también atacaremos València además de festivales en verano como el Resurrection Fest o el Rockland Fest. Mientras tanto, seguimos confirmando cosas y estamos muy contentos e ilusionados.
Π L.T. tiene un sonido muy característico, combinando rock, metal y otros géneros. ¿Cómo llegasteis a definir este estilo y qué influencias os han marcado más?
Siempre hemos sido un grupo muy ecléctico. Cada uno tiene unas tendencias diferentes, pero a su vez, somos muy abiertos con otros estilos y eso enriquece mucho el sonido del grupo. Los nombres que más han influido en nuestra música van desde The Cure, Jeff Buckley, Faith No More, Helmet, Mogway, Led Zeppelin o Black Sabbath, por nombrar unos pocos.
Habéis pasado por distintos momentos en vuestra carrera. ¿Cuál ha sido el mayor desafío al que os habéis enfrentado como banda?
Quizás este último. Me refiero a volver a crear juntos después de casi 20 años. No es fácil retomar una dinámica de grupo tras tanto tiempo. Todos hemos estado ligados a la música, cada uno con su proyecto, pero la dinámica creativa es algo tan especial y personal que cuando se pierde la costumbre puede resultar tan difícil como la resurrección. Creo que nosotros lo hemos conseguido.
Si pudierais volver atrás en el tiempo y daros un consejo a vuestras versiones más jóvenes, justo cuando empezabais, ¿qué les diríais?
Que el camino es largo y que nunca dejen de luchar por aquello en lo que creen de verdad. Paciencia y buen hacer, a poder ser sin ningún tipo de pretensión salvo la de disfrutar. De esa manera, todo lo que llegue será motivo de celebración.
¿Cómo es el proceso de composición en la banda? ¿Primero nacen las letras o la música?
El proceso más natural en nuestro caso es comenzar por la música. Aunque trabajamos las líneas vocales desde un principio, no escribimos los textos hasta que la estructura musical esta definitivamente cerrada.
¿Hay algún ritual o costumbre que sigáis cuando estáis en el estudio de grabación?
Ninguno en especial. Intentar estás todos a la hora sería nuestro mayor logro (risas).
¿Alguna vez habéis escrito una canción basada en una experiencia tan personal que luego se transformó en algo completamente distinto para el público?
Sucede muchas veces. Es lo bonito del arte. Tú lanzas algo que provoca reacciones diferentes según el receptor. Cada persona es libre de interpretar a su manera. Lo importante es que, de una manera u otra, lo que propones genere una reacción.
Muchas de vuestras canciones se han convertido en himnos. ¿Hay alguna que os haya sorprendido por la recepción que tuvo entre los fans?
La más llamativa en ese sentido, sin lugar a duda, ha sido “Hil da jainkoa”. La grabamos en el primer disco y gracias a esa canción se nos abrieron muchas puertas que en su día nunca hubiéramos pensado.
¿Qué canción de vuestra discografía os tomó más tiempo componer y por qué?
No sabría decirte. cada disco tiene algún tema al que le cuesta más que al resto. A veces va todo del tirón y otras hay que madurarla durante más tiempo. Lo importante es llegar al punto en el que te convenza. Es como un laberinto, unas veces encuentras rápido la salida y otras te cuesta más, pero lo importante es salir. Si tuviéramos que nombrar alguna del disco nuevo (que es más reciente), tal vez podríamos decir que «Balak airean» nos costó encontrarle el punto. Fue una canción que terminamos en el estudio a base de vueltas con la estructura para dar con algo que fuera sólido y coherente.
Si tuvieras que recomendar una sola canción de Π L.T. a alguien que nunca os ha escuchado, ¿cuál sería y qué historia hay detrás de ella?
No sabría qué contestar. Supongo que cada componente del grupo elegiría una diferente. Se me ocurre “Automatak bezala”. Habla de la poca atención que prestamos a lo cercano perdiéndonos en automatismos que nos alejan de nosotros mismos.
Habéis elegido cantar en euskera, aunque el rock y el metal tienen mucha influencia de bandas que cantan en inglés. ¿Cómo crees que el idioma afecta la identidad de vuestra música?
Consideramos el euskera, nuestro idioma, como parte de nuestra identidad, tan importante como la corriente musical o estética. Sin no fuera así no seríamos nosotros.
¿Alguna vez habéis considerado componer una canción en otro idioma o mezclar español con otro idioma en vuestras letras?
No tendríamos ningún problema si el proyecto así lo requiriese.
¿En qué estabais pensando cuando creasteis vuestro último EP titulado Balak airean? ¿Hubo algo que os inspiró especialmente?
La mayor inspiración ha sido nuestra propia realidad, el día a día. Es un retrato de como vemos la sociedad. Todo va a demasiada velocidad, vivimos presos de la inmediatez y eso hace que cualquier paso en falso pueda echarlo todo a perder. Nuestra intención es reivindicar otro tipo de forma de vivir donde podamos ser más conscientes y disfrutar más de lo que nos rodea.
En tiempos donde el streaming ha cambiado la forma de escuchar música, ¿habéis cambiado la manera en la que hacéis vuestros discos o seguís con la misma filosofía de siempre?
Ahora hay menos tendencia a hacer discos largos. Se vive mucho más rápido y las canciones no son una excepción. Hoy en día no hay radio (mainstream) que pinche una canción con una duración superior a los 3 minutos y medio. Nosotros hemos optado por un disco algo menos largo que los anteriores pero los temas siguen durando lo que nos ha pedido el cuerpo. No hemos tenido en cuenta el factor anteriormente citado.
Hace un tiempo que en las entrevistas que realizamos preguntamos a los artistas “cuál fue el primer disco que te compraste con tu propio dinero”. ¡Sorpréndeme! El mío fue el Late at Night de Dover!
El primer disco que me compré con mi dinero fue la banda sonora de La guerra de las galaxias. Fue unos años más tarde de su estreno… 😉
Siempre nos han dicho que el mundo es un lugar de soñadores. Siendo realistas, ¿qué sueño es el que más ganas tenéis de cumplir como banda?
Con seguir disfrutando y haciendo cosas interesantes nos conformamos. Somos una banda que ha vuelto después de veinte años de inactividad, por lo que nuestro plan es otro que el de antaño. Simplemente queremos disfrutar del momento y crear juntos. Tampoco queremos vivir de las rentas así que, mientras sigan saliendo canciones y conciertos, seguiremos tirando millas. ¿Hasta cuándo? El tiempo lo dirá…
En un par de semanas os tendremos por Barcelona en lo que se presenta como una de las mejores noches musicales de este mes de marzo. ¿Qué podemos esperar de la banda y del concierto en sí?
Intentaremos hacer un buen concierto de Rock en el que, como siempre, vamos a darlo todo para que la gente que venga, salga con una sonrisa de oreja a oreja y quien no venga se arrepienta de no haberlo hecho.
Bueno, Rafa, un inmenso placer charlar contigo. ¡Nos vemos este próximo viernes en Barcelona!
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