Seguimos charlando con una de las grandes divas y primeras damas del heavy metal, y cuando decimos primeras tenemos que recordar que cuando Nightwish empieza las mujeres no proliferaban especialmente en la escena. Tarja Turunen es una de las grandes pioneras y la mayor representante del metal sinfónico con vocalista operística.
Hablamos de su maravillosa técnica (nunca le he visto fallar una nota en directo), y eso se consigue por una tremenda base de formación clásica y unas rutinas de trabajo absolutas. Tarja es también símbolo y modelo a seguir que sigue hechizando a nuevas generaciones. Hablamos de duetos, de Stratovarius, de primeros discos comprados y de no tener miedo a los fans que siempre la esperan tras los conciertos.
Obviamente tocaba hablar del disco Oceanborn que es el que la pone en el mapa y en el que Nightwish hacen saltar la banca. Curiosamente en esa primera gira no pudo actuar en Barcelona y esta ciudad es una especie de agujero negro en el que siempre le suceden cosas imprevistas a Turunen. Esperemos que en febrero no suceda nada y podamos disfrutar de su gran voz.
Te he visto muchas veces en directo y nunca te he visto fallar en directo. ¿Cómo es posible? ¿Hay un trabajo detrás muy profesional y continuado? ¿Cuál es el secreto de Tarja para estar siempre perfecta?
(Risas) Es la práctica en general… tengo que mantener mi físico y hay que trabajar mucho para poder hacer las giras de rock, más que nada. Pero una tiene que estar siempre en forma, y sigo practicando. Durante las giras también hago mis ejercicios todos los días, de respiración, ejercicios vocales y mantenimiento. Y ese trabajo nunca termina… Ser cantante lírico es ser cantante lírico por vida. Así es. Años atrás, cuando estaba en Buenos Aires, tenía alumnos y siempre me preguntaban cómo cuidar bien la voz. Yo les contestaba que se trataba de conocer bien tu cuerpo más que nada. Escuchar tu cuerpo y trabajarlo mucho, con cariño y con cuidado.
Tu entrada en Nightwish en el disco Oceanborn cambió las cosas en el negocio totalmente y casi podemos decir que nace un nuevo estilo. Nightwish ya existían y dan el salto cuando tú entras a cantar con ellos. Yo creo que Tarja Turunen es al metal sinfónico lo que Michael Kiske es al power metal: el ejemplo a seguir, la gran voz del estilo.
Gracias, gracias (risas). Sí, es que me parece increíble porque deben haber pasado ya unos 25 años desde el comienzo. Y a veces me vienen a ver mujeres, mujeres que ya tienen su carrera, que ya han trabajado muchos años en el negocio, y me vienen a ver y a decirme cosas que me parecen impresionantes: “Te vi por primera vez cuando tenía 15 años y ahora tengo mi propia carrera musical”. Y eso para mí es increíble, impresiona escuchar a estas personas porque yo he vivido con mi alma siempre presente en la música.
Si mi presencia y mi influencia es positiva… pues para mí es un honor, es súper lindo. A día de hoy puedo decir que tengo muchas hermanas en metal, en el rock. Las puedo llamar hermanas y son otras cantantes, otras cantantes que, si a veces podemos, nos juntamos y nos divertimos muchísimo. Compartimos muchas cosas, pero cuando yo empecé mi carrera estaba sola… Yo estuve sola casi siempre, no había otras mujeres alrededor mío.
Si hoy en día voy a un festival y hay otra mujer cantando con otra banda, es como una celebración, se ha normalizado más, pero hace poco, por ejemplo, fui a cantar en Yakarta en Indonesia, y era la única mujer otra vez. Me pareció rarísimo. Eso nunca me molestó, el hecho de ser una mujer en una escena concreta de música, y estuve muy sola, pero ahora ya hay muchas mujeres. Muchísimas.
Sí, me abriste el camino y sobre todo yo creo que ha sido un modelo para muchas chicas y mujeres, porque yo conozco alumnas mías, del instituto, a las que no les gustaba el heavy metal, pero sí les gustaba Tarja Turunen y te han ido a ver en concierto. Estoy seguro que cuando terminas un concierto siempre hay fans que te esperan, pero sobre todo muchas chicas, y también muchas chicas jóvenes esperando para verte y poder hablar contigo.
Sí, sí, sí… hay muchas. Y es súper lindo, es lo que tiene la música para mí. Nunca he tenido fronteras en ese sentido, y la verdad es súper lindo conectar con la gente. Por qué la música la escuchamos de forma diferente. Es decir: tú la escuchas de una forma diferente a la que yo lo hago o sientes cosas diferentes. La música puede transmitir cosas diferentes a cada uno. Siempre pasa algo personal. Cuando tú escuchas música, tú sientes algo, otra persona siente otra cosa y esto siempre sucede.
Para mí, como artista, tengo mis razones o mis sentimientos cuando compongo las canciones, pero cuando la gente las recibe, le es diferente, pasa a ser algo personal. Y yo conozco muchos de mis fans que dicen que, por ejemplo, que en este Best of cada uno tiene su canción favorita. Eso es lo más hermoso, lo más hermoso que existe en la música. Puedes discutir como si te gusta más la pasta o la pizza, pero en la música no hay una canción que sea la mejor canción, no, todo esto es pura emoción.
Algunas de mis favoritas son “500 Letters” y “I Walk Alone”. Te iba a decir la primera vez que yo te iba a ver, fue en Barcelona, el concierto de Nightwish de gira de OceanBorn. Y estabas enferma. Ahora no sé si girando con Rage… el caso es que no tocasteis, pero no recuerdo la razón.
¡Me ibas a ver en la primera puta gira que hacía! Wawwwww (muchas risas).
Pero estabas enferma… Y era genial porque la expectación era mucho más grande por veros a vosotros que no a Rage. Y no tocó Nightwish. No sé, no sé qué te pasó.
Oh, ¡qué mala suerte! Yo me acuerdo otra vez de venir también a Barcelona para cantar. Era un concierto de música clásica y caí enferma. No sé qué pasa con Barcelona porque la última vez íbamos de gira a tu ciudad y cuando íbamos para Barcelona se canceló toda la gira. Se terminó por la pandemia. Tuve que mandar todos los músicos y mi crew a casa, todos volvimos al hogar por la pandemia. ¡¿Qué pasa con Barcelona?! ¡Quiero cantar, romperlo todo y cantar bien de una vez allí!
Siempre pensé que Tarja Turunen quedó siempre entre dos mundos: el heavy metal y la música clásica y que para los puristas de los géneros eras demasiado de la otra orilla, es decir: ¿Demasiado metal para la clásica y demasiado clásica para el metal?
Yo sigo tanteando y entrando en diferentes campos. Me encanta tantear, probar, me encanta hacer a la gente hablar… No soy polémica, pero en mi arte no tengo fronteras. Y eso pasa por ejemplo cuando yo me pongo a componer una canción. Yo no estoy pensando en: “Ah, tengo que componer una canción de rock”. No, no hay nada de eso. No existe una premeditación. Estas reglas no existen. Por eso sigo haciendo, sigo probando cosas siempre cuando salgo con un disco nuevo.
La gente que me siguen puede esperar algo así de mí, algo diferente de mí. Pero es un desafío también. Odio repetir cosas, no me gusta nada repetirme. Y sí, escucho canciones mientras estoy componiendo y voy probando cosas. Todos los músicos tienen su estilo, su sonido, eso pasa, pero a mí no me gusta repetir. Y es un desafío que me impongo. Es un desafío súper grande y al que me enfrento en el proceso durante las producciones de los discos.
Tengo que decir que para mí tu voz combinada con la de Marco Hietala era algo absolutamente increíble. Era perfecta.
Sí…
¿Y si tuvieses que hacer un disco de duetos algún día? No sé si hay algún otro cantante o masculino o femenino con el que te encantaría cantar con él.
Hay muchos… Hay muchos cantantes increíbles. Nombrar, solo mencionar solo un nombre… no sería justo. Pero es que este mundo trae tantas canciones de tantos cantantes increíbles… Y siempre me gusta colaborar o hacer colaboraciones. En general me encanta porque siempre aprendo algo. Todos queremos obtener un gran resultado con ello.
Estas colaboraciones me encantan, como las que he podido hacer en mi último álbum, con Björn “Speed” Strid, con Tommy Karevik o con Cristina Scabbia. Todos trabajamos de formas diferentes. Pero yo pensaba que para el último disco no iba a tener ningún dueto, y mira, al final tenía tres. Fue como: “Wow, ¿qué pasó aquí?” Pero estas cosas suceden así… Cuando estás en la producción del álbum te vienen ideas y tienes que seguir escuchando tu alma.
Hay algún dueto que me encantaría hacer. Tengo sueños, todavía me quedan muchos sueños por cumplir, y me encantaría cantar, por ejemplo, con Peter Gabriel. Digamos que Gabriel siempre ha tenido voz súper emocional. Y sigue cantando muy bien. He tenido suerte de escucharle sólo una vez en vivo cuando estuve trabajando con mi primer disco. Y era increíble. Además, es una persona muy humilde.
¿Cuál fue el primer disco que compraste con tu propio dinero?
Oh, wow… Era una compilación de música clásica. Un recopilatorio de los hits de música clásica. Yo tenía nueve años.
¿Y el primero de rock?
¿El primero de rock? Stratovarius. Creo que fue uno de Stratovarius porque me encanta esta banda. Somos amigos, y mira, justo ayer le mandé un mensaje a Timo Kotipelto (risas). Somos muy, muy amigos hoy en día. Juraría que el disco era el Infinity. Creo que era ese, pero bueno, compré varios de Stratovarius.
Y la última de todas. ¿Qué versión no has tocado y te encantaría cantar o grabar?
Esto sí es muy difícil a responder, perdóname… Si te digo que cuando estoy trabajando con un disco nuevo, siempre estoy pensando si voy a hacer una versión. Pero… hoy en día no tengo una canción en mente. He hecho de Whitesnake el “Still of the Night”, una de Muse, el “Poison” de Alice Cooper…. También “Darkness” de Peter Gabriel.
Pues nada Tarja, espero verte en Barcelona y que no suceda nada raro esta vez (risas).
Nos vemos en Barcelona, que tengas un buen día.